V e i n t i s é i s

—Creo que es buena idea lo de preparar una cena juntos.

Jungkook alza su mirada de su plato de ramen. Luego de haber dejado la estación de policías, vinimos a un restaurante pequeño para comer algo caliente —a pedido de Jungkook.

Antes de que yo hablara, estábamos en silencio y disfrutando de la comida. Ninguno de los dos se había animado a hablar de nada hasta ahora.

— ¿Qué? —inquirió Jungkook.

—Lo que me dijiste en el auto —Jungkook mira hacia otro lado hasta que asiente—. Podemos también invitar a tus amigos.

—Si eso es lo que quieres.

Jungkook vuelve a mirar su plato de comida mientras que yo todavía seguía mirándolo.

No sé por qué presiento que los sentimientos que Jungkook tiene hacia mí duran muy poco. Es decir, antes de llegar a este restaurante no dejaba de tomarme la mano o aunque sea darme un casto beso, luego de eso, difícilmente me miraba y me demostraba su cariño; pensé que con permitirle besarme era lo único que él necesitaba para no dejar de hacerlo, pero ahora creo que no es así como las cosas funcionan para Jungkook.

Tampoco quiero preguntarle si es que algo le incomoda entre nosotros, porque recién ayer hemos iniciado con este coqueteo entre nosotros. Debo de esperar un poco más de tiempo para que Jungkook se abra libremente a mí; pero si él nunca llega a hacerlo, lo mejor será terminar con lo que sea que ahora estemos teniendo. Yo soy una persona que adora recibir el cariño y la atención de la persona con la que tiene algo, ya sea una amistad o un romance; además, a mí también me gusta demostrarlo, pero cuando me siento retenida a eso, prefiero dejarlo hasta donde quedó e irme para siempre de la vida de esa persona.

Una hora más tarde, cuando ambos terminamos de comer todo lo que nos habíamos pedido, Jungkook me lleva hasta un supermercado para que hagamos las compras de la cena que le comenté. Veo que él tiene ganas de hacerla hoy, ya que, mientras íbamos por el pasadizo de los lácteos, noté que estaba escribiendo un mensaje a su chat con Joo-kyung, luego copió ese mismo mensaje a los demás chats de sus otros amigos. En el carrito de compras metimos lo que era una bolsa de crema de leche junto a dos bolsas de queso mozzarella rayada y otros queso, como plato principal de esta noche pensé en hacer mi famosa lasagna bolognesa —que en realidad era una receta de la abuela de Yoongi—; a Jungkook le pareció buena idea y me dejó continuar con las compras para la comida de esta noche.

De pronto, Jungkook y yo nos detuvimos en un puesto de cremoladas. La primavera ya estaba a nada de terminarse y dejaba a su paso la bienvenida al verano, el cambio climático era todo un problema para todos ya que la humedad del clima hacia que las temperaturas se sintieran mucho más calurosas; es por eso que Jungkook se animó a invitarme una de estas bebidas antes de seguir con nuestra compras.

Mientras que la vendedora iba preparando nuestras cremoladas, Jungkook aprovechó el momento de darme un beso mientras tenía sus manos en mis hombros y los acariciaba. Durante el beso se me escapa una pequeña sonrisa tonta, no tenía una razón exacta del por qué había hecho eso, pero parece que a Jungkook le gustó porque también sonrió ligeramente cerca de mis labios.

—Me interesas mucho, Blake —musitó antes de volver a besarme.

— ¿Te intereso o te gusto? —Jungkook encoge sus hombros antes de dejarme y agarrar los vasos con nuestras bebidas.

No demora casi nada en pagar por las cremoladas y luego seguimos haciendo nuestras compras.

No sé qué poder tiene Jungkook sobre mí que por un momento puede hacerme sentir entre las nubes y luego me deja caer en la realidad de una manera que me duela. Realmente lo odiaba por hacer eso, pero a la misma vez me gusta esa sensación.

Soy masoquista. No hay otra palabra que me defina con esta situación.

