capitulo 1
El sonido de tacones hacia eco en los largos pasillos de la fiscalía policial dando paso a la causante de tal caminata, una morena de cabello castaño atado a una coleta, con un saco junto a una falda de oficina mostrando seguridad en cada paso que daba.
Llegando directo a la oficina de una rubia que fumaba pegada a la ventana, la oficial jubina de solo 32 años, alta de complexión delgada con una gran carisma.
Había recibido órdenes de su jefe Andrias para aceptar a la joven morena recién inscrita en la universidad para apoyar el caso.
La morena encantada no tardó en aceptar tal propuesta pues para ella lo que más importaba eran las acciones para ganar experiencia e ir dos pasos más adelante que sus demás compañeros de estudio.
La morena miro a aquella rubia tirar su cigarro desde la tercera planta alta.
— no creí que una muchacha como tú aceptará tal contrato con la muerte, si eres una niña en este mundo — subestimo a la morena para voltear a verla, dejando notar una cicatriz en su ojo derecho.
— disculpe jefa pero le apuesto que este caso tardará en estar en menos de 6 meses — sonrió para sentarse en la silla frente al escritorio café oscuro.
— me gusta tu actitud niña pero me temo decirte que te vas a enfrentar a la cruel realidad, he visto más cosas que tú y nada mal que sean mi ayudante — está bufo para después sacar unos archivos de su cajón al lado del escritorio.
— estoy dispuesta a ello — dijo con seguridad lo cual le agrado a la rubia alta.
— bien....entonces déjeme mostrarle el expediente de nuestro principal sospechoso — entrego aquellos archivos frente las manos de la castaña quién tomo estos para abrirlos — como verá ya van más de 3 semanas seguidas que encontraron 6 cuerpos en total, todos en terribles condiciones, no sabemos quién es el causante de tal horribles muertes pero creemos que la mayor psicópata es la causante de tal asquerosidad.
La castaña miro los expedientes de los asesinatos antes de ir con la sospechosa, mirando cuerpos sin pieles, cuerpos separados de sus huesos y partidos a la mitad o con sus órganos por fuera, una la cual le causó repulsión fue de un hombre ahorcado con sus propias entrañas justo en el parque de la ciudad, solo a la mitad colgando.
Tuvo que soportar tales imágenes pues no era normal ver tal escenas, luego fue directo al expediente criminal de la primera sospechosa.
Sasha waybrigth, mujer rubia de 30 años, psicóloga que apesar de la edad avanzada se notaba joven incluso salió bien en aquella foto, su rostro se impresionó al ver qué era la caníbal que fue difícil de capturar, mato a su ex esposa para después hacer una cobija de piel y dárselo al hombre con quién le fue Infiel para así darle los restos en una cena entre ella y el sujeto.
Acusada por abusó sexual a varias mujeres entre los 16 a 26 años de edad, se sospecha que incluso llegó a abusar de sus pacientes en plenas terapias, unas cuantas víctimas las convirtió en pieles para después vender en el marcado negro y comer una que otra víctima después de abusar sexualmente de ellas, matando las a golpes o torturando cruelmente a estás.
La morena no sabia que sentir o reaccionar a tal caso pues realmente no era todo tan detallado, los foros de internet describieron como llego a provocarle un aborto a su ex esposa para así hacer lo mismo con otras dos víctimas o esperar a que naciera el bebé y venderlo en pedazos.
Cómo fue que mato y torturó a un amante de una de sus ex mujeres en frente de esta, simplemente se veía normal a simple vista pero realmente hizo cosas horribles.
— mierda... ahora entiendo porque es la principal sospechosa — comento entregando el expediente.
— y eso que fue una psicóloga muy recomendada en su momento eso terminó en cuanto descubrieron que tenía de rehén a una muchacha de 19 años en su casa, para sorpresa está mujer desarollo el síndrome de Estocolmo estando con Sasha — dijo la oficial mientras jugaba con su arma en mano.
— parece que hubo una que otra víctima que se encariño con ella, aquí dice que incluso antes de abusar de ellas las trataba cómo niñas mimadas — movió una hoja del expediente para leer aquello.
— eso es lo menos que ha echo esa mujer — está se volteo para fumar un cigarrillo — ¿Segura que puedes con el caso? tiene tiempo de huir y salvar tu vida, a su vista posiblemente ella quiera devorar te.
— no se preocupe oficial no iré sola pero debo investigar más antes de que supongamos que si fue realmente ella.
— los cadáveres no tenían huellas o pista alguna lo cual hace más difícil todo.
— la caníbal se ha comido una que otra víctima o las vende, de algún modo se deshace de ellas con facilidad — argumento para acomodar su saco.
— incluso aunque las matará con sus propias manos ella pudo tirarlas como basura es inteligente — está soltó el humo provocando que la morena tosiera por el olor a nicotina — solo dejo notas — acercó aquellos papeles llenos de sangre ya seca.
