Capítulo XIII: Juntos.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hinata y Obito estaban caminando por la aldea, decidieron hacer las compras para el mes, era algo extraño pero lindo a la vez, antes era ella quien salía sola para hacer esas compras, pero ahora los dos iban juntos, en algunas ocasiones él tomaba su mano.

Los aldeanos miraban entre curiosos y sorprendidos. Hiro también los acompañaba, pero esta vez su hijo se fue corriendo al puesto de dulces, Obito le dió un beso corto y le dijo que iría a comprar algo importante, ella se despidió con una sonrisa y se quedó a escoger frutas, algunas veces volteaba a ver a Hiro para verificar que estuviera bien.

—¿Hinata?— la Hyūga se giró cuando escucho su nombre y miró sorprendida a la persona que la llamo.

—Naruto-kun— el rubio sonrió y rasco su cuello nervioso.

—Me alegra que hayas vuelto, todos estábamos preocupados por ti— Hinata miró el suelo con vergüenza.

—Lo siento mucho, ya no me iré de nuevo— Naruto volvió a sonreír.

—Eso espero— él suspiro— Lamento lo que ocurrió la última vez que nos vimos, no fue mi intención decirte esas cosas, pero estaba molesto y decepcionado, aunque después de una buena plática con Shikamaru y Sakura, me di cuenta de que yo también tengo la culpa de que lo nuestro no haya funcionado, perdóname por eso Hinata.

La Hyūga negó con una sonrisa— No es culpa de nadie y te perdono, solo quiero que tú también me disculpes.

—Yo también te perdono— los nervios del rubio se alejaron, al final sonrió aliviado—¿Sin rencores?

—Sin rencores— respondió feliz.

—¿Podemos ser amigos de nuevo?

—Claro, eso me haría muy feliz.

Hiro tomo una barra de chocolate y salió corriendo a ver a su mamá, jalo su ropa hasta que ella lo miro— Okasan, cómprame este dulce, por favor.

Naruto abrió los ojos sin poder creer lo que veía— ¿Eres madre?

—Si— le contesto, Hinata dirigió su vista de nuevo a Hiro y sonrió— Está bien, pero debes comer las frutas que llevo, si no lo haces, no volveré a comprarte dulces.

—Esta bien— Hiro dejo el chocolate en la canasta que su madre llevaba y miró al rubio con atención— Hola señor.

—Hola pequeño— Naruto despeinó al niño y este se rió.

—Hiro, él es mi amigo, Naruto Uzumaki— dijo señalando al hombre a su lado— Naruto-kun, él es mi hijo Hiro— el pelinegro agitó su mano para saludarlo— Hiro, ¿Cómo se dice?

El niño lo pensó por unos segundos y después asintió— Mi nombre es Hiro Uchiha, un placer Uzumaki-san.

—¿Uchiha?— murmuró, se quedó viendo detenidamente al niño frente a él, no era tan parecido a Hinata, pero él solo conocía a dos Uchiha y uno de ellos tenía una hija con su mejor amiga, ahora que lo pensaba bien, ese niño era casi idéntico a— El placer es mío Hiro, se nota que eres muy educado.

—Si— el niño asintió varias veces y luego miro a su mamá— Okasan, ¿Puedo ir a buscar a Otôsan?

—Esta bien, pero con mucho cuidado.

—Si— grito antes de correr de nuevo para perderse por los puestos.

—¿Es Obito?

—¿Qué?

—El padre de tu hijo— Naruto la miró fijamente— ¿Es Obito?

Ella desvió la mirada— Si, es él.

—Así que, con él fué.

—Lo siento Naruto-kun, él no sabía que yo estaba saliendo contigo, se molestó mucho cuando descubrió que eras mi novio.

—No te preocupes, solo espero que no te lastime, si lo hace, ya sabes dónde buscarme, yo hablaré con él— el hombre de ojos azules levantó su pulgar, Hinata sonrió más aliviada.

—Gracias Naruto-kun.

Estuvieron hablando por un buen tiempo, Naruto le confesó que estaba a punto de ser Hokage, ella se puso muy feliz por él, Naruto se merecía cumplir su sueño.

Se despidieron y tomaron caminos diferentes, Obito llegó con Hiro sobre sus hombros y la ayudo con las bolsas.

Hinata era la más feliz, su familia estaba unida y la cálida mano de Obito siempre cubría la suya.

—¿Quieres que te ayude con la comida?

—Obito, tú no sabes cocinar— le respondió riendo ligeramente.

Él la miro con algo de rencor— Pero me puedes enseñar.

—Suena interesante— Hinata sonrió y él la imitó.

Hiro jalo el cabello de su padre para llamar su atención— Yo también quiero ayudar.

—También puedes ayudar Hiro.

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Ino estaba acomodando algunas macetas en su tienda, su hijo Inojin la ayudaba y no se separaba de ella.

La campanilla de la entrada sonó pero no se volteó— En un momento.

—Esta bien— esa voz la paralizó, era tan idéntica, sus ojos se cristalizaron e Inojin ladeó su cabeza confundido, Ino se levantó y se dió la vuelta.

Hinata estaba parada en la entrada, cargaba a un niño de aproximadamente la misma edad que su hijo, era idéntico a él con un ligero toque a ella.