Vamos juntos hasta donde están los vegetales. Jungkook me ayuda a pesar cada una de las bolsas que vamos llenando con verduras como lo son las cebollas blancas, tomates y berenjenas. Ahí también aprovecho en comprar dos kilos de naranja para mi propio consumo, y también unas cuantas para preparar una bebida que había visto en Internet.

Jungkook termina de pesar las últimas bolsas y luego nos dirigimos a la sección de carnicería para agarrar tres bolsas de carne molida. A pedido de Jungkook, también llevamos corazones de vaca para que él las fría en la sartén.

— ¿Falta algo más? —Pregunta Jungkook mientras mira todo lo que estábamos llevando.

—Creo que ya todo está listo y...

—Falta licor —me interrumpe.

Parpadeo un par de veces sin poder creer lo muy rápido que va Jungkook a la sección de licores y va escogiendo rápidamente el tipo de bebida que quería. Veo que mete una botella de whisky y dos botellas de ron dorado, luego se va a por una botella de champagne, y finalmente agarra tres tipos de vinos: rosado, blanco y el normal.

Miro lo rápido que se llenó el resto de espacio que sobraba del carrito con todas las botellas que Jungkook había metido en menos de diez minutos. Pero creo que a él no le pareció suficiente, porque luego vi cómo metía una caja de cerveza y otra caja de soju. ¿Es que acaso Jungkook quería perder la conciencia esta noche? No me lo imaginaba tan... Alcohólico.

Le doy una rápida mirada para saber de qué se trataba todo esto. Él me muestra esa cara inocente y encoge sus hombros sin dejar de mirarme.

— ¿Qué es todo esto? —Pregunto.

—Para la cena.

— ¿No te parece que es mucho alcohol para nosotros seis? —Replico todavía sin exaltarme.

—Ya verás que hasta nos va a faltar para cuando veas tomar a mi equipo. Los conozco, y porque los conozco sé que esto sólo es la mitad de lo que verdaderamente toman. —Contesta muy seguro de sí mismo. Tuerzo mis ojos negando con la cabeza mientras Jungkook va empujando el carro hasta las cajas registradoras—. Ah, y esto será para mí. —Dice agarrando una botella de jugo de uva natural.

Llegando a la caja, una pareja joven de enamorados se encuentra manoseándose enfrente de la cajera y de nosotros. Jungkook parece estar en su propio mundo y no darse cuenta de lo que estaba sucediendo, y eso me molestaba mucho; se supone que Jungkook debería de hacer lo mismo o ser mejor que ellos para que vean que nosotros también podemos que una pareja calenturienta que no respeta los espacios públicos.

Golpeo ligeramente el brazo de Jungkook para llamar su atención y mostrarme molesta. Él vuelve a encoger sus hombros sin saber bien qué era lo que pasaba, pero luego le señalé donde debía de ver y un par de segundos después ya tenía a Jungkook con sus manos en mi cintura mientra mis brazos estaban en sus hombros.

Comencé a besarlo furtivamente, acariciando sus mejillas y su cuello con mis manos. Abrí mis ojos y la pareja de enfrente ya nos estaba mirando con repugnancia, al igual que la cajera y Jungkook en sí.

— ¿Qué mierda fue eso? —Inquiere confundido y molesto, lo noto cuando escucho su voz ser alzada un poco.

—Quería que me besaras como ellos lo estaban haciendo. —Respondo malhumorada.

— ¿Por qué?

—Porque sí.

—Estás loca, Blake. —Jungkook echa su cabeza hacia atrás antes de poner las cosas que vamos a comprar sobre la cinta negra.

— ¿Perdón? —Le digo, cruzándome de brazos.

—Que estás loca. —Repite.

—Ah ya, entonces la loca soy yo, ¿verdad? —replico—. Pues mira quién habla, al menos yo no estoy mal de la cabeza y comienzo a analizar todas las personas hasta decirles de qué se van a morir.

—No tiene sentido lo que estás diciendo. Mejor haz silencio.

