Capítulo 5: Balas y Brazaletes
Portada Variante:
Punisher y Diana caminaban por unos túneles secretos hasta llegar a una puerta protegida por dos hombres armados que los dejaron pasar.
-¡Entran Diana y Punisher! -avisaron los guerrilleros.
Dentro del lugar había más guerrilleros y su líder se hizo presente, no siendo otra que Lois Lane.
-Es un gusto volver a verte, Frank
-Nunca te imagine aquí -exclamó Punisher.
-La gente suele olvidar que soy hijo de uno de los generales más condecorados.
-Debemos planear el ataque definitivo -dijo Diana-. Debemos acabar con Superman y con la mayoría de sus soldados de un solo movimiento.
-Ya lo tenemos planeado -afirmó Lane mientras ponían un mapa sobre una mesa-. Diana, tú deberás llamar la atención para que Superman no interfiera mientras nos infiltramos por aquí -dijo señalando un túnel-. Por aquí podremos ingresar a LexCorp y llenarla de explosivos, hundiendo el maldito lugar junto a todos sus soldados.
-Punisher debe matar a Superman -afirmó Diana observando de brazos cruzados el mapa.
-¿Por qué? -preguntó Lois.
-Es la voluntad de los dioses -afirmó la amazona.
-Eso es ridículo.
-Por fin -exclamó Punisher-, alguien que habla mi idioma.
-Eres la más poderosa -dijo Lois-. Solo tú puedes vencer a Superman.
-No me lo enfrentare a no ser que Frank este cerca mío -sentenció la guerrera.
-Como sea -dijo algo fastidiada Lane-. Lo importante es acabar rápido con Superman.
-¡General Lane! -dijo uno de los soldados.
-Ya vuelvo -dijo la mujer yendo hacia el soldado.
-¿Dónde te encontraste a estos imbéciles? -susurro Punisher al oído de Diana.
-Hice varias cosas mientras tu dormias en mi cama -afirmó la mujer con un tono que Frank reconoció inmediatamente como coqueto.
-No empieces, Diana.
A la noche, Frank y Diana se quedaron a dormir en aquella base subterránea. El ex militar observaba el techo con una mano bajo su cabeza cuando vio por el rabillo del ojo una figura femenina aproximarse.
-¿No puedes dormir? -preguntó Diana con una voz dulce.
-Nunca puedo -afirmó Castle sin mirarla-. ¿Qué quieres?
-Te quiero a tí, Frank.
-Ve a dormir, Diana -dijo Frank mientras se volteaba a un costado, dándole la espalda a la amazona.
Diana, sin embargo, se sacó el fino vestido que usaba para dormir y camino hacia la cama de Frank, metiéndose en esta completamente desnuda.
-¿Qué te creés que haces? -preguntó molesto el hombre al sentir los pechos de la mujer contra su espalda.
-No voy a lastimarte, Frank. Lo único que quiero es...
-No puedo dartelo, ¿okey? -dijo mientras se volteaba, quedando cara a cara con la mujer-. Sea lo que sea no puedo.
Diana aprovechó la oportunidad y le planto un apasionado beso en los labios. Frank dudo pero término sujetando a la amazona de la cintura y correspondió al beso, dejándose llevar por unos instantes hasta que se separó bruscamente.
-No puedo. A pesar de lo que tú provocas en mi no puedo. No puedo hacerle esto a María.
Diana apoyo su mano sobre el pecho lleno de cicatrices de Castle.
-No te pido que me entregues tu cuerpo o tu corazón Frank. Solo quiero compartir el lecho contigo, esta noche previa a la batalla de nuestras vidas. Solo quiero dormir entre tus brazos, así podré sentirme nuevamente amada por tí.
Diana se acurruco contra el cuerpo del ex militar, apoyando su cabeza en el pecho de este mientras cerraba los ojos. Frank dudó sobre que hacer, pero algo muy en su interior pareció ablandarse y terminó abrazando a la amazona. Y así durmieron ambos, como si fueran dos enamorados capaces de resistir la tentación de la carne para simplemente dormir de forma cariñosa el uno con el otro.
-¿Estas listo? -preguntó Diana ya con su traje de batalla desde la cima de un edificio.
-Vivo listo -afirmó el soldado.
Diana tomó de los hombros a Castle y saltó dirección al edificio donde su enemigo se escondía.
-¿Algún avance? -preguntó Superman a uno de sus científicos.
