Capítulo 5
Al día siguiente...
Ambos con nuestras perduras sonrisas, él me miró con amor y ternura frente a mi pijama y yo le acaricié su suave mejilla, lo que le volvió loco.
_ ¿Dormiste bien?
_ Feliz. Amé sentirte junto a mí – le sonreí con pudor.
_ A mí igual. A pesar de que estaba asustada por la lluvia y el apagón, a tu lado me sentí fuerte y protegida – tomó mis manos y mi corazón otra vez se aceleró.
_ Te cuidaré y protegeré siempre mi hermosa Andrea
_ Es lo que más anhelo Joey
_ Te amo
_ Y yo a ti. Te he amado toda mi vida
Sus ojos brillaron de alegría y pleno, me sonrió inmensamente feliz y me besó con todo su anhelo y amor.
La lluvia había pasado y los dos tomados de la mano, fuimos a mi tienda de peluches. Quería que él la conociera.
En cuanto entramos, Joey sonrió enternecido.
_ Es increíble. Nunca había visto tantos peluches juntos – le sonreí.
_ ¿En serio?
_ Si y ahora que los veo, todos me parecen muy tiernos, al igual que tú mi Andrea
_ Mi Joey
_ Ahora más compruebo, lo dulce y tierna que eres, que el día que te conocí no me equivoqué cuando te vi
_ ¿En qué no te equivocaste?
_ En lo buena y cariñosa que eres, además de ser muy bonita – mis mejillas se enrojecieron –. Te amo
_ Y yo te amo a ti
Me tomó con ternura de la cintura y los dos muy cerca, nos miramos perdidamente y comenzamos a besarnos...
Aún en sus brazos, Joey me miró todo enamorado y yo llena de suspiros, acaricié su suave mejilla
_ Soy tan feliz contigo – le sonreí.
_ Yo también lo soy contigo y no quiero, por nada, que esto que estamos iniciando se termine
_ No se terminará. Los dos construiremos una muy bonita historia, juntos
_ Te quiero
_ Y yo te quiero a ti – me sonrió embelesado –. Es como si te conociera de siempre y soy tan feliz de que estés en mi vida
_ Mi Joey. Me hace tan feliz y me llena de ilusiones saber qué me quieres
_ Y te querré siempre. Te amo Andrea
_ Y yo te amo a ti
Lo abrasé fuerte, con todo mi amor y Joey se derritió por completo al yo abrazarlo y me amó con locura.
Apoyado del mesón, me miró con amor atender a todos los que entraban a la tienda para ver un peculiar peluche de regalo.
Yo a todos les daba mi sonrisa y con cariño les enseñaba el peluche que ellos escogían. No lo podía evitar, me encantaban los peluches, en especial los ositos.
Joey me miró perdidamente y con su corazón alborotado de alegría y de anhelos, recordó con aprecio que me había visto junto a aquel puesto de peluches en esa avenida y suspiró enamorado.
Los clientes se fueron con sus respectivos peluches nuevos y yo más que contenta y dichosa al tenerlo a él ahí, junto a mí, lo miré y le sonreí maravillada.
Me sentía maravillosa y realizada.
Acomodé unos peluches, que tenía sobre una repisa y Joey con anhelos, se me acercó y me tomó por la cintura. Yo me estremecí al sentirlo así tan cerca de mí. Me miró con intensidad.
_ Te amo
Me susurró y mi corazón se derritió; levanté un poco la cabeza para encontrarme con sus provocadores ojos, él me miró sexy y yo más embelesé. Amaba que me mirara de aquella seductora manera.
_ Yo también te amo. Te adoro
Me asechó aún más con sus ojos y sediento por mis labios, su alma vibró con la mía. Yo cerré los ojos, solo ansiando que me besara y él deseoso comenzó a besarme sin parar.
Mi alma voló y con mi respiración entre cortada, Joey siguió besándome muy apasionado.
Aquel día las ventas habían estado muy buenas, y contenta también por eso, miré a Joey, quien tras del mesón, volvió a sonreírme.
