Capítulo 5

Los primeros rayos de sol se hicieron ver, dando con ello lugar a un nuevo amanecer. Jimin despertó a la misma hora de siempre, cumpliendo con su rutina de aseo diaria y alistándose para marcharse a la preparatoria. Ese día tenía un muy buen presentimiento, por alguna razón había amanecido de buen humor y nada se lo arruinaría. O al menos así pensaba hasta que se encontró con Kai en la entrada de la escuela.

—Buenos días, amor —el pelirrojo lo saludó alegre, corriendo a abrazarlo.

Y como si ese día los astros se hubieran alineado para joderle el día, al mismo tiempo Jungkook llegaba en su auto, dejando ver el favorecedor atuendo que llevaba ese día. La camisa de uniforme se amoldaba bien a su cuerpo, detallando bien su amplia espalda y fina cintura, sin embargo, los jeans oscuros que llevaba eran lo que lo tenía completamente idiotizado, pues resaltaba sus muslos y trasero de manera perfecta.

Está consciente de que tiene novio y no debería escanear así a alguien más en su propia cara, pero hablábamos de Jeon Jungkook, con esos brillantes rizos cayendo por su frente y nuca, y esos ojos grises brillantes que parecían absorberte con una simple mirada; resultaba demasiado imposible no fijarse en su persona.

—Muy divertida nuestra cita de ayer, espero y se repita pronto —profirió coquetamente mientras pasaba por su lado, no sin antes darle un rápido guiño y seguir su camino.

Su respiración se trabó por un segundo, y a pesar de que sabía que solo lo había hecho para molestar a Huening Kai, algo se había removido en su estómago al escuchar ese tono coqueto. Aunque aún más lo sorprendían los cambios de humor del pelinegro.
Observó a su novio mirar mal al chico hasta que salió de su campo de visión, para después mirarle a él con el rostro rojo y la frente arrugada.

—No era una cita, fue por mis padres —se excusó para evitar una pelea.

—¡Ese imbécil! Ya experimentará un poco de lo que sucede cuando se meten conmigo —murmuró con una sonrisa burlona.

«Ay no», pensó al verlo.

—¿Qué hiciste? —cuestionó apartándose, mirándolo enojado y con la mandíbula apretada.

Salió corriendo detrás del menor sin esperar respuesta, encontrándolo poco después por los casilleros, escuchándolo discutir con una chica toda embarrada de pintura amarilla.

—¡Ya te dije qué no lo hice! ¿Acaso estás sorda? —gruñó con los puños apretados.

—¡Pero salió de tu casillero! —replicó la pobre chica intentado quitar algo de pintura de su rostro.

La risa de Huening resonó por el pasillo y al instante la mirada furiosa de Jeon cayó sobre la pareja, que observaba los hechos algo alejada.

—¡Fuiste tú, maldito! —exclamó, dirigiéndose al pelirrojo específicamente.

Iba directo hacia el mencionado dispuesto a golpearlo, pero las manos de Eunwoo rodearon su cintura evitando que la situación fuera a peor.

—Te crees muy chistoso, pero esto no se va a quedar así —amenazó desde su lugar, siendo sujetado aún por Eunwoo.

—Como si te tuviera miedo, idiota.

—Basta ya, Kai —lo agarró del brazo, recibiendo después la mirada enojada y algo dolida del menor.

—Eres un hipócrita ¿qué pretendías ayer? ¡¿Hacerte pasar por mi amigo?!

—Jungkook cálmate, por favor —susurró Eunwoo en su oído, pasando una mano por su hombro para intentar apaciguar su molestia.

—Gguk, te juro que no tengo nada que ver con esto.

Soltó a Kai, acercándose al de ojos grisáceos para tomar su mano, pero este solo se echó para atrás rechazando su toque.

—¡¿Por qué lo llamas Gguk?! ¡Vuelve aquí Jimin!

—Aléjate de mí, no vuelvas a acercarte de nuevo, y hablo en serio esta vez —espetó apegándose a Eunwoo.

—Esto es lo que siempre hacen, cuando alguien representa una amenaza para su estúpido complejo de realeza lo humillan —comentó el castaño mirándolo despectivamente.

—Confié en tí, Jimin, te conté algo que... —negó con la cabeza levemente, no dispuesto a seguir discutiendo con esos dos.

—Gguk yo...

—¡No me llames así!

—¡Deja de darle explicaciones! —chilló Kai con las venas del cuello a punto de explotar por lo frustrado que se sentía con la actitud de su novio.

—¿Qué sucede aquí? —Un profesor se acercó a ver que sucedía, pues le llamó la atención el tumulto de gente que permanecía en los pasillos.

—Sucede que este chico es un problemático —acusó descaradamente el pelirrojo, observando como el mencionado le daba una mirada asesina.

