OO1 ╏ Un pasado doloroso
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Song Mingi era bien conocido en el colegio por ser alguien tímido y reservado, no le gustaba convivir con sus compañeros y la única manera que lo hacía era por proyectos de parte del colegio, de otra manera él no lo haria; el amaba pasar su rato en el patio del colegio o en la biblioteca, leyendo revistas científicas. Amaba leer la sección de datos interesantes. Sin embargo, la personalidad de Mingi no impedía que muchas chicas y uno que otro chico encontraran atractivo a Mingi e intentaran acercarse a él de una manera coqueta, pero el peligris siempre rechazó a todas y cada una de las jóvenes con total amabilidad, pero de igual manera Mingi seguía siendo considerado como uno de los chicos más atractivos del colegio.
Cierto día llego al colegio un nuevo chico, bastante atractivo a vista de cualquiera, su cabello tiñado de un azul oscuro y su mirada intimidante; poseía una mirada muy fuerte y dominante, quien a pesar de no ser más alto que Mingi lograba despertar algo de curiosidad en el peligris.
Su nombre era Choi San.
La primera semana logró darse cuenta que compartía varias clases con él y que con el pasar de los días no podía apartar la mirada en aquel joven, hasta que en una de esas San se dio cuenta de ello y no pudo evitar sonreír apenado, porque muy dentro suyo creía que Mingi era realmente lindo y atractivo.
Debido a que San llego justo en medio del semestre necesitaba la mayoría de los apuntes para entender mejor algunos ejercicios y los profesores le habían recomendado a Mingi como uno de los mejores alumnos y que él podría proporcionarle los apuntes necesarios. Y de aquella manera empezaría la primer interacción entre ambos jóvenes.
San fue quien se acercó a Mingi, quien amablemente le dijo que si podía compartirle los apuntes de ciertas materias, ese día fue algo realmente gracioso porque Mingi no esperaba que San se le acercara y le hablara como si nada y justamente en ese momento tomaba de su cartón de leche de vainilla y de la sorpresa comenzó a ahogarse, San fue hasta él a auxiliarlo con unas palmadas en la espalda, teniendo sus rostros cerca uno del otro.
San al ver a Mingi quien ya estaba un poco mejor, no se separo de él y sin evitarlo sonrío ampliamente.
ㅡNo me había dado cuenta que tienes unos ojos tan lindos y expresivos.
Quién diría que con esa simple frase daría inicio a algo que haría demasiado feliz a los dos. Sobre todo a Mingi, quien había descubierto lo que se sentía amar a alguien con mucha intensidad.
Ahora Mingi ya no pasaba sus ratos libres en la biblioteca o en el patio de la escuela, sino que ahora se la pasaba en el comedor en compañía de San, ambos charlaban y reían de cualquier cosa. Muchas de sus citas fueron en el comedor del colegio, otras fueron en parques, incluso llegaron a tener citas en un estacionamiento abandonado a altas horas de la noche, pero cada una de esas citas tenía algo especial.
El día que San le pidió a Mingi el ser su novio había sido planeado para ser algo realmente lindo, de no ser porque ese día había caído una torrencial tormenta y todo lo que había planeado San se había arruinado, el picnic terminó hecho un desastre, la canasta donde estaban los sándwiches y demás alimentos estaba llena de agua y la sabana de cuadros que estaba en el pasto estaba hecha un asco, mientras ambos jóvenes se refugiaban debajo de un gran roble, usando la chaqueta de San como paraguas. Pero a pesar de ello ambos reían de la situación, sin pensarlo San sostuvo de la mandíbula a Mingi y lo besó suavemente. En aquel beso ambos demostraron el gran amor que sentían uno por el otro y no hacían falta palabras, pero como San era un romántico en toda la extensión de la palabra no se detuvo y le preguntó a Mingi si quería ser su pareja, el peligris era obvio que aceptaría. Ese solo había sido uno de los siguientes pasos de su relación.
San había perdido a sus padres cuando era muy pequeño y lo único que le dejaron había sido la casa donde el había crecido toda su infancia, en cambio Mingi vivía con problemas constantes en casa, su madre lo habia abandonado en cuanto nació y su padre en consecuencia del abandono se metió al mundo de las drogas y cuando veía a su hijo en casa solía insultarlo, esa era la razón por la que Mingi prefería pasar todo el día en el colegio en lugar de su casa, pero a partir de que conoció a San, éste lo invitaba a su casa a pasar el rato con él y aquello se volvió como una costumbre el visitar a San a su casa.
Y esas visitas fueron más constantes desde que habían formalizado su relación.
Cierta tarde en la que Mingi salía por la calle a comprar algo para comer, se topó con su padre, quien al ver a su hijo en la calle no pudo evitar hablarle de manera irrespetuosa, lo insultaba sin importar la gente de su alrededor. El peligris era muy sensible con respecto a como se dirigían a él y no pudo evitar ponerse a llorar, negaba una y otra vez y solo salió corriendo de ahí. Sin pensarlo termino llegando a la casa de San, donde fue recibido por los cálidos brazos de su novio.
