Tras varias compras y algunas visitas a casas de tecnología, la joven regreso a su departamento con muchas bolsas, las cuales dejo en la sala. Lo primero que tomo fue la comida, la cual comenzó a guardarla en donde fuera necesario, al terminar tomo una caja en la que habia una play station 4, una nintendo switch y varios juegos de ambas consolas. Por lo que conecto la principal al televisor de plasma que ya habia alli y puso a cargar, no solo sus joysticks sino también la otra consola.

Observo con una sonrisa y con gran orgullo como habia quedado todo, para despues dirigirse a la cocina a preparar algo facil y rapido, tenia hambre.

Al cabo de un tiempo ya habia limpiado todo lo que uso y se dirigio a la sala para entretenerse con los juegos que habia comprado. Comenzando por utilizar la switch para jugar Animal Crossing, irónico.

Las horas pasaron y fue a ducharse para estar lista. Alli se depilo y perfumo para despues vestirse de negro.
Salio del departamento con tranquilidad mientras escuchaba música para ir al lugar de la junta a la que asistiría. Alli, sus nuevos compañeros le recibieron con naturalidad.

—Bienvenida a los dragones púrpura, querida.— Hablo su nuevo jefe.

—Gracias, señor Hun.— Dijo con seriedad. —¿Hay algo para hacer hoy? ¿O solo sera una junta...?

El hombre le sonrió. —Tienes gran entusiasmo... Si lo deseas, puedes hacer una prueba, pensaba hacerlo mañana.— Hablo con simpleza.

—Bien, lo haré. ¿De que trata esa prueba?— Pregunto com seriedad cruzandose de brazos, la sonrisa del mas alto se expandió.

La enorme luna alumbraba el desnudo cielo oscuro de la ciudad, destacando su reluciente belleza entre tantas estrellas. La joven suspiro bajando su mirada hacia un enorme edificio de ladrillo azabache.

—¿Es ahi?— Pregunto con cierto desinterés, ¿que tenia ese lugar que era tan peligroso para los dragones?

—Asi es.— Respondió enseguida uno de sus compañeros que habia sido enviado con ella para asegurarse que su prueba se completara. —Solo ten cuidado y trae el casco.— Murmuro antes de tirar la colilla del cigarrillo que habia acabado momentos antes.

La joven rodo los ojos antes de comenzar a caminar hacia aquel lugar. Al llegar a la puerta todo estaba en silencio, probablemente nadie estuviera dentro, por lo que abrio y entro en total silencio.

—¿Que es tan peligroso aquí?— Murmuró observando a su alrededor, concentrandose en cualquier ruido.

Al escuchar algo caer detrás suyo volteo rápidamente encontrandose con un enorme tigre de bengala humanoide, este poseia un parche en su ojo mientras que vestia ropa muy convenientemente a su medida.

—¿Un gatito guardián..? Que curioso.— Murmuró antes de oirle reir.

—La curiosidad mato al gato, cachorrita.— Gruñón antes de sacar un machete para abalanzarse hacia ella con rapidez. La joven comenzo a evitar con facilidad cada ataque que era dirigido hacia su cuerpo. —Quien imaginaria que las tortugas traerian a alguien más mientras distraian a nuestro amo.

<¿Tortugas?>

Penso por un segundo, desconcentrandose siendo asi blanco facil para el golpe que le obligo a retroceder, solto un bufido, definitivamente tendria que contra atacar.

Saco una navaja de su cinturon antes de saltar hacia el. —¿Porque no vas a fumarte algo de hierba para gatos?. Creo que te vendria muy bien para tanto estrés.— Hablo con una risa mientras intentaba encajarle algún corte, pero pronto escucho pasos apresurados detras suyo, por lo que uso el machete del felino para saltar hasta quedar detrás suyo, llevandose una ligera sorpresa al notar la ausencia de su cola.

—¡Rápido chicos!— Escucho gritar, por lo que se inclino hacia un costado para poder ver, notando efectivamente cuatro tortugas humanoides con cintas de diferentes colores y una joven con cabello negro y armadura. Uno de ellos dirigio su mirada hacia ella pero pronto volteó hacia la otra joven, estaba sujetandola de la mano.

—No escaparan con tanta facilidad, tortugas.— Rugió el tigre dandole la espalda, momento que aprovecho para huir por uno de los pasillos. Debia buscar aquel casco.