C u a r e n t a y c i n c o

—¿Qué es lo que haces? —Pregunta Jungkook luego de salir de mi habitación con el cabello mojado y con su ropa casual.

—En el siguiente ciclo empezarán a pedirme prácticas laborales y estoy enviando solicitudes a todos las empresas de moda que conozco para que me acepten —respondo, metiéndome otra papita frita a la boca. Jungkook se acerca a donde estoy para también tomar unas cuantas y sentarse a mi lado—. Te has levantado más tarde de lo usual.

—He decidido tomarme el día libre —dice Jungkook para luego dejar un prolongado tiempo de silencio—. ¿Qué hacen las parejas cuando salen espontáneamente?

—¿Quieres salir conmigo? —Asiente—. ¿Por qué?

—Porque estoy aburrido y no tengo nada que hacer —responde.

Aparto la mirada de mi computadora y me fijo en Jungkook. Mis ojos se entrecierran mientras que mi mano sostiene mi mentón y oculta esa pequeña sonrisa que está comenzando a aparecer.

—¿Qué es lo que tramas?

—Nada.

Jungkook se encontraba totalmente tranquilo, o lo que entraba dentro de lo que se consideraba “tranquilo”. Sus globos color marrón miraban cada una de mis facciones esperando ansiosos una respuesta.

—¿Y adónde me llevarías?

—Hagamos algo como en París. —dice—. Vayamos a un museo cultural.

—¿Quieres ir a ver centros históricos conmigo? —Jungkook vuelve a asentir. Por mi parte no puedo evitar dejar de sonreír; obviamente voy a tomar esta propuesta de la cita, porque lo utilizaré para finalmente besarlo—. ¿Y si hacemos algo mejor? Cierto niño le gustaban las estrellas y las constelaciones; vayamos a ver las estrellas.

—¿Las estrellas?

—¿No te gustaría? —acerco más mi rostro al suyo de tal manera que nuestras narices rozan—. Solo imagínate esto: Es de noche, estamos abrigados por una manta mía mientras que miramos el cielo lleno de estrellas. Llevamos algo caliente de tomar y algo para comer mientras tanto; y de pronto, nos quedamos dormidos en el suelo, abrazados como koalitas, hasta el día siguiente.

—Suena bien —finalmente dice—. Entonces vayamos a ver las estrellas esta noche. ¿Podemos hacer una fogata?

—Si así lo quieres —le digo, Jungkook sonríe de lado y me besa la frente antes de desaparecerse por la puerta de la cocina.

Por mientras, yo sigo enviando mi currículum a las empresas de diseño para ver si una de esas me aceptaba. Pero entre todas ellas, solo había una que me interesaba bastante: Chanel. La marca ya de por sí me conoce como una figura pública que promociona su ropa y de haber aparecido en su desfile por la Fashion Week hace unas cuantas semanas atrás.

Había soñado muchas cosas para este año, la mayoría involucraban a Yoongi; pero todo ha dado un giro en todos estos meses que me he dado cuenta que algunas cosas simplemente ya no podrán suceder, como el hecho de viajar con Yoongi por todo Europa. Sin embargo, de todas aquellas cosas, al menos quisiera hacer realidad mi meta de largo plazo, la cual trataba de ser diseñadora de modas en Chanel; me hacía bastante ilusión poder algún día presentar una colección que esté bajo mi nombre y el de Chanel. Simplemente es un sueño hecho realidad, pero todavía mantengo los pies sobre la tierra y sé que para lograr eso debo de tener más experiencia antes de solo lanzarme a lo desconocido.

El último correo por enviar era precisamente a Chanel. Escribo lo mismo que escribí en los otros correos, solo cambio un par de cosas y envío mi currículum. Presiono el botón de enviar y me quedo mirando un largo rato a la pantalla y a ese mensaje que dice que mi correo ha sido enviado con éxito, pienso en lo maravilloso que sería entrar a mi último ciclo de universidad y decir que soy trabajadora de Chanel. Despertaría la envidia y admiración de algunos.

