Dudas e incógnitas
Una oleada de preocupación se instaló en su cuerpo ya débil por la última situación en la que se vio envuelto.
De verdad, si algo más llegaba a suceder, si Theo se encontraba en mal estado... No podría soportarlo. Una cosa más y lo superaba por completo.
Él tenía un límite y estaba a punto de ser rebasado, aunque sospechaba que ya había sucedido, a estas alturas no estaba seguro. Sintió su boca seca y extraña.
-¿Cómo?-Preguntó, con la esperanza de que Luna fuera más específica.
Volteó de reojo para observar a Ginny. Permanecía ahí, intacta; como si estuviera viendo a una muñeca. No emitía ni un solo movimiento, su respiración resultaba imperceptible también.
-No tengo mucha información, Draco. Solo me llamó para pedir de favor si vamos por él al aeropuerto.-Respondió desde la otra línea.
Su corazón se aceleró.
Dios.
No terminaba un problema cuando llegaba otro con gran fiereza. Cerró los ojos, cansado. Estaba angustiado por Theo, que después de tantos días sin tener noticia alguna de él, al fin había aparecido, pero algo le decía que no estaba bien... Por otro lado, no quería abandonar a Ginny nuevamente y para variar la situación de hace unos minutos no lo tenía estable.
-¿Draco, sigues ahí?-Luna lo llamó, puesto que él no había dicho nada en los últimos 30 segundos.
-Sí, sí. Lo siento, es que... Agh-Se paso la mano por su cabello, despeinándolo.-Muy bien, pasaré a tu casa en 15 minutos o lo más rápido que pueda. De ahí partimos al aeropuerto. Si puedes avisarle a Theo sería perfecto.
-De acuerdo. Ten cuidado.
-Adiós, Luna.
La llamada finalizó. Guardó el celular en uno de sus bolsillos y volvió a posar su mirada en Ginny. No quería dejarla. No en ese estado.
¿Y si la llevaba consigo?
Apretando sus labios levemente se acercó a ella.
-Ginny...-La susodicha habló antes de que le pudiera decir algo.
-Tienes que irte, lo escuché. No te preocupes. Lo entiendo.-Su voz sonaba libre de emociones... Estaba vacía.
-No quiero dejarte aquí.-Confesó.
-Tranquilo, está bien. Katherine está en casa. No estaré sola.-Encogió sus hombros, quitandole importancia.
Se le escapo un suspiro, dio media vuelta y se quedó estático. Únicamente viendo a un punto específico del pasillo.
-Espera... ¿Y si me acompañas?-Se atrevió a preguntar. La verdad es que la propuesta fue repentina e imprudente, pero no estaba sobrepensando las cosas.
-¿Qué dices? No, claro que no. No quisiera entrometerme. Tu asunto se escucha serio y no considero que sea buena idea...-Draco la detuvo.
-Ginny, por favor.-Pidió.
-Ya causé muchos problemas, Draco. Realmente no creo que sea buena idea ir. No pinto nada ahí. Te juro que quizá estaré mejor aquí.-Por primera vez, Ginny era la que hablaba con más sensatez.
Él no dijo nada, no pensaba obligarla. La comprendía, y de cierto modo sabía que ella tenía razón. Así que asintió levemente con la cabeza mientras miraba el suelo.
-Está bien, Ginny. Si necesitas algo, llámame, por favor.
-Gracias.-Armó una pequeña sonrisa, apenas perceptible.
Pero realmente desganada. Su decepción y gran desaire continuaban ahí.
Él la devolvió de la misma forma, ambos se encontraban en un estado de tribulación, lo manejaban diferente, pero ahí estaba al final de todo. Y a pesar de que para cada uno la situación les desencadenaba sentimientos distintos, el resultado los conducía al mismo lugar: A un abismo que les provocaba asfixia.
Antes de irse tenía que tomar su cartera y llaves del auto, las cuales por razones evidentes permanecían dentro del apartamento... Siendo franco, no quería entrar.
¿Y si interrumpía algo? Conociendo su pésima suerte, eso era casi garantizado.
Un escalofrío recorrió su cuerpo desde la punta de los pies hasta su cabeza. Aunque no quisiera, tenía que atravesar esa puerta. Tomó una bocanada de aire de forma inconsciente, pasó por el umbral mientras Ginny permanecía en su misma posición, al parecer no tenía planes de moverse. En cuanto accedió, intentó no hacer ruido, no había nadie en la cocina o sala de estar para su alivio.
Se sentía un maldito intruso en su propio departamento. Al entrar experimento una sensación fatal, no quería toparse con un escenario desagradable, o escuchar algo que no debía... Todo era incorrecto.
Continuando con su racha de mala suerte, tal como lo supuso, escuchó las voces provenientes de la habitación de Harry, era obvio que estarían ahí. Se percató de que la puerta de su amigo no estaba cerrada, sino entreabierta.
Decidió no prestar atención, ya era suficiente de inmiscuirse en asuntos que no le concernían en lo absoluto. A paso silencioso y siendo precavido tomó las llaves, su cartera y todo lo necesario. Estaba por retirarse, agradecido de que ninguno de los dos se diera cuenta de su presencia.
Tomó el pomo de la puerta cuando sus oídos no pudieron evitar escuchar la voz insegura de Hermione cuestionando a su novio:
-¿Cambio algo para ti nuestra relación después de esto?
Aguzo el oído.
Maldita sea, él tenía que largarse, no aguzar el oído.
A pesar de su intento para poder oír la respuesta de Harry, esta no llego. El silencio fue el que se instaló, aquello no lo consideraba buena señal y Hermione claramente tampoco.
-Porque si lo hizo, me gustaría saberlo, Harry. No te juzgare, lo prometo. Solo... Quiero que seas honesto conmigo.
Sintió de nueva cuenta una punzada dolorosa.
-Te había demostrado ya que.... Me gustaría dar un siguiente paso en nuestra relación, ¿verdad?-Inició a hablar Harry.-Bueno, pues...
-Ya no estás seguro, ¿cierto?-La voz de Hermione se cubrió de gran pesar.
-Nada de eso, Hermione. Con todo lo que me has dicho, te creo. Nada de lo sucedido ha cambiado algo para mí... Aún quiero casarme contigo, seguir a tu lado-
Draco no pudo más y de una vez por todas salió del lugar, cerró la puerta con cuidado, haciendo el menor ruido posible. Le costó demasiado, ya que, de ser por él hubiera azotado la estúpida puerta. Eso le sucedía por entrometido, tenía ganas de darse un tremendo golpe como reprimenda.
«Al parecer tu amigo tiene más pelotas que tú. ¿No, Draco? Él si dará el paso que tú no te atreviste. Y lo más importante, lo concretará».
Su subconsciente era su peor enemigo sin ninguna duda. Reguló su respiración, la cual se había intensificado muchísimo sin siquiera darse cuenta. Ginny continuaba en el mismo sitio.
-¿Segura que no quieres venir?-Ofreció por última vez. Si te lo preguntabas, su sentido racional no estaba ahora acompañándolo.
-Segura, no te angusties. Ve tranquilo. Estaré bien.-Por suerte, Ginny estaba pensando mejor las cosas esta ocasión.
Él subió un escalón, agachó un poco la vista para ver a Ginny.
-Sé que cometimos un error garrafal, tomate... Pero recuerda que estamos juntos en esto, ¿de acuerdo? No estás sola.-Dijo para luego comenzar a caminar rumbo abajo.
