Capítulo paralelo 3-3: "Liberando a la oscuridad"


— ¡No sé!— profesa Robert agitado

— ¡Error!— le vuelven a disparar directo al siguiente muslo, grita y su mujer chilla el doble— ¿Quieres continuar? Te quedan dos brazos, sabes, espero que tu terquedad no te las cobre— ¡Por favor basta!— suplica su esposa— Bien, sigamos— apunta— ¿En dónde está? Sé que lo tienes... ¿Por qué lo escondes? ¡Dime!— Robert agitado sigue sin confesar nada, aquel mortal visitante pisa una de sus heridas tan fuerte que lo escucha gritar — ¿Duele verdad?— inquiere con fría tranquilidad, su mirada se mantiene helada como si el sufrimiento de aquel pobre hombre no significara nada para el— No tengo todo el día, he sido muy bondadoso con ustedes pues... si hubiese sido como antes los mandaría a fusilar de primera y luego busco al chico, así de simple. Pero, he intentado ser mejor persona, es una lástima que la gente no colabore con mi paciencia... —Bien. Continuemos — se agacha y le susurra al oído —No tienes por qué hacer esto, si me dices en donde está te puedo recompensar enormemente. Sé que necesitas dinero y nosotros tenemos mucho, si cooperas tendrás una oportunidad de salir de esta situación. Todo depende de ti— Robert se queda tieso, pensando, no dice sí, ni no, solo miraba al vacío con una expresión muy adolorido— Ahora ¿Cuál es la respuesta?— inquiere el agente irguiéndose.

Respira—No— responde de forma débil pero seguro —Bien Robert ¿Si así quieres jugar? ¡Está bien! tú lo decidiste— sube el arma pero esta vez lo apunta a hacia su esposa, ella se agacha al suelo desesperada y aterrada — ¡Si no me dices! en donde está el chico. Te aseguro, que mataré a dos pájaros de un solo tiro, tú me entiendes ¿Verdad?

—No. Por favor... a ella no se lo ruego— suplica el hombre juntando las dos manos como si fuera a orar —Bueno Robert, eso dependerá de ti— se escucha un chillido metálico pues tiene el seguro retirado y la mujer comienza a gritar con desesperación al oírlo—Ahora dime... ¿En dónde está el chico?

— ¡ESTOY AQUÍ!— escucha una voz familiar, extiende la mirada y ve a Mac erguido a unos cuantos metros, todos los agentes levantan sus armas preparados para disparar. Su mortal líder medio sonríe diciendo —Oh... con que el pequeño por fin salió de su cuna y actúa como un hombre— hace una pausa regocijada —Que valiente. No esperaba que un cobarde como tú diera la cara, ya sabes, estamos acostumbrado en verte huyendo.

—Bien. Les prometo que no huiré esta vez— dice Mac simulando una temblorosa voz dura y firme

—Eso lo veremos— recita su cazador de forma vacilante

—Ya me encontraron ¡Me quieres a mí! Déjalos en paz, no te servirán de nada.

— ¿Eso crees?— cambia la posición de su arma y dispara, esta vez en el abdomen de Robert. Comienza a escupir sangre y se retuerce débilmente—Noooooooooo...— grita Mac impactado, arrodillándose mientras se escuchan los llantos de dolor de aquella mujer — ¡Por favor! Debía hacerlo, ustedes son tan miserables que hasta los médicos les causan repulsión. Uno menos, le estoy haciendo un bien a la comunidad ¿No lo creen?— sus agentes ninguno responde, solo mantienen su posición de ataque como si fueran unos robots — ¡ERES UN MALDITOOOO MISERABLE! ¡ESPERO QUE TE MUERAS!— insulta Anamaría con furia, dolor y la cara bañada en lágrimas —HAHAHAHAHAHA... pues este miserable te borrara de la existencia primero— apunta sin compasión y dispara.

La mujer se cubre entre sus brazos pero no recibe ni una bala pues Mac actuó como su escudo—Mmmm... interesante ¿Ninguna bala te hace daño? ¡Vamos a ver que tanto aguantas!— extiende su palma ordenando —Apunten y fuego— todos jalaron del gatillo al mismo tiempo y una ráfaga de balas cubría el cuerpo del joven, se escuchan los cargadores vacíos caer al suelo y las balas penetrando en su cuerpo, mientras el humo se esparcía por todo el refugio.

Hay un minuto de silencio, todo se detienen y el sádico sujeto espera con ojos vibrante el humo disiparse con el cuerpo tirado muerto, hasta que para su desgracia ve la sombra convirtiéndose en cuerpo y era Mac erguido, ileso, vivo tapándose el rostro con sus brazos. De sus manos se caían las balas que no le cabían, todas las que le dispararon, de la impresión retrocede un paso y sus hombres se veían las caras asombrados al igual que los refugiados —Pero... pero... que... carajo... que coñ...— balbucea nervioso. Mac descubre su rostro y lo que se ve era algo completamente diferente del chico que todos conocemos, sus ojos se tornaron rojos y su expresión era tan aterradora como si un espíritu perverso se invocara a través de su cuerpo, era algo estremecedor.

