Pasado, presente, futuro.
Hana miraba a todos los presentes mientras retorcía sus dedos con nerviosismo, aquello parecía desesperar al mayor, aun así este no decía nada.
La muchacha boqueo algunas veces, resopló y comenzó a hablar.
—Hay muchas cosas que deben de saber. La principal es que de no ser por los acontecimientos del pasado, lo más probable es que nosotros seriamos enemigos —susurra.
—¿Por qué dices eso Hana? —cuestiona Izuku.
—No conozco a las personas que vinieron, pero de lo que no tengo duda es que son secuaces de All For One —murmura.
—¿Cómo es que tu...?
—Lo conozco, por lo menos de vista. Antes de... Bueno, de que me abandonaran a mi suerte en el lugar en que me encontraron, descubrí lo que le hacían a las personas que apoyaban sus experimentos.
Aizawa se pone en alerta ante la información proporcionada, por lo que rápidamente comienza a mirarla con desconfianza, eso no pasa desapercibido para la muchacha quien no hace más que suspirar.
—¿Quién eres? ¿De qué va toda esta información? —pregunta con brusquedad el pelinegro.
—Realmente no soy nadie, mi utilidad se acabó en el momento en que me abandonaron. Fui querida, tratada con amabilidad, considerada indispensable para alguien, pero ahora no soy nada. Ya mi vida no tiene una razón de ser, por eso es que les digo esto, porque ya no tengo nada que perder, yo no lo sabía en ese entonces, pero me arrebataron la vida desde el momento en que llegue a ese lugar.
—¿Qué lugar?
—Parecía una casa, tenía muros altos, jardines inmensos. Había muchos niños, jóvenes, adultos, incluso gente mayor. Pero debajo de todo eso había un inmenso y gran laboratorio, nosotros éramos mejorados ahí.
—¿Por qué?... No mejor dicho, ¿para que los querían mejorar? —interroga el mayor en un susurro.
—Para servirle a él, nosotros teníamos que ser fuertes para recuperar lo que le quitaron.
—Su poder sobre los demas...
—Si. La mayor parte de los que estaban ahí era por voluntad, por ejemplo eran familias que simpatizaban con las ideologías de él, o criminales que simplemente lo apoyaban porque bajo su yugo podían hacer todo lo que quisieran.
—¿Y cómo te clasificas tú?
—Según lo que me dijeron en mí último día, era alguien desechada, por eso estaba ahí, ahora que lo pienso es gracioso, me pase años odiando a alguien que era igual que yo.
—¡¿Qué?!
—La niña por la que me preguntaba el otro día, la de bonitos ojos grises, la más brillante estrella de ese horroroso lugar. Ella estaba sola, deambulaba de un lado para otro, era maltratada por la mayoría de los que estaban ahí, bueno a excepción claro del primero y su madre.
El profesor se queda callado tratando de procesar la información, mientras que sus alumnos se sienten entre perdidos e impactados por la conversación.
Como el adulto no dice nada la muchacha prosigue.
—Se sabía que si te acercabas a Rin estabas condenado a sufrir el desprecio de todos los habitantes de aquel lugar. Gracias a eso había muchos rumores en torno a ella, el más popular era el que decía que ni su madre la quería por eso la había dejado a su suerte.
—¡Eso es mentira! —exclama el hombre con enojo, mientras toma a la chica por los hombros bruscamente.
—¡Aizawa-Sensei! ¡Tranquilícese por favor! —implora Midoriya con nervios.
Pero la de cabello violeta no parece inmutarse ante el arrebato violento del mayor.
—Solo le estoy comentando lo que decían, a mí no me consta nada de eso, yo no tengo ni idea de porque esa chiquilla estaba ahí. Lo único que le puedo asegurar según mis recuerdos, es que ella no es buena. Cuando cumplió la edad en que su quirk debía de manifestarse, nada sucedió, por espacio de un año la revisaron y trataron, llegando a la conclusión de que sería una quirkless. Por eso se tomó la decisión de eliminarla, ya que no servía de nada tenerla ahí.
—¿Cómo sabes tanto de ella?
—Porque fui considerada mejor que el promedio, mi quirk de crear armas era bastante bueno a ojos de nuestro líder. Eso me hizo ganar un lugar de importancia cerca de la gente más influyente de aquel lugar.
—¿Qué tu habilidad no era curar? —pregunta el pelirrojo confundido.
La muchacha lo mira y niega.
—No, realmente mi quirk originalmente era crear todo tipo de armas punzo cortantes, por eso es que mayormente lo uso en hacer espadas o katanas —explica.
