25: Familia Thompson.
25| Familia Thompson.
Había pasado una semana desde que cumplí tres meses, todo estaba bien, Noah y yo nos llevábamos mejor cada día, aunque el bebé no dejaba que tuviera un día sin vomitar.
-¿Amor te gusta ver a mamá vomitar?- pregunté acariciando mi vientre para volver a vomitar todo mi almuerzo.
-¿Estás bien?- preguntó Katlyn, afuera del cubículo.
-Si, solo le bajo al váter.- respondí, aún de rodillas. Me levanté y le bajé al váter, salí del cubículo y me lave los dientes y saqué de mi mochila una menta que traía ya que vomitaba seguido.
Salí del baño en compañía con Katlyn para encontrarme a Noah y a Hugo afuera del baño esperándonos.
-¿Estás bien?- preguntó Noah y asentí dándole una sonrisa.
Los cuatro empezamos a caminar hacia la cafetería, dónde estábamos antes de que corriera al baño a vomitar. Hugo y Katlyn iban delante de nosotros callados, se notaba que ninguno de los dos esta cómodo estando juntos.
-No lo pienses mucho, deja que ellos arreglen sus problemas.- Noah me sacó de mis pensamientos.
Le saqué la legua y negué.
-Ellos tienen que arreglar sus problemas, tú preocúpate por estar bien para nuestro pequeño.- me jaló de la mano y me pegó a él, metió una mano bajo mi blusa y empezó a dar pequeñas caricias en mi vientre.
Sentí mis mejillas sonrojarse.
-Noah, nos pueden ver.- dije alarmada.
-No estábamos haciendo nada malo, ¿O sí?- preguntó y negué.- Ahí está.
Sacó su mano bajo mi blusa y me tomó de la mano para empezar a caminar hasta la cafetería, nos formamos en la fila y pidió una dona.
-¿Quieres algo?- preguntó Noah y negué.
Noah pagó su dona y caminamos hasta la mesa donde estaban Katlyn, Andrew, Hugo, Jhonatan y Rubén y un chico que desconocía su nombre. Nos sentamos y Noah empezó a comer de su dona, al ver la dona sentía que se me escurría la saliva.
-¿Cómo has estado Karen?- preguntó Rubén.
-Emb...- me calle rápidamente.- He estado bien, ¿Y tú?
-Muy bien, ¿Has ido al equipo de atletismo?- preguntó y negué.
Ese tema todavía me ponía mal.
-No, todavía no, no creo regresar por ahora, y pues ya vamos a salir de la preparatoria.- dije un poco decaída.
-Que lástima, eres muy buena.- dijo esta vez Jonathan.
Les sonreí a ambos, pronto todos empezaron una plática sobre la escuela y otras cosas, Noah había dejado más de media dona ahí por estar hablando con los chicos, miré a Noah y este volteo después de unos minutos.
-¿Qué pasa?- preguntó confundido.
-Tú... ¿Te vas a comer tu dona?- pregunté tímida, él rió.
-Toma.- me dió la dona y le sonreí.
Empecé a comerla y sentí que estabas en el cielo, estaba muy rica.
Noah siguió hablando con los chicos sobre los entrenamientos y yo solo me dediqué a comer la dona.
El timbre sonó indicando que íbamos a la siguiente clase, me levanté con un poco de cansancio. Noah me ayudó a levantarme de la silla y me acompañó hasta el salón de historia, que gracias al cielo nos tocaba juntos.
Entramos y el profesor ya estaba ahí.
-Hoy veremos unos vídeos, verán el vídeo y anotarán lo más importante.- dijo y saqué mi libreta para empezar a anotar.
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Salí de la clase de las primeras, esos vídeos me habían aburrido por completo, Noah había evitado que me durmiera y se lo agradecia muchísimo.
-¿Te llevo a casa?- preguntó Noah y asentí, cerrando mi casillero.
Salimos juntos y algunas personas se nos quedaban viendo pero a mí me valía mil hectáreas de mangos podridos, subimos a su automóvil y Noah empezó a manejar hacia mi casa.