No había terminado de bajar las escaleras del edificio cuando escuchó a Ginny detrás suyo.
-¡Draco, aguarda!
Se detuvo y la pelirroja pudo alcanzarlo.
-Yo solo... ¿Sabes? Olvídalo. Lo tuyo es urgente, cuando vuelvas, si tienes cabeza y tiempo, hablamos. Por ahora solo puedo agradecerte y disculparme. Perdona todo lo que ocasione. No tienes que estar conmigo en esto, porque realmente yo te he hundido.
Él la miró conmovido. Era su mejor amiga y ella estaba sufriendo. Ambos padecían a causa de la misma persona, lo peor era que dicha persona ni siquiera tenía idea de ello...
Lo único que pudo hacer en ese instante fue tomarla en sus brazos. La abrazó, brindándole cariño y apoyo de esa forma.
-Saldremos de esta, tómate. No te culpes más, por favor-.Se despegó de ella lo suficiente para darle un beso casto en la frente-.Debo irme, pero en cuanto regrese, charlaremos. ¿Bien?
-Bien. Gracias. Ten cuidado y suerte. Si necesitas algo, puedes marcarme.
Asintió, se separó totalmente de ella y salió del edificio.
(...)
Después de 15 minutos, aparco justo en la casa de Luna. Para su asombro, la rubia ya estaba afuera esperándolo, su rostro reflejaba congoja y ansias.
-Sube, Luna.
Ella acató la orden, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el asiento de copiloto y Malfoy arrancó el auto, esta vez hacia el aeropuerto.
-¿Le avisaste a Theo?
-Sí. Solo me dijo que no tardáramos tanto.-Contesto mientras miraba la pantalla de su celular, como si Theo estuviera ahí.
Draco piso el acelerador.
Al cabo de 10 minutos estaban a punto de llegar. Ambos habían permanecido callados, la verdad no había mucho que decir, los dos compartían esa incertidumbre abrasadora, se podía sentir dentro del carro.
-Draco...-Lo llamó Luna, su voz se fue apagando.
-Dime, Luna.
-¿Crees que él esté bien?-Fijó su mirada a los ojos grises, en ese momento opacos, de Draco.
Éste tuvo que frenar estrepitosamente debido a la señal de alto en los semáforos. Fue ahí donde volteó a ver a Luna y se percató en sus ojos llorosos.
-Oh, Luna... Claro, él estará bien. Confío en ello. Es Theo, siempre se sale con la suya.
-Debiste escuchar su voz... Jamás lo había oído de esa forma. Me aterra. Pero... Lo que más me inquieta es la teoría que formo mi cabeza. Y no sé si me esté volviendo loca o tenga que ver con la verdad.
-Explícate.
-Algo me dice que todo esto, lo relacionado a Theo: Su desaparición y desconexión es debido a Millicent.
¡Millicent Bulstrode! ¡La había olvidado! ¿Como diantres la olvido?
-Quiero decir... Comenzó a salir con ella y Theo inició a faltar al trabajo hasta el punto de que ninguno de los dos sabíamos nada de él por semanas y ahora inoportunamente me llama pidiendo que lo recojamos en el aeropuerto.
La luz se puso en verde y Draco retomo la velocidad, sin embargo no dijo nada al respecto.
-Creo que no debí decirlo, lo siento. Creerás que solo estoy celosa.-Negó con la cabeza.
-¡No, no! Para nada, Luna. Estaba pensando, lo siento. Honestamente pienso justo igual que tú. Sé que Millicent tiene algo que ver, no lo supongo, te lo puedo asegurar.
El aeropuerto se asomaba frente a sus ojos. Estaban a unos metros. Cuando llegó, le tomó un par de minutos estacionar el Audi.
Rápidamente entraron a la terminal. Escudriñaron el lugar en busca de Theodore.
-¿Lo ves por algún lado?-Preguntó Luna.
-No...
-Tampoco yo... ¡Aguarda! ¡Está sentado por allá!
Luna inicio a correr, Draco la siguió. Llegaron a la zona de reposo o descanso, Theo permanecía sentado.
Al aproximarse, pudo notar cosas que de lejos era complicado verlas. Theo estaba... Sucio y andrajoso, pareciese que...
-¡Theo!-Luna gritó su nombre.
El mencionado movió su cabeza a la dirección de ambos, enseguida soltó un suspiro de alivio.
Draco y Luna llegaron frente a él un tanto agitados.
-Hola, chicos, menos mal que ya están aquí-.Saludo tratando de mantener una energía positiva, no obstante, aunque lo intentara, sonó desganado.
-Dios Santo, ¿qué te sucedió, Theo? ¿Por qué rayos estás...-Su amigo lo cortó.
-¿Cómo si no me hubiera duchado en una semana? Porque así fue.-Cerró los ojos.
-¿Qué...-Luna ni siquiera podía completar su oración.
-Les contaré todo. Lo prometo, pero vámonos de aquí de una vez por todas, por favor.
-Claro.
Luna ayudó un poco a Theo, ahora los tres iban camino al coche de Draco. Una vez estuvieron dentro y éste encendido el rubio habló:
-Tienes que contarnos que te sucedió, amigo. ¿Te encuentras bien?
-Se puede decir que físicamente sí. Pero... Me han robado el dinero que llevaba conmigo, al igual que mis pertenencias, entre ellas mi cartera en la cual venían mis identificaciones, documentos y tarjetas de crédito.
-¿Qué? Espera... Pero, ¿dónde estabas, amigo? Te desapareciste sin siquiera avisar nada. ¿Cómo es posible?-Necesitaba escuchar ya la explicación de Theo.
Luna permanecía en el asiento de atrás, posando toda su atención en Nott, él suspiro pesadamente y con cierto arrepentimiento antes de decir algo.
-Con Millicent. La recuerdan, ¿verdad?
-Oh, claro que si.-Respondieron al unísono.
-Bueno... Se supone que iríamos de paseo a la playa, siendo más específico al Caribe. Ella se encargó de preparar todo para el viaje, sin embargo, lo pagó con mi dinero porque soy un estúpido que se ofreció a hacerlo. En fin... Todo iba excelente. Al principio fue fantástico, éramos como cualquier pareja que se divertía y disfrutaba, ustedes saben.
-Si, ve al grano, Theo.-Pidió Draco, sabiendo que escuchar eso no le sentaría bien a Luna.
No porque fuera celosa, sino porque le dolía.
«Es tan catastrófico amar a alguien que no te corresponde, ¿no es cierto?»
Ante su pensamiento nefasto, lleno de veneno, apretó el volante con fuerza.
-Un día desperté, percatándome en primera instancia que Millicent no estaba conmigo en la cama. No me preocupe en ese momento porque creí que había ido a desayunar o simplemente a caminar a la playa. El problema comenzó cuando quería cambiarme de ropa, mis maletas no estaban por ningún lado, nada de mis pertenencias. Ni mi dinero, mi celular, nada. No fue hasta que entre al baño que en el espejo estaba escrito con labial algo que me dejó confundido... Y aquí entras tú, Draco.
-¿Yo?-Giró su cabeza con rapidez para ver a Theo.
-Sí, así es, tu. El mensaje decía: «No lo tomes personal, cariño. Eres genial... Desgraciadamente, eres amigo del idiota de Malfoy. Eso te hizo perder. Hasta luego, tesoro». Cuando leí aquello, puedo jurarles que sentí un espeluzno terrible por todo el cuerpo. Fue una pesadilla.
