Prólogo
Dolor. Era lo único que sentía los presentes en el funeral, dolor por perder a un chico tan tierno y noble como lo fue el. De todas las personas malas que habían en el mundo, personas que se dedicaban a dañar a otros y a perjudicar al prójimo por tan solo querer cumplir un capricho, ¿Por qué tenían que llevárselo a el? Sin duda alguna el mundo no era un lugar justo. Habían varias personas en el lugar, allegados del joven fallecido y sus amigos que vinieron a despedirse de aquel tan bondadoso que habían tenido el privilegio de conocer.
De todos ellos destacan dos familias, Los Casagrandes y los Louds y de estas dos habían dos personas que sufrían un intenso dolor por la pérdida de ese ser amado: Lori Loud y Ronnie Anne Santiago pues ambas eran las personas más cercanas al difunto. Lori sufría de una gran culpa, no dejaba de pensar en que si hubiera hecho algo cualquier cosa todo esto se hubiera evitado y todos estuvieran reunidos teniendo una gran cena entra las dos familias, además el recordar algunos momentos en los que no lo trato tan bien como debía solo ayudaba a que la culpa y el dolor aumentara. Ronnie Anne no estaba mejor, él era una persona muy importante para ella y una de las pocas que la apoyo y la trato con amabilidad en todo momento, pero solo podía recordar las veces en que ella lo molestaba y se burlaba constantemente de él, tales recuerdos le hacían darse cuenta de la horrible persona que había sido con él y le hacían cada vez mas miserable. Ninguna de las dos pudieron dejar de llorar durante el velorio, era claro que a pesar que todos en la ceremonia tenían un gran afecto al joven ellas dos eran las que más sufrían su perdida.
Culminada la ceremonia y realizado el entierro, uno a uno los visitantes fueron abandonando el lugar no sin antes dar sus pésames a la familia del fallecido. Los Louds decidieron darle un poco más de tiempo a Lori para poder despedir al difunto, pero ese tiempo se fue prolongando más y más hasta que Leni intervino y logro sacarla de allí, pero ninguno de ellos dejaba de lado su semblante de tristeza presente en cada uno de ellos. Por otro lado Los Casagrande le permitieron a Ronnie Anne quedarse por más tiempo mientras ellos la esperaban en el auto. No dejaba de llorar intensamente al ver la tumba, sentía que al menos debió ser más amable con él en vida, quizás así el dolor seguiría presente pero no sería tan fuerte como lo es ahora. Resulta que había alguien acompañándola cerca, tenía una chaqueta negra con capucha puesta que impedía ver de quien se trata y este se acercó a la latina para dedicarle unas palabras.
-Ronnie-la llamo el extraño que llamo la atención de la latina, quien lo miro con lágrimas-no sigas dañándote a ti misma por favor, no fue tu culpa.
-(Snif) Lo sé. Pero no lloro porque me culpe de lo que paso, sino de cómo lo trate cuando aún estaba vivo. El...siempre busco ayudarme y apóyame en todo, y yo solo lo maltrate y me burle de el todo el tiempo. Todo por mi maldito orgullo y mi estúpida idea de querer mantener mi estúpida imagen de chica ruda, para que al final este aquí lamentándome de todo el mal que le hice. ¿Y sabes que es lo peor? Que ni siquiera pude decirle gracias; gracias por haber estado a mi lado aun cuando yo le decía que se alejara de mí. Y todo por querer ser ruda, pero en vez de eso solo llegue a ser...una mala persona-iba seguir expresándose, pero Ronnie Anne rompió en un llanto desgarrador y se lanzó a los brazos de aquella persona que la acompañaba a llorar en su hombro. El sujeto le acaricio la espalda un rato y dejo que se desahogara un momento, después se dedicó a consolarla.
-Ronnie, yo sé que solías burlarte de él y a molestarlo. Pero también sé que a él no le imputaba pues sabia también que muy en el fondo por muy ruda que llegaras a ser con el...siempre te preocupabas y llegabas a incluso a mostrarle afecto, ¿Qué otra explicación se le da al hecho de que eras la razón de que le solucionabas sus errores? Él lo único que quería era lo mejor para ti, por eso te ayudaba y te daba la mano aun cuando tu decías que podías sola. Eso es porque ambos compartían un lazo muy fuerte que corroboraba que aun cuando hacías ver al ojo público que eras una bravucona en el fondo mostraba un lado tierno y cariñoso hacia él y que quería verlo feliz. No solo yo lo veo también él lo hacía. Pero si de verdad quieres hacer algo por él, entonces tendrás que superar el dolor por muy fuerte que sea y seguir adelante con tus sueños y esperanzas para por fin alcanzarlos, tal cual como él lo hubiera querido.
