1. Tipos de editoriales

Un aspecto fundamental en que fijarse a la hora de buscar editoriales para tu libro es el tipo de edición que estas realizan, ya que su forma de trabajo condicionará todo el proceso para que el manuscrito vea la luz. ¿Y en qué consiste este proceso? En una serie de procesos combinados: la corrección ortotipográfica, la corrección de estilo, el diseño de cubierta, la maquetación, la promoción y (en algunos casos) la preventa.

Corrección ortotipográfica: tal vez sea la primera idea que se nos venga a la cabeza. El manuscrito se llama así porque, para convertirse en libro, debe atravesar una metamorfosis. En esta transformación, por mucho que sacásemos un 10 en los controles de ortografía de Primaria y dominemos la gramática y la sintaxis del castellano, siempre habrá algún error que deba pulirse, ya sea un leísmo, una estructura no del todo correcta o una tilde tonta que se nos olvidó teclear. Somos personas y cometemos errores; este tipo de corrección se encarga de subsanarlos.

Corrección de estilo: a este tipo de corrección la llamo la «literaria». Si la corrección ortotipográfica se encarga de los aspectos normativos, la de estilo se enfoca en que tu manuscrito presente una redacción fluida y estilística, más elegante. Esta fase se ocupa de que lo que has escrito tenga mayor valor artístico que la redacción que escribiste el octubre pasado sobre la extinción de los dinosaurios.

Diseño de cubierta: la portada. Dependiendo de la editorial, esta será creada por un ilustrador, ya sea freelance o miembro fijo de esta, o se formará mediante un banco de imágenes. Actualmente, algunas editoriales están creando portadas con inteligencia artificial (IA) generativa, lo cual ha levantado polémicas a lo largo y ancho de todo el sector literario. Cabe señalar que, dependiendo de cada caso, puede ser el autor quien cree la portada.

Maquetación: en este proceso se da forma al libro. Aglutina el conjunto de pasos a través de los cuales tu documento .docx entregado en Times 12 con interlineado 1'5 en tamaño A4 se convierte en un libro bien presentado y con unas dimensiones de página más aceptables para tu bolso o mochila. Hecha la maquetación, el libro se envía a imprenta.

Promoción: la publicidad del libro. De poco sirve atravesar todo el proceso editorial si no se le va a dar presencia al libro por medio de diferentes canales. La vía de promoción más rápida y obvia son las redes sociales, tanto del autor como de la editorial; también hay firmas de libros; presentaciones en librerías; presencia en eventos como la Feria del Libro, etc. Dependiendo del formato de la editorial, la promoción será responsabilidad del autor, de la editorial o de ambos (aunque, en la práctica, el autor siempre deberá participar en la promoción, aunque no exista obligación de hacerlo).

Preventa: no aplica en todas las editoriales, pero es habitual en las de pequeño tamaño. La preventa es un período de tiempo previo a la publicación del libro donde se realizan reservas de ejemplares, a menudo con el aliciente de conseguir una edición especial con regalos, tales como marcapáginas o fichas de personajes. En muchos casos, la preventa forma parte de la promoción del libro; en tantos otros, ciertas editoriales no del todo confiables se aprovechan de ella para hacer crowdfunding a costa del autor. Hablaremos de esto cuando discutamos las red flags editoriales que debes tener en cuenta.

Y diréis:

Mu bien, Chiri, pero ¿cuándo nos vas a hablar sobre los tipos de editoriales que existen? ¡¿El título era bait?!

Ya voy, ya voy. Entenderéis que antes de entrar en materia tenía que aclarar unos cuantos conceptos. Además, soy profesora y estudio un Máster, así que la vida me exige enrollarme tanto como mis dedos me permitan teclear para que mis marcos teóricos no ocupen menos de tres páginas en formato APA 7.

Al grano: a día de hoy, existen tres grandes tipologías de edición: autoedición, coedición y edición tradicional. Las desarrollaremos a continuación.

1. Autoedición

Si estableciésemos una comparativa entre el mundo laboral y el literario, los autores que autoeditan serían el equivalente a los autónomos. En la autoedición, cada autor conserva la totalidad de sus derechos sobre la obra y cobra cada venta de forma íntegra, pero también es quien se encarga de dar promoción a su libro y de colocarlo en las estanterías de cada casa.