-¿Qué harás en la tarde?- preguntó Noah, ¿Tímido?
-Nada, tal vez vomitar porque al parecer a tu hijo le gusta sentirme vomitar.- Noah rió, su risa invadió el automóvil y sonreí, me gustaba oírlo reír.-¿Por qué?
-Es que...- Noah se lo pensó unos segundos.- Armé una cena con mi familia, quieren conocerte.
Me atragante con mi saliva, Noah me quería llevar con su familia, ¡Oh por dios!
-¿Qué?, Me podías haber avisado con tiempo.- dije escandalizada.
-Te lo estoy avisando con cinco horas de antelación.- le di un golpe en el brazo.- ¡Auch!, Pegas como niño.- se quejó y le volví a dar otro golpe.
Se estacionó en frente a mi casa y me bajé rápidamente.
-¿No te despides?
-No.- respondí enojada y entré a la casa.
-¿Qué te pasa, cariño?- preguntó Kendall a al verme entrar enojada.
-¡Voy a conocer a los padres de Noah en menos de cinco horas y no me dijo nada!- le respondí escandalizada.
-Respira, ve a tu cuarto, relájate, y duerme, cuando falten dos horas te despierto y te ayudo a alistarte.- Kendall me llevo a mi habitación y me dio una última sonrisa y se fue.
Entre mi habitación y me acosté en mi cama, la verdad que el dormirme no fue nada difícil, últimamente me estaba sintiendo muy cansada y tan solo había tocado la almohada me dormí profundamente.
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Cómo Kendall había prometido, me despertó dos horas antes de que Noah viniera por mi. Me levanté de mejor ánimo, dormir si que ayudaba.
Salí de mi baño con una toalla envolviendo mi cuerpo, Kendall me pasó una crema y me la puse.
-Tienes estas dos opciones.- dijo Kendall mostrándome dos vestidos, el primero era color coral y era pegado de arriba y suelto de abajo, el segundo era un vestido de rayas en tonalidades blancas y azules, tipo bata.
-Creo que me pondré el vestido de rayas.- dije, mientras dejaba el bote de crema en mi tocador.
Kendall me ayudó a vestirme y una vez que me puse el vestido me ayudó a ponerme un poco de maquillaje, estoy demasiada nerviosa.
Después de unos minutos ya estaba lista y solo faltaban diez minutos para que Noah viniera por mi.
-Gracias.- le agradecí a Kendall una vez más.
-No tienes que agradecerme, lo hago con mucho cariño y lo sabes, eres como una hija para mí.- la abracé fuertemente.
Kendall salió de mi habitación y me quedé sola, busqué un bolso y metí todo lo necesario, me eche perfume y me vi por última vez en el espejo, mi vientre se notaba un poco más.
Bajé las escaleras, y justamente estaban tocando el timbre, caminé hacia la sala y ahí estaba Kendall charlando con Noah. Noah al verme me recorrió con la mirada, lo cual hizo que me sonrojara. Saludé a Noah con un beso en la mejilla y me despedí de Kendall.
-Te ves hermosa.- me halagó Noah, mientras arranca el automóvil.
-Tú igual te ves bien.
El transcurso a su casa fue muy tranquilo, hablábamos de cualquier cosa, resulta que la casa de Noah estaba demasiado lejos de la mía, no podía creer que Noah viajara todo eso solo para buscarme a la escuela o a cualquier lugar.
Llegamos después de unos veinte minutos, bajé del automóvil y la casa por fuera me dejó con la boca a abierta. Era una casa de dos pisos, a simple vista se veía un gran patio, un pequeño camino de rocas te llevaba al inicio de la casa.
-¿Esta es tu casa?- pregunté sorprendida. Noah rió y me ayudó a pasar por el patio.