—Joven Jeon, no me gustaría llamar a su padre nuevamente, venga conmigo, vamos a hablar.

[...]

El profesor llevaba alrededor de media hora dándole un sermón, sin dejarle hablar y explicar lo que había sucedido por sí mismo, creyendo de forma absoluta lo que Huening Kai había afirmado.
Eunwoo estaba a su lado, pues decidió acompañarlo temiendo que terminara diciéndole alguna grosería al mayor. Se conocían desde hace un par de días, pero aún así sabía que Jungkook sería capaz de hacerlo, además, él fue testigo de lo que sucedió y sabía que toda la culpa era del pelirrojo y su novio, o al menos eso creía él.

Tomó la mano de Jungkook cuando este puso los ojos en blanco y se removió en el asiento, ya harto de tanto regaño, recibiendo una leve sonrisa, casi imperceptible. La verdad es que el pelinegro estaba agradecido por su compañía.

—No puede seguir así Joven Jeon, debe olvidar sus problemas con el joven Huening Kai o me veré en la obligación de llevarlos a dirección.

—¡Le estoy diciendo qué no fue mi culpa! —exclamó ya perdiendo la paciencia—. Si él está celoso es su problema.

—Solo...intenten mantener su distancia, no lo sé, pero no puede continuar de esa forma o lo expulsaran —advirtió poniéndose de pie.

—Ok, no haré nada, pero le aviso desde ahora que si se vuelve a meter conmigo no respondo por mis actos —se puso de pie también.

—Los que deberían estar aquí son Kai y Jimin, no Jungkook —defendió Eunwoo, que hasta el momento se había mantenido en silencio.

—Pueden volver a clases.

Ambos se marcharon directo a clase, pero justo antes de entrar el ojigris sostuvo de la muñeca al castaño, impidiendo que abriera la puerta del salón.

—Gracias... —carraspeó algo incómodo, no es como si esas palabras hubieran salido muchas veces antes de su boca, él no era alguien que pidiera perdón o agradeciera por algo—, por quedarte a aguantar el sermón conmigo y eso.

—No hay de que, bonito —sonrió haciendo que sus ojos casi se cerraran, utilizando un tono coqueto—. ¿Qué tal si me agradeces con un beso?

—Ya quisieras —rió un poco.

—¡Oh vamos! No es como si te costara tanto, soy muy apuesto —llevó ambas manos a sus mejillas, poniendo una expresión adorable que hizo reír levemente al más bajo.

—Está bien —accedió, viendo el rostro sorprendido de Eunwoo.

—¿Hablas en serio? —cuestionó algo incrédulo, no pensó que Jeon aceptaría tan ligeramente besarlo.

—Sí, considéralo una muestra de mi agradecimiento.

—Ven aquí, bonito —lo tomó de la cintira, apegándolo a él.

Acercó su rostro al del contrario, llegando a rozar sus narices y sintiendo el aliento cálido golpear la piel de su cara. Sus labios estaban a punto de tocarse cuando de pronto alguien carraspeó. Se alejaron rápidamente, Eunwoo bajando la cabeza para que no se notara el gran sonrojo que ocupaba sus mejillas, mientras Jungkook llevaba una mano a su boca para evitar soltar una risita.
Le parecía excepcionalmente tierna la repentina timidez que había embargado al castaño. Cha era un chico divertido y simpático, tal vez si su personalidad se lo permitiera, podrían llegar a ser algo más que amigos, pero siendo tan apático como solía ser,  era bastante difícil que sucediera.

—Esta no es hora para que se anden besuqueando por los pasillos —los regañó, bajo la mirada atenta de los alumnos que se sentaban en las primeras filas y podían observar hacia el pasillo desde su puesto, pero por el tono que utilizó probablemente todos en el salón lo escucharon—. Entren de una vez.

Acataron la orden del profesor sin protestar, llendo directo a sus puestos. El pelinegro no dudó en ignorar a Jimin por el resto de la clase, sintiendo que tal vez estaba siendo un poco exagerado, pero se sentía traicionado por él, después de todo le había contado algo muy importante e íntimo, mientras él al otro día se ponía de acuerdo con Kai para humillarlo.
El pensamiento de que podían llegar a ser amigos cada vez lo sentía más y más lejano.

La hora del almuerzo llegó con rapidez, o eso le pareció, tal vez era porque se perdió gran parte de la primera clase debido al problema con el pelirrojo, o porque esas asignaturas no le parecían tan aburridas. El hecho es que ahora se encontraba sentado junto a Cha y sus amigos en el gran comedor de la escuela, riendo y hablando entre ellos. Era imposible no soltar grandes carcajadas cuando escuchabas las locuras que salían de sus bocas.

—Ahora hablando en serio ¿de verdad dejarás así las cosas? Con Kai, me refiero —preguntó de pronto Yeonjun.

