Parte 2.
- ¡¿Quién de ustedes quiso hacerse el gracioso?! - les pregunté.
Estábamos los cuatro en la sala de la casa de Carlos. Después del funeral de mi amiga. Los médicos confirmaron que Mar había muerto. Su corazón se había acelerado y de alguna manera, le había dado un infarto, cosa que no se explicaban, ya que ella no padecía de nada similar.
- Chelsea, que no fuimos nosotros - respondió Carlos.
- ¡Alguien tuvo que haber sido! De lo contrario Mar... Mar estaría viva - el nudo en mi garganta se había formado y al recordar lo sucedido se vinieron las lágrimas. Me dejé caer al sofá - Díganme quién fue... - susurré.
Me limpié los ojos, pero no importaba, ya que seguían saliendo más y más.
- Creo que.. es mejor concentrarnos en lo que pasó - me dijo Natalie, me abrazó.
- Pero... Mar... ¡Mar murió por mi culpa! - exclamé entre el llanto - ¡Si yo nunca les hubiese dicho que fuéramos, ella... ella estaría viva!
Para este momento, yo ya estaba llorando a mas no poder. Y era verdad, todo esto era mi culpa.
- ¡Desearía nunca haber dicho tal cosa!
- Chelsea, cálmate - me dijo Jhon - No es tu culpa.
- No es cierto - le dije con la cabeza baja.
- Yo pienso, que no es tu culpa. Ella pudo haber escogido no ir, y fue - sentí su mano en mi hombro - No te culpes por la decisión de ella.
Yo sabía que él decía eso para que me mantuviera tranquila y no me exaltara demasiado.
Sus palabras eran mentiras, pero decidí creer en ellas.
Carlos nos ofreció a todos una taza de chocolate. El clima estaba cambiando constantemente, ahora parecía haber probabilidades de lluvia.
Rodeé la taza con mis manos, le soplé y bebí.
- Es... delicioso - le dije.
- Gracias, lo he preparado yo - respondió, con sus mejillas un poco rosas.
- ¿No creen que deberíamos investigar el porqué?
Natalie miraba con concentración el líquido en sus manos. Sabía perfectamente de lo que ella hablaba.
- Deberíamos hacerlo - les dije a los tres - Tratar de buscar una respuesta a lo que sucedió esa noche.
Creo que debería ser yo quién buscara la manera de revertir lo que hice, aunque sé que eso no traerá a Mar a la vida. Lo haré, por mi amiga.
El cielo comenzó a oscurecerse, se haría de noche y me sería complicado regresar a casa, así que decidí retirarme.
- Chelsea ¿Podrías ir a mi casa? - me preguntó jhon, se rascó la nuca.
- ¿A tu casa? ¿Para qué? - quise saber.
- Necesito que le des algo a Natalie, es de ella, por favor.
- ¿Estás seguro? - entrecerré los ojos, para juzgar sus palabras.
- Por supuesto, es sólo que, me da pena devolvérselo - respondió ruborizado.
Oh, ya veo.
- Supongo que si - respondí - Yo se lo daré a tu futura novia - bromeé, eso hizo que mi amigo estuviera rojo como un tomate. Le di un golpe con el codo en sus costillas, a modo de juego.
Caminamos juntos hasta su casa, él no vivía lejos como creía.
- ¿Puedo saber que es lo que le vas a devolver? - pregunté.
- Son sólo sus cuadernos de el Instituto, se los pedí prestados, pero olvidé devolvérselos - contestó apenado.
Negué con la cabeza varias veces.
- Por un segundo, pensé que te los quedarías - le dije.
- No puedo hacer eso - respondió - ¿Y si reprueba? ... Aunque si me gustaría, ella tiene bonita letra - susurró.
No me di cuenta del instante en que habíamos llegado a su casa. Abrió el portaon y pasé hasta la entrada, me senté en las pequeñas escaleras que había para subir y entrar.
- Te puedo esperar fuera ¿De acuerdo? - le dije.
- ¿Afuera? - Jhon miró al cielo - Pero... en cualquier momento puede llover ¿Está bien?
Las nubes habían cubierto cualquier rastro de luz, pronto comenzarían a caer las primer, noté el ligero viento que movía mis cabellos.
- Si, no te preocupes, después de todo no tardarás ¿O si? - pregunté.
- No, en realidad no.
Dijo eso y entró a su casa.
Los truenos llegaron primero que la lluvia. Me estremecí, nunca me gustó la lluvia. Pasaron los minutos. Debido a lo nublado que estaba el cielo, hizo que el interior de la casa de Jhon se viera oscura.
- ¿Jhon? ¿Ya vienes? - me asomé a la entrada, por si lo veía.
Y si. Vi a mi amigo de pie en la cocina, sin luzUn relámpago se hizo notar en el cielo y gracias ello pude notar lo que él traía en sus manos. Un cuchillo.
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Si prefieres saltarte esta parte, pondré un corto resumen no explícito de lo que sucedió.
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- Hey... ¿Que haces con eso? - le pregunté al tiempo que me levantaba y entraba a su casa.
- Es... venganza... por parte de él - respondió.
- ¿Venganza? ¿De quién hablas? - caminé hasta llegar al comedor.
- A quién le hablamos, es de él - tomó el utensilio con ambas manos y apuntó el filo hacia sí mismo - Yo... yo... soy parte de ello. Debo... debo...
Y con fuerza, lo introdujo en su estómago.
Fue cómo si el tiempo se hubiese paralizado, pero para mí. Jhon lo retiró, al tiempo que gritaba de dolor y volvía a enterrarlo en sí de nuevo.
- Jhon... - su nombre salió de mi boca sin querer.
Cuando lo volvió a retirar tuvo que recargarse en la mesa que había en la cocina.
No entendía nada. ¿Por qué esta haciendo eso? ¿Por qué no voy hacia él? ¿Por qué estoy parada sólo mirando? ¡Debo moverme!
Sentía mi corazón latir demasiado rápido y el sonido retumbaba en mis oídos. La lluvia se había hecho presente. Escuchaba los truenos y veía los relámpagos.
Moví un pie, para avanzar, seguido de el otro, despacio.
- Jhon... detente - dije en voz baja.
- Es su... venganza - le escuché decir - Dijo... todos morirán.
Y esta vez, lo introdujo en su pecho. Soltó el utensilio. El filo del cuchillo hizo eco al caer. Su cuerpo cayó con un golpe sordo. La desesperación y el terror me invadieron, mis manos temblaron y respiraba con mucha dificultad. Grité hasta que me ardió la garganta.
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Jhon se apuñaló así mismo frente a Ashly.
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Los dos amigos aún se encontraban sentados en la sala, en la casa de Carlos.
Habían decido dejar las velas en la casa de él, después de todo, su amigo no creía en nada.
Fue él mismo quién notó lo extraño en ellas mientras las miraba.
- Oigan... ¿Que no había cuatro velas encendidas?
- ¿Cuatro? ¿De que hablas? - preguntó Natalie.
- Si, ahí hay cinco, pero dos no tienen fuego ¿Crees que se apaguen solas? - quiso saber.
- Quizás... - respondió vagamente.
- karimodelarosa.
Lamento la tradanza, es algo de lo que deberé disculparme siempre, pero aquí está la parte 2! ¿Cómo quedó? Lamento que haya sido tan corto, me quedaba sin ideas 7n7
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