C i n c u e n t a y o c h o
El cielo estaba nublado y con grandes nubes gris, un indicio de que muy pronto lloverá. Pero aquello no importa porque las pocas personas que estamos presentes en este lugar estamos protegidos por un gran toldo negro. Enfrente de nosotros estaba el sacerdote recitando algún texto bíblico que tenga que ver con la muerte mientras que a su costado estaba aquel cajón marrón que tenía una rosa rosada en el centro. A todos les pareció tierno que yo pusiera esa flor con Soo-hyun como un último obsequio a Daeyeon.
Los padres de Daeyeon también estaban presentes en la ceremonia, pues ellos mismos lo organizaron. Como si de ese modo se ganarán el perdón de su hija muerta. Los señores Lee se asombraron al ver lo grande que era su nieta, de vez en cuando nos regresaban a ver y sabía que les disgustaba cuando Blake la cargaba. Lo que ellos no saben es que Soo-hyun tiene una segunda madre, ambos nunca figuraron en su vida y no tendrían porqué hacerlo ahora.
Lástima para ellos que les tocó conocer una persona como yo.
Poco después, la lluvia comenzó a la misma vez que el cajón en donde se encontraba Daeyeon iba bajando. Sus padres se acercaron al hoyo para seguir tirando rosas mientras que su madre iba llorándole, mostrando ese arrepentimiento muy tarde.
Cuando la ceremonia ya había terminado, agarré de la mano a Blake y me la llevé conmigo a la salida mientras que en un brazo tenía cargada a Soo-hyun. No obstante, una voz grave nos detuvo, era el padre de Daeyeon.
—¿Ella es nuestra nieta? —el hombre señala a Soo-hyun.
—No. Ella es mi hija —Blake nos cubre a los tres con el paraguas que trajo—, solo tiene a tres abuelos y no son ustedes. Con permiso.
—¡Ella también es nuestra nieta, lleva la sangre de mi hija! —Espeta la señora.
Esta vez le entrego a Blake a Soo-hyun para que la cargue mientras que yo me iba acercando a los señores.
Empiezo a reírme frente a ellos y niego la cabeza.
—¿Su hija? —les pregunto—. Que yo sepa, ustedes la desconocieron. Le desearon la muerte, ¿en serio son tan cínicos como para hacerse llamar sus padres? Mi bebé ahora está a mi cargo; y si así lo quiero, tengo derecho de desconocerlos a ustedes como los abuelos de mi hija.
Y sin esperar alguna otra respuesta por parte de ellos, me fui con Blake hasta mi auto. Afuera del cementerio nos encontramos con la familia Seon, ambos intercambiamos unas cuantas palabras con respecto al tema de Soo-hyun; al estar las cosas ella en su casa y al ser mi casa muy pequeña para que ella viva conmigo, con los señores he estado viendo soluciones para ver cómo puedo hacer con Soo-hyun.
Blake me sugirió que debía de comprar o pagar una renta en un departamento más grande del que ya tengo; pero para estos momento no tengo tiempo de buscar nuevos departamentos. Buscarlo y mudarme tomaría bastante tiempo.
Así que, por el momento, Seon Eunji se estaba ocupando del cuidado de Soo-hyun mientras que yo me encargaba de trabajar. Aquello me funcionaba bastante; así Blake se preocuparía solo de su carrera y yo me preocuparía solo por trabajar.
Luego de que Blake y yo entregáramos a Soo-hyun a la familia Seon, nos subimos al auto y conduje hasta la casa de Joo-kyun. Blake continuaba quedándose allí mientras que yo me encargaba de encontrar el paradero de Mireu; lo cual estaba cada vez más cerca de suceder, ya que tal parece que la pista a seguir era la palabra “Cisne Negro”, las fichas en las que solo debía de fijarme eran en las negras. Ahora estaba intentando algo con Blake de imitar los pasos de baile del cisne negro en la obra «El lago de los Cisnes» para descubrir la palabra.
