—Debemos tomar el ascensor— dice Cristian mientras oprimía el botón repetidas veces —Pero no sabemos que nos espera allá arriba— alega Rebeca nerviosa —No te preocupes, hay veinte personas y dos guardias vienen por este ascensor—Observa la puerta a la espera —Ya sabes a lo que me refiero.

Ella cierra sus puños y asiente frunciendo las cejas

—Están llegando. A la cuenta de tres— se escucha la campana de llegada—Uno... dos y... —se abren las puertas—TRES— enseguida agarra a un desprevenido guardia tumbándolo al suelo mientras Rebeca noqueaba al que le acompañaba. Los lanzan afuera mientras se iba cerrando— ¡Espera!— exclama el joven sosteniendo las puertas— ¿Qué sucede?— inquiere su amiga desconcertada—Tengo una idea— responde él con una sonrisa traviesa—Debemos disfrazarnos— declara

Rebeca observa a los dos hombres en el suelo y se ruboriza diciendo —No. Olvídalo

— ¿Por qué?

—Eso significa que tengo que desnu...—se pone roja— ¡NO OLVIDALO!— niega extendiendo las manos

—Ahs... por deooozz— se pone las manos en la cintura con un gesto de fastidio— Pareces una niña, además no le vas a quitar los calzones solo el uniforme. ASI QUE VAMOS

—Y ¿Si despierta?

—Lo golpeas. Pfsss es más que obvio

—A veces eres odioso ¡JUM!— se cruza de brazos— Eehh... Además—rasca su barbilla con insistencia— me vas a ver cuándo me cambie.

—Querida déjame decirte que aunque este en frente de ti como un vigilante, no te puedo ver completamente aunque QUISIERA o no lo recuerdas— pasa su mano sobre sus opacos ojos varias veces

—OH... ¡ESTA BIEN!— exclama la chica sin poder forcejear en la disputa —Pero quiero que te mantengas de espalda ¿Me Copias?

—Ahs... como quieras— se voltea el malhumorado joven entonando sus murmuraciones.

Mientras lo sostenía desvistiéndolo sin mucho agrado—Espero que no se despierte—piensa, arroja sus prendas en el suelo, la suficiente como para llevar el disfraz. Ahora era su turno de quitarse la ropa, voltea hacia atrás y ve que Cristian le estaba quitando los pantalones pero a diferencia de ella, él se adelantó en desvestirse primero, solo andaba en calzoncillos. Rebeca se sonroja cuando observa su fornido cuerpo, sus marcados abdominales y la musculatura de sus brazos más el pronunciado lunar que lleva en la cintura, quería seguir contemplado su buena figura pero él de forma repentina la observa a ella sin inmutarse y se voltea de golpe — ¿Terminaste?—escucha

— ¡Estoy en eso! No veas

—No te tardes

Vacila por unos segundos en bajarse la bragueta detrás de su espalda, por fin lo hace y se desviste hasta quedar en ropa interior, se agacha para recoger sus zapatos pero enseguida escucha un movimiento, se voltea y para su amarga sorpresa era espiada por otros dos guardias que querían disfrutar un poco más del espectáculo antes de actuar, bueno ya se imaginarán de su reacción—HAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...— grita amargamente ruborizada —PERVERTIDOOOOOOS— añade y se lanza en golpear a esos dos pobres imprudentes espías sin contemplación.

— ¿Qué pasó?— vuelve su amigo hacia ella y descubre la silueta de dos hombres tirados en el suelo con una montaña de chichón prominente en la cabeza

— ¡TE DIJE QUE NO VEAS!— ruge ella con una cara de diabla que de broma no se les escapan serpientes en la boca y el puño rojo desprendiendo humo. Cristian de un susto por su tono fulminante de voz obedece y se queda callado sin replicar, es mejor no hacerlo...

**********

Mientras tanto el potente relámpago más fuerte que la determinación de nuestro joven héroe logra impactar sobre las ramas de un árbol, este se prende y cae sobre un vehículo de la Orden hasta detonar una explosión, el fuego se fue alimentando como el intenso odio que aguarda en el corazón de Bersatán hasta encender al que sigue sin que nadie lo detenga al igual que los truenos que asedia el oscuro cielo. En el otro edificio, más arriba del último piso estaba los hijos de Eva, dando la batalla de sus vidas.

Nima no vacilaba ni sonreía, estaba concentrada, no iba a cometer el mismo error que hizo con David, no esta vez. Mac tampoco trastabillaba, hacia lo sumo posible para mantenerse de pie, debía demostrar su fuerza por el bien de sus amados pero era difícil pues a diferencia de su hermana tiene menos experiencia, su nivel en el combate tristemente era pobre en comparación a su consanguínea, tan solo confiaba en sus habilidades y una dosis de suerte pero no era suficiente.

Nima era muy ágil y habilidosa, toda una experta en la materia más sus dones formidables era una luchadora de excelentísimo nivel, por ende sin mucho esfuerzo logra desequilibrarlo, Mac cae al suelo y se levanta segundo antes de que ella pise su rostro, casi —Vaya hermanito, ya no eres una presa fácil— dice mientras se le acerca por el costado.

