cinco

Maia Tozier.

Miré confundida hacia la dirección de SeokJin y solo lo ví actuar normal mientras seguía en la llamada, me había parecido muy extraño que pudiera escuchar lo que habían dicho del otro lado cuando no estaba en altavoz, y tampoco era que tenía una audición de otro planeta, sí oía bien pero tampoco para la locura. Llevé la vista al chico de la ventana y este no estaba, JiMin tampoco miraba hacia esa dirección, lo que me hizo pensar que todo lo imaginé, lo cual obviamente me preocupaba en demasía, pero prefería quedarme callada y metida en mis pensamientos sin decir nada para no estar internada aquí dentro, prefería trabajar antes que estar internada. Tengo miedo de desarrollar alucinaciones. Pero no, yo estoy segura de haber visto a alguien en la ventana viéndonos, de la llamada de SeokJin, de haberle dicho a JiMin que mire para el lugar que yo le indiqué. No puede ser que haya imaginado eso, tampoco estoy muy cansada para decir que sueño despierta.

⎯ ¿Estás bien, Mai?⎯ preguntó Jimin sacándome de mi trance. Sacudí la cabeza levemente mientras lo miraba, y en su mirada noté algo de preocupación pero ninguno comentó nada.

⎯ Sí, yo...⎯ hablé hasta que el sonido de mi celular recibiendo una llamada del colegio de mi hermano me interrumpió. Lo tomé y con una mueca apenada me levanté de mi lugar.⎯ me llaman de la escuela de mi hermano, ahí vengo.

Después de ver que ambos asintieron me alejé un poco, viendo todo el patio, incluyendo esa misteriosa ventana en la que podía jurar que alguien apareció allí, no me estaba volviendo loca, no podía ser posible. SeokJin y JiMin hablaban entre ellos pero no podía entender por estar lejos, solo veía sus labios moverse y como uno le asentía al otro cuando hablaban, el segundo bastante concentrado en las palabras de su amigo.

¿Señorita Tozier?

Sí, soy yo. ¿Pasó algo con mi hermano?⎯ pregunté preocupada, nunca me llaman de la escuela a menos que Richie se sienta mal, y en realidad, la mayoría de las veces era mi hermano fingiendo un dolor para que lo retire porque no quería estar ahí dentro, pero ahora que no tenía tiempo libre esperaba que no me haga esas escenas porque no podía salir y entrar del trabajo a menos que sea una emergencia.

El joven Tozier se encuentra en dirección bastante lastimado por una pelea que tuvo, necesitamos que lo retiren pero su madre no contesta así que la llamamos a usted.⎯ escuché y suspiré molesta por dos razones, la primera era porque el idiota de mi hermano se metió en una pelea (nada nuevo tampoco) y lo segundo es que, ¿Por qué demonios mi madre no respondía las llamadas de la escuela? Maldita sea, es ella la madre de Richard, no yo, y aunque no me molestaba ir a auxiliar a mi hermano, se suponía que era trabajo de mi madre eso. Además, ya me podía dar una idea de lo tan ocupada que estaba para no hacerse cargo de su hijo y darle la responsabilidad a la hija mayor, como hacía siempre.⎯¿Podrá venir a buscarlo?

⎯ Claro, en diez minutos estaré ahí.

Volví a suspirar enojada, no podía ser que mi madre no le dé tiempo a mi hermano y tampoco atienda las putas llamadas, ¿Qué piensa que vengo aquí a jugar o a hacer nada? Dios, estoy trabajando, no es ni mi primera semana de trabajo y ya tenía que retirarme por culpa de mi hermano y mi madre, la verdad ni sabía a cuál de los dos asesinar primero. Tragué saliva conteniendo el enojo, no tenía que hablarle mal a JiMin o a SeokJin por culpa de mi familia, así que respiré profundo mientras caminaba hacia los chicos los cuales estaban hablando entre susurros hasta que me vieron y pusieron su atención en mí. Rasqué mi cabeza con algo de vergüenza, lo último que quería era que tengan una mala idea de mi hermano, porque a este punto mi madre me importaba una mierda, ya tenía que haber salido de su trabajo, así que no podía excusarse con que estaba trabajando.

⎯ Tengo que retirar a mi hermano de la escuela, se siente mal y no tengo idea de dónde está mi madre.⎯ confesé apenada y ellos asintieron.

