ㅡ¡No voy a ponerme una ridícula camisa de pareja! ㅡgritó Puebla disgustado sin embargo eso no altero ni un poco al más bajo quien incluso cruzo los brazos y fruncio el ceño.

ㅡEs nuestro aniversario.

ㅡ¿Y?

ㅡPrometiste hacer lo que yo te pidiera ㅡrecordó el tlaxcalteca con voz amenazante.

ㅡPrometo muchas cosas.

Después de decir eso Puebla bufo, tenía las mejillas pintadas de color carmín sin embargo él mismo aun no sabía si era por enojo o por la imagen mental de ellos usando esas 'ridículas' cosas. Sobre la cama de Tlaxcala se encontraban dos camisas con las palabras "honey" y "darling".

ㅡPero si son muy bonitas ㅡdijo Tlaxcala mirando al mismo lugar que el pelinegroㅡ, incluso se parecen a las imagenes que guardas en tu celular.

ㅡEl amarillo no es mi color ㅡagregó Puebla.

ㅡTú te ves bien con todo.

El poblano paso por alto el ultimo comentario de su pareja, miro con mayor atención (y desagrado) las prendas de ropa, se acerco con cautela a la cama tomando la prenda para después ponerla sobre su hombro. Suspiró resignado y comenzó a desabrochar los botenes de su camisa.

ㅡSera solo por hoy, ¿si?

Tlaxcala le dedico una cálida sonrisa antes de tomar la otra prenda de ropa y salir de la habitación murmurando un gracias. Mientras que Puebla no paraba de repetirse las cosas que hago por amor, Tlaxcala estaba más que feliz, le había ganado la apuesta a CDMX.