Llegando a la casa de Joo-kyun, la vemos ella muy alegre y con una botella de vino rosa en su mano izquierda. Le dio un gran trago a la botella antes de agarrarnos las manos a los dos y llevarnos a su cocina en donde estaba la tabla de ajedrez de letras y la fotografía de la verdadera tabla de ajedrez. A un costado de este estaba escrita la frase «Torre Namsan. Medianoche».
—¡Lo descubrí! ¡Lo descubrí! —Grita eufórica Joo-kyun.
Blake y yo nos miramos unos segundos antes de reparar otra vez en el papel. ¿Cómo lo hizo?
—¿Cómo? —Pregunta Blake igual de confundida que yo.
—No era nada del Lago de los Cisnes. —Empieza a explicar—. Fue más sencillo de lo que creen, la palabra iba de izquierda a derecha y en zigzag. De arriba hacia abajo. La hora lo había puesto con el alfil, este que está a la izquierda de las fichas blancas, solo se tenía que seguir el movimiento que podía hacer la ficha con las casillas.
Blake y yo nos habíamos quedado mudos ante la explicación, porque así como lo planteaba Joo-kyun parecía tener coherencia. Luego de que ella nos enseñara donde supuestamente estaba la frase, todo se volvía un poco más claro.
—Y por aquí encontré las iniciales de tu nombre —señala otra parte del tablero mientras va comiendo una rodaja de pan.
—No entiendo qué tiene que ver la Torre Namsan aquí —frunzo mi ceño mientras voy tomando asiento en una de las sillas.
—No lo sé, pero es mejor que te pongas a averiguar. —Responde Joo-kyun otra vez.
Blake se queda detrás de mí para abrazarme por el cuello y descansar su cabeza sobre la mía. Yo agarré una de sus manos para acariciarla y tranquilizarla, sé lo que ella puede estar pensando.
El resto de la tarde me la pasé con Blake acompañándola a estudiar para el primer examen que tenía la semana siguiente. Ella había escrito unas tarjetillas con palabras claves para guiarse de lo que debía de acordarse. En la noche fue que ella y yo nos desocupamos; pero eso significaba que debía de regresar a mi casa a descansar, no sin antes pasar por el hospital para ver cómo estaba mi padre.
Hasta el momento no he hablado con él sobre Soo-hyun o sobre cualquier otra cosa que tenga que saber sobre mí. Han habido veces en los que he podido hacerlo; pero simplemente me acobardaba y no llegaba a hablar más que para lo necesario.
De camino al hospital pasé por la Torre de Namsan. Esta estaba iluminada con luces azules y fucsias que luego cambiaban a amarillas y verdes. La curiosidad de saber lo que pasaba arriba en la torre a la medianoche estaba siendo toda una tentación para mí. Era arriesgado ir sin saber con exactitud las intenciones de Mireu o lo que pueda encontrar allá.
Cuando llego al hospital, encuentro a mi papá ya dormido por los medicamentos que le están dando. Tomo asiento en el sillón que está a un costado de él y lo miro dormir sin pensar en absolutamente nada hasta que poco a poco voy cayendo rendido en el cansancio.
***
Dos días después de descubrir la frase en el tablero de ajedrez, la respuesta de saber qué se supone que debía de hacer con aquello llega a mí por correo. Había sido Mireu la que me había escrito por correo, citándome en la torre a la hora que Joo-kyun encontró.
Esto se lo conté primero a los chicos antes de Blake, porque con ellos podía contar para cualquier cosa que necesite, como refuerzos para atrapar a Mireu si a ella se le ocurría escapar; aunque eso sería bastante estúpido si se supone que ella misma me está citando en ese mismo lugar para hacer qué-sé-yo. Los chicos se mostraron inseguros ante mi decisión de subir solo, pero al final terminaron aceptando y me pusieron la condición de ser ellos mis refuerzos para lo que sea.