ㅡYa no soporto vivir con mi padre, es una pesadilla estar viviendo con él ㅡMingi se frotaba los ojos hinchados de tanto llorar mientras se abrazaba al torso de su novio.
ㅡVen a vivir conmigo.
ㅡ¡¿Qué?!
Aquello había dejado a Mingi perplejo ¿San hablaba en serio con ello?
ㅡLo digo con toda la seriedad del mundo, Gigi. No me gusta que estés pasando todo este tipo de traumas y problemas con un drogadicto como tu padre, mereces algo más y yo puedo dártelo ㅡel peliazul tomo las manos de su novio y le sonrío ampliamenteㅡ quiero que este lugar sea tambien tu hogar, quiero que estés en un ambiente lleno de amor y felicidad, yo puedo darte toda la felicidad que sea necesaria para verte sonreír todos los días, porque si Mingi, tu sonrisa es mi motor para seguir adelante.
Las lágrimas del peligris brotaban de sus ojos, pero ya no eran lágrimas de tristeza, eran de felicidad por tener a alguien como San a su lado. Y lo que en un momento eran dulces y suaves besos después se convertirían en salvajes y necesitados besos y caricias.
Esa noche, por primera vez Mingi se había entregado en cuerpo y alma a San, no se arrepentía porque después de todo confiaba sin pensar en el peliazul quien ahora reposaba dormido a su lado. Y como esa vez pasaron muchas otras, pero Mingi seguía sin aceptar la propuesta de San de vivir en su casa. Sin embargo agradecía que casi ya no veía a su padre en casa.
Una tarde que tenía planeado visitar de sorpresa a San acudió a su casa con la intención de pasar una agradable tarde con su novio, más se llevó una enorme sorpresa ya que al ingresar a casa de San observó un enorme desastre en ésta, platos rotos, la mesa volteada y lo más extraño de todo fueron los rasguños en las paredes, eran rasguños de algún animal grande, como del tamaño de un perro, al inspeccionar bien la casa pudo percatarse también de un fino rastro de sangre que llevaba a la habitación de San, asustado por lo que sea que le hubiera pasado a su novio corrió de prisa a la habitación, quien al momento de abrir ésta notó entre las sábanas un gran bulto al que se le podía observar su respiración, más una gran cola esponjosa y larga se asomaba por estas y Mingi del susto dio un mal paso cayendo de senton y provocando un gran ruido que despertó a la criatura que dormía en cama de San. Lo siguiente lo había dejado sosprendido:
El animal, que era un gran lobo gris con blanco, se fue convirtiendo en un humano, quien al final Mingi se dio cuenta que era el mismo San.
San era un híbrido.
Cuando el peliazul observó a Mingi asustado, sentado en el suelo de la habitación, no dudó en acercarse hasta él y hacerle saber que no estaba en peligro.
ㅡSiento mucho no haberte contado la verdad de esto Gigi, soy un híbrido de lobo, puedo convertirme en uno a voluntad propia, pero a pesar de ello puedo controlar mis instintos, no estas en peligro amor, jamás me perdonaría hacer algo que te lastime ㅡSan bajo de la cama lentamente hasta estar cerca del peligris y junto sus rostros, solo escuchando el respirar del otroㅡ. Confía en mí.
Mingi asintió y besó fugazmente a San, solo que al momento de abrir los ojos notó que el peliazul se encontraba sin ropa y sus mejillas no pudieron evitar sonrojarse.
ㅡE-Estas desnudo...
ㅡComo si no me hubieras visto así antes ㅡSan rió alegremente mientras se levantaba y ayudaba a su novio también a levantarseㅡ. Iré a cambiarme, en unos minutos ya me tendrás contigo.
Mingi se sentó en la cama observando a su pareja vestirse, pero su mente de él divagaba en sus recuerdos y fue entonces que pudo comprender algo que lo desconcertó la primera vez que tuvo relaciones con San y aquello era que el peligris creía que San era demasiado brusco a la hora del sexo y podía jurar que tenía ciertos instintos primitivos que si bien, la primera vez lo asustó un poco las demás ocasiones lo excitaban de gran manera. Ahora conocía la verdadera razón de aquel comportamiento.
La salud de Mingi había estado medio extraña desde una fecha en específico, a veces no tenía hambre, a veces comía el doble de lo que comúnmente comía, pero sobre todo las náuseas y los dolores de cabeza eran persistentes. El peligris no le había dicho nada a San, pero Mingi comenzaba a pensar en un posible embarazo y aquello lo ponía un poco paranoico.
Para salir de dudas, decidió ir directamente a hacerse un análisis, claro que todo el tiempo trataba de ocultar sus síntomas demasiado evidentes, pero las náuseas era algo imposible de ocultar y cuando San se percató de ello no creyó ni una pizca la mentira de Mingi sobre una indigestión. San pudo percatarse de ello al percibir el aroma de su pareja, había algo distinto en ello y de inmediato lo supo, por lo que una noche lo enfrentó.