Jungkook no vuelve hablarme más durante todo ese lapso de tiempo en donde paga los licores que ha metido al carrito y me deja pagar a mí el resto de cosas. Luego nos fuimos directo a su auto para irnos ya a mi casa, ahí tampoco nos hablamos.

Ahora entiendo que lo único malo que Jungkook puede tener es que no le gusta discutir. Cada vez que yo he iniciado una pelea, él prefiere decir unas pocas cosas antes de detenerse y no seguirme la discusión. Y eso malo para mí, porque yo ya me había acostumbrado a eso; Yoongi me había acostumbrado a discutir por cosas sin sentido. No importaba si el tema a discutir era absurdo o no, uno de nosotros debía de ganar siempre.

Luego de un par de minutos, Jungkook y yo llegamos a mi departamento. Él me ayudó a dejar las bolsas de compras en la cocina antes de irse a la sala y descansar un poco.

Ahora es cuando comienzo a sentirme mal. Jungkook no se merece que actúe de la misma manera cuando estoy con Yoongi, ese maldito infeliz me ha hecho la peor persona del mundo.

Primero termino de ordenar las cosas en mi cocina para luego irme a la sala y sentarme al lado de Jungkook. Agarro de su mano y espero a que él abra sus ojos para mirarme y tener una conversación tranquila; sin embargo, no lo hace y sigue descansando.

— ¿Ya estás tranquila? —me pregunta alargando sus palabras.

—Lo siento —digo sin más—. Mi comportamiento estuvo mal, pero he aprendido a ser competitiva hasta cuando estoy con alguien. No puedo evitar que una pareja sea mejor que la que yo tengo.

— ¿Tú y yo somos pareja? —Jungkook abre uno de sus ojos a la misma vez que arquea una de sus cejas.

Me detengo a reflexionar la pregunta que me hizo Jungkook y siento que toda la sangre de mi rostro deja de circular.

Maldita sea, sólo el día anterior habíamos dormido juntos y en menos de 24 horas ya me siento tan confundida por las cosas que Jungkook dice o hace. Realmente no comprendo en qué punto está nuestra relación, porque tampoco sé qué es lo que realmente quiere Jungkook. Sé que le gusto y está enamorado de mí, pero qué tan fuerte son sus sentimientos hacia mí para decidir si nuestra relación solo puede ser atracción sexual o verme como su pareja, donde le guste no solo mi cuerpo, sino también mis sentimientos y todo lo que me caracteriza.

¿Y a mí qué tanto me gusta Jungkook? Mejor dicho, ¿a mí me gusta Jungkook?

Definitivamente Jungkook es un hombre muy diferente a todos los que he conocido. Tiene esos rasgos que lo hacen único, como su psicopatía; o también como son sus ojos, me gustan. Supongo que esos dos rasgos de él son los que pueden confundir a una persona si lo conoce a simple vista; los ojos de Jungkook tienen un brillo singular que lo hacen ver muy lindo, te transmite la misma inocencia que un niño pequeño puede mostrarte; pero cuando Jungkook abre su boca y de esta sale su verdadera personalidad, es ahí cuando todo se siente muy confunso porque no se puede creer a simple vista que se trata de la misma persona con la mirada inocente. Y a veces puede llegar a ser gracioso, solo a veces; cuando se enoja y empieza a deducir a las personas, la magia de sus ojos desaparece rápidamente.

Sin embargo, Jungkook también me ha hecho ver con transparencia —y a su manera— sus verdaderos sentimientos. Con él lleva dolor acumulado que ha ocultado por bastante tiempo hasta antes de aquella vez en la que se sintió abrumado. Me pareció bastante tierno de su parte que él se haya abierto un poco a mí y me haya contado cuales eran sus verdaderos miedos.

No obstante, no creo que me sienta enamorada de Jungkook. O al menos no de la misma manera en la que él está de mí.

