Capítulo 17
Unas cuantas semanas pasaron con total tranquilidad, podía definirse como lo que muchos catalogaban como "la calma antes de la tormenta", y tal vez, tenían toda la razón con esa frase.
Huenung Kai, observando desde lejos, no podía estar más feliz por lo que estaba a punto de hacer. No soportaba la manera en la que todos admiraban a Jungkook ahora, mientras que de él aún comentaban rumores y chismes. Había estado esperando el momento perfecto para hacer explotar la bomba, pero ya no aguantaba ver a la parejita tan feliz, por eso estaba dispuesto a poner en marcha su plan en ese mismo instante.
—Debes estar feliz, te has vuelto el chico más popular de toda la escuela —se acercó a la mesa de ambos, apoyando las manos en su cadera mientras los miraba desde arriba.
—No otra vez, por favor —murmuró el pelinegro con una mueca de fastidio en el rostro.
—Supéralo ya, Kai —profirió Jimin, dándole la espalda después e ignorando su presencia.
—Les prometí que me vengaría, y eso pienso hacer —jactarse de tal forma solo llamó la atención de los demás estudiantes, que permanecieron observando a los tres chicos—. No dejaré pasar todo lo que me hizo este idiota, y tú también me las pagarás, Jimin.
Jungkook, que hasta el momento se había mantenido calmado en su lugar, se puso de pie tranquilamente, tomando su bandeja de comida en las manos. Ese estúpido pelirrojo ni siquiera lo dejaba tener un almuerzo en paz.
—Creo que no recuerdas lo que te pasó la última vez que me llamaste idiota —una sonrisa maliciosa se abrió pasó en su rostro, y Jimin sintió un escalofrío recorrerle toda la columna vertebral. Nada bueno estaba a punto de pasar, eso era seguro—, pero con gusto te lo vuelvo a recordar.
Toda la comida que quedaba en la bandeja fue a parar al rostro y ropa de Kai. Las expresiones asombradas y los murmullos de críticas no se hicieron esperar.
—Se lo merecía —comentó una chica.
—¿Cuando va a aprender la lección? —cuestionó alguien más.
—Entiende de una vez que entre nosotros no hay punto de comparación, es tonto que lo intentes.
Jeon habló con superioridad y el rubio alzó las cejas sorprendido, desde hacía mucho no lo escuchaba hablar ni comportarse de tal forma, y admitía para sí mismo que en lo más profundo de su ser, ese Jungkook cruel y desinteresado le encantaba; aunque aún así seguía prefiriendo el nuevo Jungkook que se dejaba mimar por él y que sonreía más seguido.
«¡Ya verás, maldito narcisista», pensó Kai apretando los puños.
—Tienes razón...pero al menos yo si estaba consciente de que Jimin estaba conmigo por la empresa de mi padre —soltó con sorna, y al instante el ceño del menor se frunció, dándole un mirada confusa a su novio, que se mantuvo inmóvil en su lugar.
—Eso no es cierto —negó con la cabeza, siendo eso más para convencerse a sí mismo.
—¡Oh! ¡Sí qué lo es! —soltó una gran carcajada, dándole play al video y dejando escuchar la conversación entre Park Seung y su propio padre—. Jimin no está enamorado de ti, Jungkook, solo te está usando. Tu pareja solo es un títere de sus padres...¡Ups! ¿Debería decir ya, ex-pareja?
La mirada furiosa del menor sobre su persona lo hizo encogerse en su sitio. Sin embargo, Jimin enseguida se puso de pie e intentó tomar sus manos, pero solo recibió un manotazo de parte de su novio. Su corazón latió rápido en su pecho ante la repentina amenaza de perder a la persona que quería.
—Te juro que eso no es cierto, Gguk, sabes que en verdad te quiero.
—Ya no sigas mintiendo, Minnie, tu propio padre lo dijo —comentó con tono chantajista Kai, sonriendo ladinamente al tener la mirada iracunda del de ojos acaramelados sobre él.
—¡Cierra la boca! —exclamó con la mandíbula apretada, sintiendo asco por el apodo con el que había hecho referencia a él.
Jungkook mordió su labio inferior sintiéndose sobrepasado con la reciente información. La decepción estaba embargando cada parte de su cuerpo. Se suponía que era en extremo inteligente ¿cómo nunca notó los verdaderos intereses de los Park? Cayó en su red como un estúpido amateur y se dejó llevar por todas esas lindas sensaciones que le causaba Jimin, por las estúpidas mariposas en el estómago y la descarga eléctrica que le erizaba la piel cada que lo besaba dulcemente o le tomaba de la mano en la calle.
