Kat:
A la mañana sigfuiente Yoongi se despertó arropado por una manta de color verde, bastante abrigada y una nota de Jimy que le agradecía por cuidar y respetar a Jimin; decidió seguir descansando en el abrigo de esa manta que tenía el aroma que tanto amaba de Jimin, pero unas risas provinientes de la otra punta de la habitación le hizo levantarse.
En esa esquina volvía a ver a uno de los hermanos con el pelo de dos colores, por lo que los reconoció eran los gemelos.
— ¿Kit y Kat? ¿Habéis vuelto?
— ¿Te extrañas de volver a vernos? ¿Hubieras preferido que fuera Jimy quien estuviera en esta habitación? Sin vergüenza.
— Kat, no le digas eso. Tú viste cómo lo rechazó.
— Pero luego lo abrazó y durmieron juntos. Debe respetar a Jimin aunque a quien abrace sea a alguno de nosotros.
— No soy infiel, lo abracé porque no se encontraba bien.
— Entonces, ¿también nos abrazarías?
— No Kit, eso no queremos. Nosotros somos fieles a Jimin.
— Perdón, pero si queremos un abrazo.
— Si, pero no le digas eso a él por más lindo que sea— decía en un tono casi susurrado para su hermano.
— Entonces, ¿qué es lo que queréis de mí?
— Un abrazo no, venimos por nuestra otra prueba.
— Si, si la superas te aceptaremos, si no ya sabes— con su dedo pulgar acarició su garganta como gesto de lo que podría ocurrirle a Yoongi.
— De acuerdo, ya sé que me pasará si no acierto. ¿Cuál es la prueba?
— Debes hablarnos de tus miedos. ¿Cuál es tu mayor miedo?
— Y no trates de mentirnos porque lo sabremos. Tienes tres oportunidades.
— No tengo miedo a nada.
— ¿Quieres engañarnos?— Kat en un tono muy serio y atemorizante se acercó hasta sujetarlo del cuello imposibilitando que pudiera respirar— Todos tenemos miedo a algo, incluso a la muerte, así que responde honestamente.
— No tengo miedos, ni siquiera a la muerte. Es algo a lo que ya estoy acostumbrado
Kat comenzó a perder la paciencia frente a los intentos de su hermano Kit que trataba de frenarlo.
— Si sigues mintiéndome no podrás volver a ver a Jimin y acabaremos contigo.
— ¡De- detente! Si, hay algo a lo que tengo miedo— respirando con dificultad Yoongi comenzó a hablar y sus ojos se cristalizaron sin poder frenar sus lágrimas— Temo perder a Jimin, no poder ver todos los días su sonrisa, que me deje de amar.
Ante la confesión sincera de Yoongi Kat lo soltó y se alejó de él dejándole espacio para que respirara mejor.
— Pregunta
— Sabes cual es mi pregunta. Tu historia.
— Mis acciones no fueron como las de mis hermanos, yo soy el fruto de los deseos prohibidos de Jimin, él siempre ha sido una persona bastante frágil que todos han sabido manipular o usar en su conveniencia sin importar cuán dañado resultara. Nací en el momento en el que mis hermanos no supieron reaccionar frente a la necesidad de resolver una necesidad oscura dentro de Jimin, la venganza. Jimin es una persona pura a la que todos han sabido ensuciar con sus vejaciones y abusos constantes, nosotros sólo sabíamos defendernos de quienes nos dañaban directamente, por lo que cuando Jimin necesitó vengarme yo dí un paso al frente y tomé el control. Aquellos que decían ser nuestros amigos nos dejaron a merced de ese infeliz por un calentón momentáneo y no podíamos dejar esto pasar sin darles su merecido castigo. Con Taehyung fue fácil, él era mi mejor amigo por lo que no tuvo ningún tipo de desconfianza cuando le comencé a entregar esos brownies de fresa y chocolate; con Jungkook fue diferente, él sí que comenzó a desconfiar de mis batidos de leche de plátano por lo que tuve que aumentar la dosis de veneno en otro tipo de bebidas y comidas que las recibía por parte de Taehyung hasta que ambos con un gran dolor, se doblaban en el salón del departamento que compartíamos desde hace varios meses tras lo que ocurrió con Bo-gum. Una vez que los vi suplicando por su vida y mi ayuda no decidí terminar con su calvario. Ahora te pregunto ¿qué habrías hecho tú en mi caso?
— Los habría matado, ellos no merecían la amistad y perdón de Jimin.
— Ves, no somos tan distintos a fin de cuentas.
— No, no lo somos.
Mientras Kit abrazaba feliz a Yoongi, Kat le tendió su mano para sellar la paz entre ambos.
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