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Después de la muerte de San, Mingi se rehusaba a asistir al colegio. Temía que los demás se burlaban de él de alguna manera u otra, sobre todo por su embarazo que recién se notaba, pero debido a que llevaba más de una semana de faltas los maestros empezaron a buscar la manera de contactarse con él para saber la razón de su ausencia.

Él sabía que estaba perdido.

Debido a las circunstancias Mingi no tuvo de otra que alistarse para volver al colegio, falsificó lo que sería en su defecto una receta médica y la guardo en su mochila, pero sabía que aún había un problema más importante. Rápidamente en el armario donde estaba su ropa logró encontrar una sudadera de San entre su ropa que aún conservaba, sonrió con melancolía y sus duda se la colocó. Amaba que San siempre se compraba sudaderas enormes que a él solían quedarle bien, aunque un poco grande también, pero era lo suficiente buena para que pudiera ocultar su barriga de 20 semanas.

No lo iba a negar, pero Mingi tenía miedo, tenía miedo de que descubrieran su embarazo y temía que le hicieran daño. Ni loco permitiría que le pusieran una mano encima a su hijo.

Se dio un último vistazo al espejo y colocó sus manos dentro del bolsillo de la sudadera como despiste para que no se notara su ya crecido vientre, sabía que por el momento no sería gran problema. Al salir del departamento camino a prisa hasta llegar a la estación del bus, observó como mucha gente esperaba en la estación, por lo que con pocos ánimos espero también de pie como la mayoría, pero el aroma de un platillo que tanto amaba comenzaba a causarle náuseas.

ㅡAy no...

Mingi se tapó la nariz de inmediato y volteó la mirada, amaba mucho el Galbitang, pero en esos momentos sentía que si volvía a olfatear aquel aroma sin duda vomitaria el desayuno que había consumido hace un par de minutos. Para fortuna de él, finalmente el autobús había llegado por lo que rápidamente se acercó a este en cuanto se detuvo y subió lo más rápido que podía hasta encontrar un lugar vacío.

Sabia que aquella reacción eran causa de su embarazo, sin embargo nunca creyó que sentiría asco por el aroma del platillo que más amaba ¿qué sería lo siguiente?

Durante todo el viaje se mantuvo tapándose la nariz y boca con la manga de la sudadera ya que incluso el aroma de ciertos perfumes le causaban náuseas. Para cuando llegó al colegio camino directo a su casillero para sacar los libros y cuadernos que ocuparía en sus próximas clases y salió rumbo al aula, sin embargo Mingi logró percatarse de algo que no podía pasar por alto y aquello era que tenía la mirada de muchos alumno puesta encima suyo, los grupitos de alumnos se secreteaban entre ellos sin dejar de mirar al peligris.

Instintivamente toco su vientre en modo de protección y solo siguió su camino, diciendo así mismo que los ignorara.

Ese día al terminar las clases salió rápidamente sin permitir a detenerse ni un momento, sobre todo debido a que se avecinaba una tormenta, pero justo en cuanto se detuvo a guardar libros en su casillero logró escuchar voces a un costado del muro, cosa que al principio fue irrelevante para él pero después de escuchar su nombre en medio de ésta su curiosidad no le permitió irse.

Siendo cauteloso se acercó un poco más para lograr escuchar con mejor claridad.

ㅡ... te lo digo, sigo pensado que es muy raro su extraño comportamiento ㅡpor sus voces Mingi sabía que se trataba de las chicas populares del club de danza.

ㅡNo es de extrañarse Jun, después de todo sabemos que su novio lo abandonó y dejó la escuela para fugarse con otra chica, eso es lo que dicen ㅡaquella frase había causado un pequeño molestar en el peligris que incluso náuseas le provocóㅡ, hasta yo misma caería en depresión y me ausentaria semanas por ello...

ㅡEso lo sé, pero no me vas a negar que su cambio de estilo para vestirse es sumamente drástico ㅡel tono chillon y engreído en el que hablaba la chica solo le causaba coraje a Mingiㅡ ¿desde cuando Song Mingi usa hoodies enormes? Pareciera que trata de ocultar algo.

ㅡQuizás la depresión lo hizo engordar ㅡdijo una de ellas para después ambas soltarse a reír.

ㅡNo lo había pensado de esa manera, me da lástima su vida...

Mingi no soporto escuchar más de ello y salió corriendo por el lado contrario del pasillo para evitar ser visto por ellas, poco le importaba los cuadernos, pero sin notarlo termino chocando con alguien más.

