00-01
—Su pulso es demasiado débil, realmente no creo que ella sobreviva, tiene un severo caso de desnutrición, además de numerosas heridas internas y externas. —Susurró el médico.
—Entiendo, ¿Está seguro que no puede hacer nada más para ayudarla? —Pregunto el héroe.
—No, lo siento, si ella llega a sobrevivir sería un milagro. —Dice con voz amable, pero con un toque de frialdad.
Lo mejor para esa chica era morir, pues lo más probable es que ella nunca hubiera salido de aquel cruel lugar en el que se encontraba, eso solo podía significar que tendría todo tipo de problemas mentales, que la llevarían a convertirse en una amenaza para la sociedad.
Suficiente tenían con los villanos, para agregarle a la lista una inadaptada chica más, pensó el médico internamente.
Pero los héroes no pensaban igual, ellos querían castigar a los responsables de aquellos actos tan aberrantes, que causaron la muerte de niños, mujeres y ancianos por igual
Esa chica podría ayudarlos para que no se cometiera tal injusticia una vez más.
♦•♦
—Midoriya ¿Tú crees que despierte? —Pregunto el pelirrojo al nombrado, con un leve temblor en la voz.
—No sé, pero yo espero que sí, se nota que no es mayor que nosotros, me preguntó ¿Cómo se llamará?, ¿Tendrá familia? ¿La extrañará? También pienso, qué tal si alguna vez cuando niño me la llegue a topar, y si fue así ¿Qué hice yo para ayudarla? Me siento culpable Kirishima, nadie merece ser tratado de esta forma, ¿Te imaginas?, Si nosotros no hubiéramos rescatado a Eri ella podría haber terminado igual. — Susurró el peliverde con culpabilidad mientras miraba a la chica
El de ojos rojos bajo la vista al escuchar las palabras de su compañero, se sentía un inútil, no tenía siquiera valor de ver el rostro de esa pobre muchacha.
Mientras que Midoriya se sentía culpable, al imaginar que la chica podría haber estado rogando por ayuda, noche tras noche, por varios años.
La voz de la enfermera saco a ambos de sus cavilaciones.
—Necesito aplicar un suero a la paciente, por favor salgan de la habitación — Dijo en tono demandante.
Ambos hicieron caso sin chistar, pues se encontraban desanimados ante sus pensamientos.
—Deberían tener clemencia y dejarte morir en paz — Susurró la enfermera a la dormida chica.
La mayor coloco el suero con calma, cuando estaba a punto de terminar, una delgada mano tomo su muñeca.
— ¿Qué me estás haciendo? — Preguntó en un hilo de voz la chica rescatada.
La mujer se asombró al ver despertara a su paciente, aun así no lo demostró, y respondió con voz plana—Te estoy poniendo un suero, estás deshidratada, suéltame para que termine.
—No, odio las agujas, odio que me toquen —Musitó la menor, mientras se arrancaba el suero y se levantaba de la cama.
—¿Pero que demonios te pasa? Vas a desmayarte Idiota — Grito la enfermera.
Pero la chica ni sé inmutó, se quitó la bata y con la mirada buscaba su ropa.
—Por un demonio haz caso, que no vez que estás débil.—Masculló furiosa.
—Es cierto, necesito recuperarme — Murmuró.
Una luz azul cubrió el cuerpo de la chica de cabellos violetas, su maltrecho cuerpo quedó sanado en cosa de nada.
—Listo, ahora me puedo ir, podría regresarme mi ropa ¿Por favor? —Preguntó mientras miraba fijamente, a la castaña enfermera.
La mujer mayor se asusto ante la mirada de la menor, pues sus ojos parecían vacíos y carentes de vida.
—Ayuda, ayúdenme — Grito la castaña, en tanto salio de la habitación como alma que lleva el diablo.
♦♦•♦♦
Midoriya y Kirishima iban caminando lentamente al elevador, ellos planeaba retirarse a sus casa por ese día.
