Él Nunca Entenderá

Su conversación con Bowser no duró mucho tiempo más. Después de su confesión, Daisy solo se recostó en su cama mientras Bowser la acompañaba en el caso de que necesitara algo más.

Alguien tocó la puerta minutos después. La chica soltó un gruñido mientras se cubría con las sábanas.

Bowser se levantó para poder abrir.

Quedó helado al ver a Luigi. No quería dejarlo entrar; no sabía si era el momento correcto de que hablaran. Cualquier paso en falso y podía destruirla por completo sin siquiera intentar.

Sin embargo, Luigi era terco y logró convencerlo.

Bowser se fue después de que el humano entrara a la habitación.

Daisy ni siquiera se dio cuenta del cambio; solo se quedó en posición fetal, apretando los ojos con la esperanza de caer dormida.

Pudo sentir como alguien se sentaba a su lado.

–¿Cómo te sientes?– escuchó.

Sintió su cuerpo congelarse y sus ojos se humedecieron de nuevo. Incluso sintió náuseas debido al estrés.

–¿Qué haces aquí?– masculló.

Soltó un suspiro –Lo que te hice no estuvo bien.

¿Y de qué servía decírselo ahora?

–Ya lo dijiste antes, está bien– se cubrió aún más.

No lo quería en su cuarto. Pensó mil maneras de fingir y que se fuera rápido, pero ya no tenía energías ni fuerzas para actuar.

–No, no lo está– la destapó –Daisy, eres mi mejor amiga y te adoro. Créeme que lo último que quería era lastimarte de esta manera.

–¡Basta con eso!– se volteó de golpe para verlo a los ojos –Luigi ¿Soy tu mejor amiga? ¿Enserio?

–¿Por qué lo dudas?– soltó una risa nerviosa.

–Por que hace tiempo dejaste de tratarme así– dijo sin dejar de cruzar miradas –No eres el mismo de antes; al principio creí que era algo bueno y en parte lo es. Pero ¿Enserio todo este tiempo solo estabas conmigo por que no tenías a nadie más?– masculló –Me alegra que tengas amigos, yo misma te motivé a hacerlo. Sin embargo, nunca pensé que eso significaría que yo pasaría a segundo plano.

–Dais, no digas eso– tomó su mano.

De nuevo esas ganas de vomitar.

–Por favor, no me toques– se zafó –Estoy enamorada de ti, Lu– sintió como se formaba un nudo en su garganta –De hecho, todos lo saben, hasta tu novio; pero ¿Tú lo haces? Porque a veces parece que sí y lo evitas por lo incómodo que puede ser el tema y no te juzgo por eso. Pero hay otras veces en las que solo me tratas y me haces sentir como la mujer más hermosa y valiosa de este mundo. Y lo haces tan bien que, a veces, no puedo evitar pensar que lo haces a propósito para mantener ese estatus quo que tanto juras odiar– murmuró –O tal vez me tienes aquí por que sé tu secreto y no te conviene tenerme como enemiga.

Cada palabra le dolía más que la anterior, como si todos esos pensamientos se hubieran vuelto cuchillas apuñalando su mente y que ahora desgarraban su garganta. Sin embargo, no podía negar que sentía cierta tranquilidad al expulsarlas y sentir que ya no la lastimarían más.

–¡Nada de eso! ¿De dónde sacas esas cosas?– lloró –Daisy, yo de verdad creo que eres la mujer más hermosa, valiente y valiosa de este mundo y de cualquiera que pudiera existir. Y te amo, tal vez no de una manera romántica, pero lo hago.

Te amo.

¿Cómo es que palabras tan hermosas se habían vuelto tan vacías, frías e incluso desesperadas de un momento a otro?

–Entonces odio tu manera de amar– contestó.

–Lo siento.

El te amo fue un grito desesperado de auxilio y el lo siento dos palabras que llegaron demasiado tarde.

Daisy se levantó y caminó hacia su escritorio –¿Sabes que es lo primero que le dicen a las candidatas para ser las próximas Peach y Daisy? "Deberás servir y hacer feliz a tu pareja, tan solo de esa manera obtendrás lo mismo."

–¿Qué?– soltó con cierto aire de molestia.

–No te trato de esta manera por un juramento, de verdad velo por tu felicidad. Pero me pone a pensar ¿A ustedes les dicen lo mismo? ¿Por eso me mantuviste a tu lado durante tanto tiempo a pesar de que no era yo lo que querías para tu vida?

–Nunca me dijeron nada como eso ¿A Peach le dijeron lo mismo?– preguntó sin aún poder creerlo –¿Te das cuenta de lo mal que está? Este lugar es una mierda.