⎯ ¿Quieres que te lleve? Tengo el auto.⎯ ofreció SeokJin levantándose de su lugar, yo negué con la cabeza pero él levantó los hombros.⎯ Te llevaré igual, total tengo que hacer otras cosas de pasada.

⎯ JiMin...⎯ dije, estando a punto de pedirle un favor que entendió al instante.

⎯ Estás descompuesta y tuviste que ir a casa, tranquila.⎯ mintió guiñándome el ojo y le devolví una sonrisa de agradecimiento.

⎯ Bien, nos iremos.⎯ avisó el alto y JiMin se despidió al igual que yo, mientras le agradecía por cubrirme.

Comenzamos a caminar los dos hacia la salida del hospital en un silencio raro, no sabía si decir que era cómodo o todo lo contrario porque yo estaba pensando en qué lío se habrá metido Richie, y SeokJin pensaba en...no tengo idea. Cuando llegamos a la calle sacó la llave del bolsillo de su pantalón y apretó un botoncito haciendo que el auto suene, sacando la alarma, supongo. Se dirigió a la puerta del acompañante y la abrió para mí como todo un caballero. Me subí después de mostrarle una sonrisa algo avergonzada y él cerró la puerta, pasó por delante del auto subiéndose de su lado. Acomodó unas cosas para después poner la llave en la ranura y moverla, prendiendo el lindo auto blanco, si no me equivoco es un BMW.

⎯ ¿Dónde es la escuela de tu hermano?⎯ consultó viéndose por el espejo retrovisor, le dije la dirección exacta de la escuela de Richie y él asintió.⎯ No sabía que tenías hermanos, ¿Cuántos años tiene?

⎯ Tengo solo uno, yo soy la mayor y él el menor con dieciséis años. Se llama Richard.⎯ conté con una sonrisa que fue correspondida. Rasqué mi frente cuando nos detuvimos en un semáforo minutos después, preocupada por cómo estaría mi hermano, ¿Le habrán roto los anteojos de nuevo? Joder, salen costosos esos malditos vidrios para que pueda ver.

⎯ Uh, dieciséis eh.⎯ rió de manera amistosa.⎯ A esa edad es lo más normal meterse en peleas y cosas así, tranquila que ya se le pasará.

Seguiría investigando las posibles razones de porqué mi hermano se agarró a golpes con alguien de la escuela, pero lo que dijo SeokJin me impresionó de golpe, y es que...yo nunca había dicho que Richie había peleado, mentí que se sentía mal para no arruinar su reputación y que piensen que tengo un hermano con problemas de ira, ¿Cómo mierda SeokJin se enteró de la verdad si estábamos demasiado lejos para que escuchen la llamada? Prefería suponer que era porque era muy obvia mi preocupación o simplemente porque él también fue adolescente y ese "se siente mal" que podría decir una madre lo había dicho la suya para justificar las peleas de su hijo. Tampoco creo que tenga alguna intervención en mi teléfono para oír mis llamadas, ¿Verdad?

⎯ ¿Cómo sabes que tuvo una pelea?⎯ pregunté confundida.⎯ Yo les había dicho que se sentía mal.

SeokJin levantó los hombros relajado mientras giraba en la esquina de la escuela que asistía mi hermanito, no era muy lejos del hospital y eso lo salvó de un posible interrogatorio que le haría, porque también se cruzó por mi cabeza la idea de que alguien dentro de la escuela de mi hermano lo esté vigilando, y es que nadie podía culparme por pensar de manera tan loca, de repente todo un grupo de amigos estaba relacionado conmigo de alguna manera, y desde que llegué al hospital estuve con estas extrañas "alucinaciones".

⎯ Lo supuse.⎯ volvió a levantar los hombros cuando estacionó. Sonrió y volvió a hablar, seguro notando mi mirada juzgona.⎯ No te das una idea las veces que mi madre dijo frente a la gente que me sentía mal para no decir que me había agarrado a golpes, para hacerme ver como un niño de bien.

Le agradecí por el corto viaje mientras salía del lujoso auto para correr hasta la entrada de la escuela y retirar a Richard, quisiera saber el motivo por el cual se agarró a golpes con un compañero, pues mi hermano no era de ir a los golpes a menos que sea necesario, esto porque no sabía pelear bien, y también porque sabía que haciendo eso nos hacía perder tiempo a mamá y a mí que estábamos ocupadas, bueno, quiero creer que nuestra madre se encuentra ocupada realmente y no con algún tipo en quién sabe dónde, no sería extraño tampoco.