Aizawa suspira irritado y mira con frialdad a la chica.
—No te desvíes, prosigue.
—Bueno a decir verdad no me estoy desviando, lo que sigue va muy ligado a mí otra habilidad. Como le decía se planeaba eliminar a Rin, en ese entonces yo tenía once años, y ella cinco. Fue llevaba a un lugar apartado con el fin de que nadie se diera cuenta de lo que le harían, lo que sigue no sé muy bien como paso, lo único que supe al día siguiente es que ella volvió poseyendo un quirk. Luego de eso todo cambio paulatinamente para ella, comenzó a ser el principal objeto de experimentos, según lo que ella me dijo el último día que la vi, mi habilidad y vida yo sé las debía.
—Hay algo que no comprendo, y para mí no es lógico. Yo sé que ella debe de tener 15 años, recién los cumplió en diciembre, además tú te refieres a ella como alguien menor, pero tu edad no es más de 16 años a lo que nosotros sabemos —susurra.
—Eso es algo que tampoco yo entiendo, lo último que recuerdo antes de caer dormida es que tuve una pelea con el encargado de los experimentos, él dijo que detendría mi vida unos años y que yo necesitaba conocer mis límites y las consecuencias de mi imperfección.
—¿Sabes que todo esta información te deja expuesta como alguien peligrosa? —cuestiona el de cabello purpura aburrido.
—Lo sé, pero necesitaba que lo supieran, pueden hacer lo que quieran conmigo, solo por favor no me hagan regresar con ellos —suplica en un susurro.
—¿Por qué no hacerlo? Nada de lo que contaste denota que fueras infeliz ahí —señala Aizawa con seriedad.
—Es cierto que no fui infeliz, tuve la dicha de ser tratada bien en comparación a muchos, incluso tuve suerte y gracias a la chiquilla que usted busca mantengo mi apariencia, pero las cosas en las que los convierten, eso hasta para mí es inhumano. Todo lo que conocí solo fue superficial, yo no sabía todo lo que le hacían a los demás, viví siendo una ignorante, pero ahora que sé un poco más de la situación no quiero volver. Yo no quiero ser como ella y como él.
—¿Y con eso te refieres?
—No quiero ser un monstruo, no quiero perfección, prefiero el maldito dolor que siento en estos instantes y la pérdida parcial de mi visión, a ser una de las tan llamadas "pequeñas estrellas" Lo siento si le duele, pero esa chica a la que busca ya no tiene humanidad, ¿qué clase de niña de 10 años habla con tanta fascinación de la sangre?
—Una que fue recluida en un mundo horrible sin pedirlo —sisea el pelinegro.
Ella sonríe sin gracias y niega.
—Tal vez el destino fue cruel con ella, pero se adaptó. Hay algo que decían pero yo nunca quise prestarle importancia, aunque ahora que lo pienso tiene todo el sentido del mundo —suspira y lo mira a los ojos fijamente—. Yo estoy segura que esa chica fue creada para ser una asesina, así que tenga cuidado si es que la encuentra, no se fie de su apariencia, que para este momento supongo también debió de ser mejorada —declara con amargura.
Eso solo hace enojar más al hombre, por lo que se para de su lugar con molestia.
—Es hora de irnos de aquí, así que andando —manifiesta con autoridad.
—Sensei, ¿pero Hana?
—Ella se quedara aquí, será interrogada por varios profesionales más, ahora que se sabe esto no es confiable estar junto a ella Midoriya —susurra.
—Pero nos salvó —musita Eijiro.
—De un ataque del que bien pudo ser participe —opina el mayor.
—Es algo que veo muy difícil, ya que gracias a eso ahora físicamente está mal —señala Hitoshi.
—Puede estar mintiendo.
—¿Usted no cree que ella es buena, cierto? —cuestiona el de cabello verde.
El hombre no contesta y se marcha. Los tres chicos se miran sin saber que decir, Hana sonríe y les extiende la mano.
—Creo que no nos veremos en algún tiempo, aun así gracias, a ti Izuku por salvarme y ser mi amigo, Kirishima, sé que no te agradaba y desconfiabas de mí, pero gracias por salvarme junto a Izu, en cuanto a ti Hitoshi, gracias por ser uno de mis primeros amigos, cuida a blacky por mí, ¿sí?
Antes de que alguno de ellos pueda contestar, varios policías y héroes entran a la habitación y les piden a los jóvenes retirarse. Ante esto no tienen más remedio que obedecer, no sin antes darle una última mirada de lástima a la muchacha.
Ella los ayudo y salvo, pero nadie parece poder regresarle ese favor.
