capitulo 13

Una joven rubia corría por las calles a tan solo 17 años pues había escapado de aquel orfanato en cuanto supo la muerte de su amada.

Pues se hizo escándalo en aquel edificio y buscaban el causante del embarazo de aquella joven mujer; Sasha cayó en crisis y lo mejor fue que ella misma escapara.

Empezó una noche después donde la directora empezó a revisar y preguntar a los varones respecto a la maestra, no hubo suerte pues todos negaron y uno que otro era homosexual de clóset por aquellas épocas, por ejemplo el jardinero que lamentablemente les causaba más impacto y rabia que sea gay a qué abusara de uno que otro niño sin su consentimiento.

Aquello era sabido por Abbey y por Sasha pero por más que advirtió la mayor está solo era tachada de loca y que debía continuar con su trabajo.

La directora caminaba molesta hasta que paso por la habitación de la rubia, paso de largo pero recordó que está no era "normal" decidió entrar.

— ¿Sasha Waybrigth? — pregunto con calma para no alterar a la menor que solo estaba acostada en su cama dándole la espalda.

— señora Lucían, puede que ella sea la causante de todo hay alumnos que las han llegado a ver muy juntas quizás sea bueno prevenir y preguntar — murmullo el inspector para ambos antes de entrar a la habitación, la directora suspiro pesadamente y asintió.

— Sasha, últimamente estás muy decaída ¿Porque? — se acercó pero hubo silencio.

La rubia estaba con la mirada perdida mirando la pared.

— de nuevo no sales de tu habitación, has perdido clases con el comandante y no hablas — dijo la mayor tomando levemente el hombro — ¿Es por Abbey?.

Sasha de inmediato se acomodo mejor y miro a los adultos en su habitación para así tragar saliva.

— ella y yo éramos amigas, me apoyaba mucho y de repente la vi en el baño sangrando por una hemorragia interna  — miro a la nada recordando todas las muertes que le tocó presenciar en su corta vida.

— fue repentino e inesperado es normal que estés así; volverás a terapias con el psicólogo será lo mejor — respondió.

La rubia por primera vez noto un acto de humanidad en aquella mujer troncha toro como le apoda, empatía y escuchar su delirio.

— ahora dígame señorita Waybrigth ¿Usted sabía que la maestra Abbey estaba embarazada? ¿Le a dicho sobre algún novio suyo? — pregunto con calma y Sasha trago saliva con nerviosismo.

— hemos preguntado a la mayoría de hombres que podrían hacerlo con ella pero todos lo niegan, pensamos que usted podría....

El inspector fue interrumpido al ver cómo Sasha se puso en defensa propia.

— yo no sé nada de ella, nunca supe que se acostara con alguien y menos tuviera un mocoso — dijo molesta por aquellas preguntas, estaba en defensa propia.

— señorita Waybrigth.

Después de aquello ambos salieron dejando a la rubia volver a derrumbarse en la cama.

El inspector acomodo sus lentes y miro a la directora.

— me temo que ella es quien la dejo embarazada, lo mejor es que hablen de sexualidad con ella y los demás en este momento, le sugiero que la tengan en inspección.

Anoto en su libreta y arranco la hoja para entregarla en las manos de la señora.

La directora miro al inspector retirarse y luego de leer aquella orden, decidio entrar en la habitación de Sasha pero no estaba.

La busco para entrar al baño donde miro la ventana abierta. De inmediato sonó las alarmas mientras que Sasha salía de las enormes rejas detrás del auto del inspector.

Esta bajo con agilidad pero cayó al piso terminando en medio de los árboles.

— jamás me harán daño — dijo para si misma y se levantó, limpio la tierra de su rostro al igual que prendas comenzando a correr.

Todo lo que la rodeaba eran árboles hasta que finalmente cruzó la carretera pero para su mala suerte un auto alcanzo a golpearla, dejándola inconsiente.

— oh dios mío — hablo un joven hombre de 26 años con una hermosa cabellera rubia a su par un hombre alto y robusto de cabello largo blanco bajo.

— ¿Que carajos hiciste ahora hopedaya plantar? — regaño a su amigo el más alto para así ver a la rubia tirada.

— fue un accidente lo siento tanto — hablo con nerviosismo y culpa el rubio para así tomar de las piernas a la rubia — ayudame a subirla para llevarla al departamento.

— tenemos suerte que solo este inconsiente — hablo molesto el de 28 años que se veía más joven, cargando en sus brazos a la menor y meterla en los asientos de atrás.

Ambos amigos discutían sobre la rubia inconsiente Hopedaya conducía nervioso y con temor la carretera para finalmente llegar al departamento.

