Capítulo 31.
Narra Keyla.
—¿Amber? —preguntó Candy. —Tu eres la asesina.
Al escuchar esa palabra, inmediatamente retrocedí un poco, estaba asustada.
—¿De qué hablas? —preguntó Amber confundida.
—Tú eres Amber, la asesina del curso —dijo Candy poniéndose detrás de mí.
Mire a Amber, ella hacia cara de estar confundida, pero después de algunos segundos de meditarlo, ella me volteo a ver molesta.
—Eres muy sabia, por eso serás la segunda en morir —dijo Amber sonriendo, mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, no entiendo un carajo de que habla, pero nos matará.
Tomé a Candy de la mano y corrí hasta la cocina.
—¡No quiero morir! —gritó Candy comenzando a llorar.
—No vamos a morir —dije asomándome por la puerta, abriéndola solo un poquito.
Mire que la puerta principal se abrió de golpe, luego alguien golpeo a Amber por la espalda, haciendo que cayera al suelo.
Inmediatamente sali de la cocina, Candy estaba tomada de mi mano, ella y yo estábamos muy asustadas.
—¿Mathias? —pregunté un poco asustada.
—Me alegra que estén bien, solo que no por mucho —Mathias levanto un arma y me apunto a mí.
Hice que Candy se escondiera detrás del sofá.
—¿Qué haces? —pregunté asustada.
—No creo que lo entiendas, pero tras meditar todas las cosas que hizo Javier para salvar su vida, decidí hacer lo mismo, y tú serás mi pequeño regalo para Amber.
Retrocedí un poco, y unas pocas lagrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas.
—¿Quién es Javier? —pregunté asustada.
—Te dije que no lo entenderías, y en verdad lo siento mucho —Mathias levanto el arma y comenzó a caminar hasta mí.
—¡No, por favor! —grité llorando.
—Nos volveremos a ver, algún día, adiós —dijo Mathias y jalo el gatillo, no tarde mucho en sentir el impacto en mi cuello, sentía que me ahogaba con la sangre, pero no sería así siempre, caí al suelo y espere mi muerte.
***
Narra Nahuel.
Estaba muy nervioso por lo que Amber está tramando, todo indica que es una maldita trampa, y nosotros como idiotas iremos hasta ella.
—No iremos —dijo Arthur asustado. —No arriesgaremos la vida por esas personas, ni siquiera sabemos quiénes son, bueno, a excepción de Valen.
—¿Estás loco? Gerardo y Martha son mis amigos, no seas un idiota —exclamó Lalu molesta.
Mire algo confundido a Arthur, creo que él tiene razón, no estoy dispuesto a arriesgar mi vida por ellos.
Me senté en el sillón, pero no quiero ser una mala persona, no otra vez,
—Yo si estoy dispuesta a ir, lo único que tenemos que hacer es mantener distancia, así Pablo y los demás serán los primeros en morir, y nosotros tendremos oportunidad de salir ilesos —mencionó Yara mientras mantenía una gran sonrisa en su rostro.
—¡Son unos idiotas! —exclamó Lalu y comenzó a caminar hasta la puerta principal.
Los demás comenzamos a seguirla, quizá si usemos la táctica que menciono Yara.
***
Narra Pablo.
—¿Están conscientes de que esto es una maldita trampa? —pregunté al recordar el estúpido juego que Amber intenta jugar con nosotros.
—Creo —respondió Tyler un poco nervioso.
La noche estaba llegando, era la hora de decidir lo que haríamos por esas tres vidas, sé que Paola los ayudaría, pero no soy como ella.
Por mi mente rondaban cosas que quería ignorar, todo esto es una mala idea y solo habría que ignorar el juego de Amber.
Comenzaron a tocar la puerta, Vicky se levantó del sillón y se dirigió hasta allá, al abrir la puerta, era Alexa, un poco nerviosa entro a la casa.
—Quiero estar con ustedes chicos —dijo ella entrando a la casa. —Ahora que Milena está muerta, presiento lo peor para todos nosotros.
—Milena se lo merecía, por lo que le hizo a Raúl —dijo Vicky.
—¿Nos iremos ya? —preguntó Elio.
Estaba muy confundido, pero termine por decir que si, que nos fuéramos a la escuela, donde no tenemos idea de lo que pasará.
Cuando estábamos por irnos, la luz de toda la casa se fue, quedando en una completa oscuridad.
—¿Qué paso? —preguntó Tyler.
—No sé, quizá fueron los fusibles —dije comenzando a caminar, alumbrando con mi celular.
Tengo que encender la luz, ya que, si no hay luz, la puerta de la casa no puede abrirse, me dispuse a bajar por las escaleras que daban hasta el sótano, estaba un poco nervioso, de recordar que la puta de Amber estuvo aquí hace unos días.
Encendí el flash del celular y llegue hasta la caja de luz, donde mire que la palanca estaba hacia abajo.
—¿Quién anda ahí? —pregunté con rapidez, pues esa palanca no se bajó sola, alguien lo hizo.
Comencé a alumbrar todo el sótano, pero no veía nada, hasta que escuché algo detrás de mí, cuando estaba por girarme sentí un gran golpe en la cabeza.
—El juego comienza.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top