Capítulo 19

—¡Jungkook, espera un segundo, por favor!

Después de verlo salir de la enfermería no pudo contener las ganas de ir detrás de él y darle una explicación por ese vídeo. Necesitaba que Jungkook al menos le diera la oportunidad de defenderse, haría cualquier cosa para que lo perdonara. No lo había notado hasta ese momento, pero su amor por ese chico era tanto, que no creía poder vivir siendo el mismo si decidía dejarlo de manera definitiva.

—Solo escúchame ¿sí? Te lo pido —lo sujetó del brazo para que no siguiera avanzando—. No estoy dispuesto a perderte por un malentendido ¿me escuchas?

—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamó en voz baja al ver como el mayor se arrodillaba frente a él—. Párate Jimin, me haces pasar vergüenza.

—Solo si me das la oportunidad de hablar y arreglar las cosas —negoció, mirándolo desde abajo con ojos esperanzados. El pelinegro lo dudó por unos pocos segundos, antes de asentir al ver como algunos comenzaban a cuchichear sobre la escena que estaba montando Jimin.

—Bien, bien, pero ponte de pie ya, por favor.

El rubio acató la orden, sacudiendo su uniforme antes de mirar nuevamente el rostro neutral del contrario. No iba a desaprovechar el tiempo, de igual forma no tenía nada que esconder así que hablaría ahí mismo para que todos lo escucharan, y de paso terminaba con los rumores que aún circulaban entre los estudiantes.

—Es cierto que mi padre me ordenó terminar con Huening Kai porque quería que me relacionara contigo, Jungkook, pero yo me negué. Nunca vi más allá de ti, no me interesa tu dinero, para mí ya es suficiente, no soy tan ambicioso como mi padre —comenzó, viendo el rostro de Jungkook algo dudoso, lo que parecía indicar que estaba al menos analizando sus palabras—. Sabes que mi madre no te mentiría, puedes preguntarle a ella.

—¿Por qué debería creerte? —cuestionó alzando una ceja.

—Porque sabes que te amo.

El menor abrió los ojos sorprendido por la repentina confesión. Si bien eran novios, hasta ahora Jimin solo le había dicho "te quiero". Jamás esperó esa respuesta de parte de Park, y en un principio estaba completamente dispuesto a decirle que se alejara de él, pero allí estaba ahora, buscando pretextos en su mente a ese vídeo, y realmente considerando darle una oportunidad a Jimin.

«Ciertamente, el amor te vuelve un poco estúpido», pensó, frunciendo los labios.

—Nada de lo que vivimos fue una mentira y lo sabes —se acercó, tomándole una mano al notar que con lentitud, ese muro que había levantado Jungkook se iba destruyendo. La mano libre del menor la puso sobre su propio pecho—. Los besos, las citas, los "te quiero" ¿te parece que tengo la capacidad para actuar tan bien? Haces que mi corazón se acelere con una simple mirada ¿Lo estás sintiendo? ¿Puedo fingir algo así?

Los ojos de Jungkook se cristalizaron, y pronto varias lágrimas estuvieron surcando su rostro sin ningún tipo de inhibición. El rubio se quedó en shock por un momento, su nerviosismo aumentando al escuchar los sollozos del menor. Jamás pensó que sus palabras lo conmoverían tanto al punto de hacerlo llorar, pues tenía claro que Jeon no era de mostrar tan fácilmente sus sentimientos.

—¡Te odio, estúpido! —golpeó su pecho sin fuerza, bajando la cabeza para que no lo vieran llorar. El mayor sonrió tímidamente, rodeando su anatomía con sus brazos y dejando un beso en su sien. El ojigris no lo pensó dos veces para enterrar el rostro en su cuello, soltando sollozos bajos mientras apretaba la camisa contraria entre sus manos. Se sentía sobrepasado por esa oleada de sentimientos que atacaba su mente—. Me hiciste llorar frente a todos.

—Te amo, Pastelito —susurró en su oído, acariciando con ternura sus negros rizos.

[...]

—Sabía que no le agradaba, pero llegar al extremo de decir que me cortaría...a mini Jimin y lo colgaría en la puerta de su mansión es un poco...demasiado radical —miró al menor enfurruñado cuando este soltó una gran carcajada.

—¿Qué más esperabas? Te metiste con su tesorito —se encogió de hombros mirándolo con una sonrisa ladina—. No te preocupes por eso, yo hablaré con él.

