Capítulo III
Caminaba por aquellos oscuros pasillos, de vez en cuando se encontraba con algunos robots que facilmente eran destruidos.
Exploró todo el edificio en busca de aquel casco y su portador, viendose obligada por subir al techo. Alli vio una robusta figura inmóvil, era él.
-¿Que es lo que quieres...?- Pregunto con su voz ronca, la cual se tapaba un poco por aquel casco.
-No vengo por ti si es lo que temes. Vengo por tu casco.- Hablo acercandose por detras, vio de reojo como aquellas tortugas se subian a lo que parecia un automovil enorme, aquella joven que habia visto con anterioridad se quedo afuera unos segundos para despues entrar.
-Entonces puedes retirarte, no tengo nada para ti.- Hablo con seriedad viendo como aquel vehiculo comenzaba a alejarse, siendo este perseguido por el tigre y varios robots. -Pero se que no lo harás.- Dijo volteando hacia ella, aquella capa morada se ondeaba bruscamente a causa del viento húmedo, tal parece que lloveria.
La joven se quedó en silencio mientras limpiaba los restos de aceite de aquellos robots de su navaja, estaba mas que segura de que tendría que pelear, algo previsible y evidente. -¿Piensas dar el primer golpe, viejito?- Pregunto con una sonrisa, pronto aquel hombre saco sus garras metalicas para abalanzarse hacia la joven, quien con dificultad lo esquivo varias veces. Su navaja era inutil contra sus reflejos y su armadura, por lo que se veia obligada a retroceder, esquivar y bloquear sus feroces y rápidos ataques.
-¿Acaso estas con esas alimañas? ¿¡Tu tambien quieres separarme de mi hija!?- Pregunto con furia mientras, poco a poco la guiaba hacia el final del techo.
¿Acaso se referia a aquellas tortugas? -¿Qu-Que? ¿Porque querria estar con esos monstruos? ¡Siquiera los conozco...!- Se mordio el labio inferior al recibir un corte en su brazo, el cual pronto comenzo a sangrar.
-¿Para quien trabajas?- Pregunto amenazador deteniendo sus golpes, aunque continuaba avanzando hacia ella.
No sabia si lo correcto era decirle, si el solo odiaba a las tortugas entonces, quien sabe, a lo mejor no tenia aquel sentimiento por los dragones púrpura. Volteo su mirada hacia atras viendo que el camino se acababa. -Estoy con los dragones, y debo llevar tu casco para completar mi prueba de ingreso.- Hablo con seriedad deteniéndose, pero dio un paso en falso por lo que se resbaló, apenas estaba por caer aquel hombre la sujeto de la ropa.
-Los Dragones Púrpura...- Murmuró observandola con seriedad. -Ellos trabajan para mi.- Añadió antes de retroceder mientras la sostenia.
-... Entiendo. Pero no creo que vaya a pasar la prueba sin su casco.- Hablo con cierto tono de frustración mientras le observaba.
Aquel hombre solto una risa antes de liberarla. -Claro que no lo harán porque la mision en realidad es sobrevivir a mi.- Dijo antes de apartarse un poco. -Oficialmente eres miembro de los Dragones Púrpura y, si lo deseas, puedes tambien serlo del Clan del Pie, me haría falta alguien con tu fuerza, puedo entrenarte para que puedas derrotarme algún día, y a lo mejor tomar el mando del clan.
La joven castaña se quedo en silencio antes de soltar una risa. -Lo pensare, pero por el momento prefiero estar con los dragones.- Hablo con honestidad, aquel hombre aceptó su respuesta, antes de despedirse, le comento que avisaria a Hun que ella lo habia logrado.
Al cabo de un rato, la joven ya estaba regresando al callejon donde su compañero le estaba esperando. -Veo que lo lograste.- Hablo antes de darle una calada a su cigarrillo.
-¿Enserio tu sobreviviste a ese hombre?- Pregunto con curiosidad mirandole, mienteas cubria la herida de su brazo.
-Mmh, si. Pero logro herirme bastante, aqui en el rostro por ejemplo.- Respondio señalando la cicatriz en su ojo. -Por suerte no perdi la vista. En fin. ¿Regresamos?
-Porfavor, necesito descansar y beber algo.- Dijo con una sonrisa. -Soy ____, por cierto.. ¿Y tu eres...?
-Bueno, soy Stephen.- Hablo presentandose con formalidad.
Ambos se encaminaron a la guarida de los dragones, alli todos felicitaron a la joven por pasar su prueba. La junta comenzo. Durante esta, comieron y bebieron mientras planeaban sus proximos robos y saqueos, optando por entrar al Museo de Ciencias Naturales de la ciudad a por unas joyas egipcias que habían añadido recientemente a sus atracciones.
-Si las tortugas llegan, y es probable que lo hagan, distraiganlos mientras hurtamos las gemas. Memoricen los pasillos del museo, nadie debe perderse. Antes de entrar debemos desactivar las alarmas y los láseres, deshacernos de los guardias y sera pan comido.- Hablo Hun al final de la junta. -Recuerden, jueves al anochecer. Ahora larguense.
Todos comenzaron a retirarse. ____, por su parte se dirigio a su departamento, se habia quedado con hambre, por lo que en el camino llamo a una pizzeria para hacer un encargo.
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