—No te atrevas a tocarme —espetó cuando el rubio hizo un nuevo intento de acercarse, mirándolo con clara decepción marcada en sus grisáceos orbes—. Pensé que eras diferente.
Dio media vuelta y se marchó del comedor, ignorando los murmullos de los demás estudiantes. Park no dudó en seguirlo, alcanzándolo poco después en uno de los pasillos, que agradecía que estuviera completamente vacío, pues así podrían hablar mejor. Debía aclararle que él no tenía el mismo pensamiento de su padre y que sus sentimientos por él eran más que verdaderos.
—¡Gguk, espera!
—¡Déjame en paz! —se volteó de golpe, dejando en evidencia la solitaria y traviesa lágrima que corría por su mejilla.
—Te estoy diciendo la verdad, Gguk, tienes que creerme.
—¡¿Qué te crea?! ¡Escuché claramente lo qué dijo tu padre! —gritó, sintiendo su garganta cerrarse y su corazón latir dolorosamente rápido en su cavidad torácica—. ¡Dijiste qué entendías qué la gente se acercara a mí por dinero porqué contigo era igual, pero no fue más qué una jodida mentira! ¡Eres un hipócrita, Jimin!
El mencionado mordió su labio inferior sintiendo sus ojos cristalizarse ante el repentino miedo que comenzaba a adueñarse de su anatomía. Miedo a que Jungkook no le creyera y se alejara de él. Miedo a no poder besarlo otra vez, a no poder tomar su mano, a no verlo sonreír tan hermosamente como lo hacía hace solo unos minutos. Miedo a perderlo por completo.
—Sabes que nada de eso es cierto, estar a tu lado para mí nunca fue obligatorio y lo sabes, estás consciente de ello aunque ahora no quieras verlo, Gguk.
—No puedo creerte, Park, lo que sea que teníamos, ya sea una relación o un negocio entre empresas, se terminó.
Aquello lo había dejado en tal shock que no fue capaz de seguirle cuando el menor siguió su camino. Una vez estuvo fuera de su campo de visión dejó salir las lágrimas, que caían a borbotones de sus ojos. Golpeó con su puño uno de los casilleros, mordiéndose el labio inferior para evitar gritar de la frustración y el enojo que sentía.
—Es mejor que lo dejes por ahora —la voz de su mejor amigo lo hizo sobresaltar—. Está enojado y dolido, una vez que ambos tengan la cabeza fría deben conversar.
—Lo que dijo Kai es mentira, en verdad estoy tan enamorado de él, Tae—sollozó, sintiendo como ponía una mano en su hombro a modo de consuelo.
—Lo sé, Jimin, pero seguirlo ahora solo empeorará las cosas.
Necesitaba marcharse de allí, no quería permanecer en esas condiciones en la escuela, así que sin siquiera pedir permiso se marchó a su casa. Entró cabizbajo, no queriendo que los empleados o su madre notaran su estado tan deplorable, sin embargo, al entrar al salón principal y ver al causante de su desdicha leer tranquilamente la prensa, una inmensa ira nubló su razón.
—¡Todo es tu maldita culpa! —se acercó, arrebatándole el periódico de las manos y agarrándolo por el cuello de su pulcra camisa—. ¡Te dije qué estaba enamorado de él y aún así lo jodiste!
Los gritos llamaron la atención, y a los pocos segundos vio a su madre entrar corriendo, seguida de un par de empleados. Al ver la situación esta llevó ambas manos a su boca soltando un jadeo de sorpresa.
—¡¿Qué estás haciendo, hijo?! ¡Suelta a tu padre!
Park Seung se apartó cuando el agarre de su hijo se aflojó, acomodando su camisa con calma bajo la enfurecida mirada del menor.
—No comprendo de que me acusas.
—¡¿De qué te acuso?! ¡De tu conversación con el padre de Huenung Kai! ¡La grabó y se la mostró a Jungkook!
—¿De qué está hablando, Seung? —preguntó Shinhye claramente confundida, al no tener idea de lo que su esposo e hijo hablaban.
—Perdí al chico que amo por tu culpa —masculló, sientiéndose más cansado que enojado en ese momento—. Lo único que me alegra es que, si había aunque sea una mínima oportunidad de hacer negocios con los Jeon, esta ya no existe. Espero y ahora estés contento.