Cuando los ojos de Dabi se abren lo primero que nota es el hermoso y pulcro techo, siente que ha dormido bastante bien, pues su cuerpo se siente ligero y lleno de energía, algo poco común en él, con pereza bosteza y se talla un ojo. Todo es paz y tranquilidad para él, hasta que los recuerdos de lo que paso comienzan a llenar su mente, solo entonces se incorpora con brusquedad, pronto se encuentra buscando a la causante de aquella dolorosa tortura.
Cuando la encuentra nota que ella esta recostada en el suelo mirando entretenida un celular, sus pies se mueven de arriba a abajo mientras parece pérdida en su actividad. El de cabello negro se levanta dispuesto a reñir a esa insolente muchacha, aunque cuando nota que el celular que ella usa es el suyo, su plan cambia a querer dañarla, por esa razón no se contiene, activa su quirk y le lanza una llamarada sin contemplación alguna.
Para su sorpresa, nota que esta no le ha hecho nada, por lo que lo intenta una y otra vez, cuando se da por vencido con eso no le queda más que acercarse a ella y levantarla de un jalón.
—Eso fue muy brusco, ¿no sabes cómo tratar a una señorita? —cuestiona ella decepcionada.
—Tú no eres una señorita, eres una perra, ¿qué fue lo que me hiciste? ¿Y porque traes mi celular?
—Vaya, en mi vida me habían dicho conejillo de indias, rata de laboratorio, pero nunca perra, creo que voy subiendo de categoría —murmura feliz.
—Solo contesta mis preguntas —farfulla irritado.
—Bueno, bueno, no te enojes. Lo que yo hice ya te lo dije, te mejore, ahora tu cuerpo ya no es débil, por consiguiente es capaz de soportar la intensidad de tu particularidad. En cuando a lo de tu celular, tus gritos me aburrían, así que lo tome prestado unos momentos —dice como si nada.
El de ojos azules le arrebata el aparato y la suelta, mira sus manos con atención, como buscando saber si es cierto lo que le dijo la chica.
Ella nota la duda en su rostro por lo que llama su atención.
—Venga, probemos tu habilidad, intenta matarme como hace unos segundos, usa toda la potencia de la que seas capaz, imagina que yo soy esa persona que tanto odias —susurra en voz baja para provocarlo.
Aquello tiene el efecto esperado, pues el villano arremete contra ella sin piedad. Los muebles y cosas que están en aquel lugar pronto son convertidos en cenizas, incluso las paredes comienzan a adquirí un color negro, por varios minutos ataca a la mujer.
No es hasta que se da cuenta del tiempo que lleva manteniendo su habilidad y el nulo dolor en su cuerpo que para con sus intentos.
—¡Qué demonios!
—Te dije que yo podía mejorarte, incluso progresivamente puedo hacerte más y más fuerte. Yo puedo lograr que tú obtengas el poder que tanto deseas —explica.
Dabi jala con brusquedad a la chica y la mira fijamente.
—Entonces hazlo, dame el poder que quiero —ordena.
Ella va a decir algo, más su semblante cambia drásticamente. Con sus manos crea lo que parece ser un escudo, que los protege de unas plumas.
—¿Es tu amigo? —cuestiona seria.
—Algo así —responde él.
El pro héroe quien está muy enojado le grita con molestia al villano.
—Prometieron no volver a atacar a esos niños, y no solo no cumplieron, sino que también destrozaron algo que era preciado para mi familia —bramo molesto.
—Es cierto, nosotros lo prometimos, pero el doctor no. Él necesitaba un favor, nosotros solo ayudamos al pobre anciano —murmuro con falsa modestia el de cabello negro.
Aquello solo enojo más al rubio, quien volvió a arremeter contra él, más de nuevo se dio cuenta que su particularidad no lo alcanzaba. Solo hasta entonces reparo en que había alguien a lado del villano que parecía cubrirlo de sus ataques.
—¿Ahora tienes guardaespaldas, Dabi? ¿Acaso eres tan incapaz de defenderte solo? —cuestiono burlón.
Eso hizo enojar al muchacho, por lo que de forma brusca tomo a la chica del brazo.
—¡Quita eso ahora! — ordeno.
—Él no tiene buenas intenciones, ¿aun así quieres enfrentarlo? —pregunto la chica con voz plana.
—Solo quita eso y no estorbes, ¡maldita sea! —apremio con frialdad.
La muchacha alzó los hombros y negó, pronto el escudo que los cubría desapareció. Solo entonces ambos hombres comenzaron una leve pelea. Rin los observó por algunos segundos antes de llevarse una mano a la cabeza, los efectos de pasar tanto tiempo "dormida" comenzaban a afectar a su cuerpo. Por esa razón se marchó de aquella habitación en busca de aquel hombre mayor, pues él tenía que saber que por el momento no podía hacer dos cosas a la vez.
