Cap.2 : ¨Soy Jack Walder , y soy un asesino¨

Mi despertador hizo su trabajo de cada mañana, dejandome con solo 30 minutos para completar mi rutina diaria, como la mayoria de veces no tuve tiempo de desayunar y me vestí rapido con lo mas cómodo que encontré, unas converse, jeans y un polo, recogi mí pelo en una cola alta, ya que la verdad se negaba a colaborar, y tome mis gafas de sol y mi bolso, mire el reloj , 8:24, debía llegar a las 9 en punto o cancelarían la cita, así que me apresuré a tomar un taxi. Las calles de Ohio eran especialmente irritantes a esta hora sobre todo cuando yo tenia prisa. El taxista era un hippie con rastras, el auto olia muy mal, llegue a sospechar que era marihuana, y la música de Bob Marley no me dejaba pensar con claridad. Llegamos a la carcel estatal de Ohio a las 8:45, pagué el taxi y por fin salí de ahí para respirar correctamente. No fue hasta que estuve frente a la puerta principal que me di cuenta de lo que haría en realidad, hablaría con un asesino, estaríamos frente a frente, y yo tendria que hacer lo imposible para lograr que este hombre me dijera lo que no le habia dicho a los policías, jueces o investigadores. Estaba nerviosa. Entregué el pequeño pase que me habían dicho que imprimiera la noche anterior y me dejáron pasar acompañada de un guardia, me hicieron firmar algo y luego pasar por el detector de metales, luego un policía viejo y calvo me pregunto si traia drogas, conteste que no, me hicieron un par de preguntas mas y me dijeron que esperara unos minutos, me senté en una incomoda silla en la sala de espera, y saque mi telefono para llamar a Kelly, la cual no ha aparecido, talves llegaria tarde. No contesto mi primera llamada, volvi a marcar y contesto al tercer timbre.

-¿Hola? –dijo con voz extraña, como si tratara de hablar sin usar su lengua.

-Kelly, ¿donde estas? Te estoy esperando, ya estoy en la carcel.

-Oh, hola Christine –dijo con la misma voz extraña, lo ignore y fui directo al punto.

-¿Que pasa? ¿Por que no has llegado?

-Oh, es que olvide decirte, tenia cita con el dentista hoy, estoy aquí ahora, no podre ir, lo siento.

-¿Que? Pero estoy aquí ahora, no me puedes dejar hacer esto sola.

-Lo siento pero era necesario, no sabes, tenia un dolor de muelas que…

-Kelly no puedo hacerlo sola.

-Claro que si, eres mejor en los estudios que yo, lo haras bien.

-Pero el trabajo era en parejas y…

-Me tengo que ir, bye –y colgo antes de que pudiera decir otra cosa, mire nerviosa la puerta que tenía en frente, entraría ahí sola, para hablar con un asesino, y yo que solia quejarme de llevar una vida aburrida, un guardia se acerco a mi.

-Buenos dias, soy Jeffrey McKeen y la acompañare en su visita al señor Walder.

-Gracias , soy christine

-bien, ¿le molestaría dejar su celular aquí? –dijo señalando una caja de plastico que había en la puerta de la sala de visitas.

-Oh, claro.

-Y su bolso tambien.

-Bien –saqué mi cuaderno de notas, una grabadora y un boligrafo y deje mi bolso y celular en la caja.

-Acompáñeme. –dijo el guardia, lo seguí dentro, el cuarto tenia paredes grises, la iluminación suficiente, una mesa y dos sillas, una a cada lado, nada mas- No tardan en traerlo , puede sentarse –me senté en una de las sellas y puse mis cosas en la mesa, el guardia se quedo de pie en una de las esquinas, la puerta seguía abierta, ¿nerviosa? Uf, eso era poco para como me sentía, mire la habitación todo un minuto hasta que llegaron los guardias y un hombre el cual supuse era Jack Walder. Llevaba el típico traje de prisión, las manos y pies esposados un guardia lo tomaba de cada lado y lo llevaba a la silla que tenia frente a mi, cuando paso junto a mi, no sentí miedo sino curiosidad, miraba al suelo así que no pude ver bien su cara, pero me fije en su pelo, llevaba corte militar pero se notaba que su pelo era suave, y completamente negro, se sentó frente a mi y puso su manos esposadas sobre la mesa, ambos guardias se retiraron y esta ves la puerta fue cerrada, bien, es hora de empezar.

-Hola, soy Christine Jacobs, estudiante de psicología –me maldecía mentalmente, fue un presentación patética, pude notar como una pequeña sonrisa se formaba en su rostro, seguía mirando hacia abajo.

-Christine, soy Jack Walder, y soy asesino –levanto su rostro dejando ver unos hipnotizantes ojos grises, sus ojos eran tan diferentes y tan absorbentes que no me dejaron fijarme en otro rasgo de su cara, pero sabia que debía reaccionar o parecería una idiota, y ya lo era.

-Bueno, querrás saber por que estas aquí, sucede que quiero tu ayuda para obtener mi diploma, veras mi maestro me ha asignado esta tarea, solo necesito que hablemos y seas abierto conmigo, se que en la cárcel no tienes esas oportunidades pero aquí puedes contarme lo que sea y nada tendrá un motivo policial –no se si lo había convencido con eso pero al verdad no sabia ni como explicarle, ahora comenzaba a darme cuenta de lo ridícula que era mi tarea, el levanto una ceja , parecía divertido con esto.

