10.- Tiendes a hacer las cosas mal.

Craig estaba nervioso de asistir a la escuela, la noche anterior había tenido una conversación con Tweek que había sido un tanto reveladora.

Era algo más o menos así:

«T: Oye, y ¿Que es exactamente lo que buscabas con la salida del otro día?

-Craig miró confundido la pantalla de su celular, sin entender lo que el rubio quería decir.-

C: ¿A qué te refieres?
T: Ya sabes, por lo general cuando un chico invita a salir a alguien es por qué quiere conseguir algo. ¿Qué buscabas tú?

-Ahora estaba más confundido que antes. ¿Qué demonios le ocurría de repente?-

C: Nada. Ya te lo había dijo, era una salida de amigos. Sólo eso.
-Y era verdad-
T: Si pero, ¿hay algo que quieras decirme?
C: ¿Sobre qué?
-En realidad, Craig ya se imaginaba lo que Tweek quería que le dijera, pero nunca se imaginó que... demonios. Su corazón latía como su estuviera en un combate cuerpo a cuerpo. O como si estuviera enfrentándose a un examen importante para el cual no estudió.-

T: Olvídalo, no importa.

-Y después siguieron hablando de cosas sin importancia, aunque seguía siendo un poco incómodo, al menos para Craig lo era. Y, de la nada, Tweek volvió a sacar el tema.-

T: Oye, ¿A ti te gusta alguien?
C: Sí, creo. ¿Por qué?
T: Por nada. Sacar tema de conversación.
C: Oh, ya. Pues eso. ¿Y a ti?
T: No creo, no lo sé.

- Craig sintió cómo su pecho se contraía en un espasmo. Sólo atinó a entrecerrar los ojos y aguantar las respiración.-

C: De acuerdo. Genial, jsj.
T: ¿Y quién es la persona afortunada?
C: Pff, quien sabe.
T: ¿La conozco?
C: Eh, no lo sé. Creo.
T: interesante.

-Y de nuevo estaban hablando como si no hubiera pasado nada. Como si a Craig no le doliera el corazón, como si no acabaran de joderle la mente de la peor forma. Pero ya no soportaba más todo esto. Tenía que decirle, de verdad. Los sentimientos estaban presionándole el pecho con fuerza, era momento de dejarlos estallar.-

C: La verdad, no tengo idea de cómo vayas a tomarte esto. Y me da un poco igual, básicamente. Pero necesito que lo sepas. Me gustas. Y realmente entiendo si tú no sientes ni siquiera algo parecido por mí, es decir, podemos ser amigos. Si tú quieres, claro. Tampoco voy a obligarte.

-Después de mandar eso Craig tiro el celular lejos, y se cubrió la cara por la vergüenza que sentía hacia su propio ser. Su móvil sonó tres veces. Dejó pasar dos minutos y finalmente lo tomó. Había dos mensajes de Tweek, y uno de Token.-

T: También quiero decirte algo.
T: No tengo pareja, y realmente no busco un noviazgo porque me rompieron el corazón hace ya un tiempo y me volví un poco más extrovertido. Si me gustas, pero no me gusta el término novio, prefiero decir más que somos amigos y ya lo que llegue a pasar después se quedara solo entre nosotros, quizá lo veas como algo malo pero así es como soy.

- ¿Qué se supone que debía hacer ahora? Él mismo había dicho que tampoco quería un noviazgo ya, pero, el hecho de que Tweek pensara lo mismo... no sabía si era bueno o malo.  De hecho no... no sabía lo que sentía ahora mismo, si alivio o tristeza.-

C: Está bien. Lo entiendo.
T: ¿De verdad?
C: Sí. Sería un poco estúpido de mi parte obligarte a algo que yo tampoco quiero. Así que todo bien. »

Y ahí estaba, de camino a la escuela sin entender muy bien si era un idiota, o si Tweek era un idiota. O si ambos eran idiotas. Le gustaba a Tweek. Pero no se sentía como se lo había imaginado. Se sentía... como si tuviera que conformarse con eso. Como si nunca pudiera aspirar a más.

Comenzaba a pensar que era algo bueno todo lo que había pasado ayer. Que las personas no necesitan estar en una relación para quererse, y que el noviazgo está demasiado sobrevalorado. Pero estaba bien ¿no?, es decir, el mismo Craig dijo que ya no quería un noviazgo, entonces ¿que es lo que cambiaba? ¿Qué había diferente?

No quería decírselo a nadie. Porque sabía que a quien se lo dijera le diría que son un par de idiotas, y que si de verdad se gustaran harían el esfuerzo por tratar de que algo funcionara.

Tampoco quería decirlo porque sabía que iban a echarle bronca, y que lo que él dijera para defenderse sólo sonaría como una tonta excusa.

Al final, quizá Tweek no era especial. Quizá era un ser humano común y bastante tonto. Quizá no merecía la pena.

Pero el verlo ahí, hablando con sus amigos, y siendo tan él... se planteó analizarlo; sus conductas, su manera de comportarse cuando alguien lo veía y cuando no, su manera de hablar con las demás personas. Todo él, en general.

Sus amigos le dijeron algo y Tweek se giró para mirarlo. Lo saludó con las mejillas sonrosadas y una sonrisa. Craig le devolvió el saludo, y la sonrisa a medias. No es que no quisiera saludarlo, simplemente no le gustaba sonreír.

Craig entró al colegio con el corazón latiendo (esta vez de manera agradable). De repente su humor había cambiado. Cómo detestaba estar enamorado.

Se preguntó cómo sería todo de ahora en adelante. Es decir, ahora que no eran novios, pero que existía una atracción mutua. Se preguntó si algo cambiaría, si pasarían algunos recesos juntos, o si saldrían a dar la vuelta por ahí a pasar el rato.

Una parte de él le decía que no debía hacerse ilusiones, pero no podía evitarlo. Es decir, también le gustaba. Y sí, hasta ahora estaba pensando en eso, porque es un tonto.

Craig se sentó en su lugar, Clyde y Token ya estaban ahí. Y no pudo evitar decirles (cambiando algunas cosas) lo que había ocurrido la noche anterior. Y de nuevo sentía como si estuviera haciendo algo mal, pero no sabía qué.

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