Entramos a su casa y me quedé más sorprendida, la casa tenía una paleta cromática color azul, y gris, se veía realmente bien la casa, al entrar la sala te recibía, a mano derecha estaba un comedor y después de este estaba la cocina, alado de la cocina había una escalera y a lado de esta estaba un puerta, me imagino que el baño. Una señora morena me recibió.
-Pasa, linda.- se hizo a un lado para que pasara.- Soy Anny, la ama de llaves.
Le sonreí y ella me dio un beso en la mejilla. Seguimos pasando y me senté en un sillón con Noah a un lado, seguía sorprendida. De la escalera bajó una señora castaña, traía un vestido ceñido al cuerpo color pastel, se parecía demasiado a Noah.
-Hola, soy Julissa, soy la madre de Noah.- la señora me saludó de un beso en la mejilla y me abrazó.- Tú debes de ser Karen, hemos esperado mucho para conocerte.
Le sonreí en respuesta, iba a hablar pero por la puerta entró un señor vestido con un traje que le quedaba bien, él al igual que Julissa no se veían nada viejos.
-Cariño, ya llegué.- el señor le dió un beso a su esposa, la escena era tan linda.- Un gusto, soy Sebastián, el padre de Noah.
-El gusto es mío, mi nombre es Karen.- me presenté y el señor Sebastián me abrazó.
Todos nos sentamos en el sofá y empezamos a platicar sobre cosas de la escuela, esta vez la atención iba hacia mi.
-¿Cómo vas con tu embarazo?- preguntó la señora Julissa.
-Muy bien, señora...
-Julissa, dime Julissa, cariño, no me gusta que me digan señora me hacen sentir más vieja de lo que soy.
-A mi tampoco me digas señor, cariño.- habló Sebastián.- No soy tan viejo cómo parezco.- Sebastián rió y yo le seguí.
-Como decía, Julissa.- recalque su nombre.- Voy muy bien, he tenido muchas náuseas pero es algo que puedo controlar.
-Me alegra muchísimo, cuando estaba embarazada de Noah no tuve ni un día sin náuseas, desde el embarazo fue muy inquieto.- Julissa rió junto con Sebastián.
Minutos después llegó una chica, la conocía, era Daiana. Traía una falda color negra y una blusa con mangas a los hombros color blanca con flores, su cuerpo resaltaba demasiado. Seguida de ella venían dos chicos, uno se veía más grande que todos, y el otro se veía que era el más joven, todos se parecían a Julissa y un poco a Sebastián.
-Hola, un gusto, soy Kyle.- me saludó el mayor, con un beso en la mejilla, le sonreí.
-Yo soy Thomas.- dijo el más chico.
-¿Karen, cierto?- dijo Daiana y asentí.- Soy Daiana.- me abrazó y me correspondí al abrazo.- Estoy tan feliz de tener otra mujer en la familia, vivir con estos bobos es de lo peor.- reí por lo que dijo.
Anny llegó minutos después indicando que la cena estaba lista, pasamos al comedor y nos sentamos. Sebastián iba en la cabeza, de lado derecho iba Julissa y del izquierdo Kyle, seguida de Julissa iba Daiana, y de Kyle estaba Thomas, yo me senté a lado de Daiana y Noah a lado de Thomas, quedando frente a mi.
Nos sirvieron la comida y todos empezaron a comer en silencio.
-¿Y dime, qué piensas estudiar?- preguntó Julissa.
-Quiero estudiar psicología en la universidad estatal.- respondí con un sonrisa.
-Noah quiere entrar ahí a estudiar medicina.- dijo Daiana, estuciasmada.
-Cierto, que bueno que quieras seguir adelante, no todos siguen adelante después de tener un hijo a temprana edad, eso es bueno.- dijo Sebastián.
-Bueno, un bebé no tiene la culpa de los actos y descuidos de sus padres.- respondí.
-Muy cierto, yo por eso admiro a todas esas mujeres que siguen adelante.- dijo Julissa, dándome una sonrisa.