Hubieran logrado su cometido, de no ser por la orda de médicos y vigilantes que se dirigían a un lugar en el que hasta hace poco habían estado.
—¿Acaso allá no es? — Susurró el peliverde.
El otro asintió — Vamos Midoriya.
♦♦♦•♦♦♦
—Deje de usar su Quirk, o tendremos que llamar a la policía — Amenazó un médico, a la de cabellos violetas.
—Yo solo quiero irme por favor, ya déjenme ir, si no regreso pronto él me va a castigar —Susurraba con súplica la chica, sin desactivar su particularidad.
—Es enserio niña, deja de hacer capricho, ponte la bata ahora y desactiva tu maldito Quirk o no responderemos —Dijo otro medico.
La chica estaba asustada, ese lugar estaba lleno de cosas que le aterraban, jeringas, camillas, hombres con batas, personas, muchas personas, se sentía ansiosa y desorientada.
No sabia donde estaba, pero sin duda debería de estar en alguno de los tantos laboratorios del doctor que experimentaba con ella.
Ella no podía recordar porque es que estaba de nuevo en un lugar así, Él había prometido que ya no necesitaba mejorar nada mas, lo había prometido ante la presencia de dos pequeñas figuras, a las que no les podía dar un rostro, ahora que lo pensaba mejor solo lo recordaba a él, recordaba los experimentos tenuemente, pero nada mas, ni siquiera sabia como es que se llamaba.
Tan perdida estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta que un doctor estaba cerca de ella, a nada de aplicarle un tranquilizante.
Aunque antes de que el hombre pudiera realizar su cometido, la joven se dio cuenta y lo toco con aquel extraño quirk.
—Ah, maldición —Grito el hombre adolorido—Mi brazo, mi brazo esta roto — Hagan algo, esta maldita me rompió el brazo.—Exclamaba furioso.
—Yo, yo no quería, yo —La chica desactivo su particularidad, pues no era su intensión hacer aquello al hombre, ella solo quería que no la tocaran y la dejaran ir.
Pero los guardias no la escucharon, y arremetieron contra ella al ver que por fin aquel resplandor azul había cesado, la sometieron de forma brusca contra el frió suelo, ella solo sintió un escalofrió recorrer su espina dorsal.
Algo malo iba a pasar le advertía su mente, algo que la hacia sentir aterrada, así que grito de forma desgarradora.
—Cállate — Dijo uno de los guardias, golpeando su cabeza contra el suelo.—Esta chica es peligrosa, debemos llamar refuerzos y...
No pudo continuar ya un golpe lo hizo salir disparado contra la pared.
—Pero que —Dijo otro guardia que corrió el mismo destino.
—Déjenla en paz ¿Acaso no ven que le hacen daño — Grito Midoriya fuera de si, mientras ponía a la chica tras de el, a modo de protección.
—Ella es la única que hace daño aquí, mira como me dejo el brazo, esa chica esta loca — Grito él medico del brazo roto.
—Ella acaba de despertar, es normal que este desorientada, ustedes no saben la clase de horrores que pudo vivir en aquel lugar donde estaba —Gruño el pelirrojo.
—Si es así entonces encierrenla en un hospital psiquiátrico, esta claro que esta loca y es peligrosa para la sociedad. — Refutó el herido.
Midoriya se tenso al escuchar aquello, ¿Como era posible que no pudieran tener algo de compasión, por la situación tan desalmada que de seguro aquella chica vivió?, pero no pudo hacer aquella pregunta ya que una voz interrumpió.
—Bueno, creo que esta claro que ustedes no la quieren atender, por lo que no la llevamos — Musitó una voz masculina con aburrimiento.
—¿Aizawa Sensei? —Preguntarón los menores al recién llegado.
—Midoriya, Kirishima, llevensela afuera, espérenme en el auto que esta el estacionamiento, hay esta All Might —Murmuro el de cabellos negros.
Ambos asintieron tomaron a la chica de la mano, ella no se negó y se dirigieron a la salida, pero antes de llegar la voz de su maestro los detuvo.