Las palabras del joven resonaron en la cabeza de la menor de los Santiago un momento, se limpió las lágrimas del rostro con la sudadera y tomo una decisión.
-Tienes razón, lo hare. Luchare con todo para triunfar para honrar su memoria. Y no solo eso, también a partir de ahora prometo cambiar y ser una mejor persona; mostrare mi verdadero ante el mundo aunque signifique destruir mi reputación de chica ruda. Eso ya no me importa, solo me importa ser yo misma como lo anhelaba él y me asegurare de llegar a ser la mujer que él siempre deseo que fuese-dijo con determinación Ronnie Anne dispuesta a ser la mejor versión de sí misma.
El muchacho que la acompañaba esbozó una sonrisa, por fin dejaría de lado su lado tosco y mostrara quien es en verdad. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un sorpresivo segundo abrazo de la latina.
-Gracias también a ti por apoyarme-dijo con dulzura al joven quien le correspondió el abrazo.
-No hay de que-respondió el joven. El abrazo duro 7 segundo y después se rompió por el hecho de que a la morenita la estaban esperando en el auto y ella no quería dejarlos esperando, pero tampoco quería dejar solo a su acompañante.
-Si quieres puedes ir con ellos, después de todo quiero despedirme apropiadamente de él. Te prometo que volveré pronto-dijo el extraño. Ronnie Anne se quedó mirándolo por unos momentos como si quisiera decir o hacer algo, pero termino por dar media vuelta para volver con su familia. Ella al parecer hablo con ellos un momento como si explicara algo y cuando termino el auto donde iba se fue hasta que se perdió de vista. El encapuchado dirigió su vista hacia la tumba de su amigo, para él siempre fue el hermano que nunca tuvo desde que Lori sugirió que ambos fueran al Derby de camiones monstruos y por eso sentía que tenía que confesarle algo.
-Hola. Ya creo que has visto que ha reaccionado con tu pérdida. No las culpo, es duro cuando pierdes a alguien tan importante y más aún cuando ese alguien es tan bondadoso como tú. Lori se está culpando por el accidente, me preocupa, ambos sabemos que no es así. Lo cierto es que no solo vine a decirte como están todos, la buena persona que fuiste o que no fue culpa de Lori ni de nadie...sino a confesarte que esto es mí culpa. No entenderías jamás por qué pero es así, gracias a mi es que tuviste ese accidente y que estés ahora...muerto. Sin embargo quiero también decirte que dedicare el resto de mi vida a cuidarlos a todos y a asegurarme de que cumplan sus sueños, eso incluye a Lori y a Ronnie Anne. Pero también quería decirte que lo siento, todo esto es mi culpa. De verdad lo siento...Bobby.
El joven se va caminando a paso lento a fuera del cementerio, dejando ver al público lo que decía la lápida.
"Roberto Alejandro Martinez-Millan Luis Santiago, Jr. Amado hijo y una de las pocas personas buenas que quedan en el mundo"
El joven extraño se quita la capucha revelando unos cabellos blancos como la nieve, se trataba del único hijo varón de la casa Loud quien era el único culpable de todas las desgracias que habían ocurrido en este nuevo mundo, pero no podía dejar que su familia sepa algo. Al llegar a la camioneta, Lincoln toca el vidrio donde estaba Lynn sr en señal de que lo bajara.
-¿Qué pasa hijo?
-Papa, creo que necesito pensar un poco en toda esta situación. ¿Está bien si me dejas ir caminando a casa?
El señor Loud normalmente no permitiría que alguno de sus hijos fuera caminando a su casa estando a tan larga distancia, pero al ver la cara de su hijo vio que este de verdad necesitaba el viaje de autorreflexión pues parecía estar tan afectado como su hermana mayor.
-Creo que te haría bien pensar un poco, hijo. Llámanos si pasa algo-dicho esto el patriarca de la familia prende el motor y parten de vuelta a su hogar. Lincoln espero a que se fuera el vehículo y cuando este se perdió de vista fue que empezó a caminar en dirección opuesta, lo cierto es que antes de volver a su casa tenía que hacer una visita a una persona en particular.
/
Llego hasta un almacén abandonado donde una compañía solía poner su materia prima antes de mudarse a Nueva York, subió la reja que bloqueaba el paso y cuando entro fue que la cerro. Busco con la mano izquierda el interruptor y encendió las luces, dejando ver que se trataba de un lugar prácticamente vacío y abandonado con la peculiar excepción de encontrarse en el medio de todo el lugar una celda transparente como las que encierran a los lunáticos en un asilo, permitiendo contemplar que dentro de la misma se halla un joven de la misma edad de Lincoln que tiene un par de dientes de conejo y un gorro blanco en su cabeza que aun así se logra ver un mechón rubio que sobresale del gorro. Lo más curioso del niño es que lleva un traje amarillo con guantes rojos, y lo que parecía ser una capucha pero no se podía confirmar pues esta estaba detrás de su nuca. Lincoln se le acerca y abre lo que parecía ser la puerta de la reja para entregarle una bolsa con comida dentro, no le preocupaba que lo atacase ya que sabía que no tendría oportunidad de derribarlo.
