Mañana
11 de junio
11 AM
Para Seokjin, despertar sin cruda era uno de los mejores placeres de la vida.
Yoongi, por otro lado, no podía opinar lo mismo. O al menos no ese día. El menor escondió su cabeza bajo la almohada cuando apenas los primeros rayos de sol comenzaron a colarse por la ventana.
El mayor, conteniendo una risa por sus expresiones, dejó unas aspirinas y una gran botella de agua en el mueble del menor antes de bajar por su desayuno.
El departamento que compartía con otros dos amigos, era relativamente grande. Se pagaba una gran cantidad al mes, pero sí que valía la pena.
Cuando bajó, silbó para llamar la atención del menor de sus roomies. Namjoon dejó de mirar su celular y le devolvió el saludo.
—Oh hyung, pensé que te habías ido con el castaño de ayer, no te vi en tu habitación —El menor habló, dejando caer el celular en la mesa y dándole un mordisco a su pan tostado.
—Dormí con Yoongi —El menor elevó una de sus cejas —Literal, Nam. Ayer se puso anal* y vomitó mucho.
—¿A qué hora? No lo escuché —Habló con la boca llena.
El mayor entrecerró sus ojos —Mmm ¿Tres? No era tan tarde —Respondió mientras se sentaba en la mesa circular, tomando asiento junto a él.
—Oh, llegué a las cinco, por eso no lo noté.
—¿Hoseok llegó contigo?
Negó —Creo que... — Un ruido en la puerta lo interrumpió —Oh, creo que lo invocamos.
Hoseok, hecho un desastre, entró al departamento con una gran sonrisa. Retiró su chaqueta de mezclilla y la colocó en el perchero bajo los ojos de sus amigos.
—Creo que alguien la pasó muy bien.
El pelinaranja se dejó caer en una de las sillas, suspirando pero conservando la misma expresión. Antes de hablar, arrebató en pan tostado de las manos de Namjoon y le dio un gran mordisco con aires infantiles.
—¡Oh! ¡Vamos Hobi! No sé dónde estuvo esa boca anoche.
Seokjin negó con una sonrisa, observando la cara de sufrimiento del menor de la casa.
—También en donde estuvo esta mañana —Hoseok sonrió con malicia mientras mordía de nuevo el pan.
—Ugh, quédatelo.
—¡Gracias Joonie!
—¿Y tú? ¿Por qué estás tan feliz? —Jin se recargó en el respaldo de la silla, cruzando sus brazos.
—Oh hyung, SooYoung es una diosa, enserio.
Tanto Namjoon como Seokjin abrieron sus ojos como platos, inclinándose hacia a él inconscientemente.
—¡¿Qué?! ¡¿SooYoung?! —Namjoon gritó —¡¿Estuviste con ella?! ¡Regrésame el pan!
—Vengo de su casa —Sonrió aún más —Y mañana iremos a cenar.
—¡Bien por ti, Hoseokie! —Felicitó Seokjin con una enorme sonrisa —Ya era hora, estabas dando pena.
Namjoon rió a la par del mayor, recordando como Hoseok se la pasaba hablando de lo perfecta que era y mirándola con ojos de enamorado cada que coincidían en una fiesta o en un club. Hoseok se la pasaba reuniendo valor para hablarle, pero siempre terminaba sonriéndole a lo lejos o invitándole tragos a escondidas. Aunque se burlaran de la cara que tenía en esos momentos, ambos se alegraban inmensamente que su mejor amigo por fin fuera correspondido, o algo así.
—Dejen de hablar —Una cuarta voz se unió a la conversación. Yoongi, con los ojos entrecerrados y con una cara de desagrado, abrió el refrigerador, tomando un bote de agua helada antes de sentarse con ellos en el comedor.
—¡Hyung!
—Sueño con que llegue el día en que hables sin gritar, Hoseok. Estamos aquí. No hay necesidad.
—Pues ese día definitivamente no es hoy, hyung. Acabo de llegar de casa de SooYoung.
—¿La alta que te gusta? —Hoseok asintió orgulloso —Y... ¿Si está buena?