—Midoriya, seria mejor que le prestaras tu suéter, no creo que sea bien visto que una chica ande desnuda por ahí —Dijo monótono.
Fue entonces que los chicos se dieron cuenta de que ella estaba desnuda, con las mejillas ardiendo se voltearon, el peliverde le ofreció su suéter, ella lo miro inquisitivamente pero lo tomo sin decir nada.
Al usar Midoriya ropa mas grande esta alcanzo a cubrir hasta los muslos de la chica.
Terminada la tarea ambos chicos reanudaron su marcha, a lado de una chica que no dejaba de mirar al peliverde.
♦♦♦♦•♦♦♦♦
—¿Estas seguro de llevar a esta chica a UA, Aizawa?— Pregunto Toshinori mientras miraba el auto de reojo.
Habían parado con la excusa de comprar un café y cargar gasolina, les habían comprado algunos snacks a los menores, al principio la chica se mostraba desconfiada de comer alguna de esas cosas, pero al ver la sonrisa del peliverde que le decía que estaban deliciosos, cedió y se puso a comer de modo desesperado.
—Seré franco contigo, no estoy seguro, pero no es como si ella tuviera donde algún lugar en el cual quedarse, en el hospital ya no la querían, y me temo que ellos pasaran la voz entre colegas. Lo que es igual a que no querrán atenderla en ningún hospital mas, Fat esta al tanto de esto, debe de estar camino a la UA, dijo que había encontrado algo de información sobre la chica —Murmuró Aizawa mientras miraba fijamente a los chicos en el auto.
—¿Tu sobrina tendría la edad de esa chica no es cierto? —Preguntó Yagi con suavidad.
Aizawa lo miro molesto y se dio la vuelta —Nos vamos, apresúrate o te dejo. —Exclamó mientras se alejaba rápido de aquel lugar.
El ex héroe numero uno no hizo mas que golpear su frente ante su imprudencia, sabia de sobra que ese era un tema que el pelinegro odiaba tocar, suspiro sonoramente y se dirigió al auto con pesar, seria mejor no hacer esperar a Shota, pues al estar enojado era capaz de cumplir su amenaza de dejarlo en aquel lugar.
♦••♦
Los chicos de la 1A estaban en un día de campo improvisado, en las instalaciones de su amada escuela, todos estaban alegre y animados ante el festivo ambiente.
Todos excepto...
—Todoroki, hermano quita esa cara, que harás que se depriman los demás —Suplico un rubio.
—Lo siento, es solo que no se que se hace en un día de campo —Respondió el otro con honestidad.
—¿Queeeee? ¿Enserio nunca haz estado en un día de campo? — Preguntó con incredulidad Mineta.
—Si, así es —Musitó el bicolor.
—Entonces hagamos el mejor día de campo, para que Todoroki se divierta como nunca — Exclamó Mina divertida.
—Apoyo eso, Kero —Dijo Tsuyu con su usual expresión.
—Entonces juguemos fútbol con la pelota, no hay nada mas divertido que jugar en un día de campo. —Sugirió la chica invisible.
—Yo no pienso jugar ese juego de mierda —Refutó Bakugo de modo hostil.
—Oh vamos, Bakugo no seas aguafiestas o sera acaso que tu, tienes miedo de perder —Susurró Uraraka con malicia.
—¿Ah? te matare cara redonda, elijan sus jodidos equipos de mierda, yo pateare el trasero de todos. —Gritó furioso el peliceniza.
—Yeiii, todos a jugar —Canturreó la pelirosa animada.
•♦•
El partido estaba llegando a su final, el equipo de Bakugo solo tenia una oportunidad para poder ganar, oportunidad que estaba desperdiciando por...
—Maldito bastardo, medio quemado, por tu culpa vamos a perder. — Bufaba iracundo él de quirk explosivo.
—Bakugo, si solo me dejaras el balón podría ayudar —Dijo el nombrado con voz calmada.
