Capítulo 39.

Narra Candy.

—La policía dijo que todo ya está bien, así que por fin tendremos paz —mencionó mi madre sonriendo, después de días que se la pasaba vigilando la puerta en espera de Amber, por fin podría descansar.

Me levante del sofá y me acerque a ella.

—A mí no me pasará nada, yo estaré aquí para siempre —dije mientras la envolvía en un gran abrazo.

Para mi madre, la muerte de Sueli fue muy dolorosa, y por nada del mundo iba a dejar que me pasara algo.

—La puerta está cerrada, pero cualquier ruidito que escuches, grita lo más fuerte que puedas, yo vendré de inmediato —añadió ella mientras se alejaba un poco de mí,

—Si, mamá.

Mi madre comenzó a caminar hasta las escaleras, giré mi vista al televisor, y comencé a cambiar de canales.

Esos chicos, me quisieron agregar a un grupo que tienen, pero me dio miedo y les dije que no quería pertenecer, pero ahora que lo pienso mejor, me da un poco de intriga saber de qué hablan.

Tomé mi celular, cuando estaba por enviarle un mensaje a Nahuel, para que me añadieran al grupo, un pequeño ruido proveniente de la puerta, hizo que me estremeciera.

Rápido recordé lo que mi madre me dijo, pero si no es nada, no es justo para ella, ella tiene que descansar. Decidí ignorarlo, pero unos segundos después los golpes se hicieron más y más frecuentes, esto hasta que me di cuenta que alguien llamaba a la puerta.

Me levanté lentamente y me asomé un poco a la ventana, pude ver a un chico afuera, creo que es Elio.

Abrí la puerta y me encontré con él, solo me sonreirá.

—Hola, ¿Qué pasa? —pregunté.

—¿Estás sola? —me preguntó inmediatamente.

—No, mi madre está durmiendo...—Justo a terminar mi frase, sentí un horrible agarré de una de mis manos, el chico comenzó a jalarme fuera, fue cuando recordé, es Mathias, ese chico que un día quiso besar a Sueli a la fuerza.

—¡Mamá! —grité, pero luego sentí su mano en mi boca, lo cual me impidió seguir gritando, lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, estaba muy asustada, no quiero morir.

Comencé a forcejear, pero todo de manera inútil, el me tiro al suelo, mi cuerpo dolía. Mire a la calle, pero para mí desgracia nadie se miraba cerca, nadie podía ayudarme.

—¿Qué haces? —pregunté llorando.

—Un pequeño trabajo para Amber —al escuchar eso, me puse de pie, rápidamente, y como ya era inútil entrar a mi casa, decidí correr a la calle, alguien tendría que ayudarme.

—¡No podrás correr por mucho! —gritó Mathias, un escalofrió recorrió mi cuerpo.

Segundos después, sentí sus manos sobre mis hombros, me había alcanzado, hacia frio y ya estaba tirada sobre la calle, llorando, creo que no hay escapatoria.

—Bye, pequeña —dijo él mientras sonreía como si atraparme fuera un triunfo para él.

Mire que sacó una navaja, mi primer instinto fue cubrir mi rostro, pero sentí que él hacía cortes en mis brazos, por lo cual comencé a llorar, ahora de dolor.

—¡Basta! —grité. —No me mates.

Él llevo la navaja hasta mi cuello, por lo cual deje de moverme, por miedo a que me fuera a cortar.

—Sera rápido —dijo, luego sentí, sentí que deslizo la navaja por mi cuello.

La sensación que comencé a sentir era horrible, podía sentir mi sangre salir de la herida, y bajar por mi cuello hasta caer en el suelo.

—No...pue

***

Narra Amber.

—¡Ese idiota no puede estar haciendo mi trabajo! —grité molesta, empujando el celular de Harold lejos de mi vista.

Estaba molesta, no sé si porque mato a Candy, o porque creía que eso me haría feliz a mí, desde que conocí a Candy, mis intenciones con ella no eran las mismas que con los demás, yo no iba a hacerle nada, la dejaría vivir.

—Amber, tienes que ver esto —dijo Harold acercando nuevamente el celular a mi rostro.

Mensajes:

Mathias: Amber, Harold, ustedes díganme a quien más quieren muerto, y yo lo haré.

Harold: ¿En verdad quieres estar de nuestra parte?

Mathias: Lo quiero, quiero ayudarles en lo que haga falta.

Harold: Muy bien, tenemos que vernos, para hacer nuestro plan, ahora mismo.

***

Grupo: Curso de inglés.

Alexa: ¡Chicos!

Pablo: ¿Qué paso? ¿Todo bien?

Alexa: Tengo miedo, Pablo.

Tyler: Hola, ¿Qué hacen despiertos tan tarde?

Alexa: Eso es lo de menos, creo que alguien intenta entrar a mi casa.

Pablo: ¡Llama a la policía!

Alexa: No me responden, tengo miedo.

Vicky: ¡Dios mío! ¿Estás segura?

Alexa: Es alguien, no puedo ver mucho, pero creo que es Harold, él ha venido a matarme.

Lalu: Intentaré llamar a la policía.

Elio: ¿Qué hay de tus padres? ¿No están en casa?

Alexa: ¡Maldita sea! Mis padres están de viaje, se fueron esta tarde, creyendo que todo era seguro para mí, tengo miedo.

Pablo: ¡Escóndete!

Alexa: Si no me dices no lo hago, eso lo hice desde que vi a Harold afuera.

Lalu: ¿Segura que es Harold?

Alexa: Creo, no es Amber, vi a un chico, es obvio que es él.

Tyler: ¿Qué hacemos? ¿Ir a su casa?

Alexa: ¡No! Por ninguna razón se les ocurra venir, no quiero que les pase algo, chicos, si es mi turno de morir, no hagan nada para salvarme, solo llamen a la policía, no quiero que salgan heridos.

Amber: Que tierna, deberían darte el premio para la mejor amiga hipócrita.    

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Espero les haya gustado.

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