Jungkook dice que conmigo siempre ha pensado en hacer "cosas tontas" que las parejas hacen, que siempre ha pensado en besarme cada vez que él quiera, o hasta escucharme hablando sobre los colores que puede combinar con las estaciones del año. Yo cuando estoy con él siempre pienso que algo malo pasará, que a veces tendremos nuestros roces y discutamos, o que él descubra mi engaño sobre Yoongi y luego desconfíe de mí; ninguna de esas cosas que he mencionado tienen ese sentimiento de amor y gusto hacia él.

Así que no, no puedo estar enamorada de Jungkook. Pero aún así me gusta que él intente ser amoroso conmigo.

Soy una persona muy cruel y terminaré haciéndole daño.

—No estoy diciendo que tú y yo seamos pareja —respondo—. Solo digo que mi actitud fue la incorrecta y quiero disculparme por ello.

—Está bien, no hay problema —Jungkook jala de mi brazo hasta hacer que yo me quede sentada en sus piernas—. Entiendo que todo en esta vida sea una competencia para nosotros, hemos vivido siempre así, ¿verdad? —Asiento. Jungkook se me queda mirando un par de segundos y luego baja su vista a mis labios—. Blake...

Me separé lo más rápido que pude cuando vi que Jungkook otra vez estaba buscando besarme.

—Creo que empezaré a preparar la comida de esta noche. Tú puedes irte a tu departamento y arreglarte para esta noche.

Voy caminando lo más rápido que puedo hacia la cocina. No regreso a mirar a Jungkook en ningún momento y solo espero para escuchar la puerta de mi departamento cerrarse.

Si yo no sentía ni una pizca de atracción romántica hacia Jungkook, lo mejor era detenerme a tiempo y no herirlo porque él era demasiado bueno y no se lo merecía.

***

La noche ya había caído, los invitados ya estaban disfrutando de una agradable conversación de temas que estaban muy alejados de su trabajo. El único que no se le veía de la misma actitud alegre era Jungkook, él solo estaba bebiendo de su vaso de whisky mientras que escuchaba lo que sus amigos decían sobre sus vidas.

—Yo también quisiera tener hijos —comenta Joo-kyung—. Cuando veo a Taehyung con su hija, me da tanta ternura y sale ese instinto materno de querer también cuidar así a mis hijos.

— ¿Y por qué no lo haces? —pregunto antes beber un poco más de vino—. Si no tienes una pareja, puedes fertilizar un óvulo tuyo con cualquier espermatozoide. O hasta puedes adoptar.

—No creo que mi trabajo me permita estar tanto tiempo con mi hijo. Eso es lo que siempre me desmotiva.

—Y tienes razón —dice Taehyung. Él cambia su ánimo a uno más triste y nostálgico—. Yo todavía no sé en qué momento fue que Se-young creció tanto. Son muy pocos los recuerdos que tengo con ella y eso me pone muy triste.

—Separa un día de tu agenda para estar solo con ella. —Le recomiendo.

—Las muertes están a la vuelta de la esquina —tercia Jungkook—. No hay un solo día donde nosotros no descansemos, y menos ahora.

—Bueno, yo solo digo como sugerencia —replico.

Jungkook se levanta de su asiento y se va a la cocina para servirse un poco más de whisky. Mientras tanto, yo me quedo en la sala con los demás para seguir hablando sobre las cosas que Taehyung puede hacer con su hija y estar a su lado.

Luego el tema cambia drásticamente cuando Namjoon rompe una de mis copas de cristal al no darse cuenta que su brazo había chocado con la copa de Jin. Los demás comenzaron a reírse de lo sucedido, incluyéndome, y burlándose de Namjoon; él me pidió disculpas y comenzó a limpiar el desastre ocasionado. Yo también lo ayudé a recoger los vidrios rotos mientras que escuchaba a los demás contar otras anécdotas similares a la de ahora que habían vivido en otras reuniones. La más graciosa fue la de Joo-kyung, ya que ella nos contó que había roto la cristalería favorita de la madre de una de sus anteriores parejas, y lo más gracioso vino cuando nos dijo que esa misma señora no le gustaba Joo-kyung como novia de su hijo; ella solo quiso dar una buena impresión, pero terminó haciendo que esa señora la odie más.