Miró una vez más todos los peluches en las distintas repisas y volvió a sonreír. Se sentía increíble en aquel lugar y quería volver de nuevo.
Yo frente a él, Joey se sobó las manos y me sonrió picaron, lo que me pareció muy tierno.
_ Ha sido un gran día. Me ha encantado estar aquí, en tu tienda – le sonreí con entusiasmo.
_ ¿En serio?
_ Si, es por eso que quiero volver de nuevo. Este lugar me trae mucha alegría y tranquilidad, además de algo de magia y todo eso lo eres tú mi Andrea. Este lugar no sería lo mismo sin ti. Tú le das ese toque especial y bonito
_ Oh mi Joey – me miró perdidamente.
_ Déjame venir mañana a estar contigo. Anhelo volver a acompañarte aquí, a tu trabajo – lo miré con ilusión.
_ Puedes venir cuando quieras, siempre
_ Te amo
Me susurró y volvió a besarme.
Cerramos la tienda y nos fuimos a mi casa...
Se había anochecido y yo con cariño tomé el osito que él me había regalado y lo abrasé a mi pecho.
Joey me miró intenso y me tomó por la espalda y me aferró a su pecho. Yo lo miré con suspiros y sin contenerme, besé sus labios, lo que a él le volvió loco y me abrazó con todo su amor.
Desnudos en mi cama, Joey me llenó de caricias y tiernos y apasionados besos y yo gimiendo en su oído, él me miraba intenso, perdidamente enamorado.
Yo lo besé y rodeé su cuello con mis manos y arriba de él, él se estremecía de más deseos al sentir mis dulces embestidas, las que le volvían loco y suspiraba de placer.
Montándolo sin parar, su sexy y profunda mirada estaba clavada en mí.
Acaricié su varonil pecho y sus pectorales me derretían por completo.
Me le lancé a sus labios y él excitado, acarició mi espalda, mis pechos; luego me sostuvo con cariño de mi cintura y ambos gemimos y nos besamos hasta que acabamos.
Abrazados, nos sonreímos ilusionados y solo soñando los dos sin parar, Joey acarició mi transpirada mejilla.
_ Te amo
_ Yo también te amo mi Joey
Nos reímos con pudor y a la vez alegría y él sin soltarme de sus brazos y pecho, volvimos a sonreír y luego cerramos los ojos y nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente...
El rocío había caído en el pasto y yo sentada, junto a la puerta trasera de mi patio, miré contenta todo el jardín frente a mí.
Olí el rico aroma a café y sonreí con dicha y anhelos.
Aún con mi peculiar pijama, con el que él me había visto aquel día, tenía el osito de peluche en mi regazo y sin apartarlo de mí, recordé con amor que anoche habíamos estado juntos él y mi corazón vibró de felicidad.
Él me vio sentada afuera y con ternura sonrió y salió a verme, llevando dos tazas de cafés.
Abrió la puerta y yo le sonreí. Él se perdió en mi sonrisa para él y entonces, más me sonrió y se sentó junto a mí. Me pasó la taza con su rico café, el que había preparado y yo volví a sonreírle.
_ Muchas gracias
_ Espero que te guste. No te lo dejé tan cargado
_ Así está bien. Seguro que te quedó muy sabroso – sonrió.
_ Anda, tómalo antes de que se te enfrié
_ Así lo haré
Ambos contentos, nos pusimos a tomar, tranquilamente, su café ahí sentados frente al jardín y escuchamos el agradable sonido del crujir de los árboles.
Joey me miró con ternura, al yo tener su osito conmigo, y yo más que feliz, le sonreí y me recargué consentida en su hombro y él sonrió; miró todo mi jardín una vez y bebió de su café.
Tomados de la mano, llegamos hasta el puesto, de osos de peluches, de aquella vereda donde nos conocimos por primera vez. Ambos nos sonreímos perdidamente enamorados al recordar con cariño aquel momento y Joey feliz y realizado, sostuvo con más cariño mi mano, me abrazó, y miramos contentos todos aquellos ositos de peluches, los que se habían convertido en algo muy especial y simbólico para ambos.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top