ㅡMingi... estás en cinta ¿por qué no me lo habías dicho antes?
Mingi se sorprendió de gran manera al escuchar aquello salir de la boca de su novio.
ㅡ¿C-Como lo sabes? Yo no...
ㅡTu aroma... es diferente desde hace un tiempo y estoy seguro que esa es la razón ㅡSan abrazo a Mingi y beso su cabezaㅡ, por ello quiero que aceptes vivir conmigo, con tu padre viviendo tu embarazado es un gran peligro que no quiero que corras, conmigo estarás bien y nada te pasara, ni a ti ni a nuestro hijo. Este hogar será para nuestra pequeña familia.
Mingi esa vez no lo pensó dos veces y acepto aquello y por primera vez, comenzaría un nuevo capítulo de su vida en un verdadero hogar.
Pero aquello duraría muy poco.
Mingi tenía 18 semanas de gestación y desde hace un par de días había comenzando a sentir un dolor intenso el cual solo era calmado por un té de hierbas relajantes. Esa noche lluviosa el dolor incrementaba y a San le ponía nervioso y asustado el que su pareja pudiera tener alguna complicación, por lo que se arregló para salir por las dichosas hierbas, aún con la lluvia.
ㅡIré lo más rápido que pueda, resiste Gigi, ya vuelvo. ¡Te amo cariño!
Mingi no pudo responder de vuelta debido a otro incesante dolor que lo hizo doblarse, solo escucho la puerta cerrarse. El dolor era insoportable por momentos que no pudo evitar recostarse en el sofá mientras hacía ejercicios de respiración, algo que siempre solía ayudarle y en ocasiones le causaba que se quedara dormido, como en esa ocasión.
Para cuando despertó ya no sentía el dolor de antes, pero se extrañaba al no ver a su novio. Observó el reloj notando que San llevaba cerca de 20 minutos sin regresar y la tienda estaba a 10 minutos de la casa, grito su nombre pero no obtuvo respuesta; lentamente se paró del sofá y lo buscó por toda la casa pero no lo encontró por ningún lado. Asustado y preocupado se colocó su abrigo, tomo sus llaves, un paraguas y salió de casa en busca de su San.
Afortunadamente Mingi conocía por donde quedaba la tienda donde vendían aquello, así que cubriéndose de la lluvia bajo su paraguas camino apresurado por las calles iluminadas por los faros.
A pesar de que su pancita aún era pequeña, Mingi se solía agotar muy rápido, por lo que casi al llegar a la tienda camino más lento. Al llegar a su destino, ingresó al lugar y camino hasta la recepción.
ㅡBuenas noches, señora Min ¿De casualidad no vino San?
ㅡ¡Si! De hecho, tiene como 10 minutos que se fue de aquí, venía muy apresurado y ocupado.
Mingi comenzó a pensar en que algo pudo haberle pasado a su novio y se preocupó de gran manera, agradeció y salió de la tienda con la intención de regresar a casa y encontrarlo ahí.
En el transcurso de camino a casa se encontró con un gran tumulto de gente cerca de una de las avenidas grandes, Mingi sentía una corazonada, sentía que debía acercarse a saber que ocurría y con un temblor en sus manos se acercó ahí, pero la gente no lo dejaba ver. Con miedo pregunto a una persona de ahí si sabía que era lo que había ocurrido.
ㅡAl parecer un lobo salió del bosque en busca de comida y al atravesar la avenida fue atropellado.
Mingi asintió lentamente y pudo tener la vista de la imagen más desgarradora que pudo haber presenciado.
Un lobo de pelaje gris y blanco tirado en la calle sobre un charco de su propia sangre y a un costado suyo una bolsa con hierbas.
Podía reconocer en cualquier lugar aquel brillante y suave pelaje; aquello solo había ocasionado un gran dolor a Mingi.
Con pesar se alejó de la escena y se detuvo más adelante en una calle totalmente vacía y se detuvo a llorar. Su llanto era desgarrador, le dolía haber tenido esos dolores insoportables, odiaba el hecho de que San haya salido bajo la tormenta por aquellas hierbas, pero sobre todo odiaba no haber podido respondido ese te amo a su novio. Y peor el hecho de que ya no podría despedirse de San como debía ser. Su corazón estaba destruido y creía muy en el fondo que no volvería a amar como lo hizo con San.
De nuevo sintió un dolor punzante en su vientre y tocó levemente éste, recordando que lo único que tenía para recordar a San era el pequeño que llevaba dentro suyo, fruto del amor que ambos se tenían. Ahora tenía una razón para seguir adelante, sin importar las circunstancias.
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Aquí vengo de nuevo con otra historia que ni voy a terminar, pero que hago el intento /clown
Fue una idea que se me ocurrió y me base en un principio en un película de anime que hace mucho se quedó con mi corazón y mis lágrimas [cry] pero en fin, espero que les haya gustado
No sé que tengo con matar a Sannie en mis historias ㅠㅠ
Los quiere, Gigie ♡
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