— Esta casa está llena de pecado, pero claro si dejo que esto tomen la responsabilidad ¿qué puedo esperar?—aquella voz despertó a Yoongi, que no sabía exactamente donde se encontraba— Y un forastero aquí, todo va mal, nadie respeta las normas en esta casa, hay jóvenes que se han abrazado con él sin pudor alguno y dice ser la pareja de Jiminnie, que descaro por favor— la mujer limpiaba cada parte de la habitación con esmero— Pero que puedo esperar si esa fresca de la señora Parker está al mando. Yo debería dirigir todo, pero claro Kitty tuvo que despojarme de todo al igual que a Jim, solo por creer que lo mejor es dejar a la bestia libre y no alimentarla de las presas— mientras que limpiaba contando cada una de las pasadas que daba, esto le hizo darse cuenta a Yoongi de su toc— no te han enseñado jovencito a no escuchar las conversaciones ajenas y a saludar a tus mayores. Aunque viendo tu comportamiento, no me extrañaría que no tengas modales.

Yoongi se sintió algo cohibido por la forma tan cortante de la señora.

— Buenos días, disculpe solo que acabo de despertar y no sabía que hubiera alguien aquí.

— Ya lo he notado, la señora Parker no pasa por aquí muy a menudo, he tenido que limpiar muy bien cada parte de esta habitación mientras dormías. Espero que el golpe en la cabeza esté mejor, Chim no tenía fuerza para no dejar que cayeras al suelo tras noquearte.

— Fue él quien me electrocutó.

— Si, lo debes entender le dio miedo que salieras cuando la bestia estaba suelta.

— ¿Quién es la bestia?

— ¿Quieres conocerla? Yo podría presentarla pero no ahora porque Kitty la tiene recluida. Seguro que le gustará jugar contigo.

— ¿Debo tener miedo?

— Si tus sentimientos son sinceros y tu alma es pura, no. La bestia no daña a nadie sin motivo.

— ¿Por qué la tienen retenida?

— No te parecen muchas preguntas. La curiosidad no es sana, sabes lo que dicen del gato.

— Pero me gusta saber de todos y como cuidais a Jimin, y la bestia es una parte de él no lo puedo negar.

— Tiempo al tiempo, seguro que pronto la conoces. Debo irme.

— Pero- no me has contado nada de tí.

— No preguntaste sobre mí mientras estuve aquí. Adiós.

Yoongi lleno de dudas se quedó mirando fijamente la puerta por donde la señora Park había salido. ¿Cómo sería esa bestia a la que no conocía pero temía? Recordaba los pedazos desmembrados y aquellos ojos que lo miraron pero no vio mucho más allá. Las decisiones de las personalidades eran confusas en su mente y eran palabras sueltas en diferentes tonos que no terminaba darle un sentido completo dentro de su cabeza,

Yoongi sabía que todo acarreaba un peligro, pero que debía permanecer fuerte por Jimin, demostrarles que él es la persona indicada para amarlo y protegerlo también incurría en conocer a la bestia, en saber por qué tanto le temen y por qué siente una conexión con esta.