diez

Maia Tozier.

Pasó un mes desde que conocí a ese chico, YoonGi, el tiempo pasó tan rápido que apenas me dí cuenta, terminaba siendo cierto eso de que cuando te encuentras entretenida el tiempo pasa volando. En este mes estuve viéndome con él todos los días, sin falta, hasta los días en lo que yo no tenía que trabajar iba a llevarle comida, regalos o golosinas como si fuera su niñera, o en mis más oscuros sueños, como si fuera su mujer. Simplemente me salía del corazón hacerlo, por algún motivo cuando no lo veía -que no pasaban más de cinco horas- me sentía mal, rara, extraña. Una sensación complicada de explicar, pero era frustrante no poder ayudar a mi hermano en alguna tarea escolar porque quería ir corriendo al psiquiátrico para estar por lo menos unos minutos en compañía de YoonGi, sentía como si fuera mi adicción, la cual si no recurro en poco tiempo terminaría teniendo una abstinencia terrible, no quería eso, pero yo volvía a él una y otra vez como un adicto volviendo a la cocaína después de prometer nunca recaer.

No sé cómo me estoy sintiendo, pero me asusta pensar que tengo "síntomas" de sentirme atraída por él. No es en específico porque sea YoonGi o por sus enfermedades, sino que...no lo sé, no podría tener sentimientos amorosos por alguien que puede matarme si así se lo ordenan las voces de su cabeza, sabía que no tenía que poner mi vida en peligro, o peor, la de mi hermano, pero la parte de mi mente que más quería silenciar rogaba por atención de él, por su amor, por escuchar un "eres mía, eres mi mujer" de sus labios, aún sabiendo que era incorrecto tener una relación médico-paciente.

Pero en el fondo, muy en el fondo de mi corazón y alma, correría el riesgo de que si él quiere matarme que lo haga.

No hablé de esto con nadie, me da vergüenza admitir que siento sentimientos hacia un paciente, sería muy poco profesional, sin contar que siempre me prometí a mí misma que sería la mejor doctora, pero no podía serlo si a él lo dejaba saltarse la medicación porque no le gustaba, le quitaba la camisa de fuerza tan sólo segundos después de que otro médico se la coloque, y fingía que él no tenía ningún problema que deba medicarse cuando estaba frente a mis ojos la verdadera respuesta a eso. Pero repito, no es algo que me dé vergüenza por las condiciones de YoonGi, sino que es algo más por mí, no me perdonaría ser novia de un paciente, que las cosas salgan mal y después él ande divulgando que lo dejé internado solo por no tener más una relación amorosa, porque conocía bien a las personas como él, con sus enfermedades, si no tenían lo que querían no iban a dudar pero ni un solo segundo en gritarle la verdad a todas las personas, o hasta inventar cosas para arruinarme.

Dejando de lado eso, Leah junto a todo el grupo de pequeños está en Corea, me entusiasma saber que tengo una amiga la cual poder juntarnos los fines de semana, ir a hablar mientras caminamos o hacer pijamadas, pero por mucho que lo intente no puedo reemplazar a Jasmine. Me lastima saber que es cierto eso de que las amistades de tres no funcionan, porque en este caso era y es Leah la que "sobraba". Era muy notoria la conexión entre Jasmine y yo, y si bien amo a mi otra amiga no puedo olvidar a la primera. Los chistes que hacíamos, las anécdotas, palabras claves o demás que solo nosotras dos entendíamos ya no podía compartirlas con nadie más, porque nadie era Jasmine, y tampoco existía algo que pudiera traerla a mi lado nuevamente.

¿Leah se sentirá mal? No lo sé, nunca le pregunté, y YoonGi me dijo que no tenía que preocuparme por cómo se sentían los demás, ni los sentimientos ajenos, solo tenían que importarme los míos y los de él, yo le haré caso, aunque sienta que no era lo correcto y termine siendo muy poco empática, a fin de cuentas sabía que Leah era una persona que se interesaba poco y nada en los de su alrededor, que lo único que quería tener en abundancia eran los billetes en vez de los amigos, a ella no le costaría nada darme a cambio de una buena cantidad de dólares, así que no me tenía que sentir realmente mal por poner mis sentimientos y los de Honey primero.