-Oh, dios mío.-Exclamó Luna, impresionada.
-Tuve que reportar a la policía y al hotel que me habían robado. Tuvieron que comprobar que fuera cierto, cancele mis tarjetas... Un lío total. Lograron acceder a mi cuenta bancaria y así pude pagar un boleto de avión de vuelta a Londres y... Henos aquí.-Dejo caer su cabeza en el respaldo del asiento, rendido.
-¿No te compraste un celular?-Preguntó Draco con un ligero aire de ironía.
-No. Lo siento, estaba muy ocupado y estresado con todo lo demás para comprarme un jodido celular. Le llamé a Luna desde el celular de un extraño. Sé que debí comprarme uno, pero ya había sido bastante difícil hacer lo que les mencione para todavía sacar más dinero de mi cuenta e ir a comprar un maldito celular-.Se masajeo las sienes con delicadeza-.Además, no estás en posición de juzgar mis decisiones. Ahora dime, ¿qué clase de conexión maníaca tienes con Millicent? ¿Y porque tienes golpes en la cara?
Oh, cierto... Aún tenía rastro de su encuentro con esos tipejos de la noche en que Hannah Abbott arruinó la cena de Harry y Hermione. Todo por su culpa...
Si ponía las cartas sobre la mesa, todo parecía girar en torno a él. La culpabilidad lo abrumaba sobremanera. Mientras se lamentaba internamente, su mente por fin se prendió.
Hannah Abbott... ¡Hannah y Millicent! ¡Crabbe y Goyle!
De golpe freno el auto provocando que tanto Theo como Luna azotaran.
-¡Hey, tranquilo! ¿Quieres matarnos?-Reprochó al rubio que parecía unir un rompecabezas. Desvió su mirada a Luna que no había dicho nada en los últimos minutos-.¿Te encuentras bien, Luna?
-Si, estoy bien, Theo. Gracias.
Él le sonrió amable y volvió a posar sus ojos en Draco.
-Oye...-Enseguida, Malfoy lo interrumpió.
-Creo... Creo sospechar lo que está sucediendo-.Soltó un poco aturdido-.De acuerdo, tenemos que ir a la oficina. A tu oficina-.Señalo a Theo.
-¿Mi oficina? Draco, ¿perdiste la cabeza? Necesito ir a mi casa, tomarme una ducha y cambiarme de ropa. Quiero descansar. No iré a la oficina ahora.
-¿Por qué querrías ir a la oficina?-Luna se veía confundida.
-¡Porque allí está lo que encontramos! Las fotos de esos tipos, una foto mía, ¡la carpeta! ¿Lo recuerdas?
-Es cierto...
-¿Carpeta? ¿En mi oficina? ¿De qué carajos están hablando? ¿Qué tiene que ver todo esto?-Theo estaba perdido.
-Te lo explicaremos al llegar ahí.
-¿Allanaron mi oficina?
-En mi defensa, Draco me persuadió.-Dijo Luna.
-Espero que no haya sido de la forma que estoy imaginando.
-¡Theo!-Exclamaron ambos mientras el auto volvió a andar.
Las manos de Draco tomaron con fuerza el volante y aceleró lo más que pudo, desviando el camino a la casa de Theo. Había unido algunos cabos sueltos, podría resultar que el origen de la aparición de Hannah y Millicent en sus vidas escondía algo realmente oscuro.
-------------------
Sus nervios estaban al punto máximo, la estaban venciendo y eso no era bueno. El silencio de Harry no significaba una señal positiva y eso le ponía los pelos de punta.
-Harry...-Volvió a llamarle, intentando controlar su voz.-¿Piensas que he mentido?-Preguntó por segunda vez, acercándose más al azabache, sin quitarle los ojos de encima.
-No es que piense que hayas mentido... Yo... Solo estoy confundido. No sé...-Era impresionante observar el estado de Harry.
Hermione lo conocía, cuando se ponía de esa manera era porque en realidad no quería decirle de manera directa que, efectivamente, él creía que ella le mintió.
-Si crees que mentí, ¿cierto? Si es así, tengo que saberlo cielo. Quieres que sea honesta, estoy de acuerdo con ello, y lo estoy siendo, lo juro, pero también tú debes serlo-.Dijo mientras le brindaba una caricia a la mejilla de Harry.
Éste se tomó bien la acción y se permitió cerrar los ojos. Intentando tal vez serenarse.
-Tienes razón. Lo siento. Es que... Te creo, lo prometo, Hermione. Solo que no te sentí del todo sincera, quizá pudiste alterar un poco lo que sucedió debido al dolor que te ocasiona. No lo sé, pero hay cosas que no me terminan de quedar claras.
Evitó tragar saliva, en cambio, ella asintió con la cabeza en señal de compresión. Se reacomodo en la pieza, cruzando las piernas y llevo un mechón de cabello detrás de su oreja.
-Bien. Puedes preguntarme lo que desees y yo te responderé con la verdad y nada más que la verdad, Harry.-Acordó.
Se sentía miserable.
-No quiero que me tomes como si te estuviera acusando de mentirosa o que no creo en ti, incluso si no quieres...-Ella lo cortó.
-No. No te preocupes, lo sé, además... Te debo esto.-Sonrió a medias.
Un estremecimiento la recorrió entera.
-Gracias-.Comenzó a tomarle la mano como un gesto de compañía, para que tal vez no se sintiera presionada. Brindarle cierta calidez.-Entonces... ¿Tus padres si saben sobre este episodio tan severo?
-Sí.-Asintió.-Pero no saben que el daño llego a tanto. Se enteraron que sufrí un accidente de auto grave que me causó ciertas lagunas, pero les pedí a los doctores que no le comentaran mi pérdida de memoria permanente.
-¿Por qué?
-Verás... En ese tiempo mi padre iniciaba a empeorar debido a su enfermedad, sabes que el falleció ya por...
-El mal de Parkinson. Lo siento, nena.-Él la tomó en sus brazos.
-Sí... En esa época iniciaba con esos estragos. Mi mamá se preocupaba bastante por él, también estaba la complicada situación con Astoria. Sabes que no nos encontrábamos en buenos términos con ella debido a que la mandaron al Santuario en Nueva Zelanda. Considerando todo eso, no quería aportar más peso con mi problema.
-¿Cómo puedes recordar lo que me mencionas entonces?-Sus preguntas eran cada vez más intrusivas que le provocaban dolor de cabeza.
-Les hice mención que tuve un avance positivo. Logré recordar lo más esencial que había sucedido en los últimos años de mi vida, entre esos recuerdos estaban los que ya te he dicho. No obstante, solo eso, y agradezco que regresaran porque de no ser así estaría perdida.
-Entiendo. La verdad es que no hace falta que me expliques más. Comprendo que te cuesta demasiado hablar de esto y ya no quisiera envolverte en ello.
-Te lo agradezco, Harry.-Estaba llegando la calma cuando el mencionado volvió a abrir la boca.
-Solo una última cosa...
-¿Si?-Dulcifico su voz escondiendo la inestabilidad.
-¿Algún día hubieras podido confesármelo?-El hombre la miró profunda e intensamente, como si quisiera ver a través de su alma.
Un destello de dolor apareció en sus ojos y Hermione no podía sentirse más responsable de ello.
-Yo...
-Sé que es un golpe muy duro para ti y que aún no puedes superarlo, pero... ¿No pensaste que podría ayudarte a hacerlo? ¿Qué te apoyaría?