La cena transcurrió con normalidad, la verdad me sentía muy cómoda, me hacían sentirlo y se lo agradecia de todo corazón, logré llevarme bien con Daiana y con Thomas, con Kyle más o menos, ya que no habíamos hablado mucho. Después de la cena, Anny trajo una tarta de chocolate, que con verlo se me hizo agua la boca.
-Ay, recuerdo cuando me daban todos esos antojos estando embarazada de mis bebés.- dijo Julissa, viéndome con ternura.
-Muchos antojos que tenía que conseguir a todas horas del día.- respondió Sebastián y ambos rieron.
-¡Cierto!,¿Cómo vas con mi sobrinito o sobrinita?- preguntó Daiana, entusiasmada.
Esta chica me cae bien.
-Bien, tengo tres meses.- respondí con una sonrisa.
-¿Qué piensas hacer después de que nazca?- preguntó Kyle.
-Estaré con el bebé los primeros meses, cuando cumpla el año mi madre me ayudara a cuidarlo y yo estudiaré.
Eso es lo que estaba planeado, quería estar con mi bebé todo lo posible.
-Igual puedes dejarlo con su abuela paterna, me encantaría cuidar a su hijo.- Julissa estaba demasiada emocionada. Yo solo sonreí.
-¿Y ustedes?- preguntó Thomas.
-¿Nosotros qué?- respondió Noah.
-¿Se van a casar?- escupí mi agua al escucharlo, Daiana dió pequeños golpes en mi espalda.
-Thomas, solo somos amigos.- respondió Noah.
-¿Los amigos pueden tener bebés?- preguntó y volví a escupir mi agua.
-Disculpa a Thomas.- dijo Sebastián.- Pero si, ¿Qué harán cuando nazca el bebé?
-Papá, para eso todavía falta, intentamos ir paso a paso.- le di la razón a Noah.
Después de esa incómoda plática, hablamos sobre cosas del trabajo de Sebastián o de Julissa, aveces cambiamos de tema sobre cosas de Thomas o la carrera de Kyle, o Daiana sacaba a tema cosas de su escuela, me di cuenta que esta familia era demasiada unidad, igual que la mía, al ver ambas familias me gustaría que mi pequeña o pequeño hijo tenga una familia igual de unida.
Cuando vine a ver ya eran casi las diez, me despedí de su familia prometiendo ir más seguido, para ver mi progreso con el embarazo, Noah me llevo de regreso a mi casa.
-Gracias por todo.- me despedí de Noah con un beso en la mejilla y salí del automóvil.
Caminé hasta mi casa y entré, todo estaba en silencio, caminé hasta mi habitación y pequeños sonidos se escuchaban desde el cuarto de Matth. Me acerqué para poder escuchar bien aquellos sonidos provenientes del cuarto de Matth, oh dios eso son... Corrí rápidamente a mi habitación y cerré mi puerta.
Me cambié rápidamente y me acosté, tan pronto como toque mi almohada caí en brazos de Morfeo.
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N/A: ¡Holaaaaaa!
Aquí yo con otro capítulo de la historia, espero que les guste mucho, mucho.
¿Cómo estuvo su semana?
¿Cómo va su día?
¿Hoy están felices o q?
Ay no, este capítulo no me gustó mucho, tal vez al término de la historia lo corrija, espero que les haya gustado.
No olviden seguir el Instagram de ma historia porque ahí subo datos curiosos, pequeños juegos, y más cosas que se que les gustaraaaá!
Ig: xxpunteriaperfectaxx
¡Preguntaaaaaas!
¿Día o noche? (Esto no tiene nada que ver con el capítulo, pero se me vino a la mente ajajaha)
¿Ustedes qué tan fuerte creen que fue lo que pasó entre Katlyn y Hugo?
¿Les gusta dormir mucho?
¿Ustedes conocen a la familia de su pareja/ novio (a)?
¿Qué les pareció la familia Thompson?
Qué loco el Matth, sepa dios que estaba haciendo en su habitación ajajajajaj
¡Finnnnnnn!
Nos leemos pronto.
-E
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