Capítulo 40.
Grupo: Curso de inglés.
Alexa: ¡Cállate, Amber! Al menos soy buena, y no una maldita asesina.
Amber: Pues lo de ser buena, como dices, se termina hoy, deberías despedirte de tus falsos amigos.
Amber: Pablo quiero recordarte que, por culpa de Alexa, Paola murió.
Pablo: Eso ahora no importa, no voy a dejar que sigas haciéndonos daño.
Tyler: Alexa, sal de tu casa, trata de llegar a un lugar seguro.
Amber: Ella no podrá.
Pablo: ¡Maldita sea! Te hubieras quedado en la cárcel maldita.
Amber: Ay Pablo, tengo un super primo que me saco de la cárcel demasiado rápido.
Pablo: Harold y tu deberían estar muertos, son unos idiotas.
Harold: Cuida tus palabras, Pablo.
Pablo: Vete a la mierda, idiota.
Alexa: Lo siento Pablo, mi intención nunca fue que Paola terminara muerta.
Lalu: La policía no me responde, ¿Qué mierda sucede?
Alexa: Mi muerte será inevitable, lo sé.
Amber: Eso es obvio, estaba descrito en el destino que ibas a morir en mis manos.
Alexa: Pero no estoy lista.
Vicky: No puedo quedarme sin hacer nada, iré a ayudarte Alexa.
Alexa: No Vicky, no te molestes.
Amber: Estaría bien que vinieras, así serán dos, en vez de solo una muerte.
Elio: ¡Dios! Dejen dormir.
Harold: Buenas noches, asesino.
Pablo: El único asesino aquí eres tú y tu estúpida prima loca.
Elio: ¿Amber regreso?
Amber: Hola Elio, ¿Cómo estás? ¿Algún día en específico en el cual quieras morir?
Elio: En ninguno estaría bien.
Harold: Tu tiempo se acaba, Alexa.
***
Narra Amber.
—Hay que hacerlo ahora —dije sonriendo.
Mathias tomo una piedra del suelo y la arrojo a la ventana, la cual se hizo añicos al instante. Preparé mi arma, estaba un poco nerviosa de que las cosas pudieran salir mal, pero soy Amber, nada me va a salir mal.
Nos dispusimos a entrar a la casa, la planta baja estaba totalmente en oscuridad, Harold se acercó a los interruptores y rápido encendió la luz.
—Debe estar en su habitación, y seguramente dentro de su closet —mencionó Harold. —Es el escondite más usado.
Mathias rápido se encamino a las escaleras, Harold y yo comenzamos a seguirlo.
—No puedo creer que accediste a que nos ayudara —dijo Harold confundido. —Creí que esta era tu venganza, no la de nadie más.
—Ya verás lo que tengo preparado.
Mathias llego hasta la habitación de Alexa, la cual estaba cerrada, pero con unos cuantos golpes esta se abrió, dejando ver a Alexa, tratando de salir por su ventana.
—¡Quédate quieta pequeña, perra! —exclamó Mathias sonriendo.
—¿Qué haces con ellos? —preguntó Alexa con lágrimas en los ojos.
—Salvar mi vida —dijo Mathias.
Eso cree él, pero cuando menos se lo espere, la traición le llegara por idiota, por querer hacer las cosas que por ley me corresponden, con las cuales puedo estar tranquila.
Levanté mi arma molesta, ahora si estúpidos, los dos se van a la mierda, pensé mientras sonreía de lado a lado.
—Bye —dije y apunté a la cabeza de Mathias, rápido jalé el gatillo y este cayó al suelo muerto, unos gritos por parte de Alexa se hicieron presentes en la habitación.
—Tranquila, ya viene tu turno —dije sonriendo.
—¡No Amber! ¡Por favor no lo hagas! —Alexa comenzó a llorar. —¡Harold ayúdame! Sé que no eres como esa loca, por favor no dejes que me mate.
Harold le dedico una pequeña sonrisa de lado.
—La familia es primero —dijo él.
Alexa miro hacia abajo, luego sonrió.
—No podrás matarme, si yo lo hago sola —dijo Alexa y se lanzó por la ventana.
—¡Maldita sea! —grité molesta.
Rápido comencé a correr escaleras abajo, no puedo dejar que esa maldita zorra se escape de mí, no puedo permitírmelo.
Estaba demasiado molesta, no debo dar tiempo de nada, solo llegar y pum, matarlos, mi corazón latía demasiado rápido, de tan solo pensar que Alexa se escaparía de mí, pero me calme un poco cuando Sali, y ella seguía tirada en el suelo, tocando su pierna.
—Parece que las cosas no salieron como querías —dije sonriendo.
—¡Cállate! —Alexa estaba llorando mientras tocaba su tobillo y miraba a la calle, tal vez en busca de que alguien la salvara.
—Nadie te va a ayudar, aunque hubiera una persona en la calle, ella no se acercaría a salvar a una idiota como tú, menos si no te conoce.
—¡No todos son una mierda como tú! —gritó Alexa llorando.
Levante mi arma y Alexa tan solo llevo su mirada hasta el suelo, esperando que todo terminara ya.
—¿Quiere que sea rápida? —pregunté.
—Si, por favor, solo quiero que esto termine ya —dijo ella sollozando, ella seguía sin apartar la mirada del suelo.
—Te complaceré.
Presione el gatillo y el disparo salió rápidamente, impactando en la cabeza de Alexa, la cual cayo de golpe al suelo.
Dos menos, vamos por los demás.
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Espero les haya gustado👅
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