—¿Acaso estás loca?, ¿Por qué te fuiste tan de repente?, No te mire por cuatro años, estaba muy preocupada por ti— los gritos y sollozos de Ino la hicieron sentir culpable— No viniste a mi boda.

—Lo siento mucho Ino, te contaré todo después— Hinata se acercó a ella y le dió un abrazo.

—Nunca vuelvas a hacer eso.

—Ya no lo haré.

—Mira— Ino limpio sus ojos y acercó a Inojin— Él es mi hijo, su nombre es Inojin.

—Mucho gusto— Inojin sonrió y extendió su mano, Hinata le dió un saludo.

—También  es un gusto conocerte— Hinata sonrió e hizo que Hiro dejara de esconderse en su cuello para que lo pidieran ver, desde que Ino comenzó a gritar, su hijo se escondió por el temor— Él es mi hijo Hiro.

—B-buenos días, mi nombre es Hiro Uchiha, es un placer conocerlos— dijo nervioso.

—Pero si eres idéntico a tu padre— Ino apretó sus mejillas mientras Hiro intentaba sonreír— Aunque también te pareces un poco a Hinata.

—Gracias.

—Veníamos por flores blancas— Ino asintió y le organizo unas flores, Hinata pago y se quedó a conversar con ella por otro rato.

—¿Entonces tú y él?

—Estamos viviendo juntos.

—¿No han formalizado nada?

—Me pidió que lo intentemos de nuevo.

—Ya veo, ¿Comenzando de nuevo?

Hinata asintió— Está vez haremos las cosas bien.

—Me alegro por eso Hinata, mereces ser feliz.

—Gracias Ino, te prometo que vendré a visitarte mañana.

Hinata y Hiro se despidieron y fueron de regreso a su casa.

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Obito terminaba de cortar algunos girasoles, su familia llegó con unas flores blancas, Hiro corrió hacia él y sin importar que tuviera tierra en las manos se lanzó a sus brazos.

—Otôsan, ¿A dónde vamos?

—A visitar algunos amigos.

Obito lo cargo y beso sus mejillas, se acercó a Hinata y beso su frente, ella se sonrojo y lo ayudo con los girasoles. El Uchiha bajo un momento a Hiro para lavar sus manos, camino con su familia a la salida y cerró la puerta con llave. Cargo a Hiro con un brazo y con su mano libre tomo la mano de Hinata, ella lo miró con dulzura y beso su mejilla.

—Los amo.

—Yo también los amo.

Al llegar al cementerio, Obito bajo a Hiro, los tres fueron a dejar las flores blancas a Rin, el Uchiha le dió las gracias. Hinata se fue para acomodar los girasoles en la tumba de su primo Neji, Obito estaba detrás de ella, Hiro soltó su mano y se acercó a ver a su mamá, Hinata no pudo retener sus lágrimas, había pasado cuatro años sin visitarlo.

—¿Por qué lloras Okasan?

—Es que tenía mucho tiempo sin ver a tu tío Neji— murmuró entre sollozos.

—¿Por qué él no está aquí?— Obito se tenso al escuchar a su hijo.

—Él se sacrifico por las personas importantes para él— Hiro limpio con sus pequeños dedos las lágrimas de su mamá— Estoy segura de que le habría encantado conocerte.

A Obito se le partía el corazón al ver aquella escena. 

Hinata se puso de pie y cargo a su hijo, abrazo a Obito y dejó que él recargara su mentón en su cabeza.

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Hanabi había llegado temprano por Hiro, quería presentárselo a todos en el Clan.

Obito ayudaba a Hinata con el almuerzo, entre risas y sonrisas terminaron sentados en la mesa, la comida fue silenciosa al principio, hasta que comenzaron a platicar sobre Hiro, Hinata le decía como fue su embarazo y los primeros años de su hijo.

Después del almuerzo, ambos lavaron los trastes sucios y todo lo que ensuciaron. Hinata fue a cepillar sus dientes después de Obito.

No se dió cuenta de en qué momento termino tomando una ducha junto a él, la primera vez que estaban tan cerca después de tanto tiempo. 

Obito la cubrió con una toalla y seco su cuerpo, la ayudo a vestirse y dejó que ella hiciera lo mismo con él.

Hinata estaba sentada en la cama, cepillaba su cabello y miraba como Obito buscaba entre sus cajones, el saco algo y lo escondió en sus manos— Cierra los ojos.

Ella obedeció con una sonrisa en el rostro— ¿Qué es?

—¿Recuerdas que te dije que iba a comprar algo importante?— Hinata asintió, sintió como él se sentaba a su lado y sonrió— Abre los ojos.

Ella los abrió y miró como le extendía un anillo plateado con una pequeña pero linda piedra en el centro— Obito— murmuró conmovida.

—¿Qué dices?, ¿Quieres compartir el resto de tu vida conmigo?

Sus ojos se llenaron de lágrimas, asintió sin poder hablar y dejó que Obito le pusiera el anillo, lo abrazó emocionada y lo beso fuertemente, él poso sus manos en su cintura y disfruto del contacto de sus labios.

—Te amo.

—Yo te amo aún más.

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¿Qué les pareció?

Yo lo sentí un poco corto xd

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Nos vemos en la próxima actualización 😊

Qué tengan un lindo fin de semana 🤗

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