Frank Castle habría lentamente los ojos, sintiendo una suave cama debajo suyo y unos apretados vendajes en su cuerpo. Se levantó sobresaltado, sentadose en aquella cama mientras se tomaba de la cabeza. No tardo mucho en recordar todo lo ocurrido contra Deathstroke justo cuando una mujer entró por la puerta.

—Hasta que despiertas, Frank —habló la pelinegra.

—Diana —habló Frank al verla.

La amazona traía puestos unos pantalones bordo ajustados junto a una chamarra de cuero negro.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la mujer.

—Muy jodido —dijo el ex marine mientras intentaba levantarse—. ¿Cuanto tiempo estuve dormido?
—Una semana —respondió la amazona.

—Mierda. Dime que en esa semana mataste a Superman.

—Tú debes hacerlo.

—¿Qué? —preguntó sumamente confundido.

—El oráculo así lo dijo. Solo un soldado podrá matar al campeón caído en desgracia.

—¿Qué clase de basura mística es esa, Diana?

—Es la voluntad de los dioses, ante la cual ningún mortal puede revelarse.

—¿Y por qué carajos tus dioses no vienen a hacer el trabajo sucio?

—No les interesa intervenir en asunto humanos.

Diana se sentó al lado de Frank, tomando con cuidado su mano.

—¿Recuerdas cuando nos conocimos? —preguntó la mujer.
—En la guerra. Mi barco fue hundido cerca de tu isla.

—Y yo te rescate —dijo Diana—. Fuiste el primer hombre al que ví, y al único al que ame.

—No empieces, Diana —exclamó Frank mientras se levantaba bruscamente.

—Necesito tu ayuda para matar a Superman. Se que él y tú fueron buenos amigos pero...

—También fue tu amigo.

—Lo sé, pero él ya no es el mismo. Debí saberlo cuando lo ví.

Flashback

—¡Pagaras por lo que hiciste, Luthor! —exclamó Thunderstrike mientras corría al ataque.

—¡Ya acabe con un falso dios! —afirmó Luthor desde adentro de su armadura.

—¡Wonder Woman! —gritó Spider-Man mientras se balanceaba hacia donde la amazona se estaba levantando.

—¿Qué sucede? —preguntó cansada la amazona.

—Luthor se la pasa presumiendo que mató a Superman pero, ¡mi sentido arácnido me dice que esta mintiendo!

—¿Quieres decir qué Superman esta vivo?

—Así es, y debemos encontrarlo.

Ambos héroes escucharon el gritó de dolor de Thunderstrike cuando Luthor le disparo encima su rayo de energía.

—Ve a buscarlo dentro de LexCorp. Yo me quedaré a ayudar a Eric —dijo la amazona.

El semidiós del trueno se levantó con quemaduras en sus cuerpo mientras el villano se aproximaba.

—Tu Ragnarök llegó —afirmó Luthor.

—¡¡Luthor!!

Wonder Woman embistió con el hombro a Luthor que arrastró los pies unos metros. La guerrera amazona corrió al ataque pero su enemigo le disparo sus rayos de kryptonita. Diana se cubrió por instinto con sus brazaletes, siendo arrastrada varios metros mientras sentía parte de su piel quemarse.

Wonder Woman saltó a un costado para evitar el ataque justo cuando Thunderstrike le lanzó varios rayos a Lex, provocando fallos en su armadura. El rubio arrojó su poderoso mazo y este destrozó parte de la armadura del magnate, que ya se encontraba dañada por su combate anterior con Superman. La princesa amazona saltó hacia su enemigo y, con sus propias manos, arrancó a Luthor del interior de su traje.

—Deberíamos matarte por lo que has hecho —afirmó Diana sosteniendo del cuello a Luthor.

—¡Oigan!

Los héroes voltearon a ver a Spider-Man que se columpiaba con un hombre bajo el brazo. Aquel sujeto tenía una S tatuada con kryptonita en el pecho, sus ojos eran totalmente negros con el iris verde brillante. Aquel era Superman.

Fin del flashback.

—Clark se veía tan lastimado pero sus ojos solo reflejaban odio —dijo Diana con la voz al borde del quiebre—. Creí que luego volvería a la normalidad. No conte con que la kryptonita lo había enloquecido.

—Ni que mataría a Luthor en la cárcel.

—Luthor tomó al mejor de todos y lo hizo pedazos —dijo Diana antes de dar un pesado suspiro—. Ese día Superman murió. Lo que quedó ahora no es más que un monstruo que tomó su lugar. Debemos destruirlo.

—¿Por qué cambiaste tu traje? —preguntó Frank—. Escuche que había otra Wonder Woman; una pelirroja.

—Es Artemisa —afirmó Diana—. Mi madre me retiro el poder debido a una profecía.

—¿Cual?

—Si me enfrentó yo sola a Superman; moriré. Por eso necesito tu ayuda.

—¿Y esa Artemisa por qué no ayuda?

—Mi madre se lo prohibió, y no es tan poderosa como cuando yo era Wonder Woman. Los dioses quieren que tú mates a Superman.

—¿Y como carajos haré eso? Soy solo un ex militar. De seguro hasta Batman tiene más posibilidades de ganarle.

—Batman esta incapacitado por un combate contra el líder mutante.

—¿Y el arácnido?

—Ya sabes cual es la situación actual de Nueva York.

—¿Thunderstrike?

—Lleva tiempo desaparecido. No intentes evitar tu destino, Frank.

—Saca a Flash de la cárcel.

Diana tomó una bolsa y saco de estas dos pistolas doradas junto con dos guantes metálicos.

—Es un regalo de Ares para ayudarte con tu misión.

—¿Ares?

—Sos pistolas mágicas que jamás necesitarás recargar. Y los guantes son para poder golpearlo de ser necesario.

—¿Magia?

—Superman es vulnerable a la magia.

—Esto es ridículo —afirmó Castle.

—Frank —exclamó Diana poniéndole la mano en el hombro—. Realmente necesitó tu ayuda en eso.

—Te ayudaré pero no por esa mierda mística. Te ayudaré porque no permitiré que Superman siga desangrando esta ciudad.

—Eres un héroe, Frank.

—No; soy Punisher.