Por la tarde me encontré con Blake para hablar con ella de lo mismo mientras que íbamos paseando juntos a Soo-hyun por un parque que estaba cerca de la casa de Joo-kyun. Primero fuimos hablando de su universidad y las clases que estaba llevando, al ser ella tan hablantina e ir de tema en tema sin orden alguno, aproveché ese tiempo para observarla y animarme a decirle la verdad de lo que haría más tarde en la noche.
Blake terminó de hablar a los minutos y se acercó a mí para entralazar su brazo con el mío.
—He estado pensando en algo, Jungkook. —Me dice con su voz tímida—. Yo tengo dinero por trabajar como creadora de contenido y tú por tu trabajo, ¿por qué no compramos los dos una casa y criar juntos a Soo-hyun? Ella te necesita más ahora que antes.
—Lo sé, cariño. —Contesto—. Pero ahora no tengo tiempo para mudarme y buscar una casa. Primero quiero encontrar a Mireu... Bueno, de hecho ya la encontraré esta noche.
Blake frunce su ceño, confundida por mis palabras, y niega rápidamente la cabeza.
—No... No te entiendo.
—La Torre Namsan es el lugar donde Mireu me ha estado citando —Blake rápidamente se torna seria y frunce mucho más su ceño—. Voy a ir a ver qué es lo quiere y de paso arrestarla.
—¿Qué? —Blake se queda en silencio a la vez que se va alejando de mí—. Jungkook, no estoy de acuerdo.
—No iré solo...
—¡No me importa! —Exclama molesta—. Jungkook, Mireu no es de confiar. ¿Qué pasa si te lastima?
—Pero es mi trabajo, Blake —ella no dice nada. Solo se agarra la frente y trata de calmarse—. Voy a estar bien, iré con refuerzo. Todos capturaremos a Mireu.
Los dos seguimos caminando por el parque, pero esta vez sin decir nada. Blake evitaba mirarme en todo momento, era como si le hubiese dado la peor noticia de su vida; empero, la verdad es esa, siempre tendré que poner en riesgo mi vida por cumplir mi trabajo. Últimamente sobrevivir se ha vuelto todo un milagro y sé que esta vez no será la excepción.
Cuando los tres habíamos llegado a unas bancas de madera para sentarnos, aproveché para solucionar las cosas con Blake. Ella seguía siendo escéptica al plan de enfrentar a Mireu solo, pero luego de un rato pude hacerla entrar en razón; se relajó y me abrazó por un largo rato mientras me decía lo aterrada que estaba de pensar que algo malo me podría pasar.
Unas horas después, acompañé a Blake a su departamento. Ambos entramos y vimos que no había nada fuera de lo normal, ella fue revisando todos los lugares con cuidado hasta que se cercioró con exactitud de que Mireu no había invadido su lugar para hacerle algo malo. Aun así me pidió que me quedara con ella un poco más hasta que se durmiera; así que, lo hice y aproveché en dejar a Soo-hyun durmiendo en la cama de Blake.
—¿Qué pasará después de que atrapes a Mireu? —Preguntó Blake mientras se peinaba el cabello.
Niego con mi cabeza sin saber qué realmente decir. Sentía que las cosas se iban poniendo un poco más complicadas a pesar de que el final de todo esté muy cerca. Sin embargo, Blake todavía seguía insistiendo en obtener una respuesta por mi parte.
—Tal vez nuestras vidas estén más tranquilas. —Encojo mis hombros. Blake se acurruca en mi pecho mientras que va dibujando pequeños círculos en mi abdomen—. No soy adivino del futuro, Blake. No lo sé.
—¿Al menos seguiremos juntos?
—¿Por qué nos separaríamos? —Blake no me responde, solo sigue haciendo lo mismo de antes—. ¿Acaso quieres terminar conmigo?
—Por supuesto que no. —Dice rápidamente. Esta vez se anima a mirarme, pero estaba preocupada—. Jungkook, yo debo de seguir con la universidad, lo cual significa que tendré que concentrarme en mis exámenes y trabajos, a parte de seguir buscando prácticas. Tú igualmente tienes que trabajar, ocuparte de tu padre hasta que salga del hospital y se encuentre estable, y también cuidar de Soo-hyun. ¿No crees que no tendremos tiempo para el otro?