[...]
Bajó las escaleras, notando la presencia de su esposa en la sala de estar principal, leyendo tranquilamente una revista de moda. Terminó con la distancia entre ambos acercándose por detrás en silencio, apoyando ambas manos en sus hombros y dejando un beso en su sien.
—Cariño, me asustaste —le reprochó, llevando una mano a su pecho.
—Lo lamento —se disculpó con una sonrisa, sentándose a su lado.
Había un tema del que quería hablar con ella, pero hasta ahora no había encontrado el momento adecuado para hacerlo. El trabajo los mantenía ocupados, y cuando tenían tiempo libre ya Jungkook se encontraba en casa y debían darle atención, además de que no quería que por casualidad este los escuchara conversar.
—Nayeon...¿estás de acuerdo con la relación de Jungkook con el hijo de los Park? —cuestionó, viendo a la mujer cerrar la revista y prestarle completa atención.
—Jimin es un buen chico, me parece perfecto para nuestro hijo —respondió, notando en el rostro de su esposo que no estaba de acuerdo con su respuesta—. ¿Por qué lo preguntas? ¿A ti no te agrada?
—No es eso, tienes razón, él es un buen chico...pero tengo miedo de que Jungkook termine lastimado, él no tiene experiencia en esto de las relaciones.
—¿No has visto lo feliz qué se ve? Él sonríe mucho últimamente y eso es gracias a Jimin. Nunca lo había visto de esta manera —profirió contenta, llevando su índice al ceño fruncido de su esposo—. Jungkook debe experimentar y sufrir por su propia cuenta, no podemos evitarle eso.
—Él ya sufrió lo suficiente...
El sonido de la puerta de entrada cerrarse bruscamente interrumpió su conversación. Pasos rápidos se escucharon, y un segundo después Jungkook pasó corriendo frente a ellos para dirigirse a las escaleras, para posteriormente, encerrarse en su habitación.
Ambos se miraron con las cejas alzadas, sorprendidos por la actitud tan extraña de su hijo. Subieron las escaleras y se pararon frente a la habitación del menor, escuchando los leves sollozos que soltaba desde el interior. Nayeon abrió la puerta, encontrándolo tirado en la cama echo un ovillo y abrazando una almohada con fuerza.
—Jungkookie ¿qué fue lo qué sucedió? —se sentó a su lado, presintiendo que el tema del que hablaba anteriormente con su esposo tenía mucho que ver.
La única respuesta que recibió fue un sollozo entrecortado de parte del chico, que segundos después abrazó con fuerza su cintura, escondiendo el rostro en su regazo. El labio inferior de la mujer tembló al verlo llorar de tal manera, y solo alzó su mirada acuosa a la figura de su esposo que yacía parado bajo el umbral de la puerta.
—Lo odio, mamá, no quiero volver a verlo —murmuró con dificultad.
Jeon Gongyoo tenía los puños apretados y la mandíbula tensa. Nunca imaginó que sus pensamientos serían tan certeros.
Para él, Jungkook era su más grande tesoro desde que lo sostuvo en brazos por primera vez, por lo que solo deseaba que la felicidad y la alegría abundaran en la vida de su pequeño. Verlo así de lastimado le hacía querer echarse a llorar junto con él, y al mismo tiempo, ir a buscar al causante de su sufrimiento y darle una golpiza.
Su Jungkookie desde pequeño había sido un niño amoroso y amable con todos, se ganaba el cariño de las personas en pocos segundos por lo adorable que era. Aún recuerda vívidamente como corría a sus brazos con una enorme sonrisa en busca de un abrazo cada que llegaba del trabajo, y también como tuvo que mentirle luego de aquel desastroso suceso. Le hizo creer que siempre había sido así de frío para que no se sintiera culpable por el repentino cambio.
Luego del secuestro, Jungkook se volvió esquivo y retraído, hablando solo lo necesario y siempre con ese rostro neutro, sin querer expresar ningún tipo de emoción. Desde ese entonces su pequeño nunca había vuelto a llorar, al menos no frente a ellos; y a pesar de las múltiples consultas psicológicas que tuvo durante años eso no cambió, y así se había mantenido hasta ese momento.
—¿Estás hablando de Jimin? —preguntó Nayeon dejando delicados mimos en su cabello rizado.
—Me mintió, mamá, yo...pensé que de verdad me quería.
Creo que ya corregí este cap, pero no me acuerdo bien XD
Si ven algún error me dicen.
Bye bye :3
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