Después de tanta insistencia el chico se dio por vencido y decidió levantarse de su cómoda cama para asistir a la fiesta que se estaba organizando por el cumpleaños número 34 de su padre. Salió de su habitación y subio a la azotea donde se estaba organizando todo. Ahí vio a lo lejos a su madre charlando con familiares y amigos, lo que le pareció extraño es no ver a su padre por ningún lado. Confundido camino hasta la rubia mujer interrumpiendo su conversación.

- Ma ¿Dónde está mi papá? - pregunto un tanto preocupado

La mayor le pidió unos segundos a solas a su hijo a una de las tías de su esposo y está acepto sonriente para luego irse a comer algunas botanas.

- No está aquí, hace un rato salió a buscarte, ya le llamé para decirle que ya llegaste aquí así que no tarda en volver - le dijo un poco molesta cruzando sus brazos

- Oh vaya... Lo siento - se disculpa mirándola con arrepentimiento

- No puedo creer que le hicieras eso, no es la primera vez que haces este tipo de cosas y lo sabes. Desde que tienes 12 años te has alejado de nosotros y en momentos te desapareces sin razón ¿Qué es lo que ocurre contigo? - Inicia una discusión en voz baja para evitar que los demás invitados se preocupen por la situación

- No es nada... No le tomes importancia - Dijo el adolescente desviando la mirada y tratando de también desviar el tema

- ¿Cómo que no es nada? No puedes simplemente decirme que "no es nada" tratándose de esto. Es peligroso que hagas todo esto Max, no me parece que te sientas con total libertad para esto - reclamo su madre tratando de no alterarse

- No es la gran cosa, no sé porque le tomas tanta importancia. No es como que estemos en la ciudad más peligrosa del mundo mamá -

- No, pero sigue siendo peligrosa y más para un joven de tu edad -

- ¿Y qué? Se cuidarme perfectamente bien yo solo, estaré bien - explicó tratando de calmar el enojo de la mujer

- ¿Qué me asegura que eso será siempre así? Mira no digo que está mal que salgas pero es preocupante que lo hagas todo el tiempo, tanto tiempo y sin decir a donde vas -

- Ya te dije que no es para tanto, ya no soy un niño y se cuidarme bien - reclama exaltandose ligeramente

- Si sigues siendo un niño, solo tienes 15 años y no está bien todo esto -

- ¡Sólo olvidalo! -

Todos en el lugar quedaron sorprendidos ante el gritó del chico y mucho más su madre que no se esperaba esa reacción de alguien tan tranquilo y alegre. Parecía que le estaba tomando demasiada importancia a la situación de las salidas misteriosas.

- ¿Sólo olvidalo? ¿Es en serio que me estás hablando así Max? - reclama indignada

Las demás personas trataron de mirar a otro lado y fingir que nada sucedía, muchos ya habían presenciado una situación parecida antes que ya hasta parecía tradición en la familia morales. El chico se mantenía callado con la mirada en el suelo apretando los labios en arrepentimiento por dar aquel gritó.

- Max morales Stacy te estoy hablando - insistió hablando con firmeza

El chico solo cubrió su cabeza con la capucha de la sudadera que tenía y se dio la vuelta para tratar de huir.

- ¡Bien! Ignorame, no me importa - cruzando los brazos le da la espalda molesta y cada quien avanza por su lado

Max camino devuelta a su habitación entre triste y frustrado, no disfrutaba para nada estos momentos de su vida, me hacían un gran daño a su corazón y estabilidad mental. Ya en su habitación se sienta en la cama con las piernas ligeramente abiertas y los codos posadas en cada una poniendo las manos sobre su cabeza, respiro profundo y paso a cubrir su cara.

- Desearía que me entendieran... Desearía poder decirles...- murmuró con pesadez

En esos momentos el pelinegro solo deseaba que el mejor amigo de su padre el cual consideraba como un tío estuviera ahí para el, Peter B Parker parecía ser el único en su universo que entendía lo que significaba tener tantas vidas encima y más siendo una de ellas la vida de un superhéroe.