—¿Y qué con eso, Blake? —Ella tenía razón, pero no entendía porqué sería un problema para nosotros.
—Siento que ahora nuestras vidas están puestas de cabeza. Hay que buscar un orden... —Blake se va separando de mí, seria y triste a la vez. Esto me estaba confundiendo—. Tal vez darnos un tiempo.
¿Darnos un tiempo? ¿No es eso lo que las parejas dicen cuando quieren terminar?
¿Blake quiere terminar conmigo?
No sé qué responderle en ese momento. La verdad es que me había quedado helado con sus palabras, eran tan inciertas que podía interpretarlas de distintas maneras.
—¿Quieres un tiempo? —Blake asiente—. ¿Cuánto?
—No lo sé. Al menos hasta que termine el año.
—Faltan como tres meses para eso, Blake. —Digo ofendido—. ¿Sabes algo? —me levanto del sillón. Blake me mira asustada y me sigue con la mirada—. Tengo que irme, esto lo hablaremos en otro momento.
Y sin esperar nada más, salgo de la casa de Blake para dirigirme al ascensor y bajar hasta el primer piso. Mientras que eso pasa, le envío un mensaje a Eunji para que pudiese recoger a Soo-hyun a la casa de Blake; luego, me paso por cada chat con los chicos para decirles que se vayan preparando para ir a la Torre Namsan con sus refuerzos.
Solo faltaban unas pocas horas para que se hicieran las doce. Entré a mi auto y comencé a conducir hasta el lugar citado.
En la radio fueron poniendo las últimas canciones del momento junto a otras que ya eran un poco más antiguas. No hubo problema con la música hasta que de pronto empezaron a colocar canciones tristes como de Sam Smith y de la banda One Direction, la que estaba sonando ahora es Taken de la misma banda que nombré.
¿Se supone que este era una señal para pensar en las palabras de Blake?
Se supone que debo de respetar su punto de vista, que ambos debemos encontrar una solución como lo hemos estado haciendo estos meses. ¿Por qué de repente ella parece querer rendirse con esta relación y darnos un tiempo? Pienso que es muy injusto darnos este tiempo luego de todo lo que habíamos pasado para lograr estar juntos, o mejor dicho, todo lo que he tenido que pasar y hacer para que Blake pueda confiar en mí y darme una oportunidad como su novio.
Por otro lado, tal vez Blake tenga razón y los dos debíamos de darnos un tiempo. No necesariamente este tiempo tenía que significar algo muy malo, quizá ella esté pensando a futuro y realmente piense que nos vendría bien para solucionar muchas cosas inconclusas.
Quizá pueda aprovechar ese tiempo para reconciliarme con mi padre y presentarle a Soo-hyun como su nieta. O empezar a buscar casas para hacer que mi hija viva conmigo. Tal vez es eso lo que realmente ambos necesitamos en estos momentos.
Y con esa misma mentalidad llegué a la Torre de Namsan. Estaba decorado por sus colores amarillo y verdes cuando bajé del auto y me encontré primero con Namjoon bajando de su auto. Minutos después llegaron Joo-kyun con Seokjin, ambos llegaban con los refuerzos que les había ordenado. Rápidamente los cuatro montamos un operativo, el cual consistía en subir con algunos policías para que me protegieran mientras que los demás vigilaban todo el perímetro por si a Mireu se le ocurría huir de nosotros.
Cuando se hicieron las doce en punto, cinco policías subieron conmigo hasta la parte más alta. Llegamos a su mirador, en donde vimos todos los candados puestos en las barandas; pero por ninguna parte encontramos a Mireu. Inmediatamente pensé que esto solo había sido una trampa de ella.
Pero como si hubiese sido por obra y gracia de algo sobrenatural, Mireu apareció en la parte más oscura del mirador para acercarse a los policías y a mí. Vi que en su mano traía un candado de color azul, tenía algo escrito; pero no llegué a leerlo con claridad.