-Claro que sí, mi amor. Tal vez necesitaba más tiempo. En realidad...-En ese instante, la invadió una idea-.Por esa razón había estado un poco extraña, quiero decir, estos últimos días he meditado mucho si era conveniente confesarte esta enorme bomba. Por ello me encontraba abrumada, a eso se debía mi estado. Al final, no tuve que decidirme ya que Ginny se encargó de hacerlo por mi-.Hubo un espacio de silencio-¿Y sabes algo? De cierto modo lo agradezco, porque aunque no estuviera preparada, al menos las personas de vital importancia para mí ya lo saben.
Harry no dijo nada, le dedico una sonrisa a su chica al mismo tiempo que la estrechaba entre sus brazos. Duraron abrazados y callados un buen rato, disfrutando de la supuesta paz que se había establecido, aunque Hermione apenas y podía sentirla.
-Cielo.-Llamó la chica.
-Dime, Hermione.
-¿Cambio algo para ti nuestra relación después de esto? Porque si lo hizo, me gustaría saberlo, Harry. No te juzgare, lo prometo. Solo quiero que seas honesto conmigo.
La zozobra y esas ideas ponzoñosas que rondaban por su cabeza la estaban aniquilando.
-Te había demostrado ya que.... Me gustaría dar un siguiente paso en nuestra relación, ¿verdad?-Hermione asintió levemente-.Bueno, pues...
-Ya no estás seguro, ¿cierto?
-Nada de eso, Hermione. Con todo lo que me has dicho, te creo y... Aún quiero casarme contigo, seguir a tu lado. Necesito compartir mi vida contigo.
Esas palabras representaron una luz en medio de la oscuridad siniestra y detuvo la funesta caída hacia el abismo inminente. Sus ojos se iluminaron y el ataque de ansiedad que sentía aproximarse se alejó rápidamente. Quiso responderle con algo igual de hermoso, con palabras profundas que dejaran ver cuán grata se sentía con ese hombre frente suyo. Aún con todo y heridas de bala y la situación mediática que le hizo pasar... Él la seguía amando, se sentía con la seguridad para unir su vida a la suya.
Sonrió... Pero también sintió un pinchazo súbito de culpabilidad.
«Realmente no te mereces a un tipo como Harry. Pero ya no quieres estar sola, ¿verdad? Después de todo...»
Obligo a su subconsciente callarse. No le iba a quitar la tranquilidad que estaba adquiriendo y menos con Harry a lado.
-Solo una cosa-.La voz de Harry la trajo a la realidad-.Aún no te he pedido nada porque antes quería consultarlo, sé que le quita en cierto modo la emoción...
-Nada de eso, Harry. Opino que es necesario tener esta charla. Eres muy considerado.-Lo tomó de la mano para entrelazarla otra vez.
-Pero si llego a pedírtelo... Me gustaría que si se llega a presentar cualquier inconveniente, de la gravedad que sea, mínima o severa, necesito tener la certeza de que acudirás a mí. Que confiaras en mí.
«Cualquier inconveniente...»
Respiró antes de responder.
-Claro, Harry... Por supuesto-.Mostró una sonrisa.
Al parecer la charla tortuosa había concluido. Harry volvió a abrazarla y se recostaron sobre la cama un momento.
-Deberías dormir. Aunque estés mejor ahora, descansar no te hace mal, sobre todo por la adrenalina que experimentaste hoy.-Aconsejo.
-Duerme conmigo.-Le dio un beso en el cachete.
-Créeme que lo anhelo, tengo un poco de sueño. Pero... Debo ir con Astoria y Pansy-.Se incorporó de la cama-.Ellas también merecen que les explique lo necesario. ¿Te molesta si voy a su hotel?
-Oh, es cierto. Claro que no, guapa. Ve, ten mucho cuidado, por favor. ¿Quieres que vaya contigo?
-No, tranquilo. Tu quédate a descansar, por favor. Aprovecha estos días que te quedan de incapacidad.-Una vez se levantó, fue a tapar al azabache con la frazada.
-Si... Sobre eso.-Giro para poder ver cara a cara a Hermione. Ella lo miró con atención-.¿Tú sabes qué día es mañana?
¿Mañana? No sabía ni que día era hoy. Desvió su vista al calendario que tenía Harry en la habitación. En cuanto miro la fecha recordó lo que quería decirle.
-Sí, Harry.-Acarició su cabello, brindándole consuelo.
-Bueno... Quisiera que fueras conmigo al cementerio un rato. Me gustaría tenerte a mi lado.
-Harry, no tienes que pedírmelo, claro que sí. Cuenta con ello.-A continuación, unió sus labios a los de él.-Te amo.
Dedicándole una sonrisa final, comenzó a caminar para salir de la habitación.
-Espero no demorar mucho. Si necesitas algo, llama a mi celular, ¿de acuerdo? No hagas locuras.-Advirtió.
-Ve con calma, Herms. Únicamente dormiré-Rio-.Te amo.
Conservando su sonrisa, salió del cuarto. Tomó lo necesario para irse, entre eso, su celular que reposaba en la mesa de centro. Una vez lo guardo en su bolso, giro sobre sí misma, terminando con la vista directo a la habitación de Draco.
Sabía que él no estaba en casa...
Apretó sus labios con fuerza. Negó con la cabeza y antes de cometer otra estupidez de la que se arrepentiría salió del apartamento. Dejo escapar un suspiro, como si necesitara aire. Sujeto con un mejor agarré su bolso y posó los ojos en la puerta de Ginny...
Sus dientes se apretaron con tanta fuerza que rechinaron. Esa pelirroja era la responsable de todo.
-Perra-.Escupió con odio para empezar a bajar las escaleras.
Llegaría al hotel de las chicas a pie, no estaba a una distancia lejana, aparte ella lo necesitaba. Requería despejarse un poco, lo mejor era caminar por la ciudad.
Trató de mantener su mente ocupada en cualquier otra cosa que no fuera la situación desagradable que había vivido hoy. Ya había pasado lo peor (o eso creía), solo le faltaba lidiar con su hermana y Pansy. Podía hacerlo...
Bueno, seguía intentando convencerse de ello.
Veía como el hotel se alzaba ante ella, pero se demoró más de lo planeado ya que entró a una cafetería para comprar bocadillos a las chicas, de sus preferidos, como una especie de disculpa.
-Gracias.-Tomó la bolsa de cartón donde venían los productos.
Dio media vuelta para salir de ahí. Con las manos frías, ya que no podía recuperar su temperatura normal hasta pasar todo, abrió la puerta.
-Miren a quien me he encontrado. Hoy es mi día de suerte, ahora estoy seguro-.Esa voz la conocía.
Alzó la mirada y se encontró con Fred Weasley.
-Oh, Fred... Hola.-Saludo, pretendiendo estar alegre y sin tormentos.
-No te veo muy feliz-.Enarco las cejas.
-¿De qué hablas? Lo estoy. Si no lo estuviera no vendría a comprar panecillos.-Meneo la bolsa juguetona.
-Tal vez intentas convencerte de eso-.Se encogió de hombros-¿Y Harry?
-Se quedó en casa. Está durmiendo.
-Me alegra que esté mejor ahora.
-Sí, es una buena noticia. Ya en unos días podrá volver a su trabajo.
-¿Y viniste solamente a comprar pan?-Se interesó el pelirrojo.