Su hermano se mantiene callado, silencioso meditando su próximo movimiento, solo sostiene la guardia con los puños cerrados al igual que un boxeador —Vamos a ver qué tan rápido eres—añade ella mientras arroja una patada voladora y Mac se echa al suelo de forma ágil, estaba dando algo de pelea — ¿Eso es todo lo que harás?— inquiere con decepción —Esquivar y correr ¡BHAAA!. Me imaginaba algo más difícil— flexiona su rodilla preparada en atajarlo —Veo que sigues siendo igual de torpe como antes ¿Ha? hermanito —despega muy rápido segundos después del siguiente relámpago, más de lo esperado, el pobre Mac recibe un puño en todo la boca de su estómago antes de reaccionar y cae de espalda, su primera falla.

— ¿Dolió?— inquiere su hermana en un tono jocoso.

Mac sin perder tiempo en el dolor se limpia la boca y se levanta enseguida pero un tanto encorvado, lo seguía sintiendo—No—dice con su tono fulminante. Nima sonríe y se lanza en su otra maniobra, el joven intentar acertar un golpe directo a ver si lo lograba pero ella se agacha y luego con el talón pisa la coyuntura de su rodilla causando a que caiga de un pie, Nima sin perder más tiempo ataca de nuevo y le impacta su rodilla en su abdomen y luego un golpe en la quijada elevándolo metro y medio del suelo hasta caer de hombros, ¡que golpe más elaborado!

Como se estaba divirtiendo—Hay... Mac— sonríe —Eres un desperdicio. Por lo menos lo estoy disfrutando —Camina a su costado izquierdo mientras que el temblaba del dolor —Sabes, al principio me estabas cayendo bien, pensé que por fin serias como yo, pensé que podíamos ser como... mmmm... camaradas pero... no lo sé, creo que nunca debimos ser hermanos, más bien nacimos para ser enemigos ¿No lo crees?— otro relámpago se desata con furia.

El escupe una saliva de sangre mientras intentaba erguirse, no se iba a rendir, esa opción no existía para él, baja la mirada y ve su pie, se desliza en tumbarla pero Nima salta a tiempo y desaparece— ¿En dónde está?— piensa Mac con una mirada tiesa, buscándola mientras se pone de pie. Pero una sombra detrás de él le indica la respuesta, allí estaba esperando el siguiente asedio o un ataque sorpresa, de los nervios intenta con desespero girar con un golpe certero pero solo le atina a la nada, no estaba —Fallaste— escucha ese susurro en su oído como si fuera una brisa burlona, ahora sabe en dónde está, volvió a fallar. Siente un fuerte golpe en el costado del abdomen tan profundo como los gritos que le acompañaba y otro en la barriga finalizando con un rodillazo en la nariz, cae al suelo otra vez probando la sangre de sus fosas nasales ¡vaya paliza!

Pero no se rinde, está decidido al triunfo o la muerte, no le importa el ardor que sufre su pobre cuerpo que suplicaba rendirse, se levanta y vuelve al ataque por amor a su madre, salta en intenta atinarle con una patada voladora directo a su quijada como un golpe final pero Nima sin mucho esfuerzo ya que ni una gota de sudor escapaba de su sien, retrocede un paso y le agarra el otro pie, arrojándolo al suelo de forma violenta sin contemplación, el suelo se agrietó como una galleta y Mac tocia y tocia ahogándose en su sufrimiento, escupiendo sangre con saliva, sus órganos querían explotar.

— ¿Te dolió?— dice su hermana con un tono burlón y relajado

Mac cierra sus puños impregnado de rojo y vuelve a levantarse pero esta vez le dolió, era más que claro— ¿Quieres más?— inquiere Nima exaltada —Aparte de tonto eres muy terco—menea la cabeza con severidad— Bien, ¡como gustes!— se lanza en otro ataque directo y el débil Mac intenta levantar el pie de forma giratoria pero la habilidosa Nima pensó en la ofensiva en el momento justo como si adivinara su siguiente paso y se derrapa en el suelo formando una tijera con sus piernas haciendo que caiga de nuevo, el pobre muchacho se golpeó la parte de atrás de su cabeza—HAAAAAAA...—grita del ardor llegando al límite, estaba perdiendo el conocimiento, su visión se perdía, está a poco de perder la batalla como la vida misma...

***********

Bersatán se asoma en ver la contienda como si disfrutara de un partido de futbol, para su sorpresa divisa a una tercera persona, arruga el cejo intrigado de quien hasta que dice — ¿Mac?— busca un binocular con impaciencia y se da cuenta que si —Vaya— sonríe —Al parecer estoy viendo a un espíritu. Primera vez que contemplo a un muerto morir dos veces— coge de una copa llena de vino tinto regocijando su desquiciado corazón —Que delicioso desenlace, dos hermanos en una batalla, luchando por sus ideales. Está perfecto para un libro ¿Cómo lo llamaría?— soba su barbilla pensado —Mmm... ¿El encuentro de los elegidos?... no, no...—arruga su expresión— suena el título de algún capitulo. Que tal... "Versus" si, solo, versus, es simple pero lo dice TODO— ríe de forma lenta pero lunática —En fin —arroja el resto del vino que sobró de la copa —El final de esta historia no será prometedor para ambos pero se escribirá un nuevo libro, un nuevo comienzo para la humanidad— Observa a sus alrededores y solo están los miembros deambulando sin ninguna dirección en el salón