22: Mentira descubierta.
22| Mentira descubierta.
Cómo dije el día de ayer, la desvelada me cobró factura. Sentía los ojos cansados, bostezaba cada cinco minutos, contando el hecho de que me costaba concentrarme a lo que me decían.
-¿Karen me estás escuchando?- preguntó Katlyn, moviendo sus manos frente a mi cara. Avergonzada negué con la cabeza y volví a bostezar.- ¿Qué te pasa? Sé que el cansancio es parte del embarazo, pero no creo que sea de tal tamaño.
-Ayer me desvelé.- dije en un bostezo, tan solo recordar el resto de la tarde hacia que mis mejillas se sonrojaran.
-Cuéntame que pasó ayer.- Katlyn sonrió.
Le conté todo lo que sucedió, desde que nos encontramos a Pablo y el como no pude dormir recordando lo que había pasado en el mirador.
-Le gustas.- dijo Kat después de unos minutos de estar callada.- Es obvio, se le nota, y a ti igual te gusta.
Negué rápidamente. Iba a hablar pero Katlyn me interrumpió.
-Y no me vayas a salir con el "no le puedo gustar, yo no soy nada para él, solo está jugando conmigo" o el "no me gusta, acabo de terminar una relación, no lo conozco" porque te juro que te voy a dar una cachetada aunque estés embarazada.- asentí con miedo, Katlyn cuando se enojaba me da demasiado miedo.
-¡Por favor Karen, se nota que le gustas! Y no es por el hecho de que llevas un espermatozoide de él creciendo dentro de ti.- tape mi cara al escuchar eso, Katlyn no tiene arreglo.-Va a tu casa sin que se lo pidas, se queda ahí, te ayuda en tus tareas, han salido a varios lugares y no es por compromiso, créeme.
Iba a responder pero el timbre indicó que regresábamos a clases y me tocaba ir a gimnasia.
-Piénsalo, Karen.- Katlyn se despidió de mi con un beso en la mejilla y se fue hacia el laboratorio.
Aún con las palabras de Katlyn en mi mente me levanté del asiento para ir a la cancha. Llegué a los vestidores y me cambié rápidamente.
En las canchas se encontraban las porristas practicando sus rutinas, el equipo de fútbol se encontraba en descanso pero no veía rastros de Noah o de Hugo.
-¡Muy bien, chicos!- la entrenadora llamó nuestra atención.- Jugaremos un juego de destreza, formen equipos de diez cada uno.
-Profesora, pero somos veintiuno, uno quedaría fuera.- habló un chico que estaba al fondo.
-Exactamente, Chars no jugará.- me sorprendí por lo que dijo.- Ve a sentarte, Karen.
Aún atónita, caminé hacia las bancas y me senté. Algunas chicas empezaron a quejarse y a murmurar cosas.
"Que injusto, le habrá pagado para que no juegue."
"¿Por qué ella si y nosotras no? Nosotras lo merecemos, no quiero arruinar mi manicura."
"¿Qué le habrá dado para no participar? Yo le puedo dar el triple."
Yo solo me dediqué a rodar los ojos.
Si supieran la razón por la cual no jugaré preferirán jugar. La profesora empezó a explicar el juego que era un pequeño circuito, yo solo me dediqué a ver a mi alrededor.
Las porristas practicaban por décima vez su rutina, ya que se acercaba un partido pronto. Me acordé cuando Katlyn me quiso convencer para entrar a las porristas con ella, solo para que ella pudiera ver más de cerca a Hugo, al final fue un caos, no pudimos resistir ni una semana, y abandonamos el equipo.
-Hola.- volteé a ver quién me hablaba y me encontré a Hugo, le di una sonrisa en respuesta.-¿Me puedo sentar?
Asentí.
-¿Cómo has estado?
-Bien, sigo embarazada.- Hugo rió.
-¿Cómo vas con Noah?- miré el suelo, la verdad es que no sabía que decir.
-Bien, cada vez nos llevamos mejor, supongo que es bueno para el bebé.
-Lo es, solo te diré que no desesperes, aveces Noah puede ser muy lento.- lo mire confundida, ¿Qué quería decir? Iba a preguntarle pero volvió a hablar.- ¿Qué quieres que sea?
-No lo sé, siento que es muy rápido para pensar en todo eso, quiero ir día a día.- Hugo asintió.- ¿Cómo vas tú?- pregunté refiriéndome al tema de Katlyn.
-Pésimo, ahora tiene a Andrew y yo no puedo hacer nada.- Hugo se veía un poco decaído, al igual que Katlyn le afectaba ese tema.- Lo arruinamos, pero más yo.
-Hugo, si en realidad la quieres no la dejes ir, Katlyn está confundida, pero sé en el fondo que ella te quiere.- Hugo me dedicó una sonrisa que correspondí.
El resto de la clase Hugo se quedó conmigo hablando sobre cualquier cosa, sin duda cada vez me caía un poco mejor. La clase terminó y fui de las primeras en cambiarme y salir.
-Hola, linda.- Noah me dió una sonrisa ladina. Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.
-Hola.- le saludé con un beso en la mejilla.
-¿Qué harás más tarde?- preguntó curioso.
Lo pensé un poco, la verdad es que no tenía nada de nada.
-Nada, ¿Por?- pregunté curiosa.
-Saldremos, así que espérame en la salida.- me dió una última sonrisa y se fue.
Yo por mi parte caminé hacia mis últimas clases, deseando que el tiempo pasara volando.
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Salí del laboratorio de las primeras, caminé a paso rápido a mi casillero y saqué los libros de cívica y con la misma salí para esperar a Noah afuera.