Tan metidos estaban en su pelea, que no notaron como cierto rubio iba hacia la vacía portería y anotaba el gol de la victoria.
—Ganamos —Gritó con jubilo Denki.
—¿Ah? Pero que mierda, eso es trampa, estábamos distraídos —Exclamó Bakugo enojado.
—Técnicamente no es falta, Kaminari anoto el gol de forma correcta y sin romper las reglas —Dijo Iida, mientras movía las manos al explicar.
—Por una mierda, es trampa — Repitió el chico aun mas cabreado.
—Vamos Bakubro, acepta la derrota — Canturreó burlón el rubio, haciendo explotar la rabia de su amigo.
—Maldito tramposo vas a morir —Gritó Bakugo mientras se lanzaba contra el.
Milagrosamente Denki presintió el peligro y hecho a correr como alma que lleva el diablo.
—Ven para acá Pikachu de mierda —Vocifero furioso Katsuki, mientras corría detrás del nombrado.
Mientras que sus demás compañeros trataban de detenerlo, pues no querían otra semana de castigo por parte de su tutor.
♦♦••♦♦
—Veras que nadie te hará nada malo, aquí hay muchos héroes que te defenderán, no tienes nada que temer —Decía con una sonrisa el peliverde a la chica.
Ella no conocía a aquel chico pero la sonrisa que le daba, hacia que confiara en su palabra, ademas de que fue él quien la salvo de aquellos hombres malos.
—Si no te preocupes, ammm, ¿Disculpa como te llamas? —Preguntó el pelirrojo.
Ella se puso nerviosa ante aquello, ella no recordaba como se llamaba, no recordaba mas que laboratorios, experimentos y a Él, razón por la cual su rostro se deformo en una mueca de pánico.
Kirishima noto aquello y se disculpo con la chica.
—Lo siento, si no quieres decirme tu nombre lo entiendo, tal vez algún día cuando confíes en mi querrás decirme como te llamas. —Murmuró a modo de disculpa.
Ella iba a decir que sabia como se llamaba, pero un chico rubio llego corriendo como loco.
—Midoriya ayúdame, Bakugo quiere matarme —Lloriqueo Kaminari, mientras abrazaba al peliverde.
Luego todo paso demasiado rápido, Katsuki salio hecho una furia, y arremetió contra el primero que encontró que fue.
—Deku, muere — Gritó rabioso.
Denki apenas y logro soltarse del pobre peliverde, quien recibió de lleno el fuerte golpe del peliceniza.
Los ojos de la chica se abrieron de par en par, al ver al chico peliverde de bonita sonrisa, caer varios metros mas adelante.
Izuku gimoteo de dolor, ante el impacto.
Aquello hizo que la chica actuara, y utilizara su poder contra el que había atacado a su salvador.
El grito de dolor de Bakugo fue desgarrador.
—Maldita zorra, que me hiciste —Bramó adolorido, retorciéndose en el piso.
Pero la chica no le hizo caso, y fue hasta donde se encontraba Midoriya.
—Tu, tu, yo te curare —Berreó con lagrimas en los ojos, pues vio las marcas en los brazos del peliverde, inocentemente pensó que ese chico malo le había hecho aquello.
La miembros faltantes de la clase A, llegaron a aquel lugar guiados por los gritos de dolor de Bakugo.
—¿Que demonios paso? — Preguntó Kyoka.
—Esa chica de allá hirió a Bakugo con su quirk, ahora va a dañar a Midoriya — Dijo Denki asustado, mientras señalaba el lugar en donde se encontraba la mencionada.
Kirishima se quedo sin habla al ver lo que le habían hecho a su amigo, por lo que no fue capaz de sacar a todos de su error.
Uraraka se tenso al ver como esa chica se acercaba a los labios de Midoriya, corrió para intentar detenerla, pues había escuchado decir al rubio que también quería dañar al peliverde, lamentablemente no pudo llegar a tiempo.
La chica beso a Izuku, luz empezó a emanar de ella, y una abrumadora y desconocida sensación los embargo de miedo.