—Jeon Gongyoo es aterrador —aseguró, recibiendo otra carcajada por parte del contrario—. Hablo en serio, a partir de ahora nos veremos en mi casa.

—Si claro, y terminar ganándome el odio de mi suegro cuando lo vea y le diga que es un hijo de-

Los labios del rubio sobre los suyos interrumpieron el insulto destinado a Park Seung. Se dejó llevar a pesar de que estaban en la salida de la preparatoria, porque después de un par de días sin haber recibido un beso de su parte, debía admitir que había extrañado los labios expertos del mayor junto a los suyos. Su manera tan dulce y al mismo tiempo apasionada de besar iba a ser su perdición.

—Recuerda que sigue siendo mi padre —dijo dejando un último besito sobre sus labios.

—Jungkook...¿podemos hablar?

Ambos se voltearon, observando a Eunwoo mirarlos seriamente. Jungkook soltó un suspiro disimuladamente. No quería seguir con esa situación, había sido un buen amigo con él, por esa razón deseaba que el castaño pasara página y se olvidara de él, sin embargo, Eunwoo parecía no querer darse por vencido; y era su deber hacerle entender de una vez que su corazón le pertenecía solo a Jimin.

—Él no tiene nada que hablar contigo —Park se puso a la defensiva, poniendo al ojigris detrás de él.

—Bien, hablemos, Eunwoo.

—¡Oye! —se quejó, cruzándose de brazos cuando Jungkook se alejó de él para ir con Eunwoo.

—Deja el drama Jim, y espérame aquí, vayamos a una cita luego de esto.

La gran sonrisa que le dio el chico le hizo imposible enojarse, así que no le quedó más que fingir, cruzándose de brazos y haciendo un puchero. Los observó conversar tranquilamente a un par de metros, pensando en lo afortunado que era por ser él el escogido por Jeon.

Se puso a idear mentalmente una forma de hacerle saber lo mucho que le importaba y lo feliz que le hacía tenerlo nuevamente a su lado. También serviría para relajarse un poco y dejar atrás todo lo que habían pasado.

Un par de minutos después ambos chicos se despidieron con un corto abrazo, y Jeon se acercó a él, tomando su mano para marcharse juntos. No le contó de lo que hablaron, pero si le dejó en claro que había resuelto todo con Cha.

—Esta noche pasaré a buscarte, así que libera tu agenda para mí por un par de horas —bromeó, entrelazando sus dedos con los del pelinegro.

Ambos estaban disfrutando una malteada con galletas de chocolate en una pequeña y sencilla cafetería cercana a la escuela.

—¿Planeas enfrentarte hoy mismo a la ira de Jeon Gongyoo?

—Deja de burlarte ¿quieres? Tu padre definitivamente es aterrador.

[...]

Su madre lo observaba mientras terminaba de empacar todas las cosas en una gran canasta de madera. Se habían pasado toda la tarde cocinando un montón de cosas para la cita que Jimin había planeado. Se había sentido muy alegre cuando su hijo le pidió ayuda.

El rubio llegó a la conclusión de que sería romántico hacer un picnic a la orilla del río Han, donde podrían observar las estrellas y disfrutar de la brisa fresca de la noche. Tal vez si buscaba un buen lugar, podrían observar desde la lejanía las luces de la Torre Namsan.

—Estoy feliz de que Jungkook y tú hayan arreglado las cosas —dio un salto en el lugar al escuchar la voz de la mujer—. Tu padre...sé que puede llegar a ser un poco...ya sabes, pero el te quiere Jimin, y muy a su forma, solo desea que tengas tu futuro asegurado.

—Puede ser, mamá, pero no pienso perdonarlo tan fácil —puso un pañuelo grande sobre los alimentos y se enganchó la cesta en el antebrazo—. A Jungkook yo...lo amo mucho, no había sido tan feliz desde Taemin, y el casi arruina eso.

—Te entiendo, Jimin, pero piensa un poco en lo que te dije ¿sí?

—Está bien —besó la frente de la mujer, sonriéndole después—. No me esperes despierta ¿ok?

Recibió un asentimiento en respuesta antes de marcharse. Dejó la cesta en los asientos traseros de su auto, y se dirigió a la mansión de los Jeon a buscar a su novio. Estaba nervioso, no podía negarlo, aún seguía pensando en como reaccionaría Gongyoo al verle. Solo esperaba que Jungkook hubiera hablado ya con él.
Sabía ya que cualquier tipo de relación entre ambas empresas sería imposible, pero eso no podía importarle menos. Mientras el señor Jeon entendiera que el interesado era solo su padre, para él estaba bien.