Izuku miraba con atención a los héroes reunidos en aquel lugar, resopla con cansancio, pero pronto pone una mirada de determinación en su rostro, pues estaban a punto de enfrentarse a algo muy importante: La liga de villanos.
A ciencia cierta no conocía todos los detalles, pero lo que si sabía es que era momento de ponerle un final a todas aquellas personas, no solo para salvaguardar la paz, sino porque deseaba que su amiga Hana fuera libre, pues tenía entendido que ella estaba resguardada en un lugar secreto, ya que era considerada alguien peligrosa y de poca confianza.
En todo ese tiempo él no había podido hacer nada, por eso ahora quería ser capaz de regresarle el favor ayudando a terminar de una vez por todas con los villanos, para que así ella quedara libre de toda duda y represalia. Entendía que ella no había sido más que una niña tratando de sobrevivir al mal ambiente en que estaba, y además que por lo que había escuchado, por mucho tiempo fue ignorante de las condiciones en que se encontraban todas las demás personas ahí.
Sus pensamientos fueron cortados de tajo, cuando un golpe en su cabeza lo distrajo, con dolor sobo la parte afectada, mientras que de reojo miro a su amigo de infancia, quien sonreía malicioso ante la acción.
—¿Por qué fue eso Kacchan? —cuestiona adolorido.
—No prestabas atención inútil, ¡tenemos que movernos!
—¿Eh?
—La evacuación Midoriya, nuestro trabajo está por comenzar, concéntrate —musita el bicolor.
El chico se sonroja avergonzado pero asiente, en poco tiempo cada uno toma rumbos diferentes para comenzar con las instrucciones que se les fueron encomendadas.
Rin camina por los alrededores de un parque, quien la viera pensaría que era una chica normal, aunque más alejados de la realidad no podría estar, ya que ella está ahí como un refuerzo constante para proteger al más valioso aliado de All for one.
Con pereza se encamina hasta uno de los arboles con intención de sentarse bajo la sobra de este, aunque antes de que pueda hacer eso es tomada con brusquedad del cabello y tirada al suelo.
Cuando ella alza la vista se topa con un rostro demasiado conocido, aun cuando los rasgos infantiles han desaparecido, y la sonrisa tranquilizadora ya no está, la muchacha sabe que reconocería a ese chico en donde fuera.
—Volviste, tu K...
Rápidamente es callada con una patada, misma que le saca el aliento y la hace toser escandalosamente. El chico frente a ella no hace más que ver eso con desinterés y bufar.
—No quiero oírte pronunciando mi nombre, no hagas las cosas tan a la ligera, además de eso, ¿acaso no ves la situación?
La de orbes grises ladea la cabeza y niega.
—No sé a qué te refieres, tampoco me importa, hace mucho que no te veo, soy muy feliz de verte de nuevo, eso es lo único que me importa ahora —murmura.
Aquella afirmación irrita al contrario, quien no hace más que levantarla del suelo para darle una bofetada. Aun con eso la chica parece genuinamente feliz de ver a aquel violento chico.
—No tengo mucho tiempo 2, así que escucha esto y actúa rápido, todos están en peligro, los héroes planean algo grande, ellos van por el viejo, así que será mejor que te prepares para llevar a todos los nuevos aliados a un lugar seguro.
—Espera, ¿cómo sabes eso? ¿Por qué no se lo dijiste directamente a él?
El chico rueda los ojos y la mira irritado.
—Eso es gracias a su último estúpido plan, todo esto es tu culpa, resuélvelo —ordena.
Se da la vuelta dispuesto a marcharse, pero la chica lo detiene.
—¡Oye! Mi poder no está del todo restablecido, el tiempo inconsciente no me sentó nada bien, no podre con todos ellos yo sola —susurra.
—Ese no es mi problema, nos enseñaron a afrontar las dificultades 2, así que pon en práctica lo aprendido y haz quedar a los estúpidos héroes como idiotas —demanda con enojo.
Acto seguido desaparece en un destello azul. La chica mira esto y abrazada sus rodillas cabizbaja, no sabe que es lo que debe de hacer ahora, aunque sus pensamientos son interrumpidos por una voz monótona.
—¡Oye! ¿Por qué no haz evacuado? es peligroso estar aquí.
La muchacha levanta la vista y se topa con un chico que se le hace bastante familiar.
—¿Qué te paso en la cara?
—¿Eh?