—No diré nada por la compañía que trajiste contigo —dice la pelinegra mientras pasa de nosotros y va colocar su propio candado con los otros.
Mireu, estando más expuesta a las luces de la torre, pude notar cierto descuido en su presentación personal. Tenía todo el pelo revuelto y vestía una polera de color gris con unos pantalones de pijama muy sueltos del mismo color que la anterior prenda. Asimismo podía notar su piel muy pálida, era casi como la de los cadáveres cuando la sangre ya no circula.
—Yo también lo habría hecho —sonríe con tristeza. Se da media vuelta y nos mira a todos—. Pero pueden confiar en mí ahora. No tengo nada para atacarlos.
Mireu alza sus brazos en señal de paz mientras que en su rostro aparece una sonrisa débil, casi invisible. Su comportamiento no era el mismo de antes, ahora estaba muy relajada como para pensar que ella fue capaz de asesinar a Daeyeon y casi matar a mi padre.
—Por cierto, lamento la muerte de Daeyeon, Jungkook.
—¿Lo lamentas cuando fuiste tú quien la mató? —Mireu niega rápidamente y comienza a reírse sin sentido—. Siempre supe que algo estaba mal en ti.
—Yo no lo hice, Jeon. —Mireu se acerca un poco más a mí, sin importarle mucho que algunos policías la estén apuntando con sus armas—. Te contaré algo.
En un abrir y cerrar de ojos, Mireu se quita la polera que lleva puesta para solo quedarse con su sostén. Miré su pecho, abdomen y brazos, estos estaban lastimados con rasguños que se asemejaban a los de un felino salvaje; los cortes eran profundos y las heridas estaban infectadas. Así también, logré mirar el cuerpo de Mireu con más detenimiento, cada vez que respiraba, sus costillas se marcaban al igual que su clavícula y columna vertebral. Ella estaba hecha, lo que algunos vendrían llamando, como “un esqueleto”.
—Cuando fuimos al campo Samang, días antes yo estaba con un ánimo cabizbajo —empieza a contar—; lo cual provocó que fuese víctima de un demonio. Al principio no fue tan grave hasta que se fue haciendo cada vez más presente en mi vida, podía observar cómo se alimentaba de mí; y un día, en uno de mis derrumbes de ánimo, este demonio aprovechó para apoderarse de mi cuerpo y cobrar venganza al General Jeon y a ti. Por suerte, pude volver a tomar posesión de mi cuerpo a tiempo antes de que acabara con Blake; logré sacarlo de mi cuerpo con ayuda de especialistas. Así que, todo lo que sucedió fue por culpa de ese demonio, yo solamente hice el tablero de ajedrez.
Me había perdido en la mayor parte de la explicación, porque no podía creerme que Mireu había sido poseída por un ente maligno. Al principio no le pude creer, más bien pensé que todo se lo estaba inventando justo en este momento; pero al ver las marcas de su cuerpo, las fotografías de su baño y las palabras que ella misma utilizaba para contarlo, me fue convenciendo de a pocos.
—¿El Cisne Negro, era ese demonio? —Mireu asiente.
—Al parecer era una bruja que sobrevivir a la purga de la familia Park de hace siglos —cuenta—. Su nombre era Olor Níger, cuando murió poseyó alas muy grandes y de color negro como las de un cisne negro.
El lugar se queda en silencio unos largos minutos, lo único que se escuchaba era el viento soplar con fuerza de vez en cuando. Esto provocaba que el cabello, el muy poco cabello, de Mireu se moviera.
Después, todos empezamos a escuchar los sollozos de Mireu. Ella se había dado la vuelta para que nadie logrará mirarla, pero aun así llamó nuestra atención cuando pudimos notar las otras marcas de su espalda. Eran las mismas que estaban en su pecho.