También noté más gente a mi al rededor en este tiempo, JiMin, SeokJin y HoSeok se acercaron mucho más a mí. Los dos primeros ya los conocía, y el segundo supongo que al enterarse de mi estrecha relación con Jasmine quiso acercarse, aunque hay veces en las que me genera miedo de lo rápido que cambia su personalidad, pero JiMin me dijo que era normal y no le tema. No podía no hacerlo cuando era un claro caso de personalidad múltiple, ni siquiera tendría que tener permitido trabajar en la policía cuando tenía dicha enfermedad, pues quién sabe la cantidad de cosas que podía llegar a hacer cuando no estaba consciente, pero asumía que de alguna manera entró a trabajar en la comisaría, y yo no soy nadie para ir y arruinar su vida laboral, no era algo que me correspondiera a decir verdad.

Con respecto a TaeHyung...seguía teniendole miedo y respeto, lo veo como una extraña figura paterna que nunca tuve, pero él no es el padre que quisiera tener, y tampoco quisiera para mis hijos. Es extraño, porque pareciera que de verdad se comporta como un padre; palmea sus piernas para que me siente allí, acomoda mi cabello y ropa, me muestra su mirada asesina cuando hice o dije algo mal, y cuando no me doy cuenta está cuidándome de alguna forma. Ejemplo de esto último puede ser cuando me dió la botella de agua más fría porque sabía que tenía sed y calor, y él se quedó la del agua en temperatura ambiente, a pesar de estar en las mismas condiciones. Lo peor de todo no era él actuando como el padre ausente que siempre tuve, lo peor era que yo aceptaba ese trato, que me encantaba que me trate como una niña, como su niña.

Es extraño, todo es muy extraño de repente.

⎯ Maia, te están hablando.⎯ escuché la voz grave de TaeHyung. Salí de mis pensamientos recordando que estábamos en un almuerzo en la casa que se está quedando Leah con JungKook, era la primera vez que venía aquí y me quedé sorprendida al ver la enorme casa que tenían, sin contar que ellos se veían como una pareja, a pesar de que pareciera que ella lo asesinaba con la mirada cada que podía.

La casa era enorme, hasta pareciera que la compró alguien que trabaja en la mafia por lo cara que habrá salido. Tiene al rededor de siete habitaciones, cuatro baños, un comedor y sala de estar gigantes, jardín trasero con piscina, cocina de cinco estrellas, y más cosas que seguramente no pude ver todavía. Es entendible, aquí no solo viven JungKook y Leah, también están los pequeños -ya no tan pequeños- amigos de mi hermano, siendo seis adolescentes. Hay veces en las que veo la cara de JungKook queriendo matar a los chicos por ser ruidosos, pero se calma cuando escucha a Leah reír, como si fuera su rivotril en toda la situación. También es extraño.

No sé mucho de él, en realidad no sé nada más aparte de su nombre, está comprometido con Leah porque vine a su fiesta en la que anunciaron su compromiso, pero no sé bien desde hace cuánto son novios, porque asumía que no podían casarse sin estar en pareja antes. Ella no se veía muy feliz con JungKook, también me gustaría indagar en eso, pero me resultaba imposible cuando nunca tuvimos una confianza real, supongo que se debía a la clara diferencia que hacía yo entre ella y Jasmine, pues siempre terminaba estando con mi mejor amiga y Leah sola, igual parecía que tampoco le afectaba tanto porque se iba con sus otros amigos. Desde que nos fuimos de Derry, Jasmine y yo hablamos algunas veces con ella, muy pocas, y en ningún momento nos comentó que estaba en pareja, pero al parecer le iba bien por la enorme casa en la que ahora vivía.

Pero tampoco me importa mucho, nada que no sea yo, Richie y YoonGi, me importa.

Moví la cabeza percatandome de la mirada y el apretón en mi muslo de parte de pap...Tae. ¿Se enojará si le digo papi?

¿En qué mierda estoy pensando?

⎯ Lo siento, no escuché.⎯ me disculpé mirando a los presentes. JiMin estaba con su pequeño hijo sentado en su regazo, TaeHyung a mi costado, Jungkook parado en la punta de la mesa viendo a Leah que jugaba al monopoly con el grupo de adolescentes mientras reían alto, y HoSeok viendo su celular, podía ver que de vez en cuando le daba un tic en la cabeza.