—Alguien debería darle una lección a esos riquillos tontos —opinó Taehyun mirando hacia su mesa fijamente con el ceño fruncido. 

—¡Oye, yo también soy un riquillo de esos qué hablas! —profirió fingiendo estar enfadado, viendo como el chico se ponía muy nervioso.

—Pero...no hablaba de ti —su voz salió baja y temblorosa.

—No es como si fuera a morderte, deja de temblar —se burló, escuchando la risa de los otros dos.

Desde la mesa del centro unos cuantos pares de ojos no habían dejado de observar el intercambio del nuevo con los otros chicos. Uno en participar, no dejaba de verlos con el ceño fruncido y muy malhumorado. Jimin no había dejado de observar como Jungkook parecía disfrutar bastante la compañía de ese trío de estúpidos.

—Creo que perdí a mi hermoso príncipe —Soobin suspiró dramáticamente apoyando su mentón en su mano. Jimin lo miró como si hubiera enloquecido, pero prefirió no decir nada pues lo último que quería era soportar otra escena de celos de su novio. Jisoo sin embargo, lo observó completamente enfadada ante el halago.

—Yo creo que hacen buena pareja —comentó Taehyung encogiéndose de hombros.

—Yo opinaría igual si me cayera bien —habló Kai mirando hacia donde se encontraban el castaño y el pelinegro con la mandíbula apretada, en verdad odiaba mucho a ese arrogante de Jeon.

—Yo creo que Eunwoo es muy apuesto para fijarse en alguien como él —el tono despectivo que utilizó Lisa hizo a Soobin elevar una ceja incrédulo.

—¿De qué hablas? —preguntó este último mirándola como si hubiera dicho la estupidez más grande del planeta—. Jungkook es el chico más apuesto de la escuela.

—Concuerdo —asintió Taehyung viendo al bonito ojigris reír adorablemente unas mesas más allá.

—¿Tú piensas igual? —Kai observó al rubio con ambas cejas alzadas, esperando una respuesta negativa de su parte.

—No —sabía que el pelirrojo estaba enfadado aún, así que mejor no buscaba otro asunto por el cual discutir. La verdad era que se estaba hartando un poco de él.

—No sé que es lo que le ven todos —Lisa rodó los ojos.

—¿Bromeas? El chico tiene un cuerpo envidiable —aseguró Soobin sin tener en cuenta las malas miradas que estaba recibiendo de Kai y sus perras falderas—. ¿Haz visto la cinturita qué se carga? Y sus hermosos ojos grises son algo fuera de este mundo.

—¿Y sus labios? ¿Haz visto el lunar qué tiene debajo? Es malditamente adorable —le siguió Taehyung, más por el hecho de molestar a las chicas y al novio de su mejor amigo que por otra cosa. Aunque no podía negar que el chico nuevo en verdad era apuesto.

—¡Ya dejen de hablar de ese imbécil! —Huening dio un golpe en la mesa completamente enfadado, y se puso de pie, caminando directamente a la mesa donde Jungkook y Eunwoo con sus amigos se encontraban.

Eunwoo notó las intenciones del pelirrojo mucho antes de que estuviera frente a ellos, por lo que creyó conveniente advertirle a Jungkook que se acercaba, era mejor que estuviera tranquilo para evitar problemas.

—¿Ya te conseguiste un novio, Jeon? —habló Kai de manera petulante—. Me alegro por tí, así dejarás de arrastrarte por novios ajenos.

—No quiero más problemas Rojito, haz de cuenta que no existo —fue lo único que dijo, ignorando después la presencia del contrario.

—Tienes razón, no debo perder mi tiempo con alguien tan insignificante como tú —el ojigris suspiró profundamente, contando hasta diez mentalmente para no soltarle un puñetazo en el medio de la cara a ese idiota. Y hubiera funcionado de no ser por el pelirrojo, que chocó intencionalmente con la mesa haciendo que su envase con jugo cayera y el líquido manchara su ropa—. Upps, lo siento.

—¡¿Enloqueciste?! —se puso de pie de golpe, dándole un empujón que lo hizo dar varios pasos hacia atrás.

Cha enseguida intervino, sujetándolo para que no volviera a golpear al otro. Jimin también se acercó, agarrando a su novio del brazo, no sin antes darle una breve mirada a Jungkook para ver si se encontraba bien. Extrañamente, le preocupaba más el chico que su propia pareja.

—Esto no se va a quedar así, Jeon —gruñó siendo arrastrado lejos por su novio.

—Yeonjun —el mencionado lo miró—, puedes estar seguro de que no dejaré las cosas hasta aquí.

—Kook, por favor, el profesor...—el castaño intentó interceder pero la mirada furiosa del más bajo lo hizo callar.

—Me importa una mierda lo que haya dicho, Huening Kai me las pagará.






Uhh! Las cosas cada vez se ponen mejor por aquí 🤭

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