Hasta ese momento recordó que era hermano de Ginny Weasley. Dios, seguía sorprendida de que ambos fueran tan diferentes.
-Bueno, iré un rato con mi hermana y Pansy. Necesito hablar con ellas.
-Entiendo.-De forma rápida, la tomo por los hombros para apartarse de la entrada y no entorpecer al paso.-¿Y qué me dices de Draco?
-¿Draco? ¿Qué pasa con él?
-¿Cómo se encuentra?-Cuestionó con un atisbo de risa al ver el estado frenético de la chica.
-Bien... Eso creo. No somos muy cercanos-.Dijo carraspeando.
Se sentía incómoda.
¿Por qué le preguntaba sobre Draco? De repente la dirección de la conversación parecía torcerse y tomar un camino turbulento.
-No veo el porqué, es decir, es el mejor amigo de tu novio y aún te queda tiempo aquí. Creí que con lo simpática y adorable que eres ya serias una buena amiga para Draco.-Opinó con una de sonrisa de encanto.
Quiso rodar los ojos.
-Es que con lo que ha sucedido últimamente creo que no hemos tenido el tiempo suficiente para eso.-Afortunadamente tenía su reloj puesto, miró la hora como un pretexto para irse-.Fred, siempre es un gusto hablar contigo pero se me hace tarde para llegar con las chicas.
-Oh, muy bien. Siempre puedes llamarme cuando lo necesites, ¿de acuerdo?-Agarro a la chica de la mano para finalmente acercarla y darle un abrazo de despedida. La acción no le extrañó, sabía que Fred era muy cariñoso, pero el hecho de susurrarle lo siguiente al oído fue lo que la dejo descolocada-.Y espero las cosas mejoren pronto para que tu felicidad sea genuina.
Al escuchar lo anterior, se separó de él y lo observó incrédula.
-Podrás mentirte a ti misma pero... ¿Hasta cuándo, Granger?-Le regaló una sonrisa de aliento-.Cuídate mucho, preciosa. Espero vernos luego.
Fred con largas zancadas se retiró del lugar, Hermione permaneció de pie sin parpadear por unos segundos. La frase recién dicha por el pelirrojo taladraba sus oídos, repitiéndose constantemente en su cerebro. Ese hombre tenía la absoluta razón que le daba rabia.
Volvió a negar con la cabeza, represiva y retomo el paso.
No le demoro mucho llegar a su destino ya que estaba a pocos metros. Una vez estuvo frente a la puerta indicada, se armó de valor suficiente para tocar.
-¿Qué estoy haciendo?-Se dijo a sí misma.
Otorgó tres golpes moderados. Interiormente deseaba que ellas no estuvieran dentro... Sus ilusiones se esfumaron cuando al segundo la puerta se abrió.
Astoria apareció, en cuanto vio a su hermana abrió los ojos con asombro.
-Oh, es Hermione, mi hermana.-Ladeo su cabeza.-O debería decir... ¿Mi hermana la mentirosa?
--------------------
Habían llegado ya al edificio, no tuvieron problema al entrar. Se encontraban en la oficina de Theo, con éste aún hecho una bola de confusión, pues no estaba enterado de lo que, evidentemente Luna y Draco sí.
No les tomó mucho reunir lo que habían encontrado la ocasión pasada y ponerlo sobre el escritorio de Theo.
-¿Qué es todo esto? ¿Qué hace en mi oficina?-Inició con el interrogatorio.
La carpeta rosa pastel estaba ahí, al igual que las 10 hojas de cuaderno en blanco, la foto de los tipos con Hannah y la suya.
-¿Está es una foto tuya? Espera... ¿Qué ella no es Hannah?-Inquirió una vez que tomo la foto entre sus manos.
-Mira, cuando notamos que llevabas días faltando al trabajo, nos pareció raro.-Comenzó Draco.
-Y más porque no me reportaste nada o algo por el estilo. Era un poco alarmante ya que siempre lo haces.
-Esta vez pude hacerlo directamente con mi jefe, así que no fue necesario.-Explicó mirando a ambos.
-Bien... Al ver eso tomé la decisión de entrar a tu oficina. Así que convencí a Luna para que la abriera, necesitábamos conseguir información tuya o algún indicio. No sólo tuyo, también de Millicent y Hannah...
-Yo sigo sin entender.-Nott se dejó caer en su silla de escritorio.
-En parte estábamos preocupados por tu paradero. Desconfiábamos de Millicent, aunque Luna no quisiera aceptarlo. Sobre todo porque es amiga de Hannah.
-¿Qué tiene que ver Abbott con todo esto?
-La vez que estuvimos en aquel bar, lo recuerdas, ¿no?-Su amigo asintió-.Bueno... Hannah quería ir más allá de solo pasar el rato y bailar. Realmente no era algo que yo quisiera, así que de la mejor manera me negué a tener relaciones con ella, pero no lo tomó nada bien. No me permitió llevarla a su casa, simplemente desapareció. No tuve más remedio que irme a la mía. También estaba un poco borracho, Hannah me amenazó, diciéndome que me arrepentiría por hacerle eso. Honestamente, en su momento no me agobio. Llegué a mi apartamento, Harry y su novia estaban en una cena muy importante así que no los moleste, pero... No tardó mucho en empeorar todo.-Optó por tomar una pausa, su boca estaba seca y sentía que el aire le faltaba. Revivir eso no era del todo agradable, sino una tortura, resultaba incluso sofocante-.Hannah consiguió mi dirección, llegó hecha un energúmeno, tirando casi la puerta. Resumiendo arruinó la cena de mi amigo, tuve que sacarla obligada. Fue un caos. Se retiro, no sin antes volverme a amenazar.
-Oh... Sí. Ahora entiendo porque me pidió tu dirección.-Mencionó visiblemente apenado.
-Te lo agradezco.-Soltó sarcástico.
-¡Lo siento! Ella me dio un argumento convincente para ir a buscarte. Entonces... ¿Ella te hizo esos moretones en el rostro?
-A eso voy... Después de lo sucedido, estaba enojado conmigo mismo por arruinarle la noche a mi amigo y su novia.-Tragó fuerte.-Me fui de ahí sin importarme mucho mi estado y que era tarde. Me detuve en un sitio cuestionable para comprar cigarrillos y...-Señalo a los chicos que estaban con Hannah en la foto-.Ellos aparecieron, al principio creí que era simple mala suerte.
-¿Ellos te golpearon?-Preguntó Luna.
-Sí, pero fueron tres, uno de los tipos no aparece en esta foto. Me golpearon sin razón aparente. Ahora creo que todo forma parte del mismo plan y por eso hay una foto mía aquí-.Golpeó con el dedo su propia foto.
-Para hacerte y hacerme todo esto es porque debiste hacerle algo malo a Millicent. Creí que no la conocías.-Theo se cruzó de brazos con mirada acusadora.
-¡Y no la conozco! En mi vida había visto a Millicent, Theo. No sé qué tiene contra mí y mis seres queridos. Es obvio que ella está con Hannah para hacerme la vida imposible, y estos hombres le están ayudando también.
Se paso las manos por su rostro, frustrado. Había sido un día duro y aún no terminaba, al contrario, era como si recién estuviera comenzando. Descubrió al fin la verdad sobre Hermione con un proceso agobiante, a Theo le habían robado y dejado a su suerte por culpa suya y para colmo no sabía porque carajos Millicent estaba vengándose de él.
-¿Nunca te acostaste con ella?-De la nada Luna hizo la pregunta.