Jungkook volvió para cuando Jin estaba terminando de contar su accidente en las bodas de diamante de sus padres.

—Yo fui con él a ese evento. En realidad todos fuimos —dice Jungkook—. Ahora los padres de Jin lo desheredaron y a los demás no nos quieren ver ni en pintura. Tal parece que si empujas a Jin cerca de una mesa en donde había una torre de copas de vidrio, ya te tachan de por vida.

—Sí... Recuerdo que la comida de esa fiesta fue un asco —añade Joo-kyung.

— ¿Qué esperabas? —dice Namjoon entre risas—. Todos los invitados tenían más de setenta años y la mayoría ya no tenían sus dientes, era más que obvio que la comida iba a la papilla de los bebés.

—A mí me gustó —comenta Taehyung.

—Tú solamente la pusiste en un taper que llevaste y guardarla para tu hija, en ningún momento la probaste —replica Jin.

—Lo bueno es que ahora los padres de Jin disfrutarán muy bien de su boda de titaneo en el cielo. Amén. —Concluye Jungkook. Jin le da una mala mirada antes de sonreír de lado.

— ¿Qué? —Tercio sin entender muy bien el chiste de Jungkook.

—Mis padres fallecieron a los pocos meses de haber celebrado sus sesenta años de casados.

— ¡¡Por Dios Jungkook, eres un imprudente!! —Espeto molesta.

—Creo que lo mejor es que ya pasemos a la mesa. Yo ayudaré a Blake a servir la comida —dice Jungkook, llevándome con él a la cocina.

Jungkook se encarga de sacar los platos que le indiqué mientras yo voy sacando la lasagna del horno y empezar a cortarla por trozos iguales. Jungkook me pasó una espátula para ir sirviendo las porciones en los platos y dejar que él mismo las vaya llevando a la mesa.

Mientras seguía sirviendo de la comida, escuché la casi inaudible conversación de Jungkook con sus amigos. Ellos estaban hablando de mí, mejor dicho, estaban hablando de Jungkook y yo; Joo-kyung era la que más opinaba sobre el tema al igual que Taehyung y Namjoon.

—Yo no tengo nada con Blake, entiendan. —Replica Jungkook.

—Sí claro —dice Joo-kyung a carcajadas—. No quieras vernos la cara de estúpidos, con Dayeon hemos aprendido cuando te sientes atraído por una persona.

—Si te gusta Blake, que no te dé miedo admitirlo —comenta Jin—. Si eres sincero con ella, estoy seguro de que te corresponderá. Puedo ver que a Blake también le gustas.

— ¿Y eso qué? —Responde Jungkook, arisco—. Solo yo sé cuáles son mis sentimientos por Blake y cuáles son los de ella por mí.

—Tienes una mente maestra, Jungkook; pero ni tus neuronas, ni tu gran memoria, te ayudan para darte cuenta que en el amor no ganan los más listos. —Añade Namjoon.

—Eso es verdad —dice Taehyung.

—Váyanse al carajo, ¿quieren? —Concluye Jungkook antes de volver a caminar a la cocina.

Entra para tomar dos platos más y otra vez irse al comedor para ponerlos ahí. Otra vez vuelve a por los dos últimos platos, pero en uno le gano y lo ayudo a llevarlos; sin embargo, él me detiene y me acerca a él.

No quería otra vez tener esa cercanía con él. Quiero evitarlo a toda costa, era definitivo.

Pero de nuevo tuvo que aparecer ese brillo en sus ojos que me dejan ver su inocencia.

— ¿Te encuentra bien? —Pregunta. Yo asiento rápidamente y trato de separarme, pero Jungkook no me lo permite—. Te veo pálida.

—Estoy bien —dije con firmeza.

Luego salí de la cocina e irme al comedor para colocar el plato que tenía en manos en el asiento que siempre utilizo a la hora de comer.

Pensé que los demás ya los iba a encontrar comiendo de mi lasagna, pero veo que todos están asomado en mi ventana mirando al cielo. Joo-kyung es la primera en salir de ese lugar para buscar su celular en su cartera y luego volver.