⎯ Presta más atención, pequeña.⎯ regañó TaeHyung, yo asentí bajando la cabeza, un recuerdo de mi madre diciéndome que debía tener menos déficit de atención llegó a mi cabeza, me lo había dicho en mal tono por no escucharla hablar de su trabajo, porque ni siquiera tenía diagnosticado dicho trastorno.⎯ JiMin estaba contando que te estás hablando con un paciente del hospital.⎯ corrió uno de mis mechones de cabello para colocarlo detrás de mi oreja, y yo sentí eso tan...paternal. Me levantó la ceja y sonrió de costado.⎯ ¿Es cierto eso?

Miré mal a JiMin que estaba dándole de comer a  JiHyun mientras éste veía una serie animada en el celular de su papá.

JiMin botón.

⎯ Umh sí, YoonGi se llama.⎯ lo presenté acomodandome en la silla, evitando la potente mirada de TaeHyung, parecía como un padre celoso cuando le comentabas de tu primer noviecito.

⎯ ¿De qué piso es?⎯ preguntó con intriga, yo tragué saliva sintiendo repentinamente la garganta demasiado seca para contestar.⎯ JiMin me comentó que depende el nivel del piso va aumentando el riesgo que corren los médicos por los pacientes. Espero que no sea del quinto piso.⎯ dijo con seriedad, como si me estuviera advirtiendo. Yo simplemente negué con la cabeza.⎯ ¿De qué piso es?⎯ volvió a preguntar.

⎯ Del...segundo...⎯ mentí con la mirada baja. Me sentía culpable por mentirle, tenía miedo que me llegue un regaño.

⎯ Sabes que no tienes que mentirle a TaeHyung, ¿Verdad, Maia?⎯ habló en tercera persona y lo miré con los ojos delatando culpabilidad.⎯ Eso creí. Entonces es del quinto piso.⎯ se estiró en la silla. Por dentro agradecía que Richie este entretenido jugando y no me presta atención, conociendo su carácter no dudaría en que se le enfrentaría a TaeHyung solo para defenderme.⎯ Cuídate, solo eso te digo, tienes que cuidarte Maia, no sabemos cómo son las personas que se encuentran ahí, por algo están en el piso más alto del edificio.

Algo me decía que estaba mintiendo, pero preferí callarme.

TaeHyung me resulta y me va a resultar ser alguien muy misterioso siempre. Siento que si en algún momento descubro algo de él, ese algo me va a llevar a otra cosa y así, como una cadena que nunca termina. De igual manera, me sentía atraída por su energía, o quizá por su misterio. No me gustaba en lo absoluto, de hecho ni siquiera lo considero guapo porque me da mucho la sensación a un padre, a mi padre, tan serio, estricto y sensible para poner de mal humor, y la verdad que muy en el fondo me aterraba darme cuenta que me sentía bien con él, con esas acciones típicas de un progenitor cómo proteger a su hija, moverle el cabello, o hasta sentarla en una de sus piernas.

⎯ Maia, ¿Puedo quedarme a dormir con los chicos?⎯ consultó Richie viéndome al igual que todos sus amigos. Pude darme cuenta que Eddie estaba sentado a su lado y por debajo de la mesa sus manos estaban entrelazadas.

"Solo un crush". Richard idiota.

Estaba por responder cuando ví como JungKook miraba a Leah con seriedad, parecía querer transmitirle un muy notorio "no" pero la chica ni siquiera lo veía por estar observando el tablero del juego, a pesar de que todos me veían a mí y a JungKook, pareciera como si ella no quisiera tener nada que ver con la pregunta de mi hermano.

⎯ No Richie, en otra ocasión será.⎯ negué, y no por ser una mala hermana mayor, sino que algo dentro mío me decía que si lo dejaba aquí dentro JungKook podría colapsar de alguna manera, jamás me perdonaría que le suceda algo por culpa de mi poco sexto sentido. Mi hermano refunfuñó molesto intentando evitar hacer un berrinche frente a los demás.⎯ JungKook tiene que hacer cosas importantes y no puede cuidarlos.