— debemos darnos prisa en salir del país y nos toca perder tiempo en esta mocosa — hablo desesperado el más alto mirando a la joven siendo atendida por el rubio.

— Andrias tranquilo, no escapamos de un robo solo es un viaje de los que tanto solemos hacer, además ella no tiene la culpa solo es una chiquilla de diecisiete años — hablo con calma el más bajo para dejar el alcohol y algodón en la mesa.

— como sea de todas maneras estamos muy ocupados para cuidar a una niña que escapó de su casa con tal de ver al novio — este tomo su trago para así servirse más.

— ¿Tomando de nuevo por estrés? — hablo Hopedaya mirando a su amigo gruñir.

— ya sabes cómo soy ahora será mejor que ella no duerma en mi habitación, voy a seguir arreglando mis maletas.

Andrias entro a una de tantas habitaciones mientras que el contrario solo miraba con preocupación a Sasha quien tenía raspones en sus rodillas, brazos y su rostro.

Había sido las 3:00am, Sasha descansaba en el sofá mientras que un ebrio Andrias salía de su habitación en busca de alguna comida.

No pudo evitar ver con atención a la menor notando sus prendas blancas ahora sucias, miro su pecho en mitad de su desarrollo y mordiendo sus labios.

— para ser tan idiota y dejarte chocar se ve que estás bien formada — dejo su cerveza abierta en la mesa.

Sasha abrió sus ojos lentamente confundida al sentir las manos del mayor bajar sus pantalones sucios, grande fue la sorpresa del contrario al ver un boxer negro ya viejo sobresaliendo un bulto.

— ¿Pero que? — se pregunto en voz alta y eso alarmó a Sasha.

Recibiendo una patada en el rostro que le hizo sangrar el labio y la nariz, la rubia se levantó para subirse su pantalón se escondió en la cocina buscando una solución.

Estaba alterada y en estado de alerta, abrió los cajones con desesperación buscando entre las cosas mientras que Andrias seguía en shock por el golpe.

— mocosa ¿Que mierda eres? — grito molesto para ir directo a la cocina del pequeño departamento.

Sasha noto un arma escondida en el cajón entre los cubiertos, esta se armó de valor y lo tomo para apuntarle en el pecho al adulto.

Andrias la miro confundido y con temor para así rápidamente ponerse encima de ella, tomándola del cuello mientras que Sasha apuntaba en su pecho y finalmente.

El sonido del disparo que chocó con el pecho del adulto hizo que se alejara de Sasha, Hopedaya se levantó rápidamente al escuchar el disparo en su propio departamento saliendo de su habitación con la bata mirando a su compañero de viajes y departamento, tirado en el suelo tomando su pecho mientras sangraba.

Miro a Sasha que rápidamente tomo la billetera del bolsillo del mayor y se fue por la ventana con un arma y dinero suficiente para comer en los próximos días.

— ¡Policía! — grito el adulto llamando al 911 mientras temblaba del miedo.

Sasha escucho el grito para bajar las escaleras y huir rápidamente de ahí.

Sin antes ver detrás suyo como aquel hombre rubio quien curo sus heridas la miraba desde lejos.

— ¡Espera, no te haré daño solo quiero hablar contigo! — grito mirando a la rubia desaparecer de su campo de vista.

Las patrullas tardaron en llegar al igual que la ambulancia, Sasha miraba a su agresor ser llevado en la camilla mientras que Hopedaya hablaba con los policías, está guardo el arma en su bolsillo junto con la billetera y se adentro más a aquellos callejones de mala muerte.

Sin percatarse que se había adentro en las calles más pobres y peligrosas de aquella ciudad; miraba los carteles iluminados que llevaban a bares bajos, miraba a las mujeres que le ofrecían sus atributos y Sasha solo las ignoraba hasta que choco con una mujer de altos tacones rojos.

Volteo a ver a semejante mujer de cabello rojo que hacía conjunto con su ajustado vestido, está miro confundida a Sasha.

— ¿Estás perdida cariño? — hablo para acercar sus labios con el labial rojo intenso cerca del rostro de la menor.

Sasha trago saliva y no evito mirar los grandes pechos de aquella mujer.

— oh cariño, si necesitas estás solo dime y dejo que ellas se encarguen de todo — le guiño el ojo.

Sasha no sabía que hacer; se sentía perdida y tenía a una increíble mujer frente suyo la cual le estaba alborotando las hormonas.

— ¿Tienes departamento? — pregunto Sasha y la mujer asintió para morder sus labios de manera provocativa.

— tu solo sígueme querida — hablo de una manera sexy para provocar más a la rubia.

Así fue como después de un rato, ambas entraron a otro callejón para que la peli roja abriera una puerta y ambas subir las escaleras. Adentrándose al dichoso departamento que a pesar de ser pequeño era muy bien decorado por aquella dama de compañía.