—¿Recuerdas cómo iniciamos este año, Jungkook? —Pregunta Mireu, melancolía, triste—. A pesar de todo, éramos unidos. Me tomabas como una ayuda cuando tenías tus sospechas, pero yo siempre te contestaba mal o realmente no te ayudaba; y era porque sí, estoy celosa de ti y de tu desempeño por tu trabajo. También me gustabas, pero eso ya lo sabes.
—¿Por qué me citaste aquí, Mireu?
Ella se da la vuelta otra vez para quitarse sus pantalones de pijama y quedarse solamente en ropa interior.
Uno de mis policía me habló por detrás y me preguntó si debían de arrestarla ahora. Sabía que eso era lo correcto, pero de cierto modo también sabía que no debía de hacerlo; a este punto sé que Mireu no tiene pensado escapar.
—¿Por qué te cité? —Repite mi pregunta—. Sencillo. Quise cambiar, Jungkook. Intenté ser mejor persona; pero luego de que el demonio se había apoderado de mí, nunca pude mostrarles mi cambio a ninguno.
De la parte de atrás de su espalda, Mireu saca un calibre 45 para quitarle el seguro. Rápidamente todos se ponen en alerta y avanzan un poco más para ir ganando espacio en este lugar; pero Mireu aun así no se veía tan temerosa ni amenaza, puesto que lo siguiente que hizo fue subirse a una baranda del mirador y sentarse justo ahí, teniendo un vacío de muchos metros atrás de ella.
Inmediatamente pensé que Mireu estaba a nada de suicidarse, por estaba haciendo todo esto. Mi mente compendió de que el arma no era para nosotros, pues de otro modo ella ya estaría comenzando a disparar, más bien, el arma era para ella.
Mireu volvió a reírse mientras que lágrimas brotaban de sus ojos llenos de tristeza.
—¡Te juro Jungkook que lo intenté, pero no pude! —Grita—. ¡Fueron injustos conmigo pero eso ya no importa! ¡Los perdono, ojalá ustedes también me perdonen!
—Mireu, bájate de ahí... Puedes caer.
Mireu ignora por completo mis palabras y va guiando la boca de su arma al centro de su abdomen. Si ella disparaba, su cuerpo se caería por el vacío.
—Mireu...
—Perdóname por todo, Jungkook. —tartamudea—. Yo solamente también quise ser una gran criminóloga. En serio, lo lamento...
—Mireu, ven ba...
Mireu no me dejó terminar de hablar porque rápidamente apretó el gatillo del arma y pizcas de sangre salieron de ella.
Y como si todo hubiese ocurrido en cámara lenta, corrí para sostener los brazos o las piernas de Mireu y así evitar a que caiga; sin embargo, ella, con las últimas fuerzas que le quedaban y sin miedo, nos sonrió una última vez a todos a la misma vez que se quejaba de dolor y sus piernas se iban resbalando por la baranda. Cuando ya no la vi sentada, me asomé y vi cómo el cuerpo de Mireu iba cayendo hasta desaparecer entre la neblina.
Mireu finalmente había decidido acabar con su vida.
Ella y yo nunca logramos entendernos del todo; pero lo que dijo ella acerca de nosotros al comienzo de este año era verdad. Podíamos haber tenido nuestras diferencias, no obstante, así como alguna vez lo dije, a ella le guardaba un respeto por ser siempre perseverante. Creo que si las cosas hubiesen sido diferentes desde un principio, Mireu y yo podríamos haber hecho grandes cosas como colegas a pesar de mi narcisismo y mi competitividad.
Sin nada más qué hacer aquí, con el equipo de policía volvimos a bajar hasta donde estaban los demás. Todos ellos se encontraban rodeando el cuerpo de Mireu, de seguro ahora había un gran charco de sangre debajo de su cabeza.
Los chicos se acercaron a mí boquiabiertos, ninguno dijo nada y solo esperamos a que la morgue llegara para recoger el cadáver.
Al menos este había sido el cierre definitivo de un gran suceso lleno de tragedias. Todos estábamos seguros que después de Mireu no habría nadie más.