La secundaria era grande y limpia, no voy a decir que era una de las mejores del país ya que no tenemos dinero suficiente para mandar a mi hermano a tales escuelas, pero para ser una pública estaba en perfectas condiciones. Los casilleros azules tenían números, suponía que para que cada alumno sepa cuál es el suyo, y pasé por enfrente de uno que tenía rayones, burlas escritas y todo me llevaba a un caso de bullying, solo esperaba que no sea el casillero de mi hermano, aunque dudo mucho que Richard soporte que lo traten mal cuando era él quien por lo general se defendía tratando peor a los demás. Toqué la puerta que decía "dirección" y al instante me dieron el pase, suspiré mientras ingresaba, tenía la bata de médica en la mano para no verme extraña.

⎯ Buenos días.⎯ saludé tímida entrando al lugar. Lo primero que ví fue a mi hermano sentado al lado de otro niño, los dos estaban lastimados y se miraban con odio. Por lo menos Richie tenía los lentes intactos, lo que me hizo respirar apenas más tranquila.

⎯ Buenas tardes señorita Tozier, lamento interrumpir sus horas de trabajo pero su madre no nos contestaba y no teníamos de otra que llamarla a usted.⎯ dijo la directora, yo me pare detrás de mi hermano poniendo mis manos en sus hombros, quien apoyó la cabeza en uno de mis brazos al instante, seguro de que ya estaba con él.

⎯ Seguro no contesta porque le da vergüenza tener un hijo como Richard.⎯ murmuró el niño de al lado con burla, y quise golpearlo porque también estaba ofendiendo a mi madre, pero no sería propio ni legal golpear a alguien que seguramente era menor que yo por 10 años o menos. No quería ir presa ni armar un escándalo más del que ya armó mi hermano, lo único que faltaba era que piensen que somos una familia de agresivos.

⎯ A tí tu padre te abandonó por un atado de cigarrillos, imbécil.⎯ respondió Richie enojado, queriendo ir a agarrarlo a golpes nuevamente al otro chico.

⎯ Bueno, bueno, basta.⎯ sujeté con más fuerza a mi hermano mientras le hablaba despacio para que no se altere más. Sin darme cuenta lo comparé con nuestro padre, a veces eran tan malditamente iguales que me daba asco, lo único que esperaba era que él no termine siendo un drogadicto como nuestro difunto papá.

⎯ ¿Por qué pelearon?⎯ preguntó la directora y yo abrí los ojos sorprendida, pensé que ella sabía la razón, digo, es directora de la escuela y asumía que era la primera en enterarse de las cosas aquí.

⎯ Dijo que quería cogerse a mi hermana.⎯ escupió enojado mi hermano. Suspiré tirando la cabeza para atrás, esas "bromas" tan inútiles e infantiles que al parecer todos los varones (incluyendo a mi hermano en algún momento de su vida) hacían de bromear queriendo tener sexo con la madre, hermana, prima o cualquier pariente de su amigo porque piensa que es gracioso, y la verdad que en vez de verse graciosos se ven como unos pajeros promiscuos.

⎯ No era motivo para golpearme, idiota.⎯ contestó el otro.

⎯ ¡¿Cómo no?!⎯ exclamó Richie safandose de mis manos, sin culpa alguna empezó a gritarle en la cara al chico desconocido para mí.⎯ ¡Estabas gritando por todo el pasillo que querías tener sexo con ella! ¡Sexualizaste su traje de médica, maldito estúpido!⎯ terminó diciendo para darle un puñetazo en la cara que me hizo soltar un leve grito de asombro. La directora se levantó de su lugar para tomar los brazos del otro niño mientras yo tomaba a Richard.⎯ ¡Déjame matarlo, Maia!

⎯ No, cállate.⎯ le dije bajo para que el otro no escuche, lo volví a sentar para después ver al chico. No quiero más problemas, joder.⎯ Mira niñato, no quiero que andes diciendo esas cosas de mí, tengo veinticuatro años y tú seguramente no pasas los dieciséis, estás pensando con la polla y me da asco que pienses así.⎯ él bajó la cabeza con vergüenza después de escucharme. Miré a la directora y ella suspiraba decepcionada.⎯ Y usted no tendría que permitir que esas cosas pasen en la escuela, aunque no tiene la culpa de la crianza del niño.

