Conforme pasaron los días, cada auto comenzó a entender y mejorar su rol dentro del trabajo y tras terminar su jornada laboral el dueño les había permitido seguir durmiendo en el local.

—Cierran bien y solo dejen una luz prendida—pidió el hombre antes de abandonar el lugar.

Hermione asintió con la cabeza y le agradecio. Una plato rompiéndose hizo que Victor se sobresaltara mientras limpiaba una de las mesas y se golpeara con ella, Draco soltó un  maldición desde la cocina.

—Y con este van veinte utensilios rotos esta segunda semana— marcó Hermione en la pizarra— A este paso me deberemos al local y no nos pagaran.

Draco soltó un quejido de dolor y salió de cocina soltando gemidos de dolor, Fleur grito al ver su brazo rojo.

—Se corto.

—Demonios Draco, para ser tonto no debes estudiar.

—¡Me voy a morir! Por favor, díganle a mis padres y hermanas que ni aún muerto me volví feo...

—Toma, envuelvele la servilleta en la mano—le arrojó Hermione a Victor un pañuelo blanco.

Antes de ponerle el pañuelo, Draco comenzó a reír y alzó el brazo sin soltar un quejido de dolor, sacó de su mandil blanco salsa de tomate.

—Ah, jodido idiota— exclamó Victor alejándose de el.

Fleur soltó una gran risa y Hermione negó con la cabeza, se dio media vuelta regresando a cocina.

—Vamos Granger, no pongas esa cara, fue divertido—hablo Draco siguiéndola.

Hermione se giro a verlo.

—¿Divertido?—pregunto la castaña y negó con la cabeza— Creí que te habías cortado Malfoy, pensé que te podría...

—¿Acaso te preocupas por mi?

Hermione dejo de hablar, se dio media vuelta, tomó la basura y salió del local.

—No aguanta nada—negó Draco con la cabeza mientras limpiaba la barra.

—Se preocupo por ti, deberías tener un poco de consideracion— contesto Fleur.

Draco miro hacia donde había partido Hermione y regreso su vista a las mesas del local.

***

—Granger...

Silencio.

—Granger....

Silencio.

—Granger....

Hermione se giro a verlo.

—¿Que quieres Malfoy?

—¿Sigues enojada conmigo por lo de la salsa?

—No, no me importa.

—No sabes mentir.

Hermione se dio vuelta, dándole la espalda.

—Perdoname Granger, crei que sería divertido desde de todos lo que hemos pasado.

—¿Crees que es divertido preocuparme?

—¿Te preocupo?— alzó una ceja con diversion el rubio.

Hermione apartó la mirada de el y miro el techo.

—No, para nada.

—Mentirosa...

—No soy mentirosa.

—Si claro, y mi rubio es pintado.

Hermione le sonrio y el a ella.

—¿Podrían cerrar la boca y dejarme dormir?— pregunto desde el otro extremo de la cocina Victor.

Fleur soltó una risa.

—Uy, la nena se enojo.

—Callate Fleur.

—¿Algunas vez se imaginaron que los cuatro estaríamos así?— pregunto Hermione interrumpiendo una próxima discusión.

—¿Acostados en un frío piso, con la espalda torcida y sin magia?— pregunto Fleur— No, nunca, y mucho menos con ustedes.

—Perdona porque te tuviste que juntar con unos amargados y marginados del mundo magico—hablo Victor desde el otro extremo— Un villano, un rubio mal pintado,  la sabelotodo y la odiosa.

Los cuatro soltaron una risa que inundó la cocina.

—Maldito Dumbledore, el debe estar bien dormido en su cama y nosotros en un piso frío sin una manta— hablo Draco— ¿Por que tiene ideas tan extrañas? Primero el Cambio de Casa y ahora esto.