La pelinegra toca su rostro, cuando llega a su mejilla un gemido de dolor escapa de sus labios.
—Parece como si alguien te hubiera golpeado con mucha fuerza —susurra el contrario, mientras se arrodilla frente a ella.
—Si eso paso —musita con honestidad.
El recién llegado ladea la cabeza incrédulo.
—Se supone que a las mujeres no se les debe pegar, ¿quién te hizo esto? ¿Acaso fuiste víctima de un robo? Si es así yo te puedo ayudar, soy un estudiante aún, pero ya cuento con la licencia de héroe, puedes llamarme Shoto.
—¿Ah, eres un héroe? —cuestiona ella asombrada.
—Así es.
—¿No eres un poco pequeño para ser un héroe?
—Mineta es el pequeño, yo mido 1.76, soy un héroe grande.
—¿Quién es Mineta? Y creo que no me entendiste, no me refería a eso, más bien yo hablaba de tu edad.
—Es cierto que a partir del año pasado los alumnos de primer año pueden obtener su licencia, pero no creí que las personas estuvieran tan desinformadas del asunto. Necesitas ver más noticias —señala el bicolor.
La muchacha chasquea la lengua, rápidamente se da cuenta que puede acabar cometiendo una imprudencia si sigue hablando con ese chico, por lo que trata de inventar una excusa coherente para acabar con esa platica.
—¡Eh! no soy mucho de noticias, además recién me mude con mi familia a Japón. Ahora que lo recuerdo debo regresar con ellos, creo que yo ya me voy yendo —se disculpa ella.
Aunque el chico no la deja marchar, pues llama su atención de nuevo.
—Oye, no puedes irte, estamos evacuando a los civiles a un lugar seguro, además esta lo que te sucedió, estas herida, tu golpe se ve bastante mal —señala.
La chica le sonríe y niega.
—Está bien, no pasa nada, en cuando a la evacuación quiero hacerlo junto a mi familia, así me sentiré más segura —explica.
—Comprendo, entonces déjame acompañarte —sugiere él.
—No es necesario.
—Es mi deber como héroe.
La de ojos grises se irrita ante la insistencia del muchacho, por lo que sin pensarlo usa una tonta excusa.
—Estoy muy agradecida con usted héroe Shoto, pero me sentiría más cómoda yendo yo sola. Vera, lo que pasa es que si mis padres lo ven podría tener una idea errónea.
—¿A qué te refieres? ¿Tus padres odian a los héroes o algo así?
—No, nada de eso, lo que pasa es que yo mantuve una relación algo inestable con un chico, entonces yo vine hasta aquí para librarme de él de una vez por todas. Ha sido algo muy horrible para mi familia, por eso es que tengo este golpe en la cara —explica.
—Con más razón debo de acompañarte, si él regresa podría hacerte más daño.
—No lo hará, él se llevó mis cosas, así que dudo que vuelva por ahora. En cuanto a mis padres, no escucharan de razones, por eso prefiero evitar llegar con un chico —susurra.
—Comprendo —El bicolor se queda callado por algunos minutos, cuando una idea parece surgirle vuelve a hablar—. Bien, dejare que te vayas, pero con la promesa de que volveremos a vernos, quiero ayudarte con lo de esa persona que te lastimo.
—No es necesario —niega ella.
El muchacho la sujeta por los hombros y la mira con seriedad.
—¡Lo es! Él podría hacerle lo mismo a alguien más, las relaciones con violencia física son aterradoras y horribles. Así que prométeme que volveremos a vernos, necesitamos que ese sujeto aprenda a respetar a las mujeres —declara.
Rin mira al chico, se sonroja y asiente de modo automático.
—Bien, ¿cuál es tu nombre?
—Rin.
—Bueno Rin, nos veremos en dos semanas en este mismo lugar.
—Vale. ¡Adiós héroe, Shoto!
Luego de eso la muchacha se marcha corriendo del lugar. En cuanto está lo suficientemente lejos se detiene y toca su pecho.
—¿Qué demonios significa eso? —susurra para sí misma.
Pronto ese pensamiento queda relegado, cuando un estruendo resuena en el hospital.
—Mierda, 1 me va a matar si atrapan el trasero de alguno de esos tipos nuevos —murmura molesta.
Luego de eso se encamina al hospital, pues su prioridad es el abuelo que ahí trabaja.
Lo primero que Hana ve al abrir los ojos es el pulcro y blanco techo de aquella habitación, con pereza se remueve en la cama donde esta acostada. Esta tentada a dormir un poco más, ya que no tiene nada mejor que hacer, aunque pronto su calma es interrumpida por el ruido de la puerta siendo abierta.
