catorce

Maia Tozier.

Miré a mi hermano sin saber que contestar, tenía la bolsa abierta mientras intercambiaba la vista de mí hasta el interior donde se guardaban las armas, y después me miraba a mí con los ojos tan abiertos que por un momento creí que se le saldrían. Mordí mi labio inferior sin saber qué decir, no estaba en mis planes que mi hermano volviera a mi habitación, no recordé lo curioso que es y lo insistente que se vuelve cuando alguien le oculta algo, era más que obvio que volvería a mi cuarto para saber qué carajos traje y no le quería mostrar. En este momento, lo que más sentía era miedo de su reacción, a pesar de mostrarse enojado, con el pasar de los segundos su ceño se frunció, enojado, y lo último que quería era que Richie se enoje conmigo.

⎯ Maia, contestame.⎯ exigió enojado y a la vez preocupado. Yo me quedé en silencio y eso lo desesperó todavía más.⎯ ¿Por qué mierda tienes armas? ¡Dímelo, Maia!

⎯ No grites, mamá está durmiendo.⎯ lo callé y él bufó soltando la bolsa, se quedó en su lugar mientras me miraba furioso, y no sabía si le molestaba que no le haya contado que tengo algo para asesinar personas, o disfrazaba su preocupación por mí al tener aquello, quizá pensó que me metí en una clase de mafia para que nosotros nos vayamos lo más rápido posible de esta casa, y de la vida de mamá, que parecía empeorar cada vez más con alcohol.

⎯ Me importa una mierda mamá, si no me dices ahora mismo por qué carajo tienes armas en tu habitación iré a decirle a ella.⎯ amenazó, sus mejillas se habían puesto rojizas por el enojo.

⎯ Son de juguete, Richie.⎯ mentí suspirando, eso lo enojó más y terminó bufando mientras volvía a la enorme bolsa que me había traído puros problemas.

Sabía que mi hermano, teóricamente, no debía enojarse por lo que yo tenga, o por lo que haga o deje de hacer, soy adulta y estoy en mi derecho de hacer lo que se me dé la gana, pero entendía su enojo, preocupación y molestia al ver tales cosas, es algo que podía llevarme a la cárcel tranquilamente, o quizá por su mente se cruzaba la idea de que me volví loca y acabaría con su vida y la de mamá, aún sabiendo que jamás le haría daño a él, todo podía pasar, ¿Cuántos asesinos seriales famosos comenzaron acabando con la vida de las personas que más decían amar?

⎯ ¿Ah sí?⎯ sacó la caja de la bolsa y la abrió con fuerza, rompiéndola, era la primera vez que notaba la fuerza que tenía como para quebrar esa cinta tan difícil de destrozar. Tomó el revólver entre sus manos y apoyó la boca en su frente.⎯ ¿De verdad son de juguete? Si lo son voy a tirar del gatillo, total no me puede pasar nada.⎯ me puso a prueba y levantó los hombros aparentando tranquilidad, pero en su rostro se veía el sudor por los nervios, es que, claramente, no se notaban de juguete si pesaban demasiado para ser de plástico, ni siquiera las armas de juguete las hacían con tantos detalles y realismo, fue una mentira tan absurda que quería golpear mi propia frente en este momento.

No sabía si el arma estaba cargada por lo que me apuré en tomarla y alejarla de él. No tengo idea de cómo saber si tiene balas, por lo que solo la tire sobre mi cama y con mis manos en los hombros de mi hermano lo sacudí, desesperada. Él dejó de fruncir sus cejas, notando mi miedo cuando él estuvo tan cerca de matarse frente a mis ojos. No me culpaba por actuar exagerada, tal vez, conocía a mi hermano y era más que capaz de jalar ese gatillo para saber si le estaba mintiendo, y prefería mil veces que se enoje conmigo por tener algo así antes que ver como acaba con su vida por una mentira barata mía.

⎯ Es de un amigo, solo se las estoy cuidando porque podía perderlas, deben tener un precio alto como para comprarlas de nuevo.⎯ volví a mentir. Los ojos de mi hermanito se pusieron llorosos pero a la vez reflejaba molestia y preocupación. Se soltó de mi agarré con brutalidad para verme como si estuviera loca.