—Buenas noches —saludó cuando la puerta de la mansión fue abierta por la misma empleada de siempre—. Vengo por Jungkook.

—¡Oh, claro, joven Jimin! El señorito Jungkook lo está esperando —se hizo a un lado dejándole pasar.

Inspiró profundo, caminando hacia el salón principal que ya conocía de memoria por las tantas veces que había ido a esa casa. Los señores Jeon junto a Jungkook se encontraban allí, sentados en silencio. Suponía que esperando para hablar con él.

—Buenas noches Nayeon, señor Gongyoo.

Jungkook se puso de pie, caminando hacia él para terminar apretando sus brazos alrededor de su anatomía en un cálido abrazo. Se sorprendió un poco por la acción, pero no dudó en corresponderle, cerrando sus ojos al sentir el dulce perfume del menor inundar sus fosas nasales.

—Voy a confiar en mi hijo, Jimin —habló el Jeon mayor cuando se separaron—. Si el considera que darte otra oportunidad es lo más conveniente, voy a respetar su decisión.

—Le juro que mis sentimientos por Jungkook sin sinceros, señor Jeon —aseguró con voz decisiva y el hombre solo asintió.

—Cuida bien de mi hijo ¿sí?

—Con mi vida —aseguró, entrelazando sus dedos con los del más bajo, mirándolo con una gran sonrisa.

Se marcharon sin más demora, con un Jimin coqueto elogiando lo hermoso que se veía su novio esa noche. Jungkook siempre era precisoso a sus ojos, pero ese día se veía excelso*.
El recorrido hacia el lugar escogido había sido tranquilo y relativamente rápido. Habían hablado un poco y disfrutado de la música que pasaban por la radio.

Una vez allí, se encargó de bajar la cesta y poner una manta sobre la hierba. El lugar era pacífico y solo ellos dos estaban en él. El viento suave hacía sonar las hojas de los árboles, y de vez en cuando se podía escuchar el grillar de los pequeños insectos.

—Se pueden ver las estrellas desde aquí, es hermoso —comentó asombrado el pelirizado observando hacia el firmamento.

—Me comentaste una vez que te gustan, así que por eso escogí este lugar —besó su sien antes de sentarse sobre la manta—. ¿Quieres probar la comida?

—¿No terminaré en el hospital por una intoxicación alimentaria? —cuestionó a modo de broma, recibiendo un pequeño golpe en el hombro por parte del mayor.

—La hice con ayuda de mi madre, tonto —aclaró, haciendo un puchero después. Jungkook soltó una risita antes de besar sus labios castamente, pero fue atrapado por Jimin, quien no dudó en profundizar un poco más el intercambio.

—¡Ya déjame comer, tengo hambre! —se quejó cuando el rubio por fin lo dejó libre.

Jimin solo sonrió inocente, procediendo después a sacar los distintos recipientes. Jungkook abrió los ojos al ver la variedad de platos que su pareja se había tomado la molestia de preparar, todos siendo parte de la culinaria nacional. Había un poco de japchae¹, también tteokbokki² y kimbap³; y como postres, bungeoppang⁴ y hotteok⁵. La boca se le hizo agua al ver la buena pinta que tenían.

—Mmm —soltó un sonidito de gusto al dar el primer bocado, haciendo reír un poco a Jimin.

Comieron entre bromas y conversaciones tontas hasta que se acabaron toda la comida. Jungkook debía reconocerlo, su novio tenía talento para la cocina, todo había quedado delicioso. Sonrió, sintiéndose feliz de tener ese momento con el mayor. Todavía le costaba creer lo mucho que Jimin se había metido en su sistema.
No pudo evitar observar su perfil, admirando sus preciosas facciones y marcada mandíbula. Los cabellos rubios caían agraciados sobre su frente, siendo movidos por la suave brisa. Jimin era un ángel, su ángel.

Si tan solo pudiera decírselo tan abiertamente...

—¿Por qué me miras así? —preguntó al notar su insistente mirada.

—Es que...todavía me pregunto cómo alguien tan increíble como tú se pudo fijar en alguien tan difícil de tratar como yo —profirió, inclinando su tronco hacia atrás, apoyando sus manos en la hierba mientras observaba el cielo estrellado.