Lo agarró con la guardia baja, se sintió un poco ofendido si era sincero, pero no podía culparla.
-No. Te prometo por mi madre que no, jamás había visto a Millicent hasta que Theo la presentó.
-Lo siento, pero no se me ocurre otra explicación lógica que no sea que hayas tenido una noche loca con ella y luego te fueras, dejándola despechada, por lo que ahora estás pagando las consecuencias.-Se sentó en el borde del escritorio con la mirada perdida.
La teoría de Luna no sonaba para nada descabellada, tenía razón... Sin embargo, él nunca en su vida se acostó con Millicent Bulstrode.
-Lo creería si tan solo Millicent formará parte del repertorio de chicas con las que Draco ha pasado la noche.-Theo se frotó los ojos con cierto cansancio.-Perdonen, sé que la situación es seria, pero realmente necesito ir a mi casa para tomar una ducha y descansar.
-Draco, es cierto. Theo no ha tenido días fáciles, viene realmente acabado. No creo que haya sido buena idea soltar esto de un momento a otro, lo menos que podemos hacer es atender a su petición.-Pidió Luna mirando al rubio.
En los ojos de la mujer, Malfoy observó gran inquietud e intranquilidad por su amigo Nott. A ella de verdad le importaba. Eran los ojos de una mujer enamorada...
-Claro, Luna.-Asintió paulatinamente con la cabeza. Llevando su mano al cabello-.Perdona, Theo. Debimos ir a tu casa y asegurarnos de que estuvieras bien antes de comentarte todo esto.
-No. Hicieron bien, esto nos incumbe a todos. Realmente detesto ser causa de hacer esto más lento, pero de verdad que necesito darme una ducha y dormir un poco.
-Sin problemas. Te llevo.
-Gracias, amigo-.Theo se levantó-¿Nos llevaremos esto?-.Consultó tomando la carpeta.
-Por supuesto que sí.
Draco Malfoy cogió aquellas pruebas con firmeza y las llevó consigo.
Ya que los tres llegaron a casa de Theo, mientras éste se daba una ducha, Luna y Draco permanecían en la sala de estar. La televisión resonaba y era el único ruido en el lugar. Ambos intentaban relajarse un poco, olvidarse del asunto... Pero, ¿cómo podría?
Aunque el televisor estuviera encendido, Draco no le prestaba atención. Su mente se mantenía atareada en encontrar una explicación a estos acontecimientos siniestros que no solo lo perjudicaban a él, sino que también a sus amigos.
Primero fue Harry y Hermione, luego Theo... ¿Qué más podría esperar?
Su vida se estaba saliendo de control... Parecía que no podía terminar la mala racha, cuando algo malo llegaba, otra cosa se aproximaba con bestialidad.
Se frotó con delicadeza los ojos. Parpadeo un poco, estaba agotado.
Volteo a ver a Luna que permanecía callada. Tan solo estaba sentada sobre el sofá, sin moverse un ápice. Incluso era algo extraño de ver.
-¿Estás bien, Luna?
-Sí...-Su respuesta salió con un tono de pregunta.-Bueno... No lo sé. Theo fue embaucado, tu golpeado, al parecer esas dementes van detrás tuyo y...
-Hey, tranquila.
-Y para agregar más locura, estoy en la casa de Theo... Yo debo irme de aquí. Tan solo quería asegurarme de que él llegara bien.
-Luna...-Draco ya iba a pararla, puesto que su amiga se levantó y tomó su bolso, dispuesta a irse.
Pero en ese instante la voz de Theodore sonó por encima de la de Malfoy.
-Luna, ¿qué haces? ¿Ya te vas?
Los dos presentes voltearon en su dirección... Lo mismo que veían los ojos grises de Draco, los contemplaban los de Luna.
Theo había salido del baño, únicamente con una toalla envuelta en su cintura, las gotas de agua aún descendían por su torso, brazos y rostro. En una de sus manos sujetaba otra toalla con la que estaba secándose el cabello.
Draco no pudo evitar mirar a Luna de reojo, se moría por ver su reacción.
Como lo imagino, ella se había congelado. Solo admiraba a Theo, aunque era discreta, así que se quedó sin habla por un segundo.
-Bueno... Solo... Quiero decir, quería asegurarme de que llegaras bien y así fue. Creo que no tengo nada más que hacer aquí. Debo irme, se está haciendo tarde-.Desvió su mirada de Theo y camino con prisa directo a la puerta.-Si necesitas algo, puedes llamarme, con gusto te ayudaré.
-Hey. Detén tu tren, Lovegood-.En un abrir y cerrar de ojos, Theo se encontraba a un lado de Luna.
Éste la tomó de la muñeca, deteniendo a la chica. Draco veía todo en primera fila desde el sillón.
-¿Disculpa?-Lucía confundida, pero sobre todo, Draco sabía que estaba poniendo todas sus fuerzas en no mirar más allá de los ojos a Theo.
Además de que estaba nerviosa por la repentina cercanía.
-Sí, llegamos bien y ya he tomado mi ducha, pero eso no significa que debas irte. Está bien si quieres hacerlo, no lo impediré.-Liberó a Luna y dio unos cuantos pasos atrás.-Pero sería preferible que no, así podemos hablar un poco más sobre el tema o simplemente tenerlos aquí me ayudaría a distraerme de lo que sucedió.
-Espera, ¿estás pidiendo que nos quedemos aquí?-Se vio con la necesidad de entrar en la conversación.
-Si quieren. Sería de ayuda tener a buenos amigos aquí. Como les dije, podemos seguir tratando este asunto misterioso. Solo me agradaría tener un poco de compañía.-Theo conecto sus ojos con los de su secretaria-.Si quieres irte, no te preocupes, puedes hacerlo, pero... Significaría mucho para mí que te quedes.
-Oh, de acuerdo... Entonces acatare la orden.
Al parecer Luna creía que Theo le estaba pidiendo aquello como su jefe...
-No te estoy pidiendo esto como tu jefe, Luna, sino como amigo-.Aclaro.
Presto atención. El rostro de su amiga se llenó de luz y una sonrisa se pintó en su rostro. Theo se la devolvió, una sonrisa limpia y encantadora.
-Bien, con su permiso iré a ponerme ropa-.Rio un poco.
Theo desapareció por las escaleras.
Luna a paso lento regreso al sillón y dejó su bolso.
-¿Sorprendida? ¿Nerviosa? ¿Enamorada? ¿Boquiabierta? ¿Excitada?
-Calla, Malfoy.-Le asestó un leve golpe con la mano.
-----------------------
-Puedo entender tu molestia y no te culpo.-Inicio Hermione, tomaba profundas respiraciones, tratando de prepararse para lidiar con lo que se venía.
Podía imaginarse ya la reacción de Astoria, sabía que no sería algo agradable.
Su hermana se le quedó mirando un momento. No sabía si sus ojos reflejaban enojo o decepción. Pero ella se sentía un asco.
-¿Ya hablaste con Harry?-Se interesó.
-Si. Se quedo a descansar-.Susurró.
-¿Quieres decir que terminaron bien?-Hermione asintió-.De verdad que Harry es un gran hombre. Pasa.
Astoria se hizo a un lado para permitirle la entrada a su hermana.
-Les traje un poco de pan.
-Dámelo-.Ordenó Astoria.
La rubia se lo entregó. Con las manos libres se llevó una mano a su cabello. Comenzó a observar el lugar donde se hospedaban, era bonito.