Finalmente termino con lo que tenía pendiente en todo el día y me dirijo a la cocina para ver que todo estuviese en orden con mis cosas y Jungkook.

Lo encuentro calentando agua para prepararse su café para luego rebuscar entre las puertas de mis reposteros las galletas integrales que se ha acostumbrado a robar.

—¿Se te perdió algo? —le pregunto para llamar su atención.

—No encuentro mis galletas.

Suelto una risa que se convierte en un bufido cuando lo escucho hablar y camino hasta donde está él.

—Esas son mis galletas —digo de manera retadora sin dejar de sonreír falsamente.

—Pero comparte, egoísta —replica.

Tuerzo mis ojos antes de sacar de una puerta de mis reposteros las galletas que tanto estaba deseando Jungkook. Minutos después, su celular suena a la misma vez que estaba poniendo agua dentro del vaso en el que había colocado café.

Jungkook se extraña de la llamada pero igual contesta al tratarse de Namjoon. No hace falta que lo ponga en altavoz, ya que el volumen del celular y la voz de Namjoon son lo suficientes para que yo escuche desde donde estoy.

—Jungkook debes de venir ahora a la estación —dice Namjoon con cierto tono de satisfacción. El mencionado frunce su ceño al escuchar la orden de su amigo, está listo para hablar; pero Namjoon lo interrumpe—. ¡Juheon fue arrestado en la madrugada y lo han traído al departamento! ¡Jungkook, finalmente se está acabando todo esto!

Al igual que Jungkook, abro mis ojos cuando escucho la noticia que le tenía Namjoon. Mi corazón late muy fuerte al pensar y saber que finalmente todo iba a ser como antes; con algunos cambios, pero la pesadilla de los dos ya se estaba yendo. Por otro lado, Jungkook todavía no asimilaba lo que había escuchado: su amigo le había dado una de las más grandes noticias.

Poco después, y con mi ayuda, Jungkook logra reaccionar y le avisa a Namjoon que estará dentro de poco allá en la estación. Me mira con lástima, casi incómodo de dejarme sola en el departamento; pero yo lo tranquilizo con unas palabras y mi mirada.

—Está bien. Te necesitan allá —le digo con una sonrisa cálida. Él asiente y deja un beso sobre mi frente antes de irse de mi casa.

Cuando Jungkook yacía afuera de mi departamento, busco mi celular en mi habitación para enviarle un mensaje a Jaesang y citarlo cerca del departamento para hablar sobre esto.

A pesar de que Jaesang ya tiene muy en claro quién había sido Son Sun-hee en vida, él siempre quiso saber quién la había matado para “ayudar a Sun-hee a descansar en paz”.

****

De nuevo estaba frente a frente con Juheon. La última vez que pasó, él había logrado huir de mí cuando accidentalmente había mencionado el nombre de Yeon-woo; pero ahora me aseguraría que no se volviera a repetir, este imbécil ya no iba a burlarse de mí.

Tiene el cabello un poco más largo de lo que yo lo recuerdo, sus mechones tapan sus ojos; y como tiene esposadas las manos, no hace más que resoplarse para que su cabello se mueva hacia un lado. Asimismo, el aspecto que tiene su ropa, la cual consiste en unos jeans mezclillas y una polera amarilla, se veían muy desgastados a parte de sucios. Sus zapatillas blancas también están sucias, puedo asegurar de que las manchó cuando quiso huir de la policía portuaria y de repente piso un charco profundo de agua.

Pero aquí no estamos para hablar de su vestimenta, yo aquí tenía una tarea que terminar.

—Confiésate. —Le ordeno.

—¿Acerca de qué?

—Dime lo que hiciste con Sun-hee —mascullo—; o tal vez lo que le hiciste a Yi-seul; o a Yeon-woo... ¿O por qué no mejor me dices qué se sintió ser arrestado en casa de Blake?