—Hoy es luna llena —comenta Namjoon—. Ya había olvidado lo hermosa que esta era.

— ¿Comenzarás a ponerte poético? —dice Jungkook con su copa de vino en manos—. Solo es un cuerpo celeste que brilla y ya.

— ¿Quién te hizo tanto daño para no admirar la belleza de esta? —Replica Jin muy ofendido.

—Son patéticos. —Responde Jungkook. Luego gira a verme a la misma vez que mueve su copa de vino—. Hay cosas más bonitas que admirar.

Tiemblo desde el lugar en donde estoy por aquella mirada tan profunda y esa voz tan suave que a Jungkook le había salido cuando dijo la última frase. Mi corazón late con mucho frenesí y mi cuerpo me va indicando que esas ganas de llorar empiezan a invadirme, era la maldita culpa la que ocasionaba esto.

Yo necesitaba parar con esto cuanto antes, y estoy intentado hacerlo; pero Jungkook no me hace la tarea fácil y solo me queda derrumbarme por creer que soy una mala persona.

Es entonces que dejo mi copa de vino sobre la mesa y voy caminando apurada hasta mi habitación. Me resguardo en la oscuridad de esta y solo permito que la luna de esta noche me acompañe en mi sollozo descontrolado.

Me abrazo a mí misma para buscar ánimo de donde no hay, es por ello que mis manos se encargan de pellizcar con cólera mis delgados brazos. Sigo llorando mientras voy caminando de un lado a otro y dejo que las gotas de agua caigan al suelo, mi pecho sigue doliendo como antes y eso hace que me derrumbe sobre mi cama.

Pensé que me encontraba sola en la habitación, pero veo que Jungkook me ha estado mirando desde un par de segundos ya que no se espera ni un segundo más para acercarse a mí y limpiar mis lágrimas.

—No hagas eso, por favor —digo sonando muy dolida.

— ¿Qué cosa?

—Decirme cosas lindas inconscientemente. —Finalmente lo veo, él me mira con pena disfrazada de seriedad—. Jungkook yo... Estoy confundida, pero estoy segura de que yo no te merezco. Perdóname si alguna vez te hice confundir, no fue mi intención —confieso mientras voy hipando gracias a mi llanto—. Jamás busqué que tú te enamoraras de mí, y no quiero seguir ilusionándote con que probablemente yo también sienta lo mismo por ti.

Mi habitación quedó en silencio, solo podía oír la respiración pausada de Jungkook cerca de mí. Busqué su rostro entre la oscuridad, y con mi mano acaricié su mejilla.

—Tal vez sea muy tarde confesar esto, ya que lo que hemos hecho ha llegado muy lejos —sorbo mi nariz a la misma vez que dejo caer mi último lágrima—. Otra vez perdóname, pero creo que deberíamos de parar con esto. Eres muy bueno, Jungkook, pero yo no te merezco, ojalá lo entiendas.

No espero que él me responda algo y voy directo a mi baño para quitarme el maquillaje corrido; no obstante, escucho a Jungkook murmurar una última cosa antes de irse de mi habitación y regresar con sus amigos.

—Me gustas tanto Blake que estoy dispuesto a disimular que no me has dicho lo que acabo de escuchar.

Apoyo mis manos sobre el lavabo y aprieto sobre el mármol de este.

—Jungkook, solo te pido una cosa —digo para mí misma, dolida—: odiame, odiame así como lo hacías antes.

Ni bien terminé de hablar, escuché cómo otra cosa hecha de cristal se rompía.

— ¡¡El espejo!! —Grita Namjoon despavorido.

— ¡¡Lo siento!! —Dice Joo-kyung.

*****
No sé ustedes pero yo veo peligroso lo que Blake ha pedido en este capítulo 👀...

¿Teorías?

Otra cosa, a partir de ahora les recomiendo que tengan un pañuelo cerca de ustedes porque las cosas trágicas darán inicio :D
Se acabó el romanticismo y el color de rosa en esta historia 😉

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top