⎯ ¿Qué clase de amigos tienes?⎯ preguntó arisco, me miró de arriba a abajo como si no me reconociera, y mi pecho se sintió feo con eso, ¿Y si estaba llegando demasiado lejos con todo esto?⎯ Desde que trabajas en ese hospital te estás comportando distinto, sé que puedo llegar a actuar como estúpido pero me doy cuenta de tu comportamiento, y la charla que tuviste el otro día con los otros que me parecen igual de extraños. ¡HoSeok te revoleó un celular para darte en la cabeza!⎯ se acercó para pegarme en ese lugar con su dedo índice, haciendo que trastabille un poco.⎯ ¡¿Qué mierda pensabas cuando le decías que era inútil?!

⎯ Richard cierra la boca que mamá despertará y se va a enojar contigo, y para tu consecuencia no haré nada para cubrirte esta vez.⎯ amenacé yo esta vez, y ví sus ojos abrirse antes de acomodar sus lentes con mucho aumento. Asintió lentamente con la cabeza mientras me veía de la misma manera; confundido, decepcionado, asustado, pero me había cansado que grite y nuestra madre pudiera darse cuenta de lo que ocurría aquí dentro, eso solo empeoraría la pésima relación que tenemos.

⎯ Es que en serio no eres la misma, ¿Es por el loquito ese, eh?⎯ levantó la voz con molestia.⎯ El YoonGi ese, te está volviendo loca, ¡ya hasta compras armas!⎯ exclamó preocupado señalando la caja sobre mi cama.⎯ Estoy seguro de que gastaste el dinero que te quedaba por algo que lo más probable es que te haya pedido él.⎯ bufó cruzando sus brazos.

⎯ ¿Qué? ¿Te molesta que mi dinero no vaya dirigida solamente a tí?⎯ pregunté molesta y él abrió la boca para contestar, pero se quedó en silencio, seguramente no dándome la razón, sino atónito por lo que dije, y es que si lo pensaba un poco, carecía demasiado de sentido, Richie nunca me pidió algo, y cuando le regalaba cosas me regaña afirmando que podía haber utilizado el dinero en algo más importante que no sea él, pero el enojo me estaba controlando, no solo porque habló mal de YoonGi, sino también que esté a los gritos mientras nuestra madre dormía, yo venía cansada del trabajo, estaba estresada, aterrada por tener pistolas en mi maldita habitación..⎯ Y no, no me lo pidió él, ya te dije que son de mi amigo.

⎯ ¡¿Te estás escuchando?! Ese loquito te comió la cabeza, Maia, por Dios.⎯ tomó mi rostro con desesperación, sus ojos miraban a los míos, rogándome que vuelva a estar como antes, pero yo me sentía igual que siempre, con la diferencia de estar enamorada y...hacer cosas que nunca pensé hacer, pero mi cabeza lo justificaba con que por amor se hacen locuras.⎯ ¿Cómo puedes siquiera pensar que me molesta que gastes tu dinero en otra cosa además de mí? Eso me lo paso por los huevos, me preocupa que compraste algo con lo que literalmente puedes matar a alguien. ¿Te pusiste a pensar en eso por tan solo un pequeño segundo?

⎯ ¡Ya te dije que son de un amigo!⎯ exclamé empujándolo. Lo llevé a empujones hasta la puerta de mi habitación para terminar sacándolo, sin medir mi fuerza lo hice terminar tirado en el suelo, pero no me dí cuenta en el momento. El labio inferior de mi hermano tembló, anunciando su llanto, mientras me veía desde el suelo aterrado, jamás reaccioné así con él, con nadie en realidad.⎯ No vuelvas a nombrar a YoonGi, y menos asumir que él me hace hacer cosas malas porque no es así. Y si no me crees que las armas son de un amigo no me interesa, solo cierra la puta boca o seré yo la que la cierre con una bala entrando ahí.⎯ cerré la puerta en su cara causando un gran ruido mientras respiraba con fuerza tomando mi cabello.

Tomé las almohadas de mi cama y comencé a tirarlas por la habitación sin pensar en que podía romper algo, tampoco me importaba mucho escuchar el llanto de mi hermano detrás de mi puerta, llamando a mi nombre y pidiéndome que vuelva a ser todo como antes, a este punto a ninguno le importaba que nuestra madre durmiera a dos habitaciones de la mía. Me destrozaba pensar que Richard podía estar en ese momento con la cabeza entre sus rodillas como acostumbraba a ocultarse cuando lloraba, y mi corazón se rompía recordando que yo nunca lo había hecho llorar, por lo menos no de manera intencional como ahora, siempre había sido por jugar a lo bruto a las guerras y sin querer golpearlo más fuerte de lo que pensaba, pero fuera de eso, mi hermano nunca lloró por mí, y me hacía mierda saber que lo estaba haciendo derramar lágrimas, pero no podía controlarme en ese momento, la furia era lo único que abundaba en mi cabeza.