—Mhm... No lo sé —piensa Juheon—. ¿Qué recibiría a cambio?

—Unos lindos meses en prisión.

Juheon comienza a reírse antes de torcer sus ojos y mirar hacia un lado. Para ser alguien que se encuentra bajo custodia de arresto, se encuentra muy relajado, como si el asunto realmente no fuese de él.

—Creo que este juego acabó. Pero quiero jugar un poco más —dice pensativo y con la misma sonrisa de lado—. Quiero hacerlo hasta que el timbre haya sonado. Interroguen primero al entrenador.

—¡¡Déjate de estúpidas metáforas y dime qué le hiciste a Sun-hee!! —Golpee bruscamente la mesa con la palma de mi mano. Juheon no hace nada más que mofarse de mí por mi actitud—. Dímelo ya si no quieres que te mate ahora mismo.

—¿Un policía asesino? Quiero ver eso.

—Habla ya de Sun-hee —repito.

Juheon ladea su cabeza. Él no iba a hablar y más parece que estoy perdiendo mi tiempo.

Pero todavía tenía formas de cómo acusarlo y llevarlo a la cárcel.

—Bien, entonces haré un informe que te acuse por compra ilegal de sustancias mortales, uso ilegal de armas, invasión a una propiedad privada, secuestro... Dios, te harás muy viejo en la cárcel.

Juheon comienza a mover una de sus piernas debajo de la mesa, asimismo, una de sus manos se encarga de dar palmadas sobre de donde está reposando. Poco a poco Juheon está llegando a su límite, y eso es precisamente lo que quería que hiciera.

—No te preocupes, haré todo lo posible para que te metan en una celda con tu maestro o con Samuel —alzo mis cejas antes de quitar un suspiro.

—Ojalá hubieses muerto ese día de la masacre —farfulla por lo bajo.

—¿Y qué pensaban hacer todos ustedes con este jueguito de creerse asesinos seriales? —me burló en su cara. Cuando un asesino es humillado por lo que hizo, más fácil es hacer que se moleste, ya que se está atacando a su orgullo—. Por Dios, debo de decir que han jugado bien; pero lo hicieron muy aburrido.

—Cállate —escupe.

—Y más tú —continúo—. ¿Quién es capaz de dejar evidencia valiosa dentro de la escena del crímen?

—¡Ya cállate!

—Eres un bebé patético que no sabía qué hacer con su vida que la acabó arruinandola.

—¡¡Ya, basta!!

—Es una basura que se echó a perder.

—¡Ya basta, mierda! —Vocifera muy fuerte. Juheon no es capaz de controlar más su ira y se levanta de su asiento. Las esposas lo detienen cuando quiso atacarme—. ¡La maldita de Sunhee se lo merecía por zorra!

Juheon ya no era el mismo chico tranquilo de hace unos minutos, ahora era una bestia: transpiraba de manera acelerada, la sangre se le había ido a la cara y sus venas comenzaron a marcarse en sus brazos.

—¡Me volví un completo demente por ella, me gustaba la forma en cómo follábamos, en cómo se dejaba someter por mis gustos sádicos! —Grita—. ¡Pero también estaba el imbécil de Yoongi! No tenía suficiente de Blake, otra putita de quinta...

Mi molesta se hizo presente cuando lo escuché referirse así de Blake. Que insulte a quién sea, menos a ella, porque estaba yo para defenderla.

—Retráctate.

—No —sonríe con malicia—. ¡Blake también es una zorra! ¡Está comprometida y miren a quién le abrió las piernas! ¡¿Al menos folla bien?! ¡¿Es una buena pu...