⎯ Lo lamento por el comportamiento del joven Choi, señorita Tozier.⎯ se disculpó apenada.⎯ Puede retirar a su hermano si gusta.

⎯ Sí, sácame de aquí, Mai.⎯ susurró mi hermano tomando mi mano, como si fuera su último deseo en el mundo.

⎯ No te salvas de la regañada, tonto.⎯ susurré mientras rodaba los ojos y escuchaba el suspiro lastimero de Richie detrás mío.⎯ ¿Tengo que firmar en algún lugar para retirarlo?⎯ pregunté mirando a la directora, ella asintió buscando un libro en su cajón para después extenderlo. Firmé y coloqué mi nombre para que sepan que lo retiré yo y no mi madre.

Que quién sabe dónde está mi madre.

⎯ Adiós.⎯ se despidió la mayor con una reverencia, yo hice lo mismo.

Con Richie salimos de la oficina y caminamos un poco por el pasillo hasta que de reojo ví que iba bajando la velocidad de sus pasos. Sin darme la vuelta extendí mi brazo para tomar su oreja y comenzar a obligarlo a caminar por el pasillo. Parecía que era su madre, pero la verdad que nuestra mamá real no le haría esto y a veces me enfurecía saber que yo actuaba más como figura maternal de mi hermano que ella. Nuestra madre nunca nos regañaba, se reía de cuando hacíamos cosas que estaban mal, y es por eso que Richie nunca entendió que irse a los golpes no estaba bien, o gritar cosas íntimas como sus masturbaciones y demás, entonces era mi deber regañarlo hasta que aprenda.

⎯ ¡Ay, Maia, me duele!⎯ se quejó mas no lo solté.⎯ ¡Tozier, basta!⎯ me pegó un manotazo en la mano y yo le clavé la uña del dedo pulgar en su lóbulo, no lo hacía a propósito para que sufra, verlo sufrir era mi peor pesadilla en el mundo, pero sabía que si lo soltaba me tomaría de estúpida y todo lo que le diga se lo iba a pasar por los huevos.

Tenía el rostro algo lastimado por lo que pude ver, el labio con un poco de sangre al igual que el orificio de la nariz. También llevaba un pequeño rasguño en el pómulo que se veía rojo, cosas que yo tenía que curar por ser la médica de la familia, y aunque no me molestaba, era mejor si no tendría que curar ninguna lastimadura, más cuando se trataba de una estúpida pelea de adolescentes que no llegaba a nada. Seguimos así un largo rato, con quejas de Richard y yo manejando el camino hasta la salida de la escuela cuando por fin lo solté. El menor sobó su oreja que había quedado roja por la fuerza aplicada y me miró mal.

⎯ »Me dolió.⎯ hizo puchero, yo crucé mis brazos viéndolo con seriedad.⎯ Ay no...¿Se viene el regaño?

⎯ ¿Esperabas una fiesta por haber golpeado a un compañero?⎯ solté irónicamente, él me iba a contestar pero me adelanté, sabía de lo que era capaz de responder y no estaba de humor para esas bromas.⎯ ¡Obvio que no Richard Tozier!

⎯ Tengo una buena explicación...⎯ susurró, yo suspiré viéndolo atenta, no tenía que responder con agresión pero a veces me sacaba de mis casillas, además de que mi hermano no aprendía si no era mediante regaños fuertes, aunque no me guste tirarle la oreja, era lo mejor que podía hacer para que entienda lo que estaba mal.⎯ él dijo que quería tener sexo contigo y quería que seas su sugar mommy, ¿Entiendes eso? ¡Está enfermo!⎯ exclamó con molestia.⎯ Maldito hormonal.

⎯ Tú también andas hormonal, no te hagas.⎯ me di por vencida tomando su mano para caminar a casa, él no se quejó y siguió mis pasos, a veces parecía un niño conmigo.⎯ Y haces esas estúpidas bromas, espero que no se repitan más.

No era de entrometerme en las amistades de mi hermano, porque realmente no me interesaba escuchar sus competencias por saber quién tenía el pene más largo o a quién le habían crecido vellos primero, más cuando uno de ellos era el hermano menor de mi amiga Leah. Pero sí hubieron varias veces en las que era inevitable escucharlos cuando estaban en casa, mi hermano no habla muy bajo que digamos, y los quejidos de Eddie tampoco eran en un tono bajo, esos "me follaré a la mamá de Eddie Spaghetti" era algo que no me gustaba escuchar, aunque sea broma, y más cuando la madre de su amigo era una señora gorda que nunca nos devolvía la pelota cuando caía en su patio, esto antes de tener a su único hijo. Siempre nos había tratado mal en Derry, y una vez regañó a mi hermano por no lavarse las manos, esa familia tenía una extraña obsesión con la higiene.

