Capítulo 22.

Narra Amber.

—¿Lo harás ahora?

—Quizá, ahora solo lárgate de aquí —dije, él me miró algo molesto. —Por favor.

Él camino hasta la puerta y salió sin decir una palabra.

Mire a la cama, dónde se encontraba el cuerpo en descomposición de Paola, creí que pondría mal a Pablo, pero no se miraba triste, estaba molesto.

—Muy mala idea.

Me acerqué a la ventana, ahí estaba una mochila que mi ayudante dejo para mí, con algunas cosas que podrían ser muy divertidas.

Tomé unas esposas, estas me recuerden a cuando tuve sexo con el profesor, era bueno, quizá ahora las utilice para hacer cosas malas con Pablo, mientras la muerta de Paola nos observa, Dios, que miedo.

Tomé la mano de Pablo, puse una parte de las esposas y la otra la puse a la cama.

Espero Pablo no despierte, está fiesta se convertirá en una pesadilla, una muy divertida, para mí.

Me dispuse a salir de la habitación de Paola, para mi mala suerte, alguien estaba fuera.

—¿Te conozco? —preguntó la chica, no tengo idea de quién sea, quizá es del nuevo curso.

—Creo que no, soy Jazmín, la chica que se graduará con ustedes —soné un poco nerviosa.

—Oh vaya, yo soy Yara —dijo ella, por desgracia ya sé quién eres, la perra del curso, la mala.

Me alegra que esta perra no me haya reconocido, quizá el nuevo curso no me conoce, esto será más fácil de lo que pensé, solo tengo que llegar al sótano, y cortar la energía, será fácil elegir al siguiente con tan solo el flash de mi celular.

Al bajar las escaleras, absolutamente nadie puso sus ojos en mí, excepto alguien, Milena.

Ella se miraba nerviosa, pero no creo que vaya a decir algo, después de todo, sigue siendo mi perra.

Milena comenzó a caminar hasta mí, yo seguí caminando, conozco un poco la casa de Pablo, estuve algunas veces aquí.

Al llegar a la puerta del sótano, sentí que Milena me tocó por los hombros, por lo cual dibuje una gran sonrisa en mi rostro, y me giré.

—Hola Milena, me agrada verte de nuevo —dije sonriendo.

—Amber lárgate de aquí, no le hagas nada a nadie, por favor —ella se miraba asustada, me excita asustar.

—Sería incapaz de hacer algo malo, en cambio tu eres una asesina, dime, ¿Tus amigos ya saben lo que hiciste?

Milena agachó la cabeza un poco asustada.

—No, y no deben saberlo, ahora si no te importa, tengo cosas que hacer, y pobre de ti que alertes a los idiotas que estoy aquí, de Pablo ya me encargue, pero mantén la boca cerrada.

Abrí la puerta, cuando estaba por descender las escaleras, recordé lo traicionera que es esta perra, así que en un rápido movimiento la tomé de la mano, y la hice bajar conmigo.

—¡Suéltame!

Tan solo deje escapar una pequeña risa, recuerdo los viejos tiempos, cuando ella me descubrió, me impresionó tanto que tuve que hacer que se uniera a nosotros, al inicio era divertido.

—¿Que vas a hacer? —preguntó ella.

—Una fiesta sin luz, silenciosa y que sólo se escuche gritos de dolor es mejor que una con esta música tan horrible —dije sonriendo. —Quizá quieras reanudar nuestra amistad, Milena.

Tomé la palanca de la luz y con bajarla, la música y la luz se fueron, ahora solo se escuchaban gritos de confusión.

—Me alegra tanto que Amber y su ayudante hayan salido de la ciudad —dije riendo.

—¿Asesinaste a la profesora?

—Ay Milena, claro que no, yo soy buena, sería incapaz de hacer algo así.

Comencé a caminar, dejando a Milena detrás de mí, al llegar a la puerta, la cerré inmediatamente, impidiendo que Milena saliera.

Ahora sí, saqué mi celular y comencé a alumbrar, todos tan solo estaban sentados en el sillón, quizá esperando a que la luz regresará.

—Todo está bien, solo fue una falla eléctrica —exclamó Tyler. —Ya mismo lo arreglo.

Serás el primero Tyler, si no pude hacerlo aquel día, solo porque Luis me lo impedía, ahora lo haré y lo disfrutaré demasiado.

Tyler paso al lado mío, me da tanta risa que ni siquiera se imaginé que estoy aquí.

Oh diablos, se dirige al sótano, tengo que hacerlo rápido, tomé una pequeña navaja que tenía en mi bolsillo y camine hasta allá, llegue justo cuando abrió la puerta.

—¡Amber está aquí! —gritó Milena.

¡Maldita sea! Todo mi estúpido plan se jodió, se fue a la mierda, esto tenía que ser divertido, ahora solo es una estupidez.

Si no puedo asesinar a nadie aquí, al menos me conformo con asesinar a Pablo.

Caminé rápidamente, detrás de mí pude escuchar a Tyler gritar que Amber estaba en la casa, que iban a morir, Dios que exagerado es.

Al llegar a la habitación de Paola, no había nadie.

—¿Qué mierda?

—¡Oye tenemos que salir de aquí! —gritó una chica desde la puerta. —Amber está aquí.

—¡Maldita sea! —grité molesta. —¿Acaso estoy destinada a fracasar?

—¿De qué hablas? ¡Vámonos!

—¿Quién eres? —pregunte caminando hasta la puerta de la habitación.

—Soy Maia, ¿Tú...?

Esa chica fue interrumpida por mí, por mi grandiosa navaja, la incruste en su estómago, luego comencé a moverla, tengo que destrozarle todo, mi maldito plan está hecho mierda, pero no me iré sin haber asesinado a alguien.

***

—¡Maia no! 

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Espero les haya gustado.

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