—¡Cállate! —Lo golpeo una vez más en la cara. Con eso logro que vuelva a sentarse otra vez en su sitiom

—A los golpes no me quitarás mi forma de pensar de esa cualquiera —espeta Juheon—. Entonces Yoongi aparece en la vida de Sunhee desde hace mucho cuando ya no tiene suficiente de su cachorra. ¡¿Sabe usted lo jodido que era compartir a nuestra zorra con el retrasado de su novio?! Sunhee no lo quería, pero debía de mantener ese perfil de niña buena frente a todos; cuando ella en realidad quería ser jodida a lo loco. Después, Yoongi y yo nos peleamos por Sunhee, para ver con quién se quedaba; pero el equipo de básquet también estaba pasando por un mal momento: perdíamos cada partido de mierda.

—¿Y entonces qué?

—Samuel propuso hacer un pacto con el diablo a cambio de ganar los siguientes partidos —Juheon fija su mirada en un punto de la mesa mientras que una carcajada desquiciada sale de él—. ¡La primera fue Sunhee! ¡Ella fue la primera! Yoongi y yo ya no la queríamos con nosotros; porque los amigos han primero antes de cualquier otra zorra, y esa zorra debía ser exterminada. Entonces Yoongi se quedó con Sunhee en el laboratorio para que follen un momento mientras que yo preparaba las jeringas con el veneno...

—¿La mataron por venganza y sacrificio? —Juheon asiente con una sonrisa de orgullo.

Entonces ahí me di cuenta que mi hipótesis de que esto era un ajuste de cuentas por alguien hacia Sunhee era verdad, pero añadiéndole un suceso irreal como lo sería lo de los sacrificios.

Juheon continuó hablando y confesando cómo es que habían matado a Sunhee. Él había mencionado algo de Yoongi y unas pastillas que no tomó ese día para que no se arrepintiera del plan. Luego confesó que luego de que Min se había acostado con su víctima, lograron, con mucho esfuerzo y desorden —porque fue ahí, en ese momento, en donde le habían quitado la vista a Sunhee con ácido sulfúrico—, golpear a Sunhee con un soporte universal; Juheon y Yoongi la inyectaron con Batracotoxina e, inmediatamente, Son Sunhee había dejado de existir en este mundo.

Juheon supo que ya no tenía otra escapatoria luego de haber confesado su primer crimen de muchos. También comenzó a contar cómo es que con el entrenador se encargaron de grabar y matar a la hermana y madre de Sunhee luego de que se enteraron del arresto de Yoongi. El entrenador fue el que se encargó de matarlas mientras que Samuel y Juheon, junto a unos chicos más del equipo se encargaban de arreglar el sitio en donde se haría el ritual.

Me contó cada uno de sus crímenes, sin perder algún detalle, mientras que su desquicio lo estaba llevando a la locura poco a poco.

—También quisimos matar a Blake, a petición de Yoongi. —Musita—. Y también quisimos matarlo a usted; pero en su lugar murió su amigo el policía.

El bolígrafo que estaba sosteniendo se cayó tan pronto oí lo que Juheon había dicho. Se estaba refiriendo a Taehyung; Blake había tenido razón todo este tiempo.

—Nos había sobrado algo de Batracotoxina —confiesa—. Yo había cometido una estupidez y no quería ser arrestado, porque todavía tenía trabajo que hacer con mi equipo. Entonces una tarde en la que usted no se encontraba, me escabullí en su oficina y envenené el termo de agua. Su amigo fue el que la bebió antes que tú; y murió, cuando debía ser usted el que debía de morir.

Esta confesión simplemente me enojó mucho más, porque mataron a una de las personas más geniales que me había topado en mi vida. La muerte de Taehyung había sido un gran misterio hasta el día de hoy en que toda duda se resuelve y Taehyung finalmente podría darle fin a su vida terrenal.

Las confesiones siguieron hasta que terminó con lo de Blake. Aquella masacre era su último trabajo antes de ser entregados; porque ellos ya sabían que luego de eso serían capturados. Por eso fue que se habían despedido a lo grande de toda esta farsa suya.