—Todos tenemos defectos, Gguk, y eso no quiere decir que no podamos ser amados tal y como somos —acarició su rostro con cariño, dejando un par de besitos en su mejilla con ternura—. Te amo tal y como eres, Pastelito.

Él en verdad quería decirle lo mucho que significaba en su vida. Sabía que estaba cambiando, sus padres se lo habían dicho pero él ya lo había notado desde hace un tiempo. Ahora se relacionaba mucho mejor con las personas y le era más fácil expresar sus emociones, aunque no lo hiciera a través de palabras, sino con acciones.

—Yo...yo también te amo tal y como eres.

Jimin sintió como su corazón se aceleró en ese instante, era la primera vez que Jungkook le decía que lo amaba, y juraba que estaba a punto de experimentar un paro cardíaco. Todo su cuerpo cosquilleaba ante la sensación tan bonita que le causaba el saber que era correspondido de igual forma. Aún así, escindió su emoción y se mostró tranquilo, no queriendo hacer sentir mal a su pareja por no haberlo dicho antes.

—Que cursi —rió al ver el rostro ofendido del menor, que se cruzó de brazos indignado al escucharlo decir aquellas palabras.

—Me pongo romántico por un día y tú vienes y lo arruinas —contestó enfurruñado.

—Anda, ven aquí.

Lo haló hacia él, haciendo que la espalda del pelirizado se apoyara en su pecho, abrazándolo mientras dejaba un reguero de besos en su mejilla, oreja y cuello. Jeon soltó un suspiro extasiado, acomodándose mejor contra su cuerpo y apoyando su cabeza en su hombro, mientras se deleitaba observando la luna.

—Canta algo para mí —pidió al rubio sin mirarlo.

—No soy el mejor cantante, pero si mi Pastelito lo pide no puedo negarme —pensó por unos segundos, soltó un carraspeo y luego comenzó a cantar.

It's just another night,
and I'm staring at the moon
So I saw a shooting star and thougth of you
I sang a lullaby by the waterside
And knew if you were here
I'd sing to you
You're on the other side
As the skyline splits in two
I'm miles away from seeing you
I can see the stars from America
I wonder...Do you see them, too

So open your eyes and see
The way our horizons meet
And all of the lights will lead
Into the night with me
And I know these skys will bleed
But both of our hearts believe
All of these stars will guide us home.

Poco a poco fue disminuyendo el sonido de su voz hasta terminar siendo inaudible. El menor se quedó callado por varios segundos, pero después se separó, sentándose de frente y mirándolo fijamente a los ojos. Comenzó a aplaudir de pronto, con una gran sonrisa formándose en su rostro.

—No sabía que cantabas tan bien —comentó sorprendido—. Tu voz es preciosa.

—Gracias —murmuró avergonzado, llevando una mano a su nuca y bajando la cabeza para intentar ocultar el sonrojo en sus mejillas—. ¡Oh! ¡Mira, una estrella fugaz, pidamos un deseo!

Ambos cerraron los ojos por un momento, pensando en lo que podrían pedir. Ambos sabían que eso solo era cosa de niños, pero en ese momento tan mágico no estaba de más tener un poco de fe.

—¿Qué pediste? —cuestionó curioso Jungkook.

—Nada, cuando cerré los ojos caí en cuenta de que soy feliz con lo que tengo ahora, no necesito nada más —sonrió—. ¿Tú que pediste?

«Estar junto a ti por mucho tiempo», pensó para sus adentros.

—Nada —contestó en cambio, acomodándose nuevamente entre los brazos del más alto.

Habían pasado por tanto para llegar hasta ahí, que parecía poco creíble que en realidad haya sucedido todo eso. Aún recuerda como llegó a la escuela hace meses, pero pareciera que ya habían pasado años desde que se conocieron. Si bien al inicio estaba un poco renuente con la mudanza a Corea, ahora le agradecía a su padre el haberlo obligado, pues gracias a eso había conocido a su primer amor.











Excelso*: Dicho de una persona o de una cosa: De singular excelencia.

Japchae¹: es un plato de fideos de batata dulce salteados con verduras y carne.

Tteokbokki²: son palitos de arroz picantes, ideales para llevar en un recipiente hermético.

Kimbap³: es un rollo de arroz con ingredientes como verduras, huevo y carne, todo envuelto en algas nori.

Bungeoppang⁴: son pasteles en forma de pez rellenos de frijoles dulces o crema.

Hotteok⁵: son panqueques rellenos de miel, canela y nueces.

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