-Hemos avanzando bastante -afirmó uno de ellos-. Usamos algo de tecnología robada a Industrias Stark y a WayneTech, junto con que ya teníamos de Luthor. Creemos que con este traje podremos ayudarle a procesar mejor la energía solar y, de esa manera, hacerle recuperar la máxima plenitud de sus poderes.
Superman observó aquella armadura bastante complacido aunque no lo demostraría. Si podía recuperar todos sus poderes, había esperanza de que su factor curativo le ayudará a eliminar el cáncer que la kryptonita la había provocado. En ese momento, y sin avisó alguno, Diana entró por la ventana y embistió a dos soldados, mandándolos a volar a través de las paredes.
-Diana -afirmó con sorpresa Superman.
-Volvemos a vernos, Clark.
-Esto explica muchas cosas -dijo Superman-. Algo me decía que Castle no sería capaz el solo de romperle el cuello a Deathstroke.
-Y sigues tú.
Superman se lanzó al ataque, lanzando un derechazo que Diana bloqueo con sus pulseras por delante; más aún así salió despedida por el impacto. La amazona corrió al ataque, lanzando un derechazo que Superman logró bloquear antes de conectarle un gancho al hígado que la hizo escupir sangre. Tras esto le aplicó un cabezazo al rostro antes de arrojarla por donde había llegado. La amazona cayó de forma estrepitosa a la calle, dejando un enorme cráter.
-Lois, hay cientificos dentro -dijo la mujer mientras se levantaba con dificultad.
-Una pérdida razonable -dijo la paramilitar por el intercomunicador.
-¿Qué? -preguntó consternada la amazona.
Superman aterrizó furioso en el suelo, aunque emitiendo un quejido de dolor.
-Aun no término contigo, Diana.
-Yo digo que sí -afirmó Punisher mientras le apuntaba con una de sus pistolas doradas.
-Frank -habló Superman con una sonrisa-. Que bueno verte, tendré oportunidad de destrozarte.
Pero en eso, una fuerte explosión se se produjo debajo de LexCorp, empezando a derribar el edificio.
-¡No! -gritó Diana mientras se impulsaba con un gran salto.
-¿A dónde crees qué...
Superman intentó saltar pero algo lo impacto y término cayendo de espaldas al suelo. Al mismo tiempo, el edificio que había sido su centro de operaciones se derrumbaba, provocando todo tipo de estruendos y algunas explosiones, además de levantar mucho polvo. Kal-El volteó y se puso de rodillas mientras tomaba su estómago, notando que sangre salía de este.
-¿Cómo?
-Magia -afirmó Punisher mientras se acercaba-. Es ridículo pero también necesario para acabarte.
Superman se levantó con dificultad y sangre saliendo de su herida al igual que de su boca. Lleno de furia lanzo un derechazo hacia Punisher pero este se lo atrapó con su mano derecha, en la cual traía el guante que Diana le había dado. Clark quedó sorprendido ante aquello antes de recibir un golpe con el arma dorada en la boca, aflojandole varios dientes. Superman cayó hincado en su pierna izquierda e intentó lanzar un golpe con su puño izquierdo pero solo consiguió que Punisher le disparará en este.
-Eras mi amigo, Clark -afirmó Punisher mientras le soltaba la mano para darle un puñetazo en la cabeza, derribando al hombre de acero-. ¡Eras mi amigo y nos traicionaste a todos!
-Esto no puede ser -dijo Superman con sangre en su rostro.
El hombre de acero tomó del pie al castigador y lo arrojó lo más lejos que pudo, aunque esto era un acto desesperado. Sin embargo, Punisher no se alejó más de cinco metros. Superman luchó por ponerse de pie aunque se sentía cada vez más débil, como si las heridas que le provoco la magia aceleraran de alguna manera su malestar. Sin poder hacer nada, recibió una serie de disparos en su abdomen y pecho por parte de Punisher.
Superman cayó boca a arriba y empezó a vomitar violentamente. Punisher se aproximó hacia su antiguo amigo y le apuntó directo al rostro.
-Adiós, Clark. Si hay un infierno, espero que ardas en el.
Punisher disparo, acabando así finalmente con la vida de Superman. Cualquiera diría que se sentiría feliz, que esbozaria una pequeña sonrisa de felicidad. Pero el hombre, recordando lo vivido en una época mejor, no pudo evitar derramar una lágrima. Diana, que había salvado a los cientificos, se acercó a Frank y le dio un abrazo.
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