Capítulo 3
Luka llegó a su hogar, cansado y derrotado, se sentía tan humillado por dentro.
Pero cuando vio la cara de alegría de su hermana y amigas, todo sentimiento negativo lo abandono.
Las tres chicas comenzaron a atacarlo con preguntas como; ¿tuvieron una cita? ¿Qué se siente salir el mismísimo diablo? ¿A dónde fueron? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Hicieron algo indecente?.
Aunque las únicas que hacían preguntas eran Rose, Alix y Mylene, Juleka solo sonreía felix por su hermano.
Luka se sintió tan agobiado con las preguntas, que solo se disculpó con ellas y se marchó con la excusa de que se encontraba cansado.
Se tiró sobre su cama y suspiró.
<¿En qué me he metido? >
<¿Por qué solamente no pude ser sincero y decir la verdad sobre como me sentía? >
<¡No pasó mucho tiempo y ya que quiero terminar con esto! >
Luka dejó a un lado sus pensamientos cuando sonó su celular por la llegada de un mensaje.
Miró su móvil para saber quien le había escrito y su alma casi deja su cuerpo.
Soy Chloé.—
Mañana esperame a la salida de escuela.
Y llevá un paraguas. —
<¿Cómo consiguió mi número? >
<¡Eso no importa! >
<¡Por supuesto que no voy a ir a esperar por ella!, quien sabe lo que querra que haga>
<¡Esta farsa se terminará ahora! >
<¡Se lo diré inmediatamente! >
Luka comenzó a escribir el mensaje que le enviaría a Chloé, pero antes de enviarlo llegó alguien.
—Luka, ¿puedo pasar? — preguntó Juleka al borde del marco de la puerta.
Luka giró a ver a su hermana y asintió.
Ella se sentó sobre su cama y no espero a darle un gran abrazo a su hermano, lo que lo tomó desprevenido.
—¿Juleka? — nombró sorprendido.
—Estoy muy feliz por tí— murmuró ella con suavidad.
—¿Eh? ¿Por qué?
Juleka se alejó de su hermano y le tendió una sonrisa.
—Porque estás con Chloé y pudiste olvidar a Marinette— respondió gentilmente— Siempre te veía triste pensando en ella y cada vez que la mirabas, estaba muy preocupada. Creí que nunca podrías superarla. Pero ahora veo que sí lo has hecho y no tendré que preocuparme— agregó sonriendo muy alegremente que hasta se podía ver brotar brillos sobre ella.
Luka la miró y su rostro quedó en blanco, mientras en su interior solo gritaba y lloraba.
—¡Juleka ven, ya va a empezar el desfile! — gritó Rose.
—Tengo que irme — dijo mientras se levantaba— Y la próxima vez traela a casa, quisiera conocer a mi cuñada — exclamó feliz y se marchó.
Luka comenzó a temblar, tomó su celular y borro el mensaje que pensaba enviar a Chloé, luego escribió otro nuevo y se lo mandó.
— ¿De qué color el paraguas?
Luego de enviar aquel mensaje, se tiró sobre su cama a llorar en silencio.
—Universo, llévame.
Al otro día...
Luka esperaba fuera de la escuela como Chloé se lo había ordenado, para hacerlo, tuvo que salir un poco antes de la suya.
Miró el despejado cielo y suspiró.
<No sé por qué Chloé quiso que trajera un paraguas si el día está radiante. >
<Lo bueno es que no lo hice porque ví el pronóstico esta mañana>
Luka sonrió con arrogancia.
La campana de la escuela Francoise Dupont sonó y los alumnos comenzaron a salir.
Luka miró hacia las puertas y vió a su hermana junto con Rose.
Ellas se acercaron a él muy sonriente.
—¡Luka, que bueno verte por aquí! — gritó Rose.
—¿Estás esperando a Chloé? — preguntó Juleka.
<Quisiera decir que no>
—Sí, la estoy esperando— afirmó mientras lloraba por dentro.
—Chloé siempre suele salir a lo último, así que tendrás que esperar un poco más— informó Rose.
Luka suspiró.
<¿Por qué saldrá por último? >
<¿¡Tal vez se queda hasta el final con otro chico!? >
<¿Por qué me molesto? >
<No tendría que molestarme si somos novios falsos, nada más somo eso>
<Así que no me voy a preocupar por ella>
<Puede hacer lo que quiera>
<No es mi novia de verdad>
<¡Pero aunque no lo es, ella tiene que respetarme! >
<Somos novios, aunque sea falso, ¡tiene que serme fiel>
Juleka miró a su hermano y río.