-¿Y Pansy?
-Aquí-.En ese instante ella salió del baño-.Hola, Hermione.
-Hola... Vine a aclararles todas las dudas que puedan tener respecto a lo que confesé hace unas horas-.Se paseo por la zona de estar, sus pies no paraban de moverse-.Y a pedirles una disculpa por no haberles dicho lo que sucedió en su debido tiempo.
-¿Por qué?-Desde la barra desayunadora, Astoria lanzo la primera pregunta con algo de alteración.
-¿Qué?
-¿Por qué nunca nos dijiste nada? Ni siquiera a mí, Hermione.-El dolor cubría su voz. Era irrefutable que estaba defraudada-.Soy tu hermana.
-Ya lo expliqué en el apartamento de Harry, Astoria...
-A mí no me vengas con "porque estábamos mal en ese tiempo. No éramos las más unidas", por favor.-Su rostro se torcía cada vez más, sí que estaba molesta.-Ya que ni siquiera les dijiste la verdad entera a nuestros padres, lo que les dijiste fue una verdad a medias. No puedo creer...
-¡Esa es la verdad, Astoria! ¿Qué carajos quieres de explicación? ¡¿No lo puedes comprender?!-En estos días no solía tener mucho autocontrol, además que no estaba en condiciones de mantenerse al margen.-¡Justamente por ser mi hermana debes entenderlo! ¿Y sabes algo? ¡Fue por esta razón que nunca te dije nada!
Con esa respuesta ambas se sumieron en un silencio incómodo. Al parecer Astoria asimilo lo recién dicho por su hermana mayor y bajó la mirada, quizá arrepentida por su arrebato de cólera.
-Si no planean atacarme... Pueden preguntarme lo que gusten.-Carraspeó Hermione.
-Hermione, puedes sentarte.-Ofreció Pansy, actuando de primera estancia más tranquila que su hermana.
-Gracias.-Sonrió amable y procedió a sentarse.
-Yo... La verdad es que no tengo nada que reprochar, tampoco que cuestionar. Somos amigas hace ya algunos años y muy buenas.-Ante lo dicho, Hermione le regalo otra sonrisa nostálgica.-Entiendo que cuando pasaste por ese suceso que lamento mucho, cielo, yo no formaba parte de tu vida. Ahora lo soy... Pero puedo comprender que es algo realmente traumático para ti, no te es fácil hablarlo. La verdad es que no quiero armar un problema por esto. Solo necesito hacerte hincapié en que... Aquí nos tienes para lo que sea. Pase lo que pase estaremos para apoyarte, Hermione. ¿Si?
Era exactamente lo mismo que Harry le había dicho... Que lo tenía a él para lo que necesitara. Pero hace mucho tiempo había dejado de creer ciegamente en esas palabras.
Debido a que tenía un nudo en su garganta y no quería que se supiera, asintió. Las lágrimas agolpándose en sus ojos.
Pansy al verla la abrazo. Sin poder evitarlo más, algunas lágrimas escaparon, haciendo un recorrido rápido por sus mejillas. Esa muestra de afecto fue reconfortante y cálida.
-Gracias, Pansy-.Susurró.
-Perdona, Hermione.-Se escucho detrás suyo la voz de su hermana.
La rubia sorbio su nariz y volteo para ver a la castaña.
-No debes disculparte. Tienes todo el derecho de estar enojada, perdona haberte ocultado algo de esta magnitud. Prometo que no volverá a suceder.
Casi se mordía la maldita lengua.
-Debí entenderlo al instante. Como Pansy lo hizo, pero explote, al final obtuve la respuesta a mi propia pregunta-.Jugaba con sus manos, abochornada-.Somos hermanas y... Nos tenemos la una a la otra.
-Así es, Astoria.-Hermione se puso de pie.
-Creo que debería estar feliz, ¿sabes? Porque lograste recuperarte y seguir con tu vida. Lidiaste con ese sufrimiento tu sola. No hay nada que no puedas hacer, ¿verdad?-Ella sonrió tiernamente.
-Ven aquí-.Abrió los brazos.
Su hermana menor obedeció al instante y en menos de un segundo ya estaban unidas en un fuerte abrazo.
Por un momento Hermione creyó que todo saldría desastroso y terminaría hundida... Aunque lo estaba, no había acabado peor de lo que imaginaba.
Con un gran arrepentimiento, abrazo más a Astoria. No merecía a las personas que formaban parte de su vida...
-Sé que no lo digo a menudo, hermana, pero te quiero. Muchas gracias.-Dijo Hermione con total sinceridad.
-Te quiero, Hermione.
-¿Entonces... Todo en orden?-Preguntó para asegurarse cuando estuvo separada de Astoria.
-Todo en orden-.Respondieron al unísono.
-Maravilloso-.Hermione sonrió y sintió como el aire entraba a sus pulmones.
Caminó directo a la cocina para sacar de la bolsa una dona glaseada.
-¿Y Harry?-Astoria cambió el tema de conversación, tal parecía querían dejar en el olvido lo anterior.
-Se quedó descansando. Esto fue impactante para él también. Después de que hablamos, le recomendé que durmiera. Yo tenía que venir con ustedes.
-¿Y ustedes dos se encuentran bien? Es decir... ¿Su relación?
-Estamos bien. Él... Lo comprendió, me hizo ciertas preguntas. Las respondí y eso bastó.-Explicó dándole una mordida a su dona.
-Menos mal, por un instante creí que todo se quebraría. Debiste verlo cuando aún no llegabas y él se enteró de todo a causa de Ginny.-Comentó Pansy.
Cada vez que escuchaba el nombre de esa mujer sentía una ira gigantesca correr por todas sus venas.
-Oh, no digas eso, Pansy. El amor que se tienen Harry y Hermione es muy fuerte. Lo he visto. No se rompería con esto. Ellos seguiran juntos a pesar de las adversidades.
Trago en seco el bocado que tenía en la boca al escuchar las lindas palabras de Astoria. Bajo su mirada a la barra.
Eso esperaba...
-¿Verdad, Hermione?
-Sí... Yo amo a Harry. Mañana será un día difícil para él. Me siento en parte mal por ello, ya que hoy no fue fácil.
-¿Qué quieres decir?
-Es que mañana es el aniversario de sus padres... E iremos a visitarlos al cementerio.
----------------
Después de charlar un rato, Theo fue más específico respecto a lo sucedido con Millicent. Mientras él hablaba los tres cenaron.
Draco pensó que quizá podría haber algo que sirviera o dejara más pistas en casa de su amigo así como en su oficina, por lo que iniciaron a buscar, pero los ánimos estaban por los suelos y el cansancio era mayor.
Luna no ayudó mucho puesto que cayó rendida en los brazos de Morfeo, descansaba en el sillón en una posición no tan favorable para el cuello.
Draco y Theo siguieron buscando en unos cajones de los muebles en la sala sin obtener resultado.
-Bueno... No hemos encontrado nada, Draco-.Soltó un bostezo-.Podemos seguir buscando mañana.
-Tu duerme. Yo puedo continuar.-Él no se detenía.
-Cómo quieras. Yo iré a dormir-.Dio media vuelta y reparó en Luna-.Oye, eres bienvenido a quedarte a dormir, el problema es que solo tengo una habitación de huéspedes y preferiría que Luna durmiera ahí.
-No te preocupes. Está bien.
-El sofá se puede convertir en una especie de cama.-Informó.
