capitulo 10


Una fría y nublada tarde de invierno; una rubia de cabello largo atado a una coleta baja martillaba la última zona del techo de su hogar, está limpiaba su sudor para después mantener su equilibrio evitando un accidente al caer del segundo piso.

— estuvo cerca — suspiro con alivio para acomodarse mejor y tomar aquel martillo.

Continúo martillando mientras su cuerpo temblaba de vez en cuando por el frío que empezaba a bajar, está miro maravillada el hermoso paisaje y las nubes cargadas de agua acercándose a su hogar.

— Sasha cariño baja de ahí, la comida ya está lista sirve que descansas además la lluvia se acerca — una mujer peli verde alzó su voz lo suficiente para que la mayor pudiera escucharla.

— ya lo note en un momento bajo linda — está se tomó de la madera con fuerza para así evitar resbalarse nuevamente.

— baja con cuidado linda.

— tranquila tengo todo bajo control además esto es madera de roble oscuro, la madera más fuerte.

La menor sonrió para entrar a la cabaña que le faltaba poco en ser construida, Sasha escuchaba los truenos del cielo y fue en eso que decidió bajar de aquella escalera de madera.

La rubia entro cerrando la puerta a sus espaldas, adentrándose a la cocina para así abrazar con cariño a su esposa por la espalda y asi acariciar su estómago ya más voluminoso.

— el bebé ya está creciendo — sonrió para besar el cuello de Emira.

— apenas cumplí los cinco meses de embarazo Sasha — está tomo la mano de su mujer.

— lo sé ya falta poco — recorrió el blanco cuello de la menor hasta llegar por encima de sus pechos — además sigues siendo igual de sexy.

— cariño — está se sonrojo — mejor come antes de que se te enfríe.

— claro que lo haré — Sasha comenzó a besar y mordisquear el cuello de Emira dejando un camino de mordidas.

La peli verde sintió el bulto detrás de ella y solo tapo su boca para evitar soltar sonidos que complazcan a la mayor.

— amor no podemos por el bebé — está se aferró a la pequeña mesa de la cocina, sintiendo las grandes y fuertes manos de la rubia tocar sus pechos debajo de la camisa.

— la última vez que fuimos al doctor dijo que estaba bien hacerlo, además me dijiste que comiera antes de que se enfríe y eso hago.

La rubia no tardó en bajar el cómodo pantalón gris de pijama de la menor, tocando encima de su ropa interior su intimidad notando lo humeda que estaba.

— ah~ Sasha...— gimió para finalmente dejarse llevar.

— seré cuidadosa — la rubia se posicionó mejor detras de la peli verde.

Así pasaron un buen rato "haciendo el amor" con gentileza, el sonido de pieles chocando y resonando en aquella cocina junto con los gemidos y jadeos.

Ambas al terminar fueron a su habitación donde Sasha cargaba en brazos a su esposa para así continuar más cómodamente aquel acto ya empezado.

Termino siendo una tarde increíble.

Actualidad...

— ¿Entonces? ¿Me contarás o no? — pregunto con duda la morena.

— ya basta de mi, mejor dime tu ¿Dónde estan tus padres? — se alejo Sasha para preguntar.

— en los angeles, son tailandeses pero cuando nací nos mudamos a los angeles y yo vine a Nueva York para estudiar criminología, ahora estoy frente tuyo queriendo en tablar una conversación porque parece que viviré encerrada para siempre aquí — se cruzó de brazos para recargarse en la pared.

Sasha mordió su labio al verla así, camisa carmesí de tirantes delgados y finos, un short de mezclilla que le hacia relucir sus piernas, definitivamente se la follaria ahí y ahora.

Pero aclaro sus pensamientos al ver la cara de confusión de Anne.

— ahora, estoy encerrada y capturada como bella, solo que tú eres más bestia que la misma bestia y definitivamente no eres nada amable — sonrió con sarcasmo para así provocar a la rubia.

— ¿Yo una bestia? ambas sabemos cómo termina esa película cursi ¿No? — la rubia se acercó a Anne recargando su mano encima de la cabeza de esta, acorralando la contra la pared.

Anne noto la gran diferencia de altura y solo trago saliva nerviosa a su vez que excitada.

— solo que en esta historia, nosotras no terminamos juntas — puso un dedo en el fornido pecho de su contraria para alejarla un poco.

— ¿Estás segura de eso, linda? — está se acercó peligrosamente para tomar su mentor y acercarlo a su rostro sintiendo sus respiraciones.

— claro....— dijo entrecortada y nerviosa a causa de la cercanía.

— entonces evita esto — la rubia beso los carnosos labios de la morena.

Anne tomo el hombro de Sasha para empujarla pero finalmente lo termino aceptando, correspondió el beso lento y apasionado.
Sasha poso sus fuertes manos en la cintura de Anne para apegar la mejor; el beso paso a ser más lujurioso y desesperado por parte de ambas.

La rubia la tenía donde la quería.

Anne sentía la calor en todo su cuerpo sintiendo como la contraria la tomaba de las piernas y la cargaba ocasionando que la abrazara con sus piernas al rededor de su cintura.

