"Eres como una flor de cerezo que está apunto de florecer" murmuró con los ojos cerrados. Las yemas de sus dedos recorrieron con suavidad la mejilla de la chica, logrando que ésta temblara bajo su contacto, enigmática a su acción "Y sé que seguirás siendo bonita" abrió los ojos, curveando sus labios en una sonrisa. Colin se acercó hasta la chica, posando sus labios en su sien y dejando allí un pequeño beso, para después coger con suavidad la parte trasera de su cabeza y sin verlo venir, acercarla con brusquedad a su pecho, aprisionándola allí "Eres tan perfecta que podría cuidarte para siempre, pero aquello no durará por mucho y te irás pronto. Y no quiero eso. No, no y no. No vas a librarte fácilmente de mí." Sin permitirle analizar el sentido de sus palabras, él echó la cabeza de la chica para atrás, observándola por última vez "tendrás que venir conmigo."

Y la estranguló con sus propias manos.