— ¿Terminaste?— inquiere el joven con un tono pasivamente escalofriante, muy diferente de su débil voz. Su rival se hallaba que no lo podía creer hasta que se acuerda de algo que no le prestó importancia antes de irse <<Recuerda, dentro de él se haya el arma que queremos explotar, ten cuidado pues las armas de fuegos le son tan inmunes que se le convierte en su propia ventaja>> —Eso explica todo— susurra razonando— ¡Es mi turno!— exclama el chico con un aire perverso.

Sube la mirada y lo ve agarrando vuelo como si fuera a lanzar una bola de beisbol y dispara una ráfaga de balas al mismo tiempo y más letal que una ametralladora, le hiere el hombre derecho mientras que los demás, lo reciben en zonas peligrosas y lo que lograron salvarse salen huyendo y otros recargan sus armas. El líder se cubre el hombre, afinca los dientes soportando el ardor pero no se rinde — ¡Vamos! Sigan atacando ¡ES UNA ORDEN!— dice con desesperación pero tieso en no huir.

Algunos obedecen y disparan pero Mac se desvía y corre esquivándolos, era tan rápido que ninguno logra atinarle y se disparan entre ellos. Cuando él se posa en medio de sus cuerpos, estaba tranquilo, era tan frio pero inspiraba terror pues tenía una expresión en sus ojos tan perturbadora que sentían la muerte respirando en sus caras — ¡Que le hicieron a ese chico!— admira el líder guardándole respeto a su rival. Mac cada vez agarraba conductas abominables, un hombre le entrega varios tiros y el solo camina sin tambalear, cuando lo alcanza le retuerce el brazo como si fuera una plastilina de hueso, carne y sangre. A tal magnitud de fuerza que manejaba, convertía un simple cuerpo en mera gelatina aplastada.

El pobre hombre cae al suelo chillando y pataleando del intenso dolor, los que vieron la horrible escena quedaron tan atónitos que le temblaban el pulso al sostener sus armas, Mac veía con una fría expresión el sufrir de aquella víctima. Si lo miras con más detalle te darás cuenta que lo estaba disfrutando, se percibía en sus ojos. El chico tímido, gentil, comprensible, miedoso, amable, pesimista y un tanto prejuicioso había desaparecido en un instante, era como si el mal enjaulado en lo más oscuro de su alma, apresado en su espíritu se había liberado.

Ahora voltea la mirada, los demás se estremece y balbucean del miedo, su líder se queda erguido sin pisar atrás ni adelante, solo esperaba, pero se estaba preparando para el segundo round. Como las balas no le hacen efecto estaba planificando un plan B. Ese sujeto fue un marine de las fuerzas navales de los Estados Unidos, conoce todas las técnicas de las disciplinas de combate de auto defensa como de ataque, además sirvió como agente especial en distintas misiones secretas y fue el único sobreviviente de muchas emboscada como secuestros. En pocas palabras este hombre es un experimentado asesino de combate cuerpo a cuerpo, ahora le venía un nuevo contrincante, a diferencia de los anteriores, este tenía habilidades sobrehumanas. El miedo que sentía por perder el combate era tan pequeña como la punta de una aguja, lo que más le preocupaba era descubrir su inmortalidad y si así fuera, perdería por mero agotamiento y no por técnica.

Prepara un haz bajo la manga, esconde una granada en los bolcillos de su traje, si representaba una gran dificultad tomaría esta última opción sabiendo que cobraría su vida. Nunca nadie ha podido cobrarle el espíritu y si él estaba a punto de lograrlo, también involucraría la suya —Si vas a matarme, te costará muy caro— susurraba a sí mismo.

Saca un cuchillo largo con cierra, era de caza, el mango descubría un punzón metálico en la parte inferior, no parecía en nada a un cuchillo convencional, este era diferente como si aquella arma estaba adaptada a su técnica de muerte. Mac camina sin mostrar miedo, su mirada indiferente bañada en un gesto amenazante era la respuesta a su reto.

El sostiene su arma pasándola de una mano a otra como si fuese un juego pero luego la deja en su mano derecha, la que usa para apuñalar. Se prepara, no actúa, solo mira, analizando sus gestos y movimiento, buscando algún defecto u oportunidad o tan solo una simple reacción desesperada por atacar pero no pasa nada. Mac se detiene y solo lo observa directo a los ojos sin ver en ninguna dirección, como si analizara algo más que la expresión de su rostro.

Estaban quietos, nadie daba el primer golpe solo se miraban, el sudor frio de aquel hombre se deslizaba desde su sien hasta su mejilla cayendo al suelo, su rostro mostraba concentración pero esa simple expresión corporal delataba nervios. Mac lo percibió, estaba nervioso, ese tipo mostraba coraje y valentía sin igual pero su propio cuerpo declaraba lo que escondía, ahora tenía una pista, un indicio de como atacar. Sabía que estaba acabado pero no quiere retroceder, apenas la pelea estaba iniciando.

Continuará...

Hola "Protylectores" espero que le haya gustado el capítulo intenso de hoy. Sin más nada que decir, siguiente intriga: El Mac que todos conocemos actúa de una manera muy diferente como si fuese otra persona o algo mas ¿Acaso se liberó su soldado interior? ¿Acaso tiene un ser perverso y sádico igual o peor que Nima? ¿Robert seguirá vivo? ¿Qué hará Mac? ¿Lo matará? ¿Lo perdonará? O ¿Algo peor? ¿En que terminará todo? Lo sabrán en el siguiente capítulo intenso. Un saludo pacman ':v

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