Hoseok mordió su labio inferior, asintiendo lentamente en lo que los escenarios volvían a repetirse en su mente. Yoongi asintió también, y casi con orgullo, levantó su palma derecha, chocando los cinco con el pelinaranja.
—Bueno, bueno —Interrumpió Seokjin, moviendo ambas manos —Creo que me prepararé un omelette. ¿Alguien quiere uno?
—¡Por favor! —Los tres hablaron al unísono, haciendo que Yoongi tapara sus oídos con los ojos en blanco.
—Yo te ayudaré —Hoseok se paró al mismo tiempo que Jin, pero este lo detuvo.
—Tu vete a bañar. Apestas a cigarro y a fluidos.
Namjoon soltó una carcajada.
—Pero me prepararás uno hyung, o mejor espérame, me bañaré enseguida y te vengo a ayudar.
Seokjin negó, restándole importancia.
—Pero hyung...
—Ve — Yoongi habló, poniéndose de pie —Yo le ayudaré, se lo debo.
—Tú me debes muchas cosas. Saca lo que le quieres poner al tuyo, anda.
—¡Vuelvo enseguida! —Hoseok corrió a las escaleras, tarareando una canción, aún con la sonrisa prácticamente imborrable de su rostro.
—¿Y tú? —Yoongi golpeó la pata de la silla donde se encontraba Namjoon, quien lo miro con el ceño fruncido.
—Yo lavaré los platos ¿No es obvio hyung? —Respondió, volviendo a tomar el celular en sus manos.
— Chicos, hoy tenemos que ir al súper —Seokjin habló mirando el refrigerador con una mueca —Yoongi-sshi ¿tienes tiempo?
El pelimenta negó —Hoseok y yo salimos a las siete de la universidad.
—¿Y tú Namjoon-ah?
—Sip, gracias al cielo no tengo clases los sábados. Yo te acompaño hyung. Oh por cierto ¿Hoy iremos a Pulse?
Yoongi asintió con una sonrisa —Hoy es noche latina, no me lo pierdo.
—Tu primero quítate la cruda. Y sí, Nam. Jungkook me dijo que él y sus amigos irán esta noche.
Namjoon frunció el ceño —¿Quién es Jungkook?
—El castaño de anoche.
Namjoon y Yoongi sonrieron—Ohhhh. Ya era hora hyung, ya consíguete un novio.
— Tu cállate Yoongi. Tú y yo —Señaló a Namjoon —Iremos a Walmart en la tarde, pero antes llevaré a que limpien el carro, porque cierta personita llenó de vómito los asientos traseros.
—Ya te dije que lo siento. Yo pagaré todo.
—Oh, claro que lo vas a pagar. Y también mi cover* en la noche.
El pelimenta bufó —Está bien, está bien, hyung. Gracias de nuevo.
—Oh ¿Puedes ir a la tienda por huevo? Solo queda uno.
—¿Un kilo está bien?
Seokjin asintió con una sonrisa —¿A qué hora se van?
Yoongi juntó sus cejas —Cómo a las dos ¿no? —Miró a Namjoon.
El castaño asintió —Si la clase de la primera hora es a las tres, de preferencia sí. No sé cómo esté el tráfico ahorita.
—Pues... ¿Y si mejor nos esperamos un rato y ya compramos bien de comer?
Yoongi lo miró serio, volviéndose a sentar en el comedor —Por mi está bien. Pero tu no. Estaba borracho, pero no creas que no noté que no cenaste.
—¿Otra vez? —Seokjin blanqueó los ojos —¿De nuevo estás dejando de comer, hyung?
Seokjin, después de ignorar a Namjoon y de fulminar con la mirada a Yoongi, subió hecho furia por las escaleras. Ignoró los llamados de sus amigos y se encerró en su cuarto, colocando el seguro.
Aunque nadie tocó la puerta, Jin escuchó los leves murmullos fuera de su habitación, pero en lugar de salir para evitar ser molestado, prefirió taparse a sí mismo con su sábana, ignorando los sonidos de su estómago vacío.