— ve a mi habitación yo en un rato te acompaño — hablo la mujer para asi adentrarse al baño.

Sasha no hizo más que entrar en la habitación mirando que estaba bien recogida; se sentó para bajarse los pantalones y ponerlos cuidadosamente en el suelo cerca de ella para evitar llamar la atención con los objetos robados.

En su mente estaba la rara escena de ella recién despertándose por sentir unas manos bajar su ropa para ver qué estaba en boxer, notando el viejo rostro de aquel hombre.

Sasha jamás espero matarlo en defensa propia pero ahora estaba en un lugar más cómodo, se acostó para sentir la cobija aterciopelada en su cansado frío cuerpo.

Hasta que el sonido de pies descalzos llamaron su atención para así ver a la mujer que le dio hospedaje en paños menores, tenía una fina ropa de encaje rosa cubrir su cuerpo desnudo.

— después de esto te permito dormir aquí cariño — se acercó para notar la erección de la menor — veo que me estabas esperando.

Sasha la miro asombrada para después sentir los carnosos y grandes labios juntarse con los suyos mientras la mano de la contraria bajaba su boxer para comenzar a masturbarla.

Así paso una, tras otra noche en la que ambas tenían relaciones a cambio de que Sasha pusiera dormir ahí y quedarse escondida de uno que otro policía.

Fue así hasta que llegó el día que decidió salir a buscar algo de comer para ella y su "amante" en forma de agradecimiento, tenía un cambio nuevo de ropa que le regaló la mujer mayor al igual que nuevos calzoncillos.

Sasha se sentía mejor después de un baño y olvidó por completo que casi mato a un hombre hace cuatro noches atrás.

Sentía un alivio y más porque iba a comprar algo del cual tenía antojo desde que lo vio a lo lejos, una deliciosa pizza para ella y "su mujer".

La rubia caminaba entre las calles justo en la tarde noche, asegurándose que no hubiera ninguna patrulla y asi fue que caminaba en busca de la pizzería la cual no la encontraba.

Hasta que choco con un adulto más mayor en plena entrega de drogas.

— ¿Que mierda te pasa idiota? — hablo molesto al ver cómo la cocaína se caía al suelo siendo derramada toda.

— ¡Mi pedido! — grito un joven demasiado demacrado para ponerse de rodillas y lamber el piso con rapidez.

— ¡Puta madre! ¿Vez lo que hiciste? — hablo molesto para empujar levemente a Sasha.

— lo siento no era mi intención — dijo Sasha con timidez para ser empujada del hombro nuevamente.

— oye a ti no te he visto por estos rumbos — dijo el de barba mal cuidada mirando a Sasha de pies a cabeza — flacucha y débil ¿Quieres un poco de eso?.

Señaló el hombre encorvado al sujeto que estaba de rodillas en el piso.

— yo no quiero, debo irme — hablo nerviosamente pero fue detenida por el contrario.

— no hasta que tú misma pagues lo que tiraste — saco una navaja y la puso en el delgado cuello de la rubia — aunque mírate quizás podrías pagarme de otra manera.

Sasha al escuchar aquello le hirvió la sangre; apretó su puño y le dio un golpe en la mandíbula al demacrado hombre para así correr.

— ¡Maldita zorra! — grito para tomar su lastimado rostro y correr detrás de Sasha.

— ¡Yo solo quiero comer! — grito desesperada Sasha mirando de reojo como el drogadicto la perseguía.

Esta se detuvo en un callejón sin salida y al ver aquel sujeto acercarse a ella, está recordó el arma robada para sacarla de su bolsillo y disparar en la pierna de aquel hombre.

— ¡Carajo! — tomo su pierna y con pasos cortos intento acorralar la.

La rubia cerro sus ojos intentando disparar nuevamente pero las balas se habían agotado.

Fue en eso que un hombre salió de una puerta de cobre oxidado.

— ¿Que sucede aquí? — alzó la voz aquel robusto pero panzón hombre al mirar la pequeña discusión.

Miro a Sasha contra la pared de ladrillo y al sujeto herido, aquel hombre tomo la tapa del bote de basura golpeando con fuerza la cabeza del drogadicto.

— ¡Ya te dije que no te quiero ver vender aquí! — dijo molesto para tomar el delgado brazo del contrario para dejarlo tirado en alguna parte lejos de su estadía.

Sasha miraba a todos lados para finalmente salir de aquel callejón sin salida.

— ¡Espera! — grito el mayor pero moto como la rubia se iba — se la van a comer viva a esa mujer.

Entro a su hogar mientras que Sasha se detuvo cansada, notando que ya era noche donde miro un puesto de comida rápida, leyó el menú notando que estaba su adorada pizza.