Me enojaba, no, me enfurecía que piensen mierdas de honey por tener enfermedades mentales y estar en un lugar de mierda, cuando lo metieron sin querer porque él no pertenece ahí, solo fue el villano de una historia mal contada, pero nadie lo entendía, nadie lo veía como yo lo hacía. O mejor dicho, era el enfermo de una historia no real, porque estoy segura que los médicos mintieron al decir que lo encontraron robando una mansión millonaria, todo para hacerlo quedar mal, quizá robaba por necesidad, porque nadie le daba un trabajo por estar en condición de calle, ¿Cómo pretendían que se alimente? Lo más sabio y accesible era robarle a los ricos que solo piensan en ellos mismos, creen que todo gira en torno a ellos, y nunca le dan una mano a quienes más los necesitan, hay personas sin poder comer un plato de comida y ellos van a comprarse el último teléfono que salió o una nueva casa que jamás usarían porque ya tienen otras tres.

Mi celular comenzó a vibrar pero no le presté atención, hasta que ví el nombre de JiMin en la pantalla, y eso me llevó a recordar algo. ¿Cómo Richie escuchó la conversación con HoSeok si él estaba en el segundo piso con sus amigos? Y justamente JiMin había llevado a su niño a dormir.

Joder, JiMin hijo de puta.

Respondí la llamada con la rabia apoderándose de mí.

¡Mai, hol-

Eres un maldito, ¿Sabías?⎯ hablé enojada.

¿Qué..?

⎯ Tú le has dicho a Richie que baje para escuchar mi conversación con HoSeok, ahora él se enteró de YoonGi y piensa que es malo. ¡Traidor de mierda!

Maia, yo...

No busques una excusa, ya me dí cuenta del tipo de persona que eres, solo porque la madre de tu hijo te abandonó y no tuvieron su final feliz piensas que todas las relaciones serán iguales, pero déjame decirte que no es así.⎯ escuché un débil sollozo, pero no me detuve, tenía que desahogar mi rabia de alguna manera, y más con él que fue el culpable de que mi hermano supiera lo que estaba ocurriendo últimamente en mi vida.⎯ Ojalá los chicos también se den cuenta de la mierda eres, así te quedas completamente solo, como te lo mereces, hijo de puta.⎯ corté la llamada.

Tiré el celular sobre mi cama con enojo. Quería ver a YoonGi ahora mismo y contarle lo que pasó, con Richie y con JiMin, para que ya no confíe en él, ¿Quién sabe cuántas cosas honey le habrá confiado a ese traidor y que ahora todos sabían? Park no servía de nada, era un idiota que se hacía la mosquita muerta y jugaba a la perfección el papel de padre triste abandonado por su mujer, el que hacía sacrificios que no quería para poder tener bien a su hijo, pero estaba segura que muy en el fondo disfrutaba de las cosas que hacía. Recordé que YoonGi me había dicho que no tenía que pelear con mi hermano, y menos por él, me enojaba que Richard (y todo el mundo) piensen que honey es mala persona para mí cuando no lo conocían de nada, hablaban por hablar, porque conocían la historia por encima y no porque realmente supieran su versión, contada por él.

Inhalé y exhalé repetidas veces para calmarme, esperando que se baje mi enojo y pueda dormir para mañana llevarle las cosas que me pidió YoonGi, aunque no entendía por qué JungKook me regaló algo cómo eso si no sé usarlo, de igual manera, no tenía cabeza en este momento para pensarlo, lo único que podía recordar era la forma asustada en la que mi hermano me miró cuando le grité, y era la primera vez que reaccionaba así con él, era más que entendible que se muestre de esa forma, pero no pensaba disculparme, Richard tenía que aprender que habían ciertos límites que no tenía que cruzar, que no podía ingresar a mi habitación y ver algo que le prohibí observar, por algo era, él debía quedarse en su habitación sin molestar.