Ella trata de ignorar la presencia de los recién llegados dándoles la espalda, aunque pronto su atención es llamada por el mismo hombre que sabe la mando a aquel lugar.
—No tenemos tiempo para esto Hana, necesitamos explicaciones —susurra el mayor.
Ella solo suspira y sin voltear le contesta.
—¿Que necesitan que les explique? Ya les dije todo lo que sabía —musita.
—Ven con nosotros, queremos que veas algo.
La muchacha no hace más que levantarse y obedecer. En poco tiempo se encuentra en un cuarto, presenciando un video que la hace abrir la boca de incredulidad.
—¿Conoces a ese tipo?
—Sí, él es quien llevaba a cabo los experimentos.
—¿Fue él quien te dejo en la inconsciencia por varios años?
—Así es.
—Ahora mira esto —susurra Fat gum.
El siguiente video, le causa asco a la muchacha, por lo que no puede evitar vomitar en un rincón de la habitación. Cuando acaba con su tarea el héroe la mira con lastima.
—¿Y bien?
—Esos experimentos se ven por mucho muy avanzados, deben de estar a un nuevo nivel, ¿cómo consiguieron eso?
—Encontramos uno de los laboratorios de este tipo, aunque no pudimos rescatar nada, mucho menos arrestarlo.
—¡Qué! ¿Por qué?
—Se esfumó, no sabemos cómo pero lo logro. Él héroe número dos estaba a nada de atraparlo, pero entonces él desapareció, algunos de sus experimentos desaparecieron con él, en tanto que otros se autodestruyeron.
—Yo no sé cómo eso pudo haber sido posible, es más, ¿cómo lo descubrieron?
—Eso es lo de menos, lo que nos interesa saber es quien pudo ayudarlo a escapar. Porque no solo fue él, todos sus nuevos aliados desaparecieron, ninguno fue encontrado en el lugar especificado.
—Quiero suponer que ustedes tienen un infiltrado en las filas de los villanos, aunque parece ser que no es alguien muy confiable —susurra con pasividad.
—Eso no pude ser posible, confiamos en la información y en la persona que la proporciono —señala el rubio.
—Bueno como sea, ¿eso a mí porque debería de interesarme?
—Porque gracias a lo que pasó quieren ofrecerte una oportunidad.
—¿Oportunidad para qué?
Aizawa la mira con seriedad y se dispone a hablar.
—Oportunidad para que salgas de aquí. El gobierno está dispuesto a dejarte vivir una vida medianamente normal, aunque tendrás algunos límites claro está.
—¿Límites? Mejor dígame qué quieren de mi —dice sin emoción alguna.
Ambos hombres se miran, el pelinegro resopla y escupe la respuesta sin tacto alguno.
—Tu eterna lealtad para acabar con la liga de villanos.
La muchacha lo mira fijamente, una mueca rara se forma en su cara.
—Y bien, ¿dónde firmo?
Los ánimos en la clase 2-A están bajos, aunque bueno en general todos los pro héroes y futuros héroes se encuentran en un estado de ánimo negativo, ya que la operación que prometía acabar con todos los villanos salió bastante mal. Ninguno pudo ser capturado, tampoco se pudo descubrir la identidad de los nuevos poderosos aliados de la liga, lo único bueno es que habían logrado identificar a unos pocos héroes quienes trabajaban para lo que se hacía llamar: El frente paranormal de liberación.
Según la información que habían conseguido ese era el nuevo nombre que la liga de villanos había adoptado, aunque además de eso no habían podido investigar nada más, ya que todos los capturados parecían apreciar mucho la causa hasta el punto de aguantarlos crudos interrogatorios.
Por eso es que ni siquiera podían considerar aquello como una victoria, pues los alcances de aquella nueva sociedad podían ser desde personas normales, hasta personalidades influyentes con bastante poder. Eso no hacía más que poner de malas a los mayores, en tanto que los más jóvenes, solo podían suponer que todo pintaba demasiado mal, pues no se les otorgaba demasiada información de lo sucedido.
Izuku estaba cansado y nervioso de no saber que pasaba, por lo que se hallaba corriendo distraídamente antes de entrar a clases. Cuando hubo terminado con su rutina de entrenamiento físico, se dirigió a los dormitorios, luego de una ducha rápida se cambió y se encamino a su salón de clases.
De camino para allá se topó con Hitoshi, quien se veía sumamente desvelado, estuvo tentado a iniciar una conversación con él, más se abstuvo pues realmente el chico se notaba cansado. Por esa razón entro como si nada a su salón, se sentó en su lugar y espero a que su profesor llegara. Poco a poco el salón de clases se fue llenando, los murmullos y platicas resonaban por todo el lugar, cuando Aizawa entro todos se callaron automáticamente y se sentaron en sus lugares.