De un momento a otro el bulto comenzó a rozar la intimidad de la castaña provocando leves gemidos y Sasha sin más bajo sus lujuriosos besos al cuello moreno, bajando lentamente el tirante delgado apreciando los pechos de la mujer entre sus brazos.

Anne soltó otro gemido al sentir esos besos bajar más; ella no se quedaría a medias y comenzó a acariciar el bulto por encima del pantalón de Sasha, provocando un gruñido.

Así continuaron las caricias y besos hasta que de un momento a otro Sasha la llevo a la sala donde recostó a Anne delicadamente, se quitó aquella sucia camisa de tirantes dejando ver su cuerpo fornido y marcado, la morena se relambio los labios disfrutando aquella vista.

La rubia termino quitándose aquel top deportivo negro dejando ver su increíble pecho trabajado, Anne no pudo evitar ponerse de rodillas en el sofá grande para acariciar el marcado abdomen de la mayor.

— ¿Cómo es posible que alguien de tu edad esté en buena forma? — pregunto para comenzar a desabrochar el cinturón de aquel oscuro pantalón.

— llevo toda mi vida en el trabajo pesado y entrenado linda — está le guiño el ojo.

La morena bajo lentamente los pantalones de la contraria dejando ver aquellos boxer que sobresalían la erección de la mayor.

Tomo con delicadeza aquella última prenda para bajarla completamente mirando aquel grueso y gran miembro, el cual no dudo en acariciar lentamente.

— está vez se gentil y lenta — dijo Anne para dejar aquel pedazo de carne y se recostó mejor en el sofá.

Esta bajo sus shorts para dejar ver su ropa interior, la morena no sabia porque hacía aquello era como si desde aquellos besos dejo de hacerle caso a subconsciente y ahora solo se dejaba controlar por la lujuria que le pasó la rubia.

Olvidando por completo que tenía encima suyo, siendo embestida lentamente por aquella rubia, una psicópata que la secuestro y ahora están en medio de las praderas lejos de la ciudad.

La morena rasguñaba la fuerte espalda de la mayor, sintiendo las fuertes embestidas penetrar sus paredes estrechas.

La sala se llenó de gemidos y jadeos al igual que el leve rechinido del sofá en el que estaban, el sonido de pieles chocando; a su vez los gruñidos que soltaba la rubia al sentir las uñas levemente largas de la morena arañar su espalda.


Las embestidas se volvían más rápidas y Anne sentía las bolas de la mayor chocar con sus nalgas junto con su miembro llegar hasta lo profundo de su interior.

— mierda Anne~ — gruño esta para tomar del cuello con leve fuerza, Anne jadeo pues le empezaba a gustar el sentir su fuerte mano en su cuello.

— voy a venirme Sash~ — gimió la morena para apretar el antebrazo de su contraria.

Las embestidas pasaron a ser más bruscas para así Sasha apretar sus nalgas al dar las últimas estocadas.

[.....]



Alemania.



Dos detectives profesionales bajaban del atractivo auto mientras que la más alta acomodaba su sombrero por el fuerte aire frío y su mujer se cubría mejor con su gabardina a causa del clima.

Se localizaban en medio de una pradera rodeado de todo tipo de árboles; principalmente roble, pino y árbol común.

La morena acomodo su brazo y se lo ofreció a la peli morada para tomar este, llegaron a su primera opción.

— ¿Segura que crees que estén aquí? el lugar no se ve bien — hablo Amity mirando el enorme granero destrozado con el paso del tiempo.

— no perdemos nada en investigar, el señor de la cantina me dijo que antes vivía aquí Waybrigth y tomando en cuenta los informes de la oficial Yunan, las coordenadas indican aquí — hablo sacando un papel de su bolsillo y después guardar este.

Ambas miraron el granero sin medio techo, con madera podrida y un espantoso olor a muerto junto con otros fluidos.

Finalmente entraron a la cabaña que para su sorpresa está estaba quemada, en ruinas, junto con más madera podrida y vandalizada.

— no subas las escaleras querida — hablo dulcemente la más alta para tomar fotos en el lugar.

— no pensaba en hacerlo linda — sonrió para ver una fotografía antigua la cuál tomo, mirando una familia junto a una bebé — es una lástima que su hogar terminará destrozado.

— no sientas lástima cariño, hay rumores que esa psicópata quemó todo el lugar — dijo seriamente para ver la foto.

— de todas maneras, es una lástima ahora debemos informar que no hay nadie aquí.

Amabas salieron del lugar destrozado para subir a su auto justo a tiempo que la tormenta comenzará.

La castaña hablaba por teléfono mientras que se detenían en una gasolinera.

— me temo que no las encontramos aquí — dijo seriamente Luz.

— sigan buscando, si necesitan regresar o ir a otro lado adelante pero no dejen de buscar — respondió seriamente Yunan detrás del teléfono mientras miraba las noticias del suceso.

— a su orden oficial — finalizó la llamada para volver a subir al auto con suficiente gasolina.

Así pasaron tiempo en buscar aquella pareja, pero era en vano.

Luz llegó a la conclusión que solo era perdida de tiempo y no estaban en Alemania.




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