****
Nuevamente me encuentro en el taller de diseño y costurería de mi facultad, justamente haciendo lo mismo que hace ocho meses hice antes de que alguien cruzara esa puerta para decir que Son Sunhee había muerto en el laboratorio de su facultad. Sin embargo, esta vez no había nadie que lo dijera; solo estaba yo arreglando el vestido que me animé a crear para Soo-hyun. Eran las seis con cuarenta de la tarde, por la ventana del lugar podía ver el sol ocultarse para dar pase a la noche.
Por un momento dejé lo que estaba haciendo y agarré mi celular para tomar una foto al bello panorama que tenía enfrente. Después, de las muchas fotos que tomé, subí una a mis historias de Instagram.
De pronto, el ruido de la puerta siendo tocada me distrajo que lo que estaba haciendo. Miré hacia donde provenía el ruido y observé a Jungkook. Habían pasado unos cuantos días desde que se había ido de manera resentida de mi departamento. Lo último que supe de él fue en las noticias, cuando anunciaron el suicidio de Mireu en la Torre Namsan.
—¿Estás ocupada? —Niego, dejando mi celular sobre mi mesa de trabajo—. Quisiera hablar contigo.
—Hagámoslo entonces. —Digo sin más. Tenía una idea de lo que vendría siendo una conversación.
Invité a Jungkook a pasar al lugar mientras acomodaba una silla para él. Yo me senté al frente suyo para tomar con más seriedad el caso. Ojalá que Jungkook haya pensado muy bien la idea de darnos un tiempo, porque he presentido estos últimos días que han pasado me ha servido mucho para organizarme con el asunto de mi universidad y de mi familia; además de iniciar a buscar ayuda psicológica para tratar el asunto se mi familia.
Por otro lado, el aspecto que lleva Jungkook hoy me dice que lo ha estado pasando muy cansado estos días por trabajar y cuidar a Soo-hyun. Solo espero que le esté yendo bien.
—Hace más de una semana que no nos veíamos —comienza hablando él—. Blake, te he extrañado mucho.
—Yo igual —sonrío de lado a medias—, pero gracias a este tiempo he podido hacer algunas cosas, como este vestido.
—Es lindo. Deduzco que es para Soo —asiento—. Bueno, no te quitaré más tiempo e iré a lo importante: Estoy de acuerdo con este tiempo que quieres que nos demos.
Me tomó por sorpresa las palabras de Jungkook. Creí que él seguiría negándose a esta idea, pero resultó siendo mejor de lo que yo me lo imaginé.
—Pero seguiremos siendo novios, ¿verdad? —Asiento—. Entonces, está bien.
—¿Lo estás haciendo por tu propia voluntad o solo por darme el gusto? —Inquiero antes de que esta conversación acabe y no vea a Jungkook dentro de un tiempo.
—Por mi propia voluntad —responde. Ambos nos quedamos mirándonos por unos minutos hasta que Jungkook es el primero en levantarse y caminar hacia mí—. Debo de irme. Tomé un atajo del departamento a mi casa para hablar contigo.
Asiento sin más a las palabras de Jungkook. Él deja un beso en mi frente antes de darme un rápido abrazo. Lo siguiente que veo de él es cómo va desapareciendo del lugar, dejándome sola como en el inicio.
Reanudo con la confección del vestido para Soo-hyun a la misma vez estoy escuchando música desde mi celular y pienso en lo próximo que me deparará el futuro. No es que le tuviera miedo, simplemente siento unas pequeñas ansias de poder adelantar el tiempo y saber si algo de lo que deseo va a pasar. Asimismo, también lo haría para saber si Jungkook y yo realmente tenemos un futuro juntos o si lo de nosotros es solo momentáneo.
Este último no parece ni siquiera una opción, después de mucho sería ridículo si nosotros no siguiéramos juntos. Además, me veo escéptica a la idea de dejar a Jungkook, lo quiero mucho.