⎯ Pero no quiero follar a la hermana de ningún amigo...a la de Bill tal vez sí, pero no la veo hace tiempo, uh, y la enfermera de la escuela es bonita, también joven, y...

⎯ Cállate, idiota.⎯ lo silencié ya cansada.

⎯ ¿Volverás al trabajo después de dejarme en casa?⎯ preguntó después de unos minutos, estábamos a unas cuadras de casa y yo con la mirada buscaba a mamá en las tiendas cercanas, quizá se quedó hablando con alguna señora y dejó el celular en casa.

⎯ Eh, no, un compañero iba a mentir diciendo que me sentía mal, o algo así.⎯ expliqué y escuché su sonido de afirmación.⎯ ¿Sabes a dónde pudo haber ido mamá?

⎯ Ah, ah.⎯ negó mordiendo sus uñas de la mano contraria a la que me sostenía.⎯ Capaz fue a la casa de alguna amiga, no lo sé, Mai.⎯ levantó sus hombros.

Decidí pensar en la noche anterior si nuestra progenitora nos dijo dónde iría o si hoy en la mañana dejó una nota para saber su ubicación, pero después de pensar no encontraba ningún recuerdo relacionado a su paradero. Tampoco es que mamá tenga muchas amigas en la ciudad, es muy sociable pero aún así, es difícil conseguir la confianza de las personas coreanas y lamentablemente mi madre aún no la conseguía del todo con las señoras que le caen bien. Si estaríamos en Derry estoy segura que ahora se hubiera juntado con las madres de los amigos de Richie, menos con la mamá de Eddie ya que ella es algo... especial, como dije anteriormente, es muy difícil que le caiga bien alguien, pero para mi suerte yo sí le caía algo bien.

Aunque tal vez era porque le limpiaba la casa y soy la más cercana a su pequeño hijo. Extraño a los niños.

⎯ ¿Sabes algo de los chicos?⎯ empecé una conversación con mi hermano y él asintió efusivo.

⎯ Vendrán dentro de un tiempo por las vacaciones, aunque creo que la familia de Bill vendrá a vivir aquí porque a Leah le ofrecieron un trabajo.⎯ contó feliz y yo asentí, tendría a mi otra amiga aquí, quizá podamos salir las tres a algún bar o algo así, no era muy cercana a Leah pero la extraño un poco.⎯ Extrañaba a los chicos y ahora podré verlos.

⎯ Cuando seas mayor podrás volver a Derry, o ellos venir a vivir aquí.⎯ lo animé.

Pasados unos minutos llegamos a casa, las persianas estaban bajas y me resultó extraño ya que en la mañana yo las había subido. Con algo de miedo de que alguien haya entrado coloqué a mi hermano detrás mío y abrí la puerta principal lo más silenciosamente posible. Se escuchó un ronquido y me asusté, prendí la luz encontrando a mi madre tirada en el sillón durmiendo con tres botellas de cerveza a su costado, todas vacías.

Suspiré mirándola y Richie también lo hizo, decepcionado de nuestra progenitora. Por eso no contestaba el celular. Nos acercamos los dos y moví a mamá, luego de unos minutos se despertó de golpe asustandonos a mi hermano y a mí. Tenía el cabello despeinado, la ropa desarreglada y un olor asqueroso a cigarrillo y alcohol.

Genial, ahora mi madre se transformó en una adicta.

⎯ Hijos...¿Ya es la hora de su salida?⎯ preguntó estando aún un poco ebria, cuando abrió la boca para hablar el olor era peor, casi me tuve que tapar la nariz para no sentirlo.

⎯ No mamá, Mai me retiró de la escuela.⎯ dijo Richie a mi lado mirándola con lastima y a la vez decepción, aún así, el brillo de sus ojos no se iba con la esperanza de que mamá vuelva a ser como siempre, yo ya había dejado esa ilusión en el tiempo.

⎯ Oh, bien.⎯ respondió cerrando los ojos queriendo volver a dormir pero la moví del hombro.⎯ Ay hija, no molestes.