Me saqué la ropa quedando en interiores, busqué una toalla y el pijama para tomar una ducha y dormir más relajada. Ya no se escuchaban los sollozos de mi hermano por lo que se había ido a su cuarto, y era mejor para mí, si lo veía así seguramente me tiraría de rodillas a pedirle perdón por hablarle así, a pesar de saber que yo no tenía la culpa del todo, sino que fue algo de los dos; si él no andaba de metido, yo no le gritaba. Enrollé mi cuerpo en la toalla y salí de la habitación, efectivamente Richie no estaba en el pasillo y la luz de su cuarto estaba apagada. Suspiré un poco más tranquila y me metí al baño.

Espero que mañana sea un buen día.

(...)

Estaba en el hospital, en mi oficina con la caja de las armas bajo el escritorio escondidas en el caso que entre alguien. Estaba nerviosa, no, nerviosa queda poco, me estaba por dar un puto ataque de pánico, y nunca fui de tenerlos, pero en este momento el corazón estaba por salirse de mi pecho y mis manos temblaban como si tuviera párkinson. En la mañana ví a JiMin pero ni lo saludé, pude apreciar sus ojos algo rojos pero no le presté atención, no es culpa mía que llore porque le haya dicho la verdad, tendría que ser yo la que estoy llorando por lo que me está pasando, pero nadie entiende mi punto, nadie me entiende a mí, estando enamorada de alguien que todos tachan de mala persona, tener que escuchar los horribles comentarios que dicen de él y no poder hacerlos cambiar de opinión porque piensan que estoy loca, y no lo estoy, joder.

Estaba pintando mis dedos con marcadores fosforescentes, esperando que pase el tiempo para atender algún paciente o algo, aunque en el fondo yo quería olvidar lo que tenía a un lado de mis piernas sabía que a cada segundo lo recordaba, prefería pensar en cualquier cosa, fingir demencia con lo que tengo debajo del escritorio, porque sabía que con estas cosas YoonGi no hablaría civilizadamente con las personas de seguridad o con los doctores, y muy en el fondo, aunque no quiera admitirlo, no me molestaba en lo más mínimo que esas personas murieran si él sería libre de este lugar en el que lo habrán maltratado por tanto tiempo.

La puerta se abrió y solté un chillido por la sorpresa, el marcador se me resbaló de los dedos que ahora me doy cuenta de lo sudadas que estaban mis manos. Levanté la cabeza encontrando a TaeHyung mirándome con seriedad.

⎯ Buenas tardes, Mai.⎯ saludó actuando desinteresado, miró la oficina para acercarse al escritorio y tomar una lapicera. Bajé la mirada nerviosa, siempre me va a intimidar él.⎯ ¿Cómo estás?

Volví a verlo. Venía vestido con su bata de médico forense abierta revelando el suéter de color beige, llevaba un pantalón negro de vestir, zapatos del mismo color, y una bolsa en su mano, que me generaba curiosidad por tener el logo de un lugar de comida, me recordó que esa mañana no comí ni siquiera un pedazo de pan y mi estómago rugió hambriento.

⎯ Bien, ¿Y tú?⎯ pregunté con un tono sutil, intentando que no se noten los nervios que habitaban mi cuerpo este día.

⎯ Bien, gracias por preguntar.⎯ sonreí levemente, a la par de que jugaba con mis dedos, él observaba todos mis movimientos con una pequeña sonrisa en su rostro.⎯ ¿Desayunaste?⎯ consultó apoyando la bolsa sobre el escritorio.

La realidad es que no comí nada porque eso implicaría ver a Richie y a mamá, no tenía ganas de verlos a ninguno, hasta mi hermano se fue antes al colegio para no cruzarse conmigo en el camino. Mi cuerpo exigía algo para comer, no sabía si era reacción normal del ser humano, pero cuando tenía hambre recordaba todas esas veces en las que dejé papas fritas en un lugar de comida rápida porque estaba llena, o imaginarme lo deliciosa que era esa hamburguesa con queso cheddar y bacon tostado, era la gloria eso.

⎯ Sí, desayuné en casa.⎯ mentí, si decía la verdad implicaba contar lo de Richie, y no me sentía con ánimos.

⎯ No le mientas a TaeHyung, Maia.⎯ me miró con mucha seriedad, sentí un escalofrío en la columna vertebral.⎯ Sabes que odio las mentiras. Así que dime, ¿Por qué no desayunaste?

⎯ Lo siento. No desayuné porque tuve una pelea con mi hermano y no quería verlo.⎯ confesé, escuché su suspiro decepcionado.

