Mew está semidesnudo en su oficina, autorizando permisos de ciudadanos. Agrieta los dientes cuando siente dolor en la puñalada, pero no hace más que mirar el vendaje y suspirar. Ya va siendo hora de cambiarlo, la sangre luce naranja y la rodea un pús amarillo.

—¡Yeol!— Grita con dificultad y el sirviente aparece con su respetuosa reverencia. —Dile a Derek que necesito cambiar mis vendas.

—Entendido, señor.

—Una cosa más. ¿Cómo le va a Gulf con Earth? ¿Se ve feliz?

—De hecho, señor, se ve feliz. Muy feliz. No creo que olvide a Lookjun, pero su nuevo amigo le hará bien. Sin embargo,... No. Eso es todo.

—¿Qué? Vamos, Yeol, dime.

—Lo extraña a usted, señor. ¿Sabe? Usted le podrá dar tantos amigos como sea posible, pero ninguno se compara con usted.

Mew baja la cabeza  y sonríe ante eso. —Tienes razón. Sacaré un día para nosotros dos.

Yeol asiente.

—Ahora largo. Que consejeros no tengo.

Yeol se va entre risas y Mew también ríe.

•••

Calígula agoniza sobre el pavimento. Las mujeres se fueron  y no se molestaron en cubrirlo. Hay sangre en la altura de sus glúteos y en lo interno de sus muslos. Él jadea y toma un puñado de rocas.

—No puedo creer que me hicieron esto. Maldición… — Llora.

Alguien se detiene frente a él y Calígula mira arriba. Chai, el gemelo libre, está ahí. Manchas de polvo lo decoran desde la cabeza a los pies. Respira agitado de lo mucho que le costó seguirlos en bote y esconderse del rey durante la matanza de piratas. Su mirada, como sea, no demuestra odio solo miedo.

—¿Dónde está mi hermano Seng? Sé que lo tienes. Los escuché hablar a ti y a La Emperatriz fuera del Castillo.

—Ah, buscas a tu hermano. Sí lo tengo. Pero ayúdame, ¿quieres?

Chai duda y hace de sus labios una línea delgada. Mira a todos lados incómodo y entonces le sube los pantalones. Cuestiona lo sucedido, pero Calígula evade el tema diciendo: «Es una larga historia. »
Chai rodea sus hombros con uno de los brazos de Calígula. La dirección al castillo pidió y allá partieron.

—Tú te preocupas mucho por tu hermano, ¿verdad? — Calígula pregunta.

—Solo somos él y yo. Siempre lo hemos sido. — Chai recuerda.

FLASHBACK (Chai & Seng con 13 años):

—¡Son escoria!

—Amor, son nuestros hijos.

—¡TUS HIJOS! Se creen niñas cuando no lo son. — El padre los tiró fuera de la puerta y ambos gemelos, en túnicas blancas, estaban golpeados por todo el cuerpo. Tenían hematomas incluso bajo la ropa.

La madre lloraba mientras estaba en la puerta deteniendo al padre quién negaba su agarre y exigía ser soltado. El hombre bajó los escalones restantes para tomarlos de las muñecas y llevárselos. La madre gritó toda su frustración como mujer cuya voz era ignorada. Los hijos la miraron entre lágrimas, pero aceptaron el cruel destino de ser vendidos a hombres parecidos a cerdos.

Los dejó con un dueño frente a un carruaje y en un mercado altamente transitado. Ambos gemelos fueron mostrados como nueva mercancía a todos los hombres y mujeres de alta clase. Probaron su fuerza: nula.

Su escritura: un desastre.

Su belleza: altamente codiciada.

Chai y Seng se sostuvieron de manos y las cabezas bajaron mientras posaban con más hombres a la venta. No debían desnudarse, solo permanecer parados en línea.

Pasaron días, semanas, y todos fueron vendidos excepto ellos.

Hasta que un día, «Disculpe, ¿qué saben hacer ellos? » Escucharon la voz de una fémina y ambos gemelos miraron. Era una mujer hermosa. Y no sólo cualquier mujer, sino la Reina Madre de Roma.

Los gemelos permanecieron aturdidos.

—¿Ellos? Son unos buenos para nada. No saben hacer nada más que seguir órdenes. Ni siquiera saben escribir.

—Bueno. Si los bebés pueden aprender, ellos también. —  Adelia giró hacia ellos con una ceja levantada y los labios amplió en una sonrisa. —Ustedes son hermosos. Pero, ¿pueden seguir órdenes?

—Sí podemos, Reina Madre. — Chai no dudó en responder y buscó la confirmación en Seng.

—¡Sería un honor! — Gritó Seng.

Adelia rió gutural y giró hacia el dueño. —¿Cuánto por ellos?

FIN DEL FLASHBACK.