—Ella sale por último porque siempre se queda dormida en clases y no despierta hasta que todos hayamos salido— informó su hermana.
Luka, al oír a su hermana, se sintió relajado, por alguna razón.
—¡Pero miren eso, Chloé salió temprano! — gritó eufórica Rose mirando como Chloé comenzaba a bajar las escaleras.
Luka miró en esa dirección y su corazón latio al verla.
Chloé lo buscó con la mirada y al verlo sonrió y lo saludo.
—¡Luka! — nombró — ¡Ven aquí! — llamó mientras un aura de felicidad la rodeaba.
Luka levantó su mano para saludarla desde donde estaba, mientras sonreía con falsedad
—Oh, Luka, ¡ella está muy feliz de verte!— exclamó Rose.
<Esto es malo>
<Claro que no está feliz de verme>
<Solo es una fachada>
<Es una mentirosa>
<¡Una embustera! >
—Deberías ir con ella— murmuró Juleka.
Luka sonrió nervioso y asintió.
Comenzó a caminar hacia Chloé, mientras era visto por su hermana y Rose.
—Deberíamos irnos— murmuró Juleka.
Rose asintió y miró una última vez a la feliz pareja. Desde su perspectiva parecía que Chloé sonreía con genuina felicidad mientras acariciaba la mejilla de Luka, pero la verdad era todo lo contrario.
—¿Qué fue eso?, un perro viene corriendo cuando su amo lo llama— dijo Chloé mientras pellizcaba y estiraba la mejilla de Luka— La próxima vez que te llame ven rápido, detesto esperar. — exclamó con una sonrisa forzosa acompañada de un aura y mirada de enojo.
Luka asintió temeroso mientras aguantaba las ganas de gemir de dolor.
Chloé lo soltó y suspiró, miró alrededor de Luka buscando algo y cuando no lo encontró lo miró molesta.
—¿Dónde está el paraguas? — preguntó.
—Lo dejé en mi casa— respondió incrédulo— Ví en los noticieros que hoy no lloveria, así que no lo traje— agregó sonriendo.
Chloé suspiró y negó.
—En serio me haces más difícil esto. — dijo ella mientras que de su bolso sacaba un pequeño paraguas de color dorado y lo abría para sí misma.
Luka la miró y suspiró.
—¿Por qué haces eso? — cuestionó— No va a llover, las noticias lo dijeron.
Luego de decir aquello, sonó un gran trueno y comenzó a llover.
Chloé miró a Luka y sonrió.
Luka miró al suelo y comenzó a levantar y bajar los brazos.
—¿¡De qué lado estas universo!? — preguntó levantando la voz
—¿A quién le hablas? — cuestionó Chloé mirándolo con rareza y extrañes.
—Al universo, él fue el que te envió— respondió Luka.
Chloé lo miró sin creer.
—¿Con quién me he metido? — se preguntó.
La rubia comenzó caminar, mientras Luka se quedaba quieto.
Chloé al no sentir que Luka la seguía, se detuvo y giró para verlo.
—¿No vienes?— preguntó.
Luka suspiró y asintió, caminó hasta ella.
Ambos caminaban juntos, Chloé caminaba bajo su paraguas sin que ni una gota le cayera, en cambio Luka caminaba bajo la lluvia mojandose por completo.
—Chloé, ¿no podrías mover el paraguas? — preguntó Luka.
—¿Acaso fue mi culpa que no trayeras el paraguas? — cuestionó irónica.
Luka bajó la mirada
—No...
—Por supuesto que no, es más yo te advertí, te dije que traigas uno, pero no me hiciste caso.
Ambos chicos se quedaron en silencio.
Luka caminaba con la cabeza gacha sin rechistar, ya que Chloé tenía razón.
La rubia lo miró y suspiró.
—Cuando lleguemos al hotel podrás darte un baño. —exclamó con suavidad.
—¿Hotel? ¿Por qué iríamos a un hotel? — preguntó Luka confundido.
—¿Por qué es donde vivo?— cuestionó irónica— El Hotel le Grad París.
Luka se detuvo en seco.
—¡IRÉ AL HOTEL LE GRAND PARÍS! — vociferó con gran sorpresa.
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