Horas más tarde, salgo de mi facultad para caminar hasta la salida de la universidad. Eran las ocho de la noche, el vestido estaba quedando como lo planeaba y, por ello, decidí darme un descanso. El otoño seguía estando presente en el ambiente, aunque algunas veces podía sentir el frío calarme por los huesos, era una señal de la aproximación del invierno.
Llegando al primer estacionamiento de la universidad veo que una moto negra era conducida por un chico que traía su casco negro con su vidrio polarizado, su chaqueta gris y sus pantalones chándal de color negro. El vehículo se detuvo enfrente de mí y el dueño subió el protector del casco.
Era Jaesang.
—Blake Jones —me dice, a lo que yo sonrío a medias—, ¿quieres que te lleve a casa?
—Puedo irme en un taxi. No te preocupes —respondo con amabilidad.
—Déjame devolverte el favor de Sunhee —después de que Jaesang se había enterado por las noticias lo de Yoongi, nunca más volvió a hablarme. Supongo que ahora piensa que lo veo como un interesado y quiere revertir esa opinión—. Te invito a comer.
—Jaesang...
—Vamos Blake, te invitaré pollo frito con cerveza. O soda, lo que se te antoje beber.
Pollo frito con cerveza de noche sonaba como un gran plan.
Me lo pensé unos segundo antes de subirme a la moto de Jaesang y ponerme el casco extra que él llevaba.
Durante el trayecto de la universidad al restaurante, miré las calles encendidas de Seúl y me puse a filosofar un poco con respecto a la vida. Las personas hacen bastantes cosas por impulso, lo cual a veces puede traerle cosas buenas como malas; eso es ser intrépido o valiente, como quieran decirle. En cambio, también existe cierto porcentaje de la población mundial que para hacer algo lo planifican con mucho tiempo de anticipación y obtienen el mismo resultado que pueden obtener haciéndolo de manera impulsiva. Ellos también son valientes. Entonces, si ambas situaciones tienen el mismo resultado; ¿por qué existen personas que simplemente se niegan a hacer algo por temor? ¿Temor a qué? Actualmente, me estoy arrepintiendo de no haber hecho muchas cosas por mí que ayudarían a que todo en mi vida fuese un poco más distinto, como conocer personas que les guste de mi compañía. Antes me negaba a hacer amistades de mi entorno por pensar que solo se aprovecharían de mí o simplemente serían personas falsas, ahora estoy aprendiendo a socializar más con personas que conocí a partir de la muerte de una chica, y se siente muy bien.
Asimismo, pensé en lo increíble es el ser humano, lo necesitado que este es de estar acompañado de alguien o de algo; porque biológicamente somos así. Incluyendo a las personas que dicen que les gusta estar solos, rechazarán la compañía de personas, pero de igual modo ellos se sienten acompañados por sus mascotas o por algo —pasatiempos o una canción— que los haga sentir bien. Mayormente utilizamos esta herramienta como distracción. ¿Estás triste? Lee un libro o sal con algún amigo que te pueda hacer reír. ¿Quieres ser escuchado? Habla con alguien. Así es como funciona el ser humano y no podemos ir en contra de nuestra naturaleza. Jungkook también era así, pero cuando llegó a la cúspide de malos momentos, tuve la suerte de poderlo ayudar y acompañar a que estuviese bien consigo mismo. Fui su apoyo y espero que a partir de ahora esté bien por su propia cuenta.
Me recuesto en la espalda de Jaesang mientras sigue manejando, sonrío por todo lo que he aprendido este tiempo y por ser positiva con lo que vendrá después; porque yo sé que esto aún no ha acabado.
*****
Y bueno, como adivinaron el acertijo del capítulo 56, aquí está la doble actualización que les prometí ✌🏻
Too late pero su servidora se volvió a enfermar y andaba como un zombie
Lo bueno es que otra vez me estoy recuperando, espero seguir así y no volver a recaer (el éxito) 🥴
Bueno, ahora sí, bais. Cuídense ~~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top