—¿Y ustedes saben que es un monstruo o solo lo ignoran? — Calígula pregunta.

—Cuando eres criado por un monstruo mejor de lo que tus padres pudieron hacerlo, ignoras que es un monstruo.

Calígula guarda silencio. Tenía un punto.

Porque el monstruo de alguien puede ser el héroe de alguien más.

•••

Una vez llegan al castillo y entran a una habitación,  Seng está atado a una silla, pero con las mejillas llenas porque Nat lo está alimentando con pan. Seng mira a la puerta y grita el nombre de su hermano con lágrimas en los ojos.

Chai corre abrazarlo y Seng hunde su rostro en la curvatura de su cuello.

—Tardaste mucho en llegar, Calígula. ¿Estás bien? — Nat pregunta, parándose al lado de su rey. Pero este observa la escena familiar frente a él con ojos cristalizados. La nostalgia le trae esa falsa esperanza que jamás cumplirá. No puede abrazar a su hermano y no lo hará por un buen tiempo.

—Tú no te preocupes por mí, Nat. Encierra a estos dos. Al menos hasta que gusten cooperar con nosotros.

Calígula va a irse cuando Nat lo agarra de un brazo. Insistiendo en su salud. Es ahi cuando Calígula lo abraza fuertemente. Nat permanece impactado.

—Te diré después, ¿sí? Pero agradezco tu preocupación, Nat.

El mayor permanece aturdido, pero abraza al más joven con creces.

•••

SIETE AÑOS DESPUÉS
(Año 67)

—¿Estás listo? — Mew susurra al poner navajas bajo las botas de su esposo. Gulf está sentado al borde de una pista de hielo. Las respiraciones de ambos se convierten en nubes flotantes y visten capas largas. Tienen las mejillas rosadas y Tharn anda sentado en la nieve mirándolos.

—Creo estarlo. — Gulf sonríe.

Mew lo ayuda a ponerse en pie y las navajas del moreno se desplazan hacia los pies del rey. Ambos se sostienen de manos y Gulf está nervioso.

—No me sueltes, Mew. — Gulf pide, nervioso.

—Sabes que no lo haré. — Mew promete, ampliando una sonrisa.

Poco a poco Mew se hace a un lado y ambos se deslizan hacia adelante. Mew sin dejar de mirar a Gulf quién tambalea o tropieza, pero no cae.

Mew lo hace girar en vueltas y ambos ríen, hasta pegarlo a su pecho. Rodeando su cintura con un brazo.

—Okay. Puedes soltarme. Quiero intentarlo solo.

—Como desees. Si te caes,...

—Te morirás de la risa. Lo sé.

Mew comete una reverencia y el chico intenta deslizarse hacia el otro lado del hielo por su propia cuenta. Al lograrlo, sonríe, y aquieta los pies para deslizarse por la pista de hielo. «Tuve padres. Y mientras los tuve, fuí feliz. Si mi aldea no hubiera sido atacada por rufianes, probablemente seguirían vivos y hubiera podido hacer todas estas cosas con ellos. Sin embargo, hice todas estas cosas con alguien a quién amo porqué ellos me trajeron al mundo.
Mama y papá, ¿me ven? ¿Nos ven a Mew y a mí? ¿Están orgullosos desde allá arriba?» Piensa el moreno mientras la fría ventisca lo envuelve y cepilla su cabello.

Él se detiene cuando la pista de hielo acaba y mira a Mew sobre un hombro.

Mew está dando una voltereta, con las rodillas agachadas y sujeto a una bota. Poco a poco se pone en pie. Sin dejar de girar. Hasta crecer como una figura imparable. El torbellino más hermoso que se pudiera ver. Gulf sonríe sin palabras.

El rey se detiene con lentitud y solo gira. Cabizbajo. Se le ve consternado por algo. Quizás demasiado trabajo. Cuando alza la mirada sonríe labial.

Gulf también.

—¡Ya bajáme! No quiero. — Escuchan a Earth cerca y al mirar tras ellos, Calígula está cargando a Earth sobre un hombro. El chico patea los aires violentamente, y tiene navajas bajo las botas.

—Deja de quejarte y vamos a patinar. — Calígula dice, eufórico.

—¡Baja a mi amigo! Te dijo que no quiere. — Gulf pide y Calígula pone los ojos en blanco, colocando a Earth sobre el hielo. Earth casi se cae de no ser porque Gulf lo sostiene de los hombros. Ambos miran mal a Calígula quién se mete a la pista de hielo riendo como loco.

—¡Hola, chicos! — Los rodea con vueltitas.

—¿Qué haces aquí? — Pregunta Mew.

—Ay, alégrate. Somos amigos. Y ya no me gusta Gulf. Me gusta Earth. — Calígula confiesa mirando enamorado a Earth y este gruñe desde su sitio.