⎯ No me gusta que te pelees con tu hermano, Tozier.⎯ me regañó mientras me señalaba con su dedo índice, y yo asentí bajando la cabeza.⎯ Ten, come.⎯ sacó una leche chocolatada de la bolsa junto a un paquete de galletas para dejarlas sobre el escritorio. Agitó la pequeña cajita que contenía el líquido y colocó la pajita para que yo pueda tomar, también abrió el paquete de las galletas.⎯ ¿Y bien...?⎯ medio se sentó en el escritorio, dejó una pierna en el piso y la otra tenía la mitad colgando mientras se apoyaba en la superficie.⎯ ¿Compraste lo que te pidió YoonGi?

⎯ Sí, lo tengo aquí.⎯ señalé abajo del escritorio, con mi otra mano sostenía la cajita con leche.

⎯ Después de que tengas tu último paciente quiero que vayas disimuladamente a la habitación de Yoon con eso.⎯ levantó sus perfectas cejas haciendo referencia a las armas, yo asentí con la cabeza.⎯ Que nadie te vea. Allá tendrás ropa y un antifaz, para que nadie se de cuenta de quién eres.

⎯ ¿Qué harán?⎯ pregunté, con una última esperanza de que me digan que todo era una broma y en realidad las armas sí eran de juguete, aunque pesaban mucho para serlo. Sabía que no iban a hacer algo bueno, menos con eso que pueden matar a alguien, tal vez solo las usarían para amenazar pero conociendo a honey sería capaz de disparar cuando no hacen lo que pide, era bastante impaciente.

⎯ Lo único que tú tienes que saber es que vas a estar detrás de YoonGi, él te cuidará las espaldas, pero llevarás el arma en la mano.⎯ abrí los ojos asustada, no quería usar eso, podía permitir que él asesine personas para obtener su libertad, ¿pero yo? No, yo jamás podría hacer algo así.⎯ Yo también estaré cuidándote.⎯ acarició mi mejilla con dulzura, sus ojos brillaban al verme, como si fuera su mayor anhelo en la tierra, y me hacía sentir especial, me demostraba ese cariño que nunca obtuve por parte de mis padres. De verdad que apreciaba mucho a TaeHyung, y al parecer, él me apreciaba a mí, y si no lo hacía y todo lo que me demostraba era falso, prefería que siga así, me sentía bien sintiéndome amada por alguien, no me importaría vivir en la ignorancia.

⎯ ¿Estarás ahí, papi?

⎯ Papi estará ahí, princesa.⎯ besó mi frente en un gesto tierno.⎯ Ahora,⎯ tocó la punta de mi nariz con uno de sus dedos.⎯ cuéntame cómo te está yendo con YoonGi, quiero saber más en profundidad.

⎯ Voy muy bien, de hecho, él me prometió que cuando salgamos de aquí íbamos a ser felices, espero que lo cumpla,⎯ me retracté al instante, sintiendo su mirada encima mío.⎯ no, él lo va a cumplir.⎯ asentí, ahora segura de mis palabras, solo esperaba que YoonGi no me decepcione, tenía muchas esperanzas en él. Papá sonrió.

⎯ Me alegro mucho, espero que me cuentes todo lo que pase de aquí en adelante, sea solo de YoonGi o de cualquier cosa.

Papi...⎯ Me miró atento mas no lo miré.⎯ ¿Tú piensas que YoonGi es malo...?

⎯ No lo es, solo es distinto, pero eso no significa que sea malo.⎯ negó con la cabeza seguro de lo que decía, yo observé su rostro, y efectivamente parecía estar de acuerdo en que YoonGi se haya robado mi corazón.⎯ No voy a negarte que es difícil entenderlo, pero siempre se podrá hacer.

⎯ ¿Tú lo conoces de antes?⎯ pregunté y asintió. Fruncí el ceño confundida, muchas cosas no me cuadraban, como que todos se conocían entre sí y actuaban como si no lo hicieran, además de que los siete se metieron en mi vida de un momento a otro. No me sentía incómoda ni nada por el estilo al tener nuevos amigos, pero muy en el fondo tenía mis sospechas, o prefería dejarlo a la suerte que tuvimos todos, hablando en serio, ¿Cuántas posibilidades había de que me reencuentre con Leah después de abandonarla en Derry, y además, ella estando comprometida? Muy pocas, por no decir ninguna. El mundo es un pañuelo.⎯ ¿Por qué no me habías dicho? Preguntaste por él como si fuera un desconocido.