La información que había obtenido de Juheon me sirvió de mucho. Finalmente, cuando el interrogatorio yacía terminado, dos policías fortachones entraron para llevarse Juheon y meterlo en una de las carceletas que tenemos aquí en la estación. Lo que sucedería con Juheon es que podría llamar a sus padres y que ellos le contraten un abogado, ya que, a pesar de haber confesado todo, necesitará uno para su juicio y que lo ayude a disminuir los años de cárcel —si es que se puede, obviamente.

Yo voy caminando detrás de ellos para dirigirme a recepción y esperar a la llegada del entrenador de básquet y a Samuel para que ellos también declaren. Ambos se encontraban en el penal de Seúl con prisión preventiva, o al menos el entrenador, porque Samuel ya se encuentra encarcelado con cargos de profanación de cadáveres.

Me senté en una de las sillas de la recepción para pensar un poco. Tenía muchos sentimientos encontrados ahora mismo, eran de felicidad, satisfacción y enojo total. Todavía me quedaba encontrar a Yoongi, pero teniendo a todos sus cómplices conmigo, muy pronto me lo volvería a encontrar cara a cara.

Y cuando lo tuviera, me encargaría de hacerle pagar por cada cosa que hizo. Iniciando por aquello que dijo Juheon sobre lo de matar a Blake por órdenes de él.

Lo bueno es que ya no habría tantas preocupaciones después de este día.

Miro hacia la puerta de la estación y veo a Blake caminando con Jaesang ingresando al lugar. Inmediatamente me acerco a ellos y miro confundido a Blake.

—No te pedí que vinieras —le dije molesto. En realidad no estaba para ser cariñoso en este momento.

Blake frunce su ceño y me da una rápida barrida con sus ojos. Por supuesto que ella también se iba a enojar luego de hablarle de manera grosera.

—Tampoco sabía que tenía que preguntarte —responde de la misma manera—. Estamos aquí para saber lo que pasa.

Miro a Jaesang y luego a Blake. Reitero en la idea que no deberían de estar aquí, pero mi chica parece querer saber todo antes que alguien más.

—Es mejor que te vayas Blake —intento agarrarla del brazo para llevarla afuera; sin embargo, ella se suelta y me mira molesta—. No me quieras retar ahora.

—Me voy a quedar y no me importará lo que digas.

—Blake —mascullo.

—¡Ya basta, Jungkook! —Espeta—. ¡Solo quiero ver a Juheon para decirle toda su vida!

—¡De eso me encargaré yo, tú vete!

—Estaremos en tu oficina ante cualquier noticia —sentencia antes de tomar de la mano a Jaesang y llevárselo por las escaleras.

—¡Blake! ¡Blake!

No importaba cuánto la llamaba, ella simplemente me ignoraba y estaba haciendo lo que quería. Más tarde me encargaría de solucionar ese asunto, ahora debo de seguir trabajando.

Minutos después, una camioneta blanca con el símbolo de la policía nacional de Seúl apareció en el estacionamiento de la estación. De ahí bajaron a Samuel y a Soo Han-sung.

Namjoon se encargó de llevarse a Samuel mientras que yo me llevaba al entrenador del equipo para interrogarlo. El hombre había estado perdiendo peso y masa muscular, se veía muy diferente a la última vez que lo vi, cuando este mismo quiso matarnos a todos. No tuve ninguna delicadeza en tratarlo, estaba furioso y se lo hice notar ni bien cruzamos miradas.

A la mierda que este señor sea mayor. Aquí el de la autoridad soy yo.

—La última vez que estuviste aquí dijiste que no sabías nada sobre lo que tus jugadores podrían estar haciendo —apoyo mis manos sobre la mesa luego de haberme encargado de esposarlo a esta—, pero ahora veo que no es así. Le diré una vez más, entrenador: ¿Usted sabía lo que pasaba?