-Gracias, amigo.
-Deberías descansar. Te notas cansado.-Le recomendó.
Y lo estaba, verdaderamente lo estaba. Su amigo tomó en brazos a Luna, como si de una pareja de recién casados se tratase. Ella ni siquiera se inmutó, al contrario, pareció estar más cómoda en los brazos de Theo.
-Estoy bien.-Hojeo un cuaderno.
-Te recomendaría que no te esfuerces tanto. La verdad es que solo una o dos veces traje a Millicent a casa. Estuvo más en la oficina que aquí.-Le hizo saber.-Buenas noches, amigo.
-Descansa, Theo.
El mencionado comenzó a subir las escaleras junto con Luna y pronto desapareció.
Draco continuó su búsqueda alrededor de dos horas más. Estaba harto y a punto de rendirse. Quizá su amigo tenía razón y no hubiera nada. Soltando un suspiro, se dejó caer en el sillón y descanso un poco sus ojos.
Dando por terminado el intento de encontrar algo, puso manos a la acción para hacer el sofá una cama y poder dormir. Sujeto con fuerza los bordes y jalo hacia sí mismo. Enseguida, el sofá se extendió. Cuando eso pasó, algo salto de repente lo que hizo fruncir el ceño a Malfoy.
Era una hoja de papel hecha bolita y en extremo pequeña. Él la tomó conservando su expresión de intriga. Desenvolvió la hoja, ésta se encontraba bastante arrugada, por lo visto llevaba mucho tiempo de esa manera.. Pudo ver escrito un par de números de celular. Dos para ser exactos.
Y en la parte superior de izquierda había una fecha escrita.
De acuerdo, tenía la carne de gallina. La inquietud se apodero, de tal forma el sueño que lo embargaba se esfumó. Se sentó en el sofá cama inspeccionando aún el pedazo de papel. Parecía que no había sido dejada a propósito como las cosas que encontraron en la oficina de Theo, ya que la hoja estaba entre los bordes y espacios del sillón. Quizá Millicent la escondió pero se le olvido tomarla después.
Trató de reconocer los números, en vano. Miró su celular que estaba sobre la mesa de centro, tentado a llamar... Pero era tarde y no sabía si era prudente.
Para nada.
Soltó un suspiro que denotaba cansancio.
-¿Draco? ¿Qué estás haciendo despierto aún? Es tarde. No me digas que continuas buscando.-La voz y presencia de Theo lo sobresaltaron.
-¿Qué haces tu despierto? Creí que tenías sueño. Te hacía dormido ya.
-Lo estaba. Pero me olvidé de llevar a mi habitación un vaso con agua.-Explicó acercándose a su amigo. Pudo divisar lo que él tenía entre sus manos-.¿Qué es eso? ¿De veras encontraste algo?
-En realidad me encontró a mí. Ya estaba rendido. Iba a acostarme, así que comencé a acomodar el sofá y cuando lo jale este papel salió desde adentro.-Lo alzo para que Theo pudiera verlo.
Su amigo lo tomó, vio lo que contenía y puso una cara de confusión.
-Son números de celular y una fecha.
-¿Esa es la letra de Millicent?-Preguntó Draco aunque estaba seguro de la respuesta.
-Sí. Creo que sí.
-Esto no me gusta nada. Saber que todo lo que ha sucedido es mi culpa. Me deja inquieto lo que pueda hacer-.Se mostró sincero al respecto.
-Tranquilo, Draco. Lo resolveremos. No es tu culpa. Yo traje a esa mujer a nuestras vidas.
-Ni siquiera sé cómo pudo enterarse de que tú y yo éramos amigos. Sospecho que ya lo sabía antes de salir contigo y debido a eso te busco. Simplemente fuiste una especie de señuelo.
-Fingiré que eso no me hirió-.Bromeó.
-Lo siento. No es lo que quise decir.
-Tranquilo. Descuida, Draco. Te ayudaré con esto. Lo resolveremos-.Tomó su hombro de forma amistosa, otorgándole un poco de confianza y apoyo.
-Gracias, amigo-.Le sonrió-.De ahora en adelante simplemente presta atención con quien sales.
-Claro, mira quien lo dice-.Comentó con gracia-.Aunque me tomaré un tiempo. No más chicas por ahora.-Se levantó para ir a su destino inicial: La cocina-.Pero si me gustaría que saliéramos.
-¿Qué?
-Sí, a tomar algo. Solo nosotros dos, podrías invitar a Harry también, si es que se encuentra mejor.
-Te acaban de robar y... ¿Estás pensando en salir?-Inquirió.
-Bueno, ya hice lo que estaba en mis manos. Esa bruja no podrá seguir utilizando mis cosas. Mis cuentas están aseguradas ahora. Sí, lo que sucedió fue terrible... Pero no quisiera lamentarme más por lo que pasó. Hay que seguir adelante. ¿Y qué mejor que saliendo con mis amigos?
-Bueno... Si es lo que quieres. Está bien. ¿Cuándo quisieras salir?
-Puede ser mañana por la noche-.Sugirió tomando un poco de agua después.
-De acuerdo. Entonces... ¿Invitó a Harry?
-Claro.
-Bien, pero tenemos que intentar resolver este asunto de Millicent, ¿está bien?
-Dalo por hecho. Mañana mismo iniciamos, pero una salida no tiene nada de malo.
-Sí... Tal vez tengas razón.-Aceptó no muy convencido.
-Relájate, Draco. Lo necesitas. Sé que lo de Millicent es bastante serio y que te tiene muy preocupado, desconozco que otros problemas tengas, pero... Por malas que sean las cosas, no hay que dejarnos arrastrar por ellas.
Con eso último dicho, Theo le deseó un buen descanso y subió de vuelta a su recámara, dejando a Draco pensativo.
Él de verdad que estaba intentado no dejarse llevar por todo lo malo que le estaba pasando, y sabía que no estaba en posición de quejarse, sin embargo, estaba resultándole muy complicado. Se sentía atrapado en un infierno o en una cueva sin ninguna salida, pedía a gritos liberarse o mínimo, que existiera un pequeño orificio con el cual respirar y que algo escapara.
Eso era lo que deseaba en ese momento, pero quizá no sería lo mejor, porque cuando eso suceda no traerá buenas consecuencias para nadie.
Dejar salir o que cualquier cosa se escape desatará un caos que arrasara con todo a su paso.
----------------------------------------------------
¡Holaaaaa! No saben que gusto me da actualizar.
Tardé más de lo que pensaba, perdonen por eso y más porque en mis últimos mensajes de tablero, anuncié que se venía actualización pronto y demoré una semana. Este capítulo estaba pensado en subirse desde la semana anterior, pero resulta que estuve con graduaciones y todos esos asuntos, me fue imposible tenerlo listo, así que perdónenme.
Yo siempre publicando capítulo a media noche JAJAJA.
Pero... ¡Aquí lo tienen! De todo corazón, espero disfruten la lectura. Les agradezco la inmensa paciencia que tienen conmigo. 💚
Díganme, ¿qué les parece? ¿Tienen teorías? ¿Intriga?
Déjenme confesarles que... Se viene lo intensoooo. Pronto todo saldrá a la luz. Espero se vayan preparando. 😝
Anyway, yo me despido. Gracias por permanecer aquí conmigo y seguir esperando un nuevo capítulo.
Las (os) amo. 💕
¡Gracias por leer! 💚
Ale 💚🐍
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top