La morena leyó cada uno de los seis papeles pero eran solo un juego de adivina quién hasta que por fin entiendo el reverso, era una secuencia de dónde sería su próxima víctima y dónde la dejaría.
— la última hoja dice que el próximo asesinato será en las vías del tren en el subterráneo, será mejor que está semana estén atentos a lo que pase ahí a abajo — entrego las notas y la rubia la miro impresionada.
— empiezas mañana y pide un psicólogo después de todo esto niña.
La morena sonrió y estrecho su mano con la oficial para salir de ahí donde los murmullos se escuchaban incluso llegó a escuchar.
"de seguro se acostó con la oficial estando ella casada"
Eso enfureció a la morena pero debía mantener el margen de mujer empoderada y más si iba a interactuar con asesinos y criminales famosos.
Subió a su auto una vez que salió de aquel gran edificio para conducir a su departamento, donde al llegar no evito saltar de la emoción pues iba progresando más que cualquier compañero de su universidad.
La morena se cambió a ropa más cómoda para así relajarse un poco pues mañana sería un día más estresante pero estaba emocionada.
Tanto fue su emoción que no pudo evitar contarle a su amiga de la primaria, Marcy Wu dibujante de web comics.
— wow Anne ¿De verdad vas a ir a la prisión más asegurada con tal de ver a la criminal más aclamada en el mundo de la ciencia forense? — pregunto está con preocupación.
— si, me da miedo no mentiré pero estoy avanzando más que mis compañeros y eso es importante para mí proceso personal — exclamó orgullosa de si misma.
— me alegra eso pero en los foros más raros de internet hasta los iceberg de YouTube cuentan de sus casos, puede incluso manipularte con tal de que la liberes y quizás te haga algo más y no quiero que termines tu siendo uno de los casos — dijo ansiosa pues era verdad todas esas teorías y análisis de cada caso.
— no sabes las pocas cosas que supe y vi de los casos, esa mujer es repugnante no me imagino como pudo ser sin haber sido psicóloga — bufo para luego ver cómo sus fideos de quemaban — mierda.
— fue muy difícil capturarla no me imagino el infierno que sera si vuelve a escapar — comento la taiwanesa.
— de todos modos ya tomé las riendas de los asesinatos solo que no puedo decirte a menos que seas mi jefe — dije apenada.
— bueno lo voy a descubrir luego de que tú termines toda esa investigación.
— después te contaré, debo irme mar mar te veo después.
Dado concluía la charla Anne no tardo en ver videos sobre el horrible de Sasha Waybrigth, donde describían sobre sus asesinatos y como gente anónima pagaba por obtener aquellas partes humanas.
No había información respecto al pasado de ella pero si sobre sus amantes que abandono pues era increíble como aquella mujer podía ser toda una conquistadora de mujeres.
Todo salió a la luz gracias a aquella chica de 19 años que pudo sobrevivir era curioso, su nombre era Jennifer y era una paciente más de ella con forme pasaba el tiempo ambas Jennifer empezó a coquetear con su psicóloga después de las terapias.
Sasha no puso un límite pero si su indiferencia la cual provocó más a aquella chica de cabello negro largo, para así cada vez más tener más encuentros y finalmente tenerla "viviendo" con ella.
Después de que sus padres sospecharon de las extrañas salidas nocturnas de su hija fue ahí donde llegaron a la lujosa y moderna casa de la rubia.
Encontrándose a su hija sin ropa atada a una cama, con golpes y horribles moretones que la misma psicóloga sanaba luego de intenso sexo brusco a tal grado de golpearla.
Fue aquella poca descripción que leyó la morena para ver la imagen de la misma jovencita hablar en la noticia.
Notaba como defendía a la criminal y la tachaba de inocente y a ella como una masoquista que le pedía horribles palizas en pleno acto.
Sin embargo desde ese escándalo, todo salió a la luz.
— es una enferma....pero no se ve que sea psicópata — analizo para anotar todo en su libreta.
La noche transcurrió con calma pero la morena decidió indagar más en los asesinatos que habían ocurrido en las últimas 3 semanas.
Le daba repugnancia ver cómo en Twitter las personas compartían las fotos de los asesinatos como burla y pensaban que era algo increíble.
Incluso había una cuenta respecto a aquella criminal y como le aplaudían sus acciones más enfermas.
La morena decidió salir de la aplicación y darse una ducha ahora entendió porque su jefa le recomendó ir al psicólogo.
Pov Anne.
Mi mente indagaba en aquella rubia de ojos azules debía admitir que a pesar de su avanzada edad aún se veía bien, pero aún así tenía muchas imágenes en mente de las atrocidades que ella pudo hacer.
Salí con una toalla para secarme mejor y asi ponerme mi pijama decidida a dormir más temprano para poder despertar mejor al dua siguiente.
Lo cual no fue bueno pues había llegado tarde para platicar más con la oficial jubina.