⎯ Richard, vete a tu habitación, ahora voy a curarte las heridas.⎯ ordené y el nombrado sin decir nada hizo caso, sabía que se iba a poner fea la situación y prefería desaparecer escuchando música. Miré a mi madre molesta y ella parecía estar en las nubes a causa de las sustancias que ingirió, esperaba que sea solo alcohol por lo menos.⎯ Eres una pésima madre.

⎯ ¿Me dices eso por darme el gustito una vez de beber?⎯ soltó ofendida sentandose en el sillón, tambaleándose en el proceso.

⎯ La escuela de Richie te llamó para que lo retiraras por una pelea que tuvo y ni contestaste, y encima que vengo estás aquí borracha, fumada y haciendo cualquier cosa menos lo que tendría que hacer una madre.⎯ respondí enojada mientras juntaba las botellas de vidrio del suelo.⎯ Recuerda que tienes un hijo de dieciséis años que aún crías.

⎯ ¿Richie se metió en una pelea?⎯ preguntó sorprendida.⎯ ¡Richard ven aquí!⎯ lo llamó.

⎯ ¡Richie no vengas!⎯ le grité de vuelta a mi hermano, el cual al parecer obedeció porque ni se asomó por la puerta, haciendo que nuestra madre suelte un bufido a la vez que se estiraba en el sillón.

⎯ Pareciera que eres tú su madre, te hace más caso a tí que a mí.⎯ comentó molesta y no dije nada más que verla fijamente.⎯ ¿Quieres su patria potestad también?⎯ se levantó del sillón.

⎯ No dudes que cuando tenga una casa propia la tendré, Richie se vendrá conmigo porque no puedo estar tranquila sabiendo que está a tu irresponsable cuidado.⎯ me alejé de ahí para tomar las cosas que necesitaría para curar las heridas de mi hermano.

⎯ ¡¿Qué dices?!⎯ gritó a mis espaldas.⎯ ¡Yo parí a tu hermano, es mi hijo, no puedes llevártelo!

⎯ Parir no significa lo mismo que estar a su pendiente, es un adolescente aún, necesita una madre que lo crie, y en este caso lo va a terminar de criar su hermana mayor.⎯ la miré enojada, y a su vez segura de que me llevaría a mi hermano conmigo, cueste lo que cueste.⎯ Haré lo que tú no hiciste conmigo: criarlo de buena manera.

⎯ Ahora que eres médica te crees mejor que yo.⎯ se burló buscando otra cerveza.⎯ No eres madre, no sabes el trabajo que es.

⎯ Y tú siendo madre hace veinticuatro años no aprendiste a manejar el trabajo.⎯ hice un falso puchero que la enojó más.⎯ Que lástima.

Caminé a la habitación de mi hermano mientras escuchaba los torpes pasos de mi madre venir hacia mí. Iba con lentitud para saber que más me diría, quería escuchar sus ridículos argumentos ante mi idea de poder llevar a mi hermano y vivir con él, porque Richie no puede vivir con una adicta que tiene un trabajo que encima no le pagan lo suficiente para mantenerlo, y aunque esto último no es su culpa, sí es culpable de gastar el poco dinero que le dan en cervezas, bares o quién sabe qué más.

No odiaba a mamá, pero teníamos una relación de amor-odio que siempre estuvo, por mucho que le brillen los ojos cuando me vea sonreír también sé que hay veces en las que tiene ganas de golpearme la cara, pero no lo hace porque sabe que las cosas se pondrán peor. Si bien no se merece el título a la mejor madre tampoco se merece al de la peor. Por lo menos nos da un techo, agua y comida, pero en el sentido de ayuda, amor y paciencia no tiene una mierda, y creo que esas son unas de las principales cosas que se necesitan para ser madre. Aunque agradezco que solo este mamá y no papá, ahí sí se me vendría el mundo abajo y me costaría más de lo que ya me cuesta sacar a mi hermano de mi casa. Papá no dudaría en golpearme hasta matarme y enterrarme en el jardín, que a decir verdad...es todo un misterio como mi madre no terminó siendo abono para el jardín después de tantas discusiones.

Al no escuchar nada más de mi progenitora entré finalmente al cuarto de Richie encontrandolo con los auriculares mientras hacía videollamada con Bill, al parecer hablando de la pelea que tuvo hoy.

⎯ Hola Billy.⎯ saludé al chico tartamudo, él me movió la mano de un lado a otro y Richie desconectó los auriculares para poner la videollamada en voz alta y que yo pueda escuchar. Empecé a preparar el algodón para curar a mi hermano.