Noah apareció minutos después, nos subimos a su automóvil y el empezó a manejar a un lugar que desconozco.
-¿El coordinador fue a tu salón a dar el anuncio del baile de fin de año?- preguntó Noah.
-Si, dijo que sería en unos tres meses y un poco más.- respondí entusiasmada.
Este año sería el último para nosotros, en menos de cuatro meses me estaría graduando de la preparatoria con cinco meses de embarazo y con un lugar asegurado en la universidad estatal, claro, si conseguía el lugar.
-¿Estás emocionada?- sonreí.
-Un poco, será nuestro último baile, pero todavía falta algo.
-Es cierto.
Después de eso no volvimos a hablar. Sentí mis ojos pesados, me acomode en el asiento y de ahí no supe nada.
Me despertó un pequeño moviento, abrí los ojos aún confusa, Noah estaba frente a mi con una sonrisa.
-Llegamos, baja.- salió del automóvil y después seguí su acción.
Estábamos en un pequeño parque, no sabía exactamente dónde estábamos, pero lo único a la vista era un parque donde habían niños jugando en los juegos.
-Sabes, quiero entrar al equipo de coordinación.- dije de la nada.
Todos los años había un equipo de coordinación, el cual se encarga de todo lo referente al baile de graduación, decoración, el salón y todo eso, este año quería ser parte de eso.
-Esta bien, yo prefiero no hacer nada, eso no se da.- Reí y Noah me acompañó después.
Llegamos a una pequeña banca y nos sentamos, podía ver una pequeña pista para atletismo, varios chicos estaban practicando arriba de sus bicicletas. Un pequeño sentimiento recorrió mi cuerpo, extrañaba el equipo de atletismo, pero tenía miedo, miedo a que algo le pueda pasar a mi bebé y perderlo. Sé que apenas es un pequeño embrión pero me siento conectada con él, no me gustaría que nada le pasara a mi bebé.
-¿En qué piensas?- me preguntó Noah, le di una sonrisa nostalgia y me recosté sobre su hombro.
-Sobre el equipo de atletismo.- respondí.- Extraño estar con ellos, pero tengo miedo de que algo le pase al bebé, de perderlo, o de que mi embarazo se vuelva de alto riesgo como dijo la doctora.
Noah pasó una mano sobre mi hombro y me atrajo hacia él, me abrazó por un buen rato y yo solo me quedé quieta. Unas enormes ganas de vomitar me invadieron, me desperté de él y corrí hasta llegar a un bote de basura donde vomité todo lo que había comido en el descanso. Noah me sostuvo el cabello y me daba pequeños masajes en la espalda.
-¿Ya estás mejor?- asentí en respuesta.
-¿Me puedes llevar a mi casa?- Él asintió. Caminamos en silencio hasta llegar a su automóvil, Noah abrió mi puerta y me metí, el copio la acción después de cerrar mi puerta.
El camino hacia mi casa estuvo tranquilo y fue rápido, resulta que aquel parque no estaba tan lejos de mi casa. Me despedí de Noah con un beso en la mejilla y me bajé rápidamente porqué unas ganas de vomitar me habían invadido.
Entré a la casa rápido y entré al baño social, sentí pequeñas caricias en mi espalda, levanté mi cabeza un poco y vi a Noah que estaba sosteniendo mi cabello, me brindó una sonrisa.
Volví a vomitar. Después de vomitar me lave mi boca con agua y salí del baño.
-¿Bebé, ya estás aquí?- preguntó mi madre desde la escalera. Iba a responder cuando ella bajó, me dió una sonrisa y su mirada viajó hacia Noah.-¡Oh, Norigan!
Mi mamá terminó de bajar las escaleras y saludó con un beso en la mejilla, ay mamá si supieras que es Noah.
-Es bueno que mi bebé tenga a una persona que la apoye, ya va para los tres meses y no conozco al donador de esperma.- mis mejillas se calientan de la vergüenza, Noah solo me da una mirada confusa.- A ver si cuando nazca su hijo se aparecerá.
Mamá, por favor cállate.
-De hecho, señora...- Noah habló, pero mi madre lo interrumpió.
-No me digas señora, cariño, dime Alexandra o Alex.- Noah asintió.
-Bueno, Se- Alex.- se corrigió Noah, mi madre le dió una sonrisa.- Mi nombre real es Noah, un gusto.
La cara de mi mamá fue de total sorpresa, enojo, confusión, no lo sé la verdad, me dió una mirada que no supe decifrar y sentí que mis piernas fallaban, después de eso todo se volvió negro.
Había descubierto mi mentira y a mi mamá no le gustan.
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¡Hola, bebés!
Otro nuevo capítulo para esta bella historia que amo con toda mi alma. ¡Jesús de Veracruz, Alex supo ya quién es Noahhh! ¿Cómo creen que reaccione? La verdad que está semana ha estado muy loca, pero muy muerta porque no he tenido mucha actividad, o sea estamos en vísperas navideñas y eso me pone de muy pero muy buen humor, ¿y a ustedes?
No olvides seguir el Instagram de ma historia, porque ahí estoy subiendo cosas de la historiaaaaaaaa.
Ig: xpunteriaperfectax
¡Preguntaaaaaas!
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Ustedes iban o van a algún equipo de deporte?
¿Cuando tienen pareja/ novio(a) se las presentan a su familia?
¿Se llevan bien con los amigos de su pareja/ novio(a) ?
¡Finnnnnnn!
Nos leemos pronto.
-E
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