Nadie en la casa podía entenderlo. Demonios, ni siquiera se entendía él.
Un día comía cantidades exageradas de comida. Carnes, pastas, fideos, postres, mariscos. Y para el otro se aguantaba el hambre hasta que el primer desmayo ocurría.
Unos días no podía dejar de mirarse al espejo, amando cada parte de él y otros lloraba por horas observando su reflejo.
A veces se desmayaba de tanto hacer ejercicio y otros días ni se levantaba de la cama.
¿Quién lo podía ayudar? Si ni siquiera podía explicar cómo se sentía.
—¿Hyung?
La voz de Hoseok interrumpió sus pensamientos, hablando suavemente mientras golpeaba con delicadeza la puerta.
¿Cómo decirle que no? Pensó Seokjin al parase de su cama y quitar el seguro de la puerta.
Hoseok lo tomó como luz verde para entrar a la habitación, primero asomando la cabeza, encontrándose con un Seokjin tirado boca arriba en su cama.
—No te vengo a regañar.
Seokjin se hizo a un lado, haciéndole espacio al menor —Gracias, supongo.
—Siempre te digo lo mismo —Hoseok se colocó junto al pelinegro, tomando su celular de paso para poner una canción —Pero sabes que puedes hablar conmigo. Tu más que nadie sabes que no te juzgaré.
Una suave guitarra comenzó a sonar de fondo, haciendo sonreír a ambos.
—Lo sé Hobi. Y gracias, pero no necesito ayuda.
—No dije que la necesitaras —Corrigió —Pero a veces siento que tienes muchas cosas guardadas aquí —Señaló su pecho —Y eso no es sano.
—¿Cómo explicas de algo que no puedes entender?
Hoseok torció la boca, pensando en una respuesta —Mmmh, supongo que haría el intento. No perdería nada ¿cierto?
—Solo la dignidad —Soltó una risa nasal.
—Nah, la dignidad la perdiste cuando volviste con tu ex por cuarta vez.
—Oh, cállate. Aunque no lo creas, sigue habiendo dignidad en mi —Hoseok soltó una carcajada —Hay poca, pero hay.
Ambos rieron, y así como las risas iban perdiendo intensidad, ambos miraron el techo con la música de fondo.
—¿Qué quieres que pidamos? ¿McDonald's? ¿KFC?
Suspiró —Hobi... — Seokjin apretó sus labios cuando el sonido de su estómago resonó en la habitación, superando el de la música.
—Solo una pieza hyung, si quieres la mitad de una. Pero por favor come.
—Te quitaré un poco ¿Sí?
Hoseok se sentó en la orilla de la cama, ocultando su rostro serio del mayor. Cuando suspiró, cambio su expresión triste a una sonriente, asintiendo mientras se giraba para mirar a Seokjin.
Seokjin se dio cuenta de la falsa sonrisa que le dio Hoseok, pero siendo honesto, no esperaba una respuesta diferente. Hoseok se paró, deteniendo la música de paso para caminar hacia la puerta.
—Te hablaré cuando llegue la comida ¿está bien?
El mayor asintió sin mirarlo.
Yoongi y Namjoon miraron expectantes a Hoseok apenas bajó las escaleras.
—Si va a comer, no se preocupen.
Ambos suspiraron aliviados —Tenemos que echarle el ojo. No debemos permitir que pase como la última vez.
Namjoon asintió ante las palabras de Yoongi —Esta vez no está solo.
—Estará bien. Ya lo verán. En fin, pidamos pollo. No se nos puede hacer tarde.
Ambos asintieron, sin saber que Seokjin los escuchaba sentado desde el inicio de las escaleras.
2/5
En México (no sé si en otros países también) cuando decimos que alguien se puso "anal", quiere decir que se puso hasta el culo, pedísimo, o sea, MUY borracho.
El cover en los antros/discotecas es un pago que se hace para poder entrar (no todos los antros manejan el cover, pero ya que estas dentro sí hay un consumo mínimo por mesa)
Y por supuesto, hablo de esta SooYoung (Joy)
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