⎯ Los cuido yo.⎯ comentó Leah inmediatamente. Yo suspiré volviendo a ver al pelinegro, éste parecía querer matar a Leah pero a la vez quería...¿abrazarla? No lo sé, no soy analista de miradas, pero era muy extraño ver como se moría de ternura viéndola convivir con adolescentes, pero a su vez una mirada posesiva que quería alejarla de ellos.

⎯ No Lili, tengo que hacer cosas esta noche y tú me ayudarás.⎯ respondió JungKook mirándola, ella suspiró e hizo puchero.⎯ No hagas esa cara, sabes con las condiciones que viniste aquí.

Fruncí el ceño confundida. Leah me había dicho que estaban acá por temas de trabajo, mas nunca me contó de dicho trabajo, siempre evita el tema generandome confusión y a la vez algo de enojo. ¿Por qué no quería decirme? Después lo hablaría con YoonGi, él sí sabrá darme una razón del porqué mi amiga no me cuenta de su nuevo empleo.

⎯ ¿Qué c-condiciones, eh?⎯ saltó el hermano menor de Leah, Bill. JungKook lo miró con una ceja levantada.⎯ No trat-tes a mi hermana como una c-cualquiera que puedes hacer con ell-lla lo que quieras.

Perdón Bill, pero me da ternura que tartamudee. Todos mirábamos la escena, aunque yo me distraje cuando HoSeok repitió ese tic con su cabeza, era rápido, la movía apenas para el costado, y continuaba con la vista fija en su teléfono, con el rostro serio. La curiosidad me estaba invadiendo, y deseaba saber qué mantenía tan concentrado a Jung, pero la voz de mi amiga castaña hizo que vuelva a verlos a ellos, con la intriga picando en mi interior.

⎯ Bill.⎯ Leah murmuró molesta regañando al menor para que se calle.

⎯ No, Leah, ya es la s-segunda vez que escucho a JungKook decir que por las reglas o co-condiciones que te puso no puedes o no pode-demos hacer tal cosa.⎯ reclamó con molestia, tenía el ceño fruncido y sus manos a los costados de su cuerpo formando puños, pero asumía que no iba a lanzarse a golpear a JungKook, no cuando el mayor parecía un ropero de lo musculoso que es y Bill era un simple escarbadientes.

⎯ Es algo que arreglamos entre Leah y yo, no te enojes, Billy.⎯ respondió con calma el pelinegro, generando un fuerte sonrojo en Bill por la vergüenza.

Todos nos quedamos en un silencio, uno muy incómodo en el cual apenas se escuchaban nuestras respiraciones y los dedos de HoSeok tecleando en su celular, por lo que nuevamente lo miré.

¿Con quién hablará?

En este mes con YoonGi él me contó que HoSeok y JiMin eran viejos amigos de él, y que si podía lo mantenga al tanto de lo que hacen fuera de su vista, bueno. Aunque creo que me lo decía jugando porque después soltó una risa, pero aún así quiero llevarle información. No quiero que se decepcione de mí.

⎯ ¿Con quién hablas, HoSeok?⎯ pregunté estirando mi cuello para intentar ver el celular. Todos los presentes me miraron, pero yo no despegue la vista del rostro alargado y bien definido de Jung, parecía un muñeco de porcelana, uno muy serio y a veces muy sonriente.

⎯ ¿Qué te importa? Metida.⎯ contestó molesto. Bufé por su mal trato, si YoonGi se entera de eso seguramente lo golpearía. Honey dijo que si alguien me trataba mal se lo diga y él se hará cargo.

⎯ Vámonos.⎯ escuché a lo lejos el murmullo de Beverly, la única chica del grupo de adolescentes de mi hermano. Era bastante reservada, pelirroja y estaba el rumor de que se acostaba con todos los varones de Derry. ¿Me importa? No, pero en su momento me importo cuando mi hermano y ella convivían bastante tiempo juntos por ser amigos, hasta que Richie me confesó que le gustaban los varones, también las mujeres, pero estaba enamorado de su mejor amigo en ese tiempo, y posiblemente ahora también. Cuando me dijo eso me pude quedar tranquila de que no estaba haciendo alguna orgía o algo así en lo que podía contagiarse una enfermedad de transmisión sexual.