Los ojos de la rubia se iluminaron y sin más decidió entrar para utilizar por primera vez el dinero de la billetera robada.

Después de un rato ella caminaba mientras devoraba con desesperación una rebanada de pizza caliente, fue en eso que noto a aquella mujer con quién se acostaba esperar fuera de su puerta mientras fumaba un cigarrillo.

— por fin te veo Sashi ¿Dónde te habías metido? — soltó el humo en el rostro de la menor y está sonrió embobada por el atractivo de la mujer.

— una larga historia pero entremos, te invito está pizza — sonrió de lado para así ambas entrar.

La peli roja se cambió a algo más cómodo mientras degustaba la comida que la rubia trajo para ambas.

— dios mío pizza de Luigi's, hace tiempo no como ahí — confesó para beber de su bebida alcoholizada.

— yo no sabía que esto se llama pizza — hablo Sasha con la boca llena lo cual provocó una risa en su acompañante.

— no te escucho hablar desde que te dejo dormir y ahora escucho tu voz, es linda — dijo para así acomodarse un poco el cabello — ¿Por fin me dirás donde están tus padres?.

Pregunto pero Sasha continúo comiendo su tercera rebanada para finalmente mirar con lujuria a aquella mujer.

— no tengo idea porque no mejor vamos a tu cama.

Ambas se besaron, sintiendo el sabor de la comida y el alcohol entre sus bocas, pasando a tocarse hasta que su momento fue arruinado por los golpes molestos de la puerta.

— ¿Quién es? — pregunto para si mismas Sasha que solo gruño.

— ¿Quién podría ser? normalmente no traigo aquí a clientes más que tú — la pelirroja tenía idea quien podría ser, mirando desde la ventana como un furioso hombre tumbaba la puerta para subir las escaleras.

— ¿Quien es? — pregunto Sasha con nervios pues esperaba que no fuera la policía o el sujeto del departamento.

Ambas se quedaron calladas hasta que aquel hombre tocaba la puerta nuevamente.

Finalmente entro, mirando a ambas chicas, Sasha en el sofá y a la pelirroja exaltada.

— ¿Crees que podrás huir de mi? — pregunto el hombre bigotudo mirando tal escena — encima te acuestas con una mujer, que asco me das.

— vete de aquí tu y yo déjamos de ser algo hace mucho tiempo.

Sasha se exalto y termino de comer su última rebanada para así salir del lugar, dejando que los adultos discutieran y lamentablemente escucho el escándalo en cuanto bajo las escaleras.

Comenzó a correr para ocultarse y ver de reojo que no fuera perseguida, suspiro pesadamente hasta que escucho pasos detrás suyo.

Era el sujeto que le tiro la mercancía por error.

Sasha empezó a correr ágilmente hasta que choco con un bote de basura llamando la atención del herido hombre que a duras penas podía correr detrás suyo.

La rubia freno de golpe al ver la mismo hombre de aquel callejón abrir la puerta de un bar.

— ¡Tu ven aquí! — sin más la jalo a su dirección y cerro al puerta de golpe.

Sasha cerro sus ojos esperando lo peor pero los abrió confundida por no sentir nada.

— oye ¿Que tienes contra mi? — pregunto molesta para así obtener una carcajada del sujeto.

— todavía salvo tu pellejo y te quejas, que mujer — río para prender su porro — solo sígueme.

Sasha gruño para seguir aquel hombre panzón; sintió el golpe de nicotina y drogas en el aire mirando las luces neón que iluminaba el lugar, una que otra chica de su edad o mayor le coqueteaban con la mirada.

finalmente entraron a una habitación, Sasha apretó los puños para así ponerse a la defensiva esperando lo peor.

— tengo polla y es más grande que la tuya viejo — dijo a la defensiva y solo recibió una carcajada de aquel hombre.

— vamos apenas estás en desarrollo además no soy un enfermo, solo quiero ayudar.

Aclaro las cosas para así con forme paso el tiempo el señor apodado Mugre empezó a apoyar a Sasha, donde le dio una estadía más sana y un trabajo de carga pesada.

Ambos iban de bar en bar a trabajar o de restaurante a restaurante donde Sasha podía estar más segura ahí y con los meses la policía dejo de buscarla por crimen a mano alzada y robo de cosas personales.

Sin percatarse empezó a tener buena relación al estilo padre e hijo con Mugre.

Dónde incluso le platico la importancia del uso del condón y evitaba que buscará a aquella mujer.

Ambos eran amigos incluso Sasha ayudaba en los trabajos duros de Mugre con forme su edad avanzaba.

Dónde Sasha paso de una adolescente delgada y débil a una mujer adulta más grande y fuerte.

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