El mundo de la autoedición es muy amplio. Aunque existen plataformas como Amazon, donde cada autor puede publicar su obra siguiendo una serie de pasos en su página web, también hay editoriales especializadas en autoedición que proporcionan servicios editoriales a cambio de una suma de dinero, tras lo cual cada autor se hará responsable de los ejemplares.

Grosso modo, así funciona. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones muy importantes a la hora de firmar un contrato con esta forma de edición de manuscritos.

Primero. La autoedición es una opción para cualquiera y a la vez no lo es; de media, deberás desembolsar un mínimo de 1.000€. Todas las editoriales de autoedición (sin excepción) cobran a los autores por los servicios de corrección ortotipográfica y de estilo, la maquetación y la impresión de los libros. Por otro lado, si decides autopublicar en Amazon y quieres que tu libro cumpla con unos mínimos estándares de calidad, deberás contratar los servicios de un corrector ortotipográfico freelance (cuyas tarifas también rondan los 1.000€), un ilustrador para tu portada, unos servicios de impresión bajo demanda...

Segundo. La gran desventaja de la autoedición es que la presencia mediática del libro depende del autor y de su capacidad de publicitar su obra: aunque algunas editoriales prometen promoción y distribución en tiendas, en última instancia siempre es el autor quien debe responsabilizarse sobre su criatura. Lo mismo aplica con Amazon, debido a la gran cantidad de obras publicadas en la plataforma.

2. Coedición

La coedición es un concepto complejo. En principio, supone el paso intermedio entre la autoedición y la edición tradicional y, en ella, la editorial y el autor comparten gastos, beneficios y compromisos respecto al libro.

Sin embargo, dado que en ocasiones la línea entre la coedición y la autoedición es muy fina y tampoco existe un consenso sobre qué es exactamente la coedición, hay empresas que ofrecen servicios editoriales de autoedición disfrazados de coedición. Por este motivo, la opinión general sobre la coedición es bastante negativa; no por la coedición per se, sino por malas praxis editoriales. De nuevo, expandiremos el tema en el apartado de red flags editoriales.

3. Edición tradicional

Como indica el nombre, es la forma de publicación con mayor trayectoria histórica. El principio fundamental de esta forma de edición es el siguiente: el autor NO debe pagar por su libro. Por tanto, si una editorial se vende como tradicional pero pide una aportación económica, está mintiendo.

La mayoría de grandes editoriales en español son tradicionales: Penguin Random House, Grupo Planeta, Grupo Anaya... Sin embargo, también existen pequeñas editoriales de esta tipología que resultan desconocidas para el grueso de la población.

En este caso, los derechos de autor se comparten entre la editorial y el autor, y este último percibe unos beneficios de venta que suele rondar el 10%. Por tanto, aunque no pague por la publicación, su margen de ganancias será minoritario.

En la edición tradicional, es la editorial quien corre con todos los gastos del libro: servicios editoriales, maquetación, diseño, impresión... y, además, se encarga de dar promoción al libro. Sin embargo, aunque no sea responsabilidad del autor, es aconsejable que la publicidad del libro se realice por ambas partes. Cuantos más canales de difusión tenga, mejor.

En resumen

Los tres grandes tipos de edición se clasifican en función del reparto de responsabilidades y beneficios entre la editorial y el escritor.

Autoedición: la editorial ofrece servicios editoriales financiados por el autor, quien se encargará de promocionar la obra y será quien cobre cada ejemplar vendido al 100%.

Coedición: los gastos económicos, la promoción y los beneficios se comparte entre el autor y la editorial.

Edición tradicional: la editorial corre con los gastos durante todo el proceso y el autor percibe un pequeño porcentaje de los beneficios de venta.

Con esta entrada, espero que haya quedado claro cómo funciona cada forma de edición de forma general. Si tenéis alguna duda, por favor, hacédmelo saber en los comentarios. Atenderé a vuestras dudas encantada; incluso si son preguntas muy concretas sobre vuestros libros en particular. También podéis compartir experiencias vividas con editoriales.

Siguiente parte: Red flags editoriales

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