-Aquí está tu almuerzo. Alas de pollo como pediste.
El niño recibió la bolsa con recelo, tenía ganas de destrozarle la cara al chico Loud ese que arruino su vida, pero sabía que no tenía oportunidad de vencerlo...al menos no por ahora.
-Dime Lincoln, ¿Cómo está tu hermana al enterarse de que su novio ya está bajo tierra?-dijo con malicia el chico, sabía lo que ocurría en esta nueva realidad y por eso quería ver la reacción de su némesis.
-Ella está bien.
-Mientes, y si no es así entonces tu hermana es una maldita.
Lincoln ignora el comentario del muchacho, no le daría la satisfacción de saber que llegaron a afectarlo.
-Bueno, si no me vas a contar sobre "telefonito" entonces cuéntame sobre tu noviecita "espalda mojada"
Lincoln hace mueca de enojo, sabía lo que significaba ese insulto que dijo el niño y nadie insulta de esa manera a su amada.
-No la llames así.
-Pff, no seas hipócrita. Mis insultos no son nada comparado con lo que tu hiciste, después de todo tu mataste a su hermano.
-¡Yo no lo mate!
-Pero provocaste su muerte. De no ser por tu egoísmo y tus impulsos el mongólico ese estaría vivo, pero no se lo dirás a nadie porque sabes que si se enteran jamás te lo perdonaran. Después de todo, ¿Quién querría estar cerca de un asesino?
-¡NO SOY UN ASESINO!-se alteró el albino y agarro del cuello de la camisa al prisionero quien no dejaba de mostrar su horrenda sonrisa-¡Si alguien es el culpable de todo esto, eres tu Thawne!
-¿Yo? Ja, ahora te dedicas a mentir. Yo no fui quien jugo a ser dios y cambio la realidad que condenó al negro ese. Te volviste malvado, Lincoln.
-¡No soy un malvado!-dijo ya estando al borde de golpearlo.
-¿Ah no? ¡Deja de ser un descarado Loud y asume tu responsabilidad como hombre! ¡Matas a una persona, mantienes en cautiverio a un niño y les mientes a tu familia y amigos no solo sobre quien eres en verdad sino también sobre la verdad sobre lo que le paso al latino! Jajaja, tienes razón Loud. No eres un malvado...eres un villano-al terminar de decir esto el joven se cuaja de la risa.
A Lincoln no le faltaban las ganas de golpear su horrendo rostro y borrarle esa maldita sonrisa de su cara, pero hacerlo solo afirmaría sus declaraciones. Soltó al niño que seguía riéndose como desquiciado y salió de la celda. Al ver esto el niño se paró del suelo, golpeo dos veces con fuerza la pared transparente que lo rodeaba y le dedico unas últimas palabras al peliblanco.
-(Golpe) (golpe) ¡AHORA ¿QUIÉN ES EL VILLANO, LOUD?! ¡AHORA ¿QUIÉN ES EL VILLANO?!-fueron las últimas palabras que escucho del niño debido a que Lincoln ya salió del lugar.
En las afueras del almacén, el peliblanco no pudo sacarse de la cabeza aquellas crueles palabras que le dedico aquel horrible muchacho pues muy en el fondo sabía que por lo menos alguna parte de lo que había dicho era verdad. Fue su culpa todo lo que le había pasado al joven Santiago, lo que parece que afectara a muchas personas por un tiempo. No dejaba de sentirse culpable por todo, pero ya no había nada que pudiera hacer y tendría que cargar con las consecuencias de sus actos el resto de su vida. Aun así no iba a dejar que lo afectara por completo, tenía que ser fuerte por sus hermanas y por Ronnie Anne para que todas puedan triunfar en el futuro.
Una gota de agua en su nariz lo distrajo un momento,alzo la cabeza y vio que el clima estaba nublado lo que significaba que vendríauna lluvia, y al parecer una algo fuerte. La cámara se sitúa en las nubesdejando ver que estaba soltaban una lluvia torrencial como si entre todasestuvieran llorando la partida Bobby, quien sin lugar a dudas dejara un huecoen el corazón de varias personas. Luego la cámara baja para enfocarsenuevamente en Lincoln, pero al hacerlo este ya había desaparecido.
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