-¿Así que solo hablaremos?

-Solo hablaremos.

-Me parece bien. –sonreí aliviada.

-Bien –tome mi cuaderno y mi bolígrafo.

-¿No encenderás eso? –dijo mirando a mi grabadora.

-Oh, si, lo había olvidado.–la encendí- Es solo por si olvido algo de esta conversación.

-Bien –se limito a decir.

-¿Te molestaría hablarme acerca de tu infancia?

-Nací en Arcadia, Missouri, vivi allí hasta mis 12 años, cuando nació mi hermano menor nos mudamos a Ohio, no divorcios, no muertes familiares, no me pegaban, mi padre no le pegaba a mi madre, no me hacían bullying –parecía saber todas mis preguntas, todos las causas que podrían llevarlo a actuar de forma violenta fueron descartadas, en menos de un minuto, me había quedado sin muchas preguntas.

-Bueno, ¿se podría decir que tuviste la infancia perfecta? –trataba de conseguir algo, cualquier cosa mala de su infancia.

-Si, Christine, se podría decir.

¿-Y que paso cuando te mudaste a Ohio?

-Seguí con mi vida –se limito a contestar.

-¿Tuviste algún amigo o amiga cercano?

-Tuve muchos amigos, ninguno muy cercano.

-¿Y novias?

-Las suficientes.–okey esto no estaba funcionando- ¿Puedo yo hacer algunas preguntas? –okey, eso me tomo por sorpresa, lo mire unos segundos, algo confusa- Es que, tu sabes mucho de mi y yo de ti solo se tu lindo nombre, nada mas.

-Bueno… Esta bien, ¿Que quieres saber? -creí que preguntaría algo muy personal sobre mi o sobre lo que haría con esta información pero se limito a decir...

-¿Te gusta leer?

-Ah… Si, es uno de mis hobbies.

-¿Que categoría prefieres?

-Ahh… Misterio y suspenso.

-Yo prefiero ciencia ficción, ya sabes, escapar un poco de la realidad.–sonreí y el me miro- ¿Como esta el día afuera?

-¿Eh?

-¿Está nublado? ¿Soleado? ¿Como?

-Ah…Soleado, hace calor.

-bien, se por que estas aquí –lo mire algo confusa- quieres respuestas, el problema Christine es que no sabes las preguntas.

-¿Por que? ¿Por que lo mataste?

-¿Ves? No las sabes, deberías preguntarme por que mi delito fue declarado en segundo grado cuando la historia hace parecer que fue premeditado, deberías preguntar por que no di razones aunque sabia que no podría librarme de esto, preguntar por que no busque abogados, por que nunca nadie apareció –guardo silencio unos segundos y miro sus manos- no apareció –se dijo a si mismo, me pareció que se refería a alguien en particular.

-¿Cual es tu comida favorita? –me miro con una mezcal de confusión y diversión.

-Un hamburguesa de McDonnalds –sonreí- sonríes mucho Christine.

-¿Tu no?

-Trato de buscar las razones, ya sabes, dicen que cuando el mundo te da mil razones para llorar dale mil y una para reír.

-Eso es profundo para un chico que lee ciencia ficción –el me miro divertido-¿ y las encuentras?

-Cuando entre aquí creí que se habían acabado, se fueron el día que llegue aquí con cadena perpetua, pero hoy creo que encontré una –me miro- aun hay gente buena Christine, que yo no te convenza de lo contrario –me quede confundida unos segundos, ¿que fue eso?.

-Bien… -revise mi agenda y leí algunas preguntas, ninguna me convencía parecían tontas y vacías así que solo pregunte lo que me vino a la cabeza- ¿Querías tener hijos?

-Si Christine, deseaba bastante tener un hijo.

-¿Con Rose?

-Con la mujer que amo –lo mire confundida.

-¿No era Rose?

-Es Rose.

-Aun la amas… ¿Ella te perdono por lo que le hiciste a su padre?

-Estoy seguro que no me guarda rencor alguno –dijo indiferente.

-¿Te visita muy seguido?

-Nunca me ha visitado –me sorprendí y a la ves me confundí con esa respuesta.

-¿Pero te llama verdad?

-No, después del juicio no he vuelto a saber de ella.

-Y como sabes que te perdono.

-Es obvio, al menos para mi.

-¿Te gusta confundirme verdad?

-Christine, ve a casa, toma un jugo, relájate y escribe mejor tus preguntas –suspire derrotada- ¿No que prefieres el misterio y suspenso?

-No cuando mi titulo depende de ello.

-Serás una gran psicóloga -me dio una sonrisa, de verdad honesta y yo puse los ojos en blanco, el guardia se acerco a mi.

-El tiempo a terminado, lo siento.

-Bien –mire a Jack- haré otra cita ,así que volveremos a vernos –sonrío.

-Seria un placer salir con usted Christine –tome mis cosas y me puse de pie.

-Adiós Jack

-Adiós Christine –y salí de ahí, tome mi bolso y mi celular y camine a la salida, parecía irreal que ese chico fuera un asesino, simplemente no concordaba con su forma de hablar, su honestidad , y sobre todo esa mirada que decía que ocultaba algo, algo que podría salvarlo o bien condenarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top