H-hola, Mai, ¿Cómo e-estás? preguntó el chico a través de la videollamada. Sonreí y me senté a un lado de mi hermano.

⎯ Todo bien por ahora, aunque como puedes ver Richie ya se metió en problemas.⎯ miré de mala forma a mi hermano, aunque con algo de diversión porque no quería hacerlo ver tan serio ante los ojos del amigo de Richie, y los dos adolescentes rieron.⎯ ¿Cómo están Georgie y Leah?⎯ Pregunté colocando alcohol en mis manos para desinfectarlas.

B-bien, Georgie empezó la p-primaria y Leah tiene un n-nuevo trab-bajo. informó y yo asentí sorprendida, muy en el fondo de mi mente no creía a Leah capaz de trabajar.⎯ Creo que i-iremos a vivir a-allí.

Richie me había mencionado algo de eso, espero que podamos vernos más seguido, lindo.⎯ dije limpiando el labio de mi hermano que comenzó a reír.

⎯ Uuuy, Bill se sonrojó.⎯ siguió riendo mientras le hacía burla a su amigo. Sabía que el amigo de mi hermano era el más tímido de todos, y yo era igual con todo el grupo, siempre fui dulce con ellos al saber los problemas familiares que llegaban a tener. Nunca estaba de más ser buena con alguien que tenía falta de amor.

D-detente, Richie. pidió con timidez.

⎯ ¿Los chicos cómo están?⎯ pregunté esquivando el tema del sonrojo del menor.

⎯ Dejen de hablar como si yo no estuviera aquí.⎯ pidió Richie que fue ignorado.

Bien, e-extramos a Ri-ichie. Beverly es mi...n-novia. confesó con las mejillas y orejas rojas.

⎯ ¡Oh my goooood! exclamé sorprendida y los dos adolescentes carcajearon, ya mismo le estaría enviando un mensaje a Jasmine diciéndole que gané la apuesta.⎯ Yo sabía que iban a terminar juntos.

Íbamos a seguir hablando pero desde el teléfono se escuchó un lejano "la cena esta lista Bill" y el adolescente tuvo que despedirse. Cortaron la llamada y yo terminé de curar a mi hermano.

⎯ »Listo, como nuevo.⎯ dejé un beso en su frente. Escuché su suspiro y lo miré preocupada.⎯ ¿Qué pasa, Richie?

⎯ Otra vez mamá y tú pelearon...⎯ me miró triste, me parecía sorprendente como podía cambiar su expresión de un segundo a otro cuando estaba solo conmigo.⎯ ya me cansa esto, Mai, quiero irme contigo.

⎯ Prometo que apenas consiga un lugar nos iremos.⎯ acaricié su mejilla.⎯ No quiero dejarte sin educación, comodidad o comida, debes entender que no es solo tener una casa, cielo.

⎯ Lo sé pero tú tampoco me dejas trabajar para ayudarte.⎯ comentó triste.

Podía decir que mi hermano era un adolescente que pensaba la mayoría de veces con su parte íntima, hacia bromas molestas o no le prestaba atención a las cosas importantes, pero nunca pasé por alto el hecho de que siempre tuvo en mente querer ayudarme para irnos los dos de esta casa. Repito; mamá no es mala, solo que no está y creo que nunca estuvo lista para ser madre, y ahora le vienen las consecuencias. Estoy feliz de que Richie ya es medianamente grande y entiende algunas cosas, al igual que ya no le afecta tanto saber que mamá y yo peleamos, recuerdo que cuando era pequeño lloraba por horas gracias a las discusiones.

⎯ Tienes que concentrarte en los estudios, yo voy a trabajar duro y en tres meses podremos vivir juntos en otro lado, sin que mamá lo sepa.⎯ prometí y me abrazó con fuerza, abrazo que yo correspondí de la misma manera.

⎯ Te amo, Mai.

⎯ También te amo, Richie.

Cortando el momento tierno sonó mi celular, mi hermano se separó del abrazo y se acostó en su cama mientras yo veía confundida el mensaje que me había llegado.

Mamá de Jas.

Hola Maia, ¿Sabes dónde se encuentra Jasmine?
14:30 pm.

Hoy tenía la ultima investigación y no contesta mis mensajes, tengo un mal presentimiento.
14:30 pm.

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