Los menores se fueron, incluído mi hermano, dejándonos a los adultos. Pude ver que Leah puso su rostro serio, había dejado de comportarse como una adolescente y se comportaba como alguien de su edad, pero debo admitir que fue brusco el cambio, como si todo el tiempo hubiera estado usando una máscara por la presencia de ellos. De reojo vi que se levantó de su lugar, colocándose al lado de JungKook en la punta de la mesa. Podía entender que ambos se gustaban porque tenían similitudes; la mirada calculadora, el egocentrismo, lo soberbios que podían llegar a ser.

⎯ Agresivo, ¿Eh?⎯ dije burlona. Siendo sincera no sabía qué me pasaba, ahora por la mente solo se me cruzaba que era un hijo de puta por no responder a mi pregunta que tal vez le serviría a honey.⎯ En fin, ¿Qué puedo esperar de un oficial idiota?⎯ comenté en voz alta para molestarlo, pero actuando como que el comentario era más para mí.

HoSeok es un estúpido, no sirve para absolutamente nada. Sobra en el grupo, siempre está con su buen humor intentando alegrar a todos como si fuera un maldito payaso, después cuando repentinamente cambia a ser el psicópata más buscado de todo el mundo, puede que me agrade más con esa faceta tétrica. Pero después recuerdo que solo es así por momentos, y también es un policía, por ende se auto-llevaría a la cárcel.

⎯ ¿Oficial idiota?⎯  repitió entre dientes dejando el celular de lado. De reojo pude ver la sonrisa de costado de TaeHyung que sorprendentemente...JungKook se la correspondió.

⎯ Sí, mi mejor amiga ha muerto y todos aquí dentro sabemos que no fue un puto suicidio, pero ni siquiera te has gastado el tiempo de buscar pruebas para saber quién mierda la mató.⎯ golpeé la mesa, nadie de la policía quería seguir investigando el caso de Jasmine cuando lo cerraron como un suicidio, y joder, yo sabía que ella no se había suicidado. Debía estar en alguna parte.

Lo siguiente me sorprendió y a la vez me hizo darme cuenta de que lo que había dicho estaba mal, pero pareciera que ni siquiera tenía control de lo que salía de mi boca, realmente no media las palabras que decía, y la euforia del momento me hizo sentir como si fuera superior a los demás, como si no les tuviera miedo, cuando realmente todos aquí dentro me daban una sensación extraña, incluyendo a Leah.

HoSeok con fuerza estrelló el celular contra la pared detrás mío, por tan solo unos centímetros no me lo había reventado en la cara, y estaba segura que esa era su principal objetivo pero quizá falló, o simplemente la vida me quiere mucho como para haberme movido justo a tiempo. TaeHyung tomó mi muñeca y por el rabillo del ojo pude ver a JungKook escondiendo a Leah detrás de él, al igual que JiMin yéndose del comedor junto a un JiHyun dormido entre sus brazos. Empecé a temblar en mi lugar como si fuera un chihuahua, con los ojos llenándose de lágrimas sin pensar en por qué dije todas esas cosas hirientes, quería justificarlo que era porque el duelo de mi amiga me afectaba más de la cuenta, pero yo misma sabía que esa era una vil excusa para ocultar el verdadero motivo; quise hacer sentir mal a HoSeok a propósito, por no decirme qué hacía en su teléfono, y como venganza le dije esas cosas, pero se salió de control.

⎯ Créeme que sé perfectamente quien es el puto asesino de Jasmine, pero no puedo hacer nada para encerrarlo porque eso se llevaría mi vida entera.⎯ murmuró entre dientes, furioso, con su rostro muy cerca del mío, mientras yo me aguantaba el temblor de mi labio para no explotar en llanto frente a él, no quería dejarme más en ridículo.⎯ No porque te estés hablando con un loquito del quinto piso significa que te tengas que creer superior. Sigues siendo la misma estúpida antisocial de siempre.⎯ espetó lo último con rabia. Parecía que sus ojos se habían vuelto más oscuros, sus manos apretaban con fuerza la mesa y sus dientes rechinaban entre sí.