En medio de su tristeza el sentido arácnido se activo y sintió su cuerpo y al rededor moverse bruscamente, separó las manos de su rostro para mirar lo que sucedía y se dio cuenta de que se trataba de un temblor. Asustado se pone su traje de spiderman hecho por el mismo, el clásico rojo con azul y telarañas negras, sale por la ventana y miro como la gente gritaba aterrada y corría por todos lados. A toda prisa se columpia por el edifico atrapando a los que podía y llevándolos al suelo a salvo. El edificio paso a inclinarse hacia adelante activando el sentido arácnido de Max una vez más lo cual hizo gritar a toda la gente que aún estaba en la azotea.

- ¡Tranquilos ya voy! - gritó tratando de calmar los

Lanzó una de las telarañas hasta donde estaban y se columpio hacia haya tomando a todos los que pudo en sus brazos y ponerlos en un lugar seguro. Antes de que el edificio callera al suelo y aplastará a la gente el lo rodeo de telarañas y apoyándose en el edificio de a lado trato de hacer que se levantará y volviera a su lugar.

- ¡Auxilio! ¡Ayuda! - gritó desesperado femenino

El sentido volvió a advertirle y volteo a ver de quién se trataba, en la ventana de donde se encontraba su habitación estaba su madre gritando, con el edificio a punto de caer ocasionó que quedara colgando del filo de esta. Claramente no sabía que hacer, o lo soltaba o la salvarla. En medio de la desesperación la escucho gritar al no poder agarrarse más y siendo atrapada por alguien más.

Se trataba de una Spider de traje gris y telarañas doradas con una cabellera castaña y trenzada. Esta chica dejo a la mujer mayor a salvo en el suelo y luego fue a ayudarlo a volver a poner el edificio en su lugar.

- ¡¿Quién eres tú?! - gritó confundido

- ¡No hables y haz un esfuerzo! - respondió ella tomándole seriedad al asunto

Max asintió y entre los dos hicieron fuerza y lograron levantarlo y mantenerlo de pie. Claro que no duró muchgido ya que se desmoronó pero ahora hacia abajo y no al frente justo en las calles de la ciudad.

- Chale, bueno... Al menos todos están a salvo... - dijo spiderwoman tratando de ver el lado positivo

Max solo veía su hogar destruido sin saber que decir, está no era la manera que quería que terminara su día. Volteo a ver a la multitud y logró ver a su madre mirándolo fijamente, los demás aplaudían alegremente, tal vez no se salvó el lugar pero si todas las vidas en riesgo y ellos estaban más que agradecidos con eso. El pelinegro no podía con las miradas en el así que terminó por huir de ahí.

Después de columpiarse y columpiarse sin cesar terminó en uno de los edificios más grandes de la ciudad, se sentó en el punto más alto y miro la vista reflexionando todo lo que había pasado hasta el momento.

- Oye ¿Estás bien? - pregunto spiderwoman llegando tras de el, al parecer lo había estado siguiendo desde la lejanía.

El chico volteo a mirarla y luego se levantó para quedar frente a frente.

- Gracias por la ayuda pero... ¿Quién eres tú? Nunca te había visto antes aquí. Creí que era el único... -

- ¿El único araña? Si bueno, si me dieran una moneda por cada vez que me dicen eso tendría tres monedas, no es mucho pero si es sorprendente que ya haya pasado tres veces. Soy spiderpunk - interrumpe alzando su mano

- Spider... ¿Punk? No sabía que stu segundo nombre de super héroe podía ser tu gusto musical favorito - responde estrechando su mano

- si bueno, no todos lo hacen, no todos son tan originales y creativos. Sólo he conocido a spiderock como mi madre y spiderpunk como mi padre, es un linaje por decirlo así - dice sonriente

- espera ¿Qué? ¿Tus padres son super héroes? ¡¿También tienen estos poderes de araña?! - pregunta confundido y emocionado

La chica comienza a caminar en la orilla del lugar para hablar mejor, estar quieta le parecía aburrido.

- Dime ¿Donde conseguiste tus poderes genio? ¿Una araña medio bugueada o algo así? - pregunto de forma juguetona

- En realidad no, los tengo desde que tengo memoria -

- Y no les has dicho a tus padres, que rebelde, te queda bien la pinta de chico malo -

- No soy un chico malo, simplemente no puedo decírselos, puedo ponerlos en riesgo, además tú no los conoces - le reclama señalándola

- Si bueno, respondiendo a tu otra pregunta sobre qué hago aquí, necesito tu ayuda con algo importante - le dice mirándolo fijamente parando de moverse

- ¿Mi ayuda? -

¿Y exactamente con que necesitas ayuda?