Este los miro con aburrimiento, sin explicación alguna les dijo que salieran al patio, pues tenía un aviso que darles. Todos hicieron caso sin chistar, ya que el hombre se notaba irritado. En el camino pudieron ver a la clase 2-B ir al mismo lugar a donde iban ellos, aquello le extraño a la mayoría, en tanto que a unos cuantos les dio igual.
Cuando todos estuvieron al aire libre, notaron que no solo Aizawa estaba ahí, sino que también estaban algunos maestros más. El que tomo la palabra fue el director de la escuela.
—Sé que han sido días difíciles para todos, los ánimos están por los suelos, además de que deben de tener muchas dudas en cuanto a lo que paso hace unas semanas. Lamentablemente no podemos decirles mucho de eso, en cambio tenemos una buena noticia para algunos de ustedes. Debido a que parece que la mayoría de nuestros estudiantes tienen una pasión por herirse e ir a la enfermería, hemos llegado a la conclusión de que nuestra heroína Recovery Girl necesita ayuda.
Algunos murmullos se escuchan entre los jóvenes, aunque pronto son callados por sus respectivos tutores.
—Dicho esto déjenme presentarles a nuestra nueva ayudante, ella es la señorita Hana, ustedes ya la conocen, pero ahora trabajara muy de cerca con todos ustedes. Estará presente en todas sus clases que impliquen fuerza física o resistencia. Se dividirá entre los grupos A y B. Espero puedan llevarse bien con ella —exclama con alegría el director.
Todos los jóvenes abren la boca con asombro al ver ala muchacha, la cual se ve muy cambiada, pues su cabello ahora llega por sushombros y utiliza unos anteojos. Algunos quieren abrazarla más se abstienen pues saben no el momento, mientras que los más cercanos a ella, se sienten felices y confundidos a partes iguales. Aizawa lo nota, por lo que suspira cansado, ya que sabe esos mocosos le darán problemas en algún momento.
Luego de aquella rápida presentación, los tutores se llevan a sus respectivos alumnos a sus salones de clases.
El día se le hace demasiado largo a Izuku, quien lo único que quiere hacer es ir a ver a su amiga, y preguntarle infinidad de cosas. Aunque su plan es tirado a la basura, cuando al final del día Aizawa retiene a Midoriya, Kirishima y Hitoshi.
Con calma les explica que la chica fue liberada para ayudar y que si esta en UA, es porque tienen la seguridad de que podrá ser vigilada constantemente. También les pide que no le den mucha información, ya que aún no es de total confianza, además de advertirles que no deben de hablar con nadie sobre esa situación, y mucho menos sobre lo que paso en el campamento.
Estos prometen obedecerle, luego de eso dos de ellos se van a ver a la chica, mientras que el restante se marcha a su habitación cabizbajo, pues sabe que no tiene derecho de acercarse a la muchacha.
Cuando llegan a la enfermería ven a la chica sentada en un banco, ella parece jugar con un lápiz de forma aburrida, esta deja de lado su acción cuando escucha un carraspeo.
—Lo siento, ¿en qué puedo ayu...?
—Hana —murmura Midoriya en voz baja.
—Izuku.
—También estoy yo, por si no te habías dado cuenta.
—Lo siento, Hitoshi. Es solo que yo... En verdad soy muy feliz de verlos de nuevo —susurra.
Luego de eso deja salir algunas lágrimas y los abraza fuertemente. Izuku le da palabras de aliento y ánimo, en tanto que Shinso no hace más que palmear su espalda a modo de consuelo.
Aquella reunión es todo lo que la muchacha necesitaba para sentirse un poquito mejor ante todo lo que se le viene.
Un mes había pasado desde que Todoroki vio a aquella extraña muchacha, y aunque ella prometió estar ahí dos semanas después para buscar al mal chico que la lastimo, con pesar el bicolor vio como ella no asistía.
En aquel entonces pensó que tal vez era a causa del miedo, por lo que decidió ir una semana después al parque, aunque cuando falto a esa cita también comenzó a preocuparse, pues a su mente vinieron muchos pensamientos negativos. Sin poder evitarlo, evocaba en toda aquella situación la de su madre, pues su relación con su padre alcanzo el nivel de la violencia física.
Era por eso que el siempre imperturbable Todoroki, quiso ayudar a aquella joven, pues no le parecía justo que a tan temprana edad viviera un tipo de relación de esa índole. Es por eso que volvió a asistir al parque la semana siguiente, aunque sin muchas esperanzas, creyó que su deber como héroe era estar ahí por si ella se decidía a asistir.