⎯ Quería saber que visión tenías de él, es un viejo de amigo de hace muchos años y lo conozco bastante bien, pero para serte sincero me costó más de dos años entenderlo, siempre lo veía como alguien raro hasta que comencé a ver el mundo como el lo hacía.⎯ contó con extrema seguridad.

⎯ ¿Cómo?

⎯ Con una mirada enfermiza.

Luego del comentario del mayor se fue por una llamada que le entró al celular, dejándome nuevamente sola en la habitación ya que tenía que irse con urgencia. Mi mente comenzó a pensar de más, haciéndome la idea de que nada de todo esto había sido simplemente una casualidad, pero prefería ignorarlo, estaba viviendo bien, por fin le encontraba sentido a mi vida, por fin alguien me amaba de verdad y no tenía que ocuparme nada más de mi hermano y de los estudios. Por fin...me sentía una mujer más del montón, de las que se enamoran, tienen citas, y se concentran en cosas de su edad, no como yo que me ocupe de mi hermano menor toda la vida, como si yo fuera su madre en lugar de su hermana.

No sé por qué dentro mío tenía un mal presentimiento que al pasar las horas se hacía más intenso, como si algo me dijera que no vaya a la habitación de YoonGi, o que me vaya ahora mismo a casa a pedirle perdón a mi hermano e irnos de aquí, porque no es seguro, pero no podía (ni quería) escapar de la persona que agitó mi corazón con tan solo una mirada, sin importarme lo peligroso que podía ser, aunque yo jamás lo vi de esa forma.

Hace mucho tiempo me estoy sintiendo confundida conmigo misma, es como cuando estoy con ciertas personas o en ciertas situaciones mis pensamientos cambian, y eso me atemoriza. Hace unas semanas actué de manera rara con mamá; ella estaba borracha y no me enojé levemente como siempre lo hacía, llegué a darle una cachetada de la rabia. En cambio, con YoonGi, TaeHyung y los chicos en general (sacando al inútil de HoSeok y al traidor de JiMin) los trato con cariño, no puedo imaginarme en una situación con ellos peleando, porque sé que la equivocada sería yo. Con Richie y sus amigos me pasaba lo mismo, pero sé cuándo ponerme en mi papel de adulta responsable, porque sino me tomarían de idiota, y aunque sabía que yo era la hermana mayor más divertida, la que más permisos les daba, porque Leah era mucho más controladora y no les permitía hacer cosas desastrosas como montar una fiesta en su casa, era consciente de que siempre me tomaron de estúpida, menos mi hermano, pero venían a mí porque sabían que yo les daba permiso de hacer lo que quisieran.

También comenzó una gran perdida de interés hacia mi trabajo, cuando hace unos meses en lo único que pensaba y deseaba era por fin estar trabajando aquí. Yo creo que lo único que me mantiene todavía acá es la paga para poder darle un mejor futuro a mi hermano y YoonGi, después de eso no me interesa nada más, ya no sentía la misma vocación que antes, la inspiración por ser una buena doctora, y la emoción que tenía para recibirme, ahora...mi mundo giraba en torno de mi enamorado, fuera de eso, y de mi hermano, no me interesaba nada más de lo que ocurra en el mundo o con las personas.

Ni siquiera ayudar a la gente, que ese era mi motivo principal de estudiar esta carrera.

Sin darme cuenta ya habían pasado todos mis pacientes, al estar metida en mis pensamientos e imaginaciones con alguien es específico, por lo que tendría que ir a la habitación de honey con eso en mis manos. No voy a mentir; tengo miedo, miedo de que alguien me vea, alguien atrape a YoonGi o que pase algo malo en sí. Suspirando decidí tomar la gran bolsa pesada, saqué mi bata para que nadie se de cuenta de que era una médica y abrí la puerta de mi oficina. No ví a nadie por los pasillos por lo que lo tomé como luz verde para salir sigilosamente, hasta mantenía el aire para no respirar con fuerza y que se escuche.

A pasos extremadamente lentos pude llegar a la habitación que quería, extrañamente no había guardias ni médicos por los pasillos, pareciera que todos se fueron del hospital y solo quedábamos yo y los dos chicos que estaban hablando en susurros entre ellos. Parecía que todo había estado planeado para hacerlo hoy, que el personal del hospital se retiró antes porque sabía lo que podía suceder.