ㅡFíjate por donde caminas imbe... ¡vaya pero si es el exnovio de Choi San! El chico que te abandonó y huyó de aquí porque no te amaba ㅡ soltó con crueldad el joven quien solo se mofaba de la reacción del peligris, quien debido a las hormonas estaba comenzando a llorar silenciosamenteㅡ, ¡uy, perdón! ¿herí tus sentimientos?

Mingi no soporto más y empujo al chico para salir corriendo de ahí, sin embargo no muy lejos del pasillo otra persona era testigo de lo ocurrido.

Los días y las semanas pasaban sin piedad, al igual que los insultos, el acoso y las burlas constantes hacia su persona. Mingi creía que nada podía empeorar, sobre todo el hecho de que su barriga comenzaba a crecer notoriamente y aquello solo dificultaba más las cosas.

Estaba harto, estaba cansado de ser el blanco de burlas por parte del colegio, tanto chicos como chicas se unían para hacerle la vida imposible, desde que entraba hasta que salía del colegio. Mingi creyó que si seguía ignorandolos aquello no tardaría en terminar, que quizás terminarían cansandose y cesarian las burlas... pero todo orilló a que la situación fuera peor.

Ahora no solo se burlaban en su cara, sino que todos los días su casillero terminaba lleno de papeles insultandolo y burlándose de él, hasta llegar al punto de que escribieran la palabra "desechado" con aerosol por todo su casillero. También el hecho de que abrieron su casillero y arrojaban la basura de los contenedores dentro del casillero había sido otra de sus estupidas bromas que lo tenían harto.

Había tratado de quejarse con el director pero este se escudaba diciéndole que de no tener pruebas irrefutables de que aquellos "buenos" jóvenes eran responsables de aquellos vulgares actos, entonces que no se volviera a parar en la coordinación. Fue ahí cuando Mingi se dio cuenta que ni con los directivos contaba para solucionar aquello, lo único que debía hacer era soportar el horrible infierno que vivía desde que había vuelto al colegio.

Hasta ese punto se arremetía enormemente por volver al colegio.

Ese día el profesor de filosofía había faltado a clases, por lo que tendría libre una hora, así que optó por caminar hacia la biblioteca; en el transcurso a ésta pudo notar a lo lejos al club de danza en medio del pasillo obligándolo a deterse. Ni loco se pasaría frente a ese grupo de chicas idiotas y superficiales, por lo que optó por regresarse y decidió atravesar el campo de entrenamiento para poder llegar al otro edificio.

Más pareciera que las cosas nunca iban a estar a su favor porque nuevamente se tuvo que topar con la gente que solía molestarlo, y sin darle tiempo a regresar fue notado por ellos, quienes en ese momento jugaban básquetbol.

ㅡMiren, llego Song tonto Mingi, no vayan a invitarlo a jugar, quizás su gordura no se lo permita ㅡhabló burlándose uno de ellos.

Sin embargo otro del grupito se acercó a Mingi con la intención de golpearlo con el balón e instintivamente el peligris se agachó cubriendo su vientre, sin darlo a notar mucho, pero el chico se detuvo al verlo agachado y se echó a reír.

ㅡ Mirenlo, pobrecito... creyó que lo golpearía... ㅡtodos comenzaron a reír, pero uno solo se acercó hacia él y pateó del charco de lodo que estaba cerca suyo, manchado por completo su hoodie blanca y su rostro.

ㅡVen Song, te ayudaremos con ello.

Dos jóvenes sin pensarlo jalaron de las mangas del hoodie intentando quitárselo, pero Mingi luchaba por evitar aquello. Estaba asustado, estaba muerto del susto por lo que pasaría si lograran quitárselo.

Pero fue demasiado tarde...

Porque los chicos habían logrado levantar el hoodie de Mingi lo suficiente para revelar lo que tanto ocultaba Mingi. El trío de jóvenes miraban sorprendidos la escena mientras soltaban las mangas y veían todo con sorpresa.

ㅡEstas...

Mingi no dio tiempo de hablar porque simplemente salió corriendo de ahí, corría y corría mientras se acomodaba su hoodie, así hasta llegar a un costado del edificio por donde casi nadie se paseaba por ahí. Su respiración era intranquila y se ocultó ahí hasta lograr perderlos de vista, ya que en cuanto ingresó al edificio escucho las voces de ellos buscándolo, pero no lo encontraron.