El hombre busca hacer una mirada seria y retadora hacia alguien que también puede hacerlo, y mejor. Luego se va dando cuenta que no está funcionando su técnica y es ahí cuando comienza a mover sus manos, de sus labios no sale ni una palabra cuerda y no puede dejar de parpadear.

—Es una pregunta sencilla; solo diga sí o no. —Digo.

—Sí —finalmente logra decir. Se lame los labios antes de soltar un suspiro—. Park Samuel fue el que dio la idea, luego Hong Juheon nos contó que tenía planeado matar a Son Sunhee con Min Yoongi...

—¿Usted conoció a Min Yoongi? —el hombre asiente.

—Era mi jugador estrella cuando jugaba básquet. Luego solo se volvió un amigo mío, muy cercano a decir verdad —sonríe de lado—. Yo era como su padre y él era mi hijo. Yo me encargaba de hacer que Yonnie tomara sus pastillas...

—¿Qué pastillas? —Han-sung cierra sus ojos cuando notó que habló de más.

Me mira por unos segundos y niega repetidas veces.

—Eso no se lo diré.

—Debe de decirlo —dije.

—Solo diré que Yoongi no estaba bien y yo me encargaba de cuidarlo —responde—. Luego de que murió Sunhee... No teníamos planeado que ustedes vinieran a la universidad; pero alguien la encontró y se adelantó en llamarlos cuando nosotros nos estábamos viendo cómo trasladarla hasta el campo Samang sin que nadie se de cuenta. Sunhee era un sacrificio perdido. Por eso fuimos a por más víctimas; según nos dijo Samuel, «mientras más, mejor será el resultado». Vivir como entrenador se un equipo mediocre me estaba costando la vida y mi matrimonio, tenía que hacer algo para cambiar todo.

—Y lo hizo —dije gélido—: Es un hombre que pasará muchos años en la cárcel, solo.

En la mirada de este hombre no se reflejaba para nada la pena o el arrepentimiento. Solo lo había hecho por desesperación ante un problema suyo, pero no se siente mal con ello, está tranquilo; y estoy seguro que en su mente pasa el pensamiento de volverlo a hacer si es necesario.

—Usted sabe dónde está Min Yoongi —niega—. Sí lo sabe, todos ustedes lo saben pero no lo quieren decir porque piensan que él es su única salvación para matarnos a todos.

—¡¡Hace meses que no hablo con él!! —Vocifera—. ¡Y de saberlo jamás se lo diría!

—Ustes mismo dice que el joven Min no está bien, que tiene problemas —le digo—. ¿Cree que es correcto que él esté deambulando por donde sea sin vigilancia alguna?

—Yonnie sabe cuidarse solo. Él está bien lejos de esto.

—¿En serio? —finjo ternura en la voz—. Pues qué pena, porque la ley es la ley, y me vale mierda si estando lejos de todos se encuentra mejor; su hijito también irá a la cárcel con su papi.

Y sin nada más qué hacer con Soo Han-sung, lo desesposé para llevármelo otra vez a la recepción y entregárselo a otro policía que se encargaría de llevarlo a la camioneta en donde vino. Miro a mi alrededor y veo que Namjoon todavía no había acabado con Samuel, así que me doy este tiempo para subir hasta mi oficina y hablar seriamente con Blake; y de paso, echar a Jaesang del lugar.

Cuando llego, a ambos los veo hablando sobre lo que sucedió está mañana antes de que me fuera de la casa de Blake. Ella le estaba contando la llamada que recibí. No obstante, se detuvieron cuando me vieron en medio de la puerta; Jaesang era el más atemorizado, por ello, con tan solo verlo entendió que no lo quería aquí en estos momentos.

Sale de mi oficina en tiempo récord no sin antes despedirse de Blake y de mí con cortesía. Blake se sienta en mi silla de trabajo con los brazos cruzados y colocando una mirada fulminante.