Cuando el cielo se comenzó a pintar de tonos naranjas, el bicolor creyó que había sido suficiente por aquel día, tomo sus cosas dispuesto a marcharse, aunque antes de poder hacerlo distinguió que alguien corría hasta donde estaba él.
En cuanto la chica estuvo frente a él la examino con la mirada. Su largo cabello se notaba desarreglado, su bonito vestido estaba algo lleno de polvo, en tanto que su pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aliento.
—Lo siento, han sido días difíciles —se disculpó ella.
—Está bien, ¿por qué estas sucia? —murmura con poco tacto.
La chica se mira de un lado para otro, huele su cabello y su ropa, aunque cuando ve el polvo en su vestido entiende a lo que se refiere.
—Me tropecé cuando venía para acá. Salir de casa fue muy difícil —susurra.
—¿Por qué?
—Bueno, creo que es un poco la histeria de lo que sucedió la otra vez. Ya sabe la evacuación y esas cosas, se está hablando mucho de eso, incluso se plantea teorías macabras por internet —musita.
—Entiendo, eso explica por qué no veías antes. Umm, ya es tarde, no creo poder ayudarte a encontrar a ese tipo hoy, podríamos hacerlo la semana que viene, ahora tengo que volver a la escuela —explica él.
Más la chica niega.
—No es necesario, de hecho a eso venia.
—¿Qué sucedió?
—Pues esa persona ya no está más aquí, así que no lo podremos encontrar. Parece ser que se mudó por el miedo de lo que sucedió hace unas semanas.
—Ya veo, ¿y cómo te encuentras con eso?
—Aliviada, creo que es un nuevo comienzo para mí —murmura.
—Entiendo, bueno en ese caso me alegro por ti.
—Gracias. Entonces creo que esto es una despedida, espero volver a verlo algún día señor héroe —declara la chica con suavidad.
Se da la vuelta para marcharse, pero entonces pasa algo que ella no comprende, y mucho menos Shoto, ya que siente que actuó en automático. La mano izquierda de él detuvo el andar de la muchacha, ella se da la vuelta para mirarlo, cuando lo hace siente que el mundo se le detiene.
Él la está mirando fijamente, sus ojos de diferentes colores parecen amables. Aquello hace que un dolor en el pecho de la chica se haga presente, pues le recuerda a la persona que más quiere, por esa razón baja la vista.
—Yo no conozco nada sobre el amor de pareja, no entiendo como debes de sentirte, pero sé que aunque una persona te dañe, a veces sigues queriéndola —reconoce mientras piensa en su madre y su padre.
—Sí, eso suele pasar mucho —responde ella.
—Soy terrible comprendiendo el sentir de los demás, aunque creo que con el tuyo puedo sentir cierta empatía debido a mis vivencia, ¿te parece si nos vemos la semana siguiente? podríamos hablar sobre como sobrellevas la ausencia de esa persona.
—Claro, sería reconfortante.
—Bien, por cierto, te esto —dice mientras le da un papel.
—¿Y esto es?
—Mis datos de contacto, así será más fácil que nos comuniquemos. Puedes mandarme mensaje por si algo surge y no puedes venir —sugiere.
—Entiendo, gracias.
—De nada, bueno es hora de irme, nos veremos después Rin —declara a modo de despedida.
Cuando el muchacho se marcha la chica se sienta en una de las bancas de aquel lugar, con resignación suspira y mira al cielo.
—Vaya forma de enredar más mi misión. No solo tengo que lidiar con los otros, sino que ahora se le suma el hijo de Endeavor —expresa con irritación, aunque pronto su actitud cambia a una más alegre al recordar la amabilidad en aquel muchacho—. Aunque si soy honesta me alegra, hace tiempo que nadie expresaba preocupación por mi persona, incluso creo que su amabilidad es genuina. Me pregunto que pasaría si me hago amiga de Todoroki Shoto —susurra para sí misma.
Con esa idea en mente se marcha de aquel lugar, y aunque ella piensa no volver a presentarse ante al muchacho, al final su curiosidad de saber cómo será pasar tiempo junto a él le gana, por esa razón lo contacta y comienza a frecuentarlo.
Aquello solo fue el preludio de su inevitable caída a un abismo mucho peor del que ya conocía.
Amo con todo mi corazón esta historia ♥ Por cierto uwu miren esto
El diseño de personaje me ayudo a hacerlo mi amiga @EmiMelody ♥
○DI○ uwu
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top