Salía de mi auto con prisa, está vez tenía puesto un traje más pegado con una falda algo ajustada pero dejaba ver bien mi figura, fue así que recibí una que otra mirada de uno que otro oficial hasta llegar al piso de mi jefa.
Dónde estaba cómodamente tomando café con donas glaseadas en chocolate.
— ¡Llegué! ¡Maldito tráfico, maldita alarma! — alce la voz molesta captando que lo dije en voz alta.
— llegas 18 minutos tarde señorita Anne — dijo como si nada aquella rubia mirando su reloj de bolsillo para beber de su café y continuar leyendo aquella revista de comics Marvel.
— lo siento fue el tráfico y la alarma que no sonó — me sente para acomodar mi falda.
— que pena niña ¿Quieres que le diga a mi esposa que te traiga un chocolate caliente? — me respondió con falsa pena para acomodarse en su escritorio y entregarme más archivos — sin los asesinatos que hubo, igual la agencia tiene psicólogo para los de ciencia forense.
— gracias pero...primero hay que ver que trae en manos el asesino — sonreí para tomar los papeles y ver las 6 imagenes, con su respectiva descripción, con forme más leía más peor se ponía cada muerte pero más sentido tenía las notas ensangrentadas que dejaba a los oficiales.
— ¿Por donde empezamos a trabajar? — me preguntó mientras terminaba su café.
— si nuestra principal sospechosa es Sasha Waybrigth entonces debemos ir con ella — propuse pues a su vez no entendía nada de los que quería decir aquel asesino con todo esté juego.
— ayer me dijiste que debemos estar atentos al subterráneo, mandé a mis refuerzos para allá y aún no hay ningún sospechoso o algo que nos ponga alerta.
— no pueden bajar la guardia, haces bien al hacer eso — dije con determinación para acomodar las pruebas suficientes y asi guardas en mi maletero.
— es mi trabajo, si quieres pedir permiso en la presión deberás usar esto — note como me dejó un gafete y una placa de detective en la mesa — supongo que ambas deberemos ir.
— gracias oficial jubina — sonreí con amabilidad y sentía una emoción — ¡Mi primera placa! es increíble.
— no te emociones tan rápido es solo por hoy y las veces que necesites ir a ver a esa enferma mental.
Ambas salimos de la fiscalía para subir al auto de la oficial, era hermoso, un Mustang negro de los años 60's ella abrió la puerta del copiloto para entrar y después ella subir al otro lado.
Mire como saco su teléfono para así llamar a alguien.
— ¿Cómo tienes un auto tan viejo aún? — pregunté mirando el buen estado que se encontraba.
— tiene sus años pero siempre lo he cuidado incluso es como mi bebé, si supieras cuántas veces le he dicho más te amo a esta belleza que a mí propia mujer — ella soltó una risa esperando que su llamada fuera atendida.
— es increíble debe de...— fui interrumpida al notar como su tono de voz cambio a uno suave de repente.
— linda, voy a trabajar hasta tarde ahora iré al otro lado de la ciudad para interrogar a nuestra sospechosa — ella fumo de su cigarrillo para después soltar el humo por la ventana — pienso llegar en la cena no te preocupes, cualquier cosa te aviso, te amo.
Ella colgó para sonreír como una enamorada y luego guardar su celular, acomodándose en su asiento y finalmente empezar a conducir.
— awww estás enamorada — sonreí tontamente al ver lo lindo que cambia su semblante al escuchar a su esposa.
— claro que sí, es mi esposa la conozco desde los 17 años y nos casamos a los 28 — ella sonrió de forma enamorada señalando el anillo de su dedo.
— eso es tan lindo, quién diría que si tienes un lado adorable pensé que eras una amargada despistada.
— ¡Hey! — gruño para luego detenerse en un semáforo y tirar su cigarro — algún día lo vas a entender niña, que no hay nada más lindo que la exclusividad de tu pareja donde puedes ver su lado lindo y darás el mundo entero por ella.
— me imagino pero por el momento no necesito un amorío, solo necesito resolver estás pistas inconclusas y sobre si realmente Sasha Waybrigth es la causante de todo este escándalo.
— haces bien, pero yo disfruto las noches de sexo con mi mujer luego de un arduo día en busca de criminales con falta de amor — ella arranco el auto y yo solo asegure mi cinturón.
— no quiero saber lo que haces en tu intimidad — dije avergonzado para mirar a la ventana.
El silencio era cómodo, de vez en cuando platicábamos ya sea del trabajo o de otras cosas, quién diría que detrás de ese semblante rudo y carácter firme había una mujer con espíritu infantil.
Era agradable y no me sentía tan agradecida porque me dio está oportunidad, así fue hasta que topamos en la carretera donde ya estábamos a una hora y media de llegar.
Tenía miedo y nervios pues sería la primera vez que piso una prisión tan asegurada, donde sus mayores criminales enfermos estaban encerrados ahí.
Sería la primera vez que conozco a la tan temida, Sasha Waybrigth....
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