Hizo una mueca, hasta ese momento quería inundarlo con su política.

–Me gustan las reglas de Fungwarry– lo interrumpió –Para personas que no tenemos un futuro claro, es reconfortante saber que alguien más ya planeo tu destino.

Luigi frunció ligeramente el ceño –¿Entonces por qué me ayudaste a romperlas?

–Por que, a pesar de que me gusten, sé que no son justas– acarició las flores que Luigi le había dado semanas atrás –Y a ti te estaban lastimando; lo que nunca pensé es que hacer algo bueno terminaría lastimándome a mí– dejó escapar sus lágrimas –Odio saber que eres gay. Odio verte besándote con Bowser. Odio escucharte hablar de él. Incluso odio que yo no pueda ser hombre ¡Odio todo! ¡Menos a ti! ¿Tienes idea de lo frustrante que es eso?– gritó –Ayer me dejaste plantada, desde que conseguiste novio apenas y me hablas, incluso llegaste a confiar más en él que en mí cuando te dije que podía ser peligroso ¿Por qué? ¿En qué momento yo hice algo como para que dudaras de mi palabra? Te he sido fiel desde el principio; he luchado cada una de tus batallas aunque estas no se relacionaran conmigo y aún así, prefieres confiar ciegamente en un completo desconocido ¡Y aún así no puedo odiarte! Es aún peor, pues todo esto me lleva a odiarme a mí. Porque no soy suficiente para ti– sus piernas empezaron a temblar.

Lo había dicho, soltó todo. Su ira, su desesperación, su amor y, ella lo había decidido en ese instante, también sus últimas lágrimas hacia él.

–Daisy– acarició sus brazos para intentar calmarla –No tenía idea de que te sentías así y te pido disculpas desde lo más profundo de mi corazón. Si me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando nunca hubiera permitido que pasara a mayores– habló con voz entrecortada –Me merezco todo tu odio, no sé como pedirtelo, pero tú no tienes por que cargar con él– la sostuvo con fuerza.

Una petición imposible. Su amor hacia él era tan grande y ciego que la hacían incapaz de odiarlo aunque fuera solo un poco.

–¿Y qué gano con lanzarlo hacia ti? ¿Crees que sería feliz de esa manera?

–¿Cómo lo serías entonces?

–No vale la pena. Podría decírtelo ¿Pero para qué? No va a pasar.

–¿Es que salga contigo?

No pudo evitar sentirse decepcionada. Fue ahí que comprendió que no importaba cuanto explicara y demostrara, él nunca la entendería.

Ambos eran aliados, pero seguían viniendo de mundos diferentes.

Negó –Era que estuvieras para mí como yo lo estuve para ti– dijo –Me tomó tiempo entender por qué te alejaste y preferiste a otras personas, pero al fin lo entiendo, encontraste tu lugar– forzó una sonrisa –Y yo solo fui una herramienta para poder llegar ahí. Ahora que estás en tu destino, ya no me necesitas.

–Por favor, no me digas eso– chilló.

–Espero que Bowser sea lo que siempre estuviste buscando. Es un buen chico, creo que te tratará bien– volvió a la cama.

–Daisy, estás molesta, lo entiendo. No he sido un buen amigo, pero no puedes dejarme. Acabo de salir del closet con Mario y fue horrible, no puedes dejarme ahora; te necesito.

Ya estaba cansada de ser solo un pañuelo de lágrimas.

–Y yo a ti, pero ya me cansé de sentirme así. No puedo dejar de amarte, pero quiero dejar de hacerlo. Puedo fingir frente a las cámaras, pero no frente a ti, ya no– cerró los ojos.

El chico soltó un pesado suspiro –¿Al menos puedo quedarme a tu lado hasta que te quedes dormida? Me gustaría saber que al menos puedes descansar.

–Como tú quieras– susurró –Solo, te pido de favor; Luigi, cuando despierte, ya no estés aquí.

Cerró los ojos. Escuchó que Luigi le dijo algo después de eso, pero su cerebro ya no podía procesar más palabras.

No supo cuando cayó dormida, tampoco si dejó de temblar en algún momento.

Cuando despertó, estaba sola.

Se levantó, se dio una ducha y luego se miró al espejo.

–Daisy– habló a su reflejo –No estamos bien– forzó una sonrisa –Pero te prometo que pronto volveremos a estarlo.














–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.

Oficialmente puedo decir que ahora sí se vienen recio las lesbianas.

AMONOOOOS.

Los loveo <3

Y nos leemos pronto ;3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top