Los cuatro patinan felices como buenos amigos que los años los han convertido.

Gulf y Earth ríen mientras que Calígula y Mew se sientan en la nieve para verlos con rostros enamorados.

—Te ves preocupado. Atrévete a mentirme y te aventaré mi puño. — Calígula dice, mirándolo al rostro.

—Últimamente he tenido pesadillas. Respecto a madre. No sé si es culpabilidad o algo por el estilo, pero siento que algo va a salir mal. Que todo está demasiado tranquilo.

Calígula arruga el entrecejo. —Eso suena mal, amigo. Pero tranquilo. No sucederá nada. Mi sugerencia es que te enfoques en la joya que tienes como esposo. Disfruta tu vida con él.

—Es verdad. Tienes razón. — Mew sonríe, pero al mirar a los chicos elimina la sonrisa. Realmente consternado.

•••

En un barco pirata, residen una capitana, su tripulación y Adelia. La pirata es una joven hermosa de cabello trenzado hasta los glúteos y botas altas. Viste ropa de pelaje de animal que la cubren entera.

—Hace dos años te secuestré para matar al maldito rey, hasta que me dijiste que tú también lo querías matar. Suerte que los de la isla te ayudaron con el veneno. — Recuenta Nycha, la capitana. Ella ríe y bebe alcohol.

Adelia también ríe. —Ahora ha llegado el momento de atacar. Hemos logrado pasar desapercibidas durante cinco. Cinco años de cacería a los piratas. Tú obtendrás tu libertad y yo volveré a ser reina. Atacaremos mañana en la noche. Cuando nadie se los espere.

Nycha sonríe mirando con grandes esperanzas a la Reina Madre. Incluso algo de afecto por toda la información que ha contribuido.

•••

En la noche, se lleva a cabo una fiesta en el palacio. Hay hombres semidesnudos que escupen fuego, mujeres que meten espadas hasta el fondo de sus gargantas y otras artes.

En el Gran Salon, hay una mesa llena de comida. Un festín para todos los invitados -tanto nobles como plebeyos-. Earth está frente la mesa vistiendo un traje rosa. Mira con anhelo las fresas en un plato. No puede cogerlas como las personas normales, pero se dobla para coger una con la boca e inmediatamente, alguien se la ofrece.

Él no endereza la espalda, pero alza la mirada. Encontrando a Calígula ahí.

—Una fresa para una fresa más deliciosa. — Calígula coquetea. Earth abre la boca nomás que un poco y Calígula le mete la fresa con delicadeza.

Earth endereza la espalda entonces el emperador le limpia la boca con una servilleta. Ambos vuelven a mirarse.

—No necesito que hagas nada de eso por mí. — Earth aclara.

—Sé que no. Tan solo quiero.

Calígula se retira. Earth traga grueso porqué sí se siente tenso cada vez que hablan. Además de que le gusta la atención y el trato del emperador hacia él. Al voltear dice, «Espera.»
Calígula voltea sin decir nada.

—Hace frío. Opino que ambos podemos darnos calor. En mi habitación. — Sugiere sin la necesidad de vulgaridades. El mensaje está claro.

—¿Está seguro de querer mi calor--?

—Absolutamente.

El emperador sonríe orgulloso y rodea su cintura con su brazo para llevárselo.

•••

Gulf disfruta en una esquina a los hombres que escupen fuego e incluso aplaude, pero se pregunta dónde está su rey.

Al voltear y buscarlo con la mirada, ansioso por compartir la euforia, lo encuentra en la mesa de comida. Un chico más joven y de tez blanca coquetea con él. El rey solo lo escucha, pero lo mira con esos ojos. Esos ojos de lujuria.
Esos ojos de «no es amor, pero sí deseo.»

Gulf parpadea repetidas veces para evadir las dudas y no dejarse llevar. Elimina la sonrisa en su rostro y decide abandonar la audiencia para observarlos desde lejos.

Van días desde que Mew luce triste y deprimido, pero Gulf no sabe porqué. ¿Es porque está cansado? ¿Quiere probar algo más? ¿Necesita ese tipo de distracción?

Llevaban semanas sin hacerlo, pero Gulf pensó que era normal porque Mew no lo pedía y se divertían sin eso.

Ve cómo el chico más joven lo toma de la mano y Mew no se queja, solo lo sigue.

Gulf jamás pensó llegar a ello, pero arma su rostro más poker y los sigue.

*N/A: ¿Ustedes creen que Mew vaya a ser infiel? ¿Lo descuidará como a Helena? Adelia planea algo 😱 ¿Qué piensan de los gemelitos + de Calígula y Earth? Gul siguiendo a su rey y al chico mientras que yo tipo: Celos, celos, celos 🙌🏾😈 Y con debida razón jajaja*

P.D: Ahora sí nos queda un solo cap💔*