Solo seis de los hay presentes, ya había experimentado esa sensación antes.
Bakugo dejo de lado el dolor al sentir aquel poder.
Kirishima miraba con horror a donde se suponía estaba Izuku.
Todoroki callo de rodillas al reconocer la sensación.
Iida tomo la mano de Yaoyorozu en un acto reflejo, pues la vio temblar presa del miedo al igual que él.
Los demás se encontraban asustados ante tal cantidad de poder, pero sobre todo ante tal oscuridad que de el provenía.
La luz fue cediendo de poco en poco, al igual que la presión, en el aire.
Al dispersarse totalmente aquello, todos se desplomaron de rodillas tratando de recuperar el aire.
La primera en alzar la mirada fue Momo, quien miro con incredulidad al peliverde pues parecía estar bien.
—Mido- Midoriya, tu te encuentras.. ¿Bien? —Gritó consternada.
—Yo, yo me encuentro bien —Musitó en voz baja, mientras tocaba su cara en busca del golpe recién recibido.
No lo encontró, pues ya no le dolía, reviso sus manos encontrándose con una gran sorpresa.
—No, no, ¡No están! —Exclamó fuerte, llamando la atencion de todos sus compañeros.
—¿Deku?—Preguntó Uraraka un poco mas repuesta.
—Las marcas en mis brazos y manos, ya no están — Gritó con incredulidad.—¿Como lo hiciste? —Preguntó a la chica, mientras la tomaba de los hombros con suavidad.
No pudo responder ya que la voz del chico explosivo la distrajo y asusto.
—Jodida mierda, arregla lo que me hiciste a mi, maldita mujer loca — Ordenó adolorido.
Ella tembló ante la orden del chico, Izuku lo noto y tomo su mano con suavidad.
—¿Puedes sanarlo a él también? —Preguntó con amabilidad.
—Si, pero no quiero —Respondió en voz baja.
El peliverde la miro sin entender —¿Por que no quieres ayudarlo?
—Él te daño, tus manos estaban destruidas, estaban a nada de ser inservibles, él es malo, no quiero ayudarlo — Suplicó.
—Deberías de obedecer experimento 00-01, no creó que quieras quedar mal ante tus nuevos cuidadores ¿Verdad? — Dijo con sorna un hombre de cabellos Azules.
La pequeña chica tembló al escuchar aquella voz tan familiar, tenia miedo, ellos la iban a entregar de nuevo a Él, por lo que se alejo lo mas que pudo de el chico al que había salvado.
Que tonta fue, era obvio que nadie quería ayudarla, por lo que de sus ojos comenzaron a escurrir lagrimas.
—No le hagas caso Hana Chan, él fue traído aquí para ser interrogado como un posible sospechoso—Murmuró un hombre de aspecto rellenito.
—Eso es cierto, aunque mirando tu expresión aterrada, supongo que no es necesario interrogarlo ya —Exclamó Aizawa, mientras miraba a Bakugo retorcerse de dolor en el suelo. —¿Podrías ayudar a mi estudiante por favor?, mañana tiene clases extras toda la tarde, por lo que no quiero que ponga de excusa que se siente mal.
Todos los chicos presentes tragaron grueso ante las palabras de su maestro, pues eso solo significaba una semana mas de castigo, con clases extras y sin poder salir.
—Solo, solo lo haré si él me acompaña hasta donde esta —Murmuró la chica señalando a Midoriya un poco mas relajada, pues ese hombre desaliñado también le parecía confiable.
—Midoriya, de ahora en adelante cuidaras a la señorita Hana, en vista de que confía demasiado en ti, acompáñala a que cure a Bakugo, cuando termine de hacerlo la llevaras con Recovery Girl, quiero que la revise al igual que a ti ¿Esta claro? —Pregunto autoritario.
—S-s-si sensei —Musitó en respuesta. —Vamos Hana-San —Pidió el chico con amabilidad.