Me miró por última vez repasando cada parte de mi rostro, se alejó de un solo movimiento y caminó sin mirar a nadie más en dirección a la salida. Se escuchó el fuerte sonido de la puerta siendo cerrada, tuve miedo de que haga la puerta giratoria. Nosotros seguimos en silencio. Miré la mesa mientras sentía mis ojos explotando con las lágrimas, logrando que bajen por mis mejillas hasta mojar mi mentón, recordando mis frías palabras y mi actitud, me sentí más culpable que nunca, como si un jodido monstruo hubiera salido de mí. Nunca me comporté así, siempre fui buena y amable, ¿Qué me pasó?

⎯ Y-yo...⎯ levanté la vista mientras las lágrimas saladas caían por mis mejillas. Los presentes me miraban, incluído JiMin que ya había vuelto sin su pequeño.⎯ n-no quería decir eso, no sé por qué lo dije, de verdad no quería solo salió de mi boca y-⎯ justifiqué para después mirar a TaeHyung en busca de ayuda, en ese momento fue como mi soporte, alguien que me hizo sentir cómoda y que lo que había dicho no estaba mal. Por algún motivo, en sus ojos se reflejaba que estaba orgulloso de mí, como un padre cuando el hijo saca una buena nota en los exámenes finales.⎯ Tae, yo te juro que no quería, pareciera como si mi boca y mente se manejaba sola.

⎯ Shh...⎯ secó mis mejillas algo coloradas.⎯ Está bien, está perfecto. Tienes muchos problemas en casa y en algún momento ibas a explotar, es entendible, pequeña.⎯ consoló antes de guiñarme un ojo mientras sostenía mi rostro entre sus grandes manos.⎯ A Hobi se le pasará, tú quédate tranquila.

⎯ Maia.⎯ me llamó JiMin con seriedad. Me solté apenas del agarre de TaeHyung y miré a quien me había llamado, tenía los brazos cruzados y un rostro pintado de seriedad.⎯ ¿El paciente con el que te hablas, YoonGi, se insinuó a tí o algo así?⎯ preguntó. Mi mente pareció brillar cuando escuché el nombre de honey.

⎯ Bueno, JiMin,⎯ interrumpió JungKook parándose delante del nombrado, hablando con un tono algo tenso, como si le estuviera diciendo indirectamente que guarde silencio.⎯ creo que no es necesario que empieces con tus raros cuestionarios ahora, si la chica se lleva bien con el loquito ese está perfecto.⎯

⎯ Él es bueno.⎯ mencioné y todos me vieron.⎯ No está loquito como tú dices, JungKook. Honey no merece estar en ese lugar feo.

¿Honey? ¿Quién es honey, dulzura?⎯ cuestionó TaeHyung, acariciando mis muslos cubiertos por el pantalón de una manera suave.

⎯ YoonGi, el chico del quinto piso con quien me hablo.⎯ expliqué. Pude escuchar el suspiro pesado de Leah para después verla irse del lugar, pero no pudo importarme menos.

⎯ Está bien, Maia.⎯ JungKook me vió sonriente, nunca lo ví así de feliz, pareciera como si tuviera la sonrisa que tiene el Joker tatuada en su mano pero dibujada en su rostro.⎯ Sigue hablando con YoonGi, si tú dices que es bueno entonces es porque es así.

No iba a hacerle caso a JungKook, aunque sí YoonGi es bueno y no merece estar en el psiquiatra, necesito el permiso de alguien importante. Sentía que debía pedirle permiso.

Miré a papi.

⎯ Sí, Maia, puedes seguir hablando con él.⎯ acomodó mi cabello. Sonreí sin mostrar los dientes para escuchar a JiMin quejarse.

⎯ TaeHyung, solo la vas a confundir más.⎯ se le quejó Park al chico de mi costado, pero no le presté atención por estar absorta en las caricias que me hacía.

⎯ ¿Por qué? Si ella quiere seguir hablandose con el chico ese que lo haga, no le veo nada de malo.⎯ contestó calmado para después volver a verme.⎯ Sigue comunicandote con él y me contarás todo lo que te cuenta y hacen, ¿Si?

⎯ Sí, papi.

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