Mingi sabía que no podía quedarse ya en el colegio y debía irse cuanto antes, así que sostuvo fuertemente la correa de su mochila y camino directo hacia la salida del instituto, pero justo antes de llegar logró divisar a su padre junto al coordinador. Al parecer esperaban por él, ya que no dejaban de revisar el pasillo en busca de algún alumno, Mingi estaba dispuesto a buscar otra alternativa para salir cuando de pronto una mano jala de su hombro y lo introduce al interior del armario del conserje.

Temeroso por saber quien secuestraba de su persona volteó hacía la persona sospechosa encontrándose con una chica de su clase de química. Im Nayeon.

ㅡ¿N-Nayeon?

ㅡShhh ㅡla chica hizo una señal de silencio mientras veía a través de una rendija de la puertaㅡ escuche que tu padre habló con el coordinador diciendo que hace semanas no te ve y que quiere hablar uno asuntos contigo...

ㅡYo no quiero hablar con él.

ㅡLo sé, no por algo también te esconderias de él ㅡhabló ella tranquilamente.

ㅡ¿como sabes que me estaba escondiendo de él? ¿Como sabes que huyo de alguien más?

ㅡPude observar que Jae y su grupito descubrieron tu secreto, lo cual no es bueno y viendo tu situación es obvio que buscas salir de aquí y no volver ㅡNayeon saco de su mochila una pequeña lámpara y alumbró la parte trasera del armarioㅡ, así que pienso ayudarte con ello, pero debes ayudarme con esto si quieres salir de aquí sin ser visto.

La castaña le tendió la lámpara al peligris y le pidió que le alumbrara justamente donde estaba una enorme bandeja de ventilación, y fácilmente la chica de deshizo de ésta.

ㅡBien... el ducto de ventilación de este lugar es lo bastante grande para que tú y tu linda barriga pasen y salgan por ahí, sigue derecho, la parrilla del otro lado ya la retire así que te espero del otro lado.

Mingi asintió y entró al ducto para después Nayeon volver a colocar la parilla y salir del armario, lista para encontrar a Mingi del otro lado.

Mingi por lo tanto seguía gateando por el ducto y en ese momento se odiaba a si mismo por su miedo a la oscuridad, pero todo lo hacía por su bien y el de su hijo. Ambos corrían peligro.

Finalmente cuando logró salir del ducto vio como también iba llegando justamente la castaña para ayudarlo a levantarse.

ㅡVen, sígueme.

Nayeon arrastró al peligris a lo que sería una entrada trasera del instituto, que al parecer solo era usada para sacar la basura, rápidamente ella fue quitando la cadena de la reja.

ㅡEsta salida suelen ocuparla los estudiantes para meter a otra gente ajena al colegio, por eso la cadena esta rota y sobrepuesta para no levantar sospechas ㅡuna vez que retiro la cadena, abrió la reja lentamente para evitar que chillara tanto y le hizo señas a Mingiㅡ. Vamos, ya puedes irte.

Mingi dubitativo se acerco a la entrada dispuesto a huir, pero no pudo evitar voltear a verla por última vez y preguntar algo que su mente no dejaba de decir.

ㅡEspera... ¿por qué me ayudaste?

De pronto el rostro de Nayeon cambió repentinamente por una mirada triste, como si aquello le hiciera recordar algo doloroso.

ㅡPorque yo sé lo que se siente pasar por tu situación... ㅡdijoㅡ, ahora ¡vete antes de que alguien te vea!

Nayeon empujó ligeramente el cuerpo del peligris para luego cerrar la reja, colocar de vuelta las cadenas y despedirse rápidamente antes de salir corriendo de vuelta al edificio.

Mingi volteó la mirada hacia ambos extremos de la calle, comprobando que estaba solo, froto ligeramente su vientre y camino en dirección a su apartamento. Él sabia más que nadie que las cosas empeorarian después de aquello, solo esperaba que su hijo estuviera a salvo.

Porque era lo único que le importaba en ese momento.

Siento mucho el tardar en actualizar pero estos meses estuve estudiando para mi examen de admisión a la uni y apenas el viernes pude realizarlo y con ello quedo completamente libre, así que había tomado el fin de semana para descansar por mis desveladas.

Espero como siempre que el trayecto de la historia sea totalmente de su agrado y como siempre agradezco su apoyo votando en mis historias ♡ son increíbles

Los quiere, Gigie ♡