La de cabello violeta asintió, tomo su mano a modo de protección y se acerco al violento Bakugo que profería maldiciones a diestra y siniestra.
—Y ustedes —Dijo señalando a los restantes —A sus habitaciones, ahora.
La mayoría hizo caso, y se giraron cual robots a cumplir la orden.
Uraraka miraba con recelo a aquella chica de nombre Hana, ella no soltaba la mano de Deku, eso lograba hacerle sentir una sensación desagradable.
—No creo que le haga nada. —Murmuró una voz a sus espaldas.
—No lo se, esa chica no me parece confiable Todoroki —Respondió fríamente.
—Demosle el beneficio de la duda, vamonos o Aizawa nos castigara un mes entero. —Dijo el bicolor mientras se marchaba
—Ten cuidado Deku-kun —Musitó la castaña y se marcho detrás del semialbino.
♣•••♣
—¿Entonces no vas a decirnos nada?— Preguntó Fat Gum
—No, en absoluto. — Respondió el peliazul.
—¿No crees que deberías de ahorrarnos la molestia de usar la fuerza bruta contigo? —Preguntó Vlad molesto, ante la actitud de aquel hombre.
—Veamos ¿Que quieren saber? ¿Mi nombre?, Es Kenta, ¿Apellido?, Hayashi, ¿Ocupación? científico, esa chica bonita de allá afuera, yo ayude a crearla, es mi orgullo. — Comento burlón.
Shota Aizawa esta mirando por el cristal de aquel cuarto de investigaciones, su mueca era aburrida, aun lado de el estaba Toshinori Yagi, quien se sentía frustrado al no poder ayudar a sus compañeros.
La voz de aquel hombre volvió a llamar la atencion de los dos hombres fuera.
—Saben acabo de recordar algo, ella no es mi mas grande orgullo, sin duda las palmas se las llevo la bonita chica de cabello negro.
Aizawa se tenso al escuchar aquello.
—Era tan bonita, con ese cuerpo tan resistente y fuerte, excelente para experimentar, el maestro decía que se parecía a su madre, ¿Como era que se llamaba?, ¿Maika?, ¿Maru?, ¿Mai? o si ya lo recordé— Una sonrisa macabra se poso en sus labios — Meiko, Meiko Aizawa.
Sin pensarlo el pelinegro abrió la puerta furioso, con fuerza golpeo a aquel hombre, lo sujeto por el cuello y se acerco a él de modo amenazante.
—¿Donde esta ella? —Preguntó Aizawa con odio impregnado en la voz.
—¿La madre de la chica?, ella esta muerta, pero eso ya lo sabes tu, ¿No? —Respondió burlón— En cuanto a la niña quien sabe, era la chica favorita de One for All, podría estar por aquí, o por aya, uno nunca sabia a donde es que la mandaba, solo puedo decirte que la hija de esa mujer, fue sin lugar a dudas la que él mas disfruto torturar. Fue especialmente cruel en sus experimentos, pero como dije antes, ella era taaaan fuerte que los resistió, de hecho su grado de resistencia al dolor se hizo tan grande, que la podrían haber mutilado o matado, y ella pudo no haber ni omitido el mas mínimo grito de dolor.—Escupió mientras se burlaba en la cara del pelinegro.
Aquello solo sirvió para desatar su dormida rabia, lo golpeo con toda la fuerza que poseía, estaba a nada de matar al pobre desdichado, cuando sus compañeros lo pudieron detener.
—Aizawa, no...
Pero el pelinegro no escuchaba de razones, gritaba y pataleaba, de su boca escaparon maldiciones y palabras obscenas, en contra del maltrecho tipo, que aun moribundo se reía de la desgracia ajena.
Afuera de aquel cuarto se encontraba Toshinori Yagi solo, lamentándose profundamente de no poder ayudar mas al pobre Shota, el hermano de la mujer que en vida, fue el amor de su vida.
Esto va a estar lleno de drama, espero les guste, déjenme saber sus comentarios y sugerencias.
Nos vemos pronto.
DI.
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