—¿Qué tanto sabe él del caso?

—Todo —encoje sus hombros.

Blake había metido la pata.

—¿Y con el permiso de quién?

Me acerco a donde está y apoyo mis manos a los costados se la silla. Blake termina acorralada por mí, pero no se muestra nerviosa a pesar de que me vea muy molesto.

—No debiste decirle —mascullo.

Blake trata de empujarme para hacerse un lado, sin embargo, yo me adelanto y termino tomándola de las muñecas para que ya no se mueva. Ella se enoja conmigo y vuelve a intentar lo mismo de antes.

—Blake te quiero mucho, pero ahora estoy muy enojado contigo. ¿Qué es los que harás?

—Nada.

—¿Nada? —repito—. ¿No me debes unas disculpas?

—¿Y cómo quieres que te pida disculpas, mhm?

La voz de ella había cambiado totalmente, utilizó un tono más lascivo y provocativo que uno que demostrara enojo, si es que lo sentía. Me mantuve viéndola un rato y sonreí cuando noté que ella había comenzado a respirar de manera desenfrenada, estaba ansiosa por ver qué podría hacerle.

—Irte a casa es una buena forma para que te disculpes.

Y sin nada más que hacer, la suelto del agarre en sus muñecas y le doy espacio para que se vaya. Blake no lo cree pero al final ve que no estoy bromeando y realmente estoy deseando que se largue de este lugar.

Ella lo hace y cierra muy fuerte la puerta.

Me siento en mi silla para descansar un poco antes de sacar mi computadora y crear el bendito informe que he deseado hacer desde hace mucho. Por cada palabra que estaba escribiendo, sentía como si me estuviese sacando de a pocos una carga insoportable.

Minutos después, Namjoon aparece en mi oficina con una enorme sonrisa y con su agenda de apuntes que suelta ni bien llega a mi escritorio.

—¡Amigo lo has logrado! —celebra con mucho entusiasmo—. ¡Juheon y Yoongi son los asesinos de Sunhee!

—Lo hemos logrado todos, no solo yo —sonrío de lado sin despegar mi vista de la pantalla de la computadora—. La cabeza era Samuel, su mano derecha el entrenador; Yoongi y Juheon fueron nada más que simples trabajadores de ellos, por así decirlo.

Namjoon se sienta enfrente de mí mientras que me da a entender que concuerda conmigo. Luego comienza a hablar sobre lo que le contó Samuel acerca de Taehyung, ahí Namjoon me dijo lo que yo ya sabía con respecto para quién era el veneno. Asimismo, me dijo algo que hizo que le pusiera mi completa atención.

—¿Sabías que el entrenador Han-sung estaba dañando a Yoongi? —me pregunta.

—¿Cómo? —frunzo mi ceño.

—Yoongi sufre de personalidad múltiple —me dice—. Para controlarse, debe de tomar unas pastillas no tan fuertes; pero Samuel un día vio al entrenador cambiar las pastillas de Yoongi por dulces amargos. Por eso es que el entrenador no se negó al plan de Samuel.

Y finalmente había encontrado esa última pieza de todo este rompecabeza: Min Yoongi era extraño a mi parecer por eso, estar tanto tiempo sin su medicamento hizo que se descontrolada un poco; y Soo Han-sung no era alguien que aparentaba ser.

Yoongi también fue una víctima de ellos, pero aquello no le quita su cargo por femenicidio en primer grado.

****
Todo queda más claro, ¿verdad?
Ojalá que sí

Había dejado unas pistas del trastorno de Yoongi en algunos capítulos, el más obvio fue el capítulo 15 :]; o sino cuando lleva a Blake al cine y le hace ver una película que tiene que ver con canibalismo (creo que así era) y él demuestra interés por ello

En fin, faltan algunas cositas más en esta historia. No crean que este es el final ~~~~
Nos vemos en el siguiente capítulo, si la universidad me lo permite.

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