七.


—Sigo sin poder creerlo—susurré

—¿Creer que? —preguntó

—Todo, todo esto —dije señalando mi alrededor—Tú

—Xia —tomó mi mano —Nada de esto es real, tu decidirás cuando despertar

—¿Y si ya no quiero despertar? —dije mirándolo a los ojos

—¿Por qué no querrías hacerlo? —ladeo su cabeza y tomó mis manos

—Y si yo —tenía que decirle

Tenía que decirle todo esto que estaba sintiendo. Todo el desorden de emociones que él estaba causando dentro de mi. Qué solo bastaba con ver su sonrisa para saber que estaba bien, para mantenerme tranquila, para ya no sentir miedo.
Tenía que decirle, que efectivamente, me había enamorado.

—¿Tú? —me miró esperando mi respuesta

—Yo...

—¡Renjun! —gritó una mujer detrás mío

—Hana —soltó mis manos y fue con la chica de la voz chillona

—Bebe—sonrió, su sonrisa era tan irritante —Te busqué después de clases, ¿Dónde estabas?

—Yo salí temprano, tenía que hacer algo con Xia —respondió

—¿Xia? —dijo confundida y luego me miró —Oh es la chica con la que almorzabas en la cafetería

No es cierto, la mesera,. ¿Después de todo si se conocían.? O ¿El la llamó después de que le entregara el dichoso papel?

—Si, es ella —sonrió

Maldito Renjun, deja de sonreír así frente a ella.
Yo me largo.
Comencé a caminar dejando a esos dos platicando, estaban tan entretenidos que ni siquiera notaron cuando me aleje. Idiotas

—No puedo creerlo, se supone que pasaríamos la tarde juntos —reclamaba en voz baja mientras caminaba a casa —Eish lo voy a —una melodia interrumpió mis maldiciones. Se escuchaba hermoso, incluso pacífico.

Comencé a caminar hacia aquel hermoso sonido, llegué a una plaza y al centro de está, se encontraba un chico tocando el piano para las personas que estaban a su alrededor.

Me senté en una banca que encontré libre, un tanto alejada de las demás personas, cerré mis ojos, y solo me limite a escuchar cada nota de aquella hermosa melodía.

Abrí mis ojos lentamente cuando note que ya no se escuchaba absolutamente nada, mire a mi alrededor y pude notar que las personas siguieron con su camino, el chico agradecía amablemente a aquellas que le daban dinero, me acerque.

—Eso fue —sonreí —¡Hermoso! —coloqué unas monedas dentro de su sombrero

—Gracias —aquel chico tenía una hermosa sonrisa—¿Quieres que toque algo para ti?

—Oh no, no es necesario —reí avergonzada

—Vamos —tomó mi mano y me llevó con el hacia donde se encontraba anteriormente tocando, me sentó a su lado y comenzó a tocar para mí.

—Vamos, inténtalo —tomó una de mis manos y la coloco en las teclas

—Yo, no sé —comenzaba a ponerme nerviosa

—Tranquila —sonrió, y de alguna manera, su sonrisa me hizo sentir seguridad —Adelante, si no tocas las teclas, no emitirán ningún sonido

No sabia tocar el piano, sin embargo, recordaba perfectamente lo que kun tocaba para mí

_______________

—Fue divertido Jae—dije mientras comía de mi helado

—También me divertí —sonrió —Tenía mucho tiempo sin venir a tocar a la plaza

—Tocas hermoso —dije maravillada

—Gracias —contestó ruborizado —Podría darte clases, si quisieras, por supuesto

—No estaría mal —contesté emocionada

—¡Xia! —oh no, reconocería esa voz en donde fuera —¿Dónde estabas? Te busque por todos lados

—Estaba divirtiendome mientras hablabas con la señorita fastidiosa —contesté

—¿Es enserio Xia? —se formó una mueca en su rostro

—Mmm Bueno, te veré luego, aquí estaré todas las tardes —sonrió

—Gracias Jae, suerte —me despedí y pude visualizarlo a lo lejos, hasta que mi vista lo perdió al momento en que dio vuelta a la cuadra

—¿Quién era? —preguntó serio

—Un amigo—respondí cortante

—¿Cómo puede ser tu amigo? Acabas de conocerlo—dijo alzando un poco la voz

—Ahhh olvídalo —suspiré —Estoy cansada, vamos

_______________

—¿Por qué no sólo me esperaste? —preguntó —Íbamos a pasar la tarde juntos

—Íbamos —respondí, las personas nos veían discutir

—¿Por qué estás enojada? —preguntó desesperado

—¿Por qué tú estás enojado?

—Responde primero, yo hice la pregunta antes

—¿Qué quieres que te diga? —dije fastidiada

—¿Por qué simplemente saliste casi corriendo de ahí? —dijo

—Simplemente por qué si, porque quise hacerlo

—Eso no es suficiente

—Entonces no se que es lo que quieres Renjun —contesté enojada mientras me cruzaba de brazos

—Quiero la verdad —respondió

—Bien —dije en voz alta —¡Porque estoy estúpidamente celosa! ¿Contento?

—¿Qué? —dijo desconcertado

—Cómo escuchaste, no soportaba ver cómo le sonreías a esa chica —suspiré cansada

—Pero ella no significa nada comparada contigo —respondió

—¿Cómo puedo creer eso? —pregunté

—Por qué es la verdad —contestó

—No puedo creerla

—¿Y si te digo que te amo!...¿Me creerías?

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