⎯ Llegué...⎯ avisé con la voz algo baja. YoonGi y TaeHyung me vieron, el segundo me sonrió mostrando sus dientes y el primero fue directamente a la bolsa, sin siquiera saludarme o verme. Suspiré algo decepcionada pero no dije nada, seguramente estaba así porque hoy saldría y se sentía emocionado.

⎯ Gracias por venir, princesa.⎯ dijo Tae y sonreí levemente, creo que en mi rostro se notó el repentino bajón emocional y él se dió cuenta abriendo sus brazos para recibirme con un abrazo.⎯ Ahora vas a vestirte para pasar desapercibida, ¿Si?⎯ habló con cariño y yo asentí con la cara enterrada en su pecho no tan musculoso, pero era reconfortante, además de que se sentía su olor personal allí, y me encantaba. Me sentía en casa.

YoonGi parecía hablar solo, o con la bolsa, porque murmuraba cosas que no llegaba a entender. Aparte de que porque yo tenía una oreja en el pecho de papi escuchando su corazón, él hablaba bajito.

⎯ »Bien.⎯ acarició mis brazos separandonos del abrazo. Se dirigió a la cama de YoonGi, dónde había una bolsa blanca y de ahí sacó ropa.⎯ Ve a cambiarte a esa esquina, yo te cubro.⎯ tomó una manta ligera para caminar hacia la esquina que había señalado, yo lo seguí como un perrito. Tuve el impulso de decirle que no me cubra, que quería que YoonGi me viera en ropa interior, pero me daba vergüenza si estaba TaeHyung con nosotros, quería tener la atención de Min, que deje de observar la bolsa como si fuera lo mejor que vió en su vida, ¿No tendría que mirarme de esa forma a mí?

Él tomó las puntas de la manta y la extendió, giró el rostro para otro lado mientras cubría mi cuerpo. Yo tenía la ropa en el suelo, era un pantalón de jean negro liso, en la parte de arriba también iría una gran sudadera del mismo color, estoy segura que me llegaba hasta las rodillas de lo grande que era, por lo menos me sentiría cómoda al ser una prenda talles más grande del que usaba. Me cambié con rapidez ya que no quería que TaeHyung me vea, aunque tenía confianza con los dos me sentía algo avergonzada de que él mi cuerpo en ropa interior, aparte de que eran hombres y mamá me enseñó que no debo mostrarle mi cuerpo a nadie.

Aunque ya estoy grande para saber eso.

⎯ Entonces...¿Cuál es el plan?⎯ pregunté ya cambiada, TaeHyung me miró y tomó mi mano para llevarme a la cama y sentarme, colocándose él detrás mío.

⎯ Pues...⎯ comenzó mientras tomaba mi cabello peinandolo para hacer una coleta alta, lo había llevado suelto ese día, y no entendía porqué él me lo recogía, pero era tan satisfactoria la sensación de sus largos dedos pasando por mi cabello que no dije nada, hasta podía quedarme dormida de lo relajante que era.⎯ nos escaparemos de aquí, tú solo tienes que permanecer con la pistola en la mano preparada para cualquier cosa, aunque estarás entre nosotros dos, es preferible que la tengas en caso de que pase algo.

⎯ ¿Van a matar..?⎯ consulté temerosa. Aunque no tenía miedo de que maten a alguien, sino que mi temor era que ellos se hagan daño.

Ya tenía mi cabello sujetado en una coleta y papi me había colocado un antifaz del mismo color de mi ropa. Era básico pero si me mirabas de lejos no se diferenciaba que era yo, y suponía que ese era el objetivo de los dos hombres.

⎯ No lo sabemos.⎯ contestó YoonGi por primera vez. Mis oídos se endulzaron al escuchar su voz grave, no pude evitar mirarlo, sintiendo que mi corazón quería escaparse de su lugar.⎯ Pero por si las dudas las armas están cargadas.⎯ se acercó a mí, levantó su dedo índice mientras me miraba con seriedad a los ojos, como si me estuviera advirtiendo de algo, pero yo lo encontraba como que se preocupaba por mí y por mi bienestar, lo que hizo que mis mejillas se sonrojaran.⎯ Y prométeme que si estás en una situación de peligro no dudarás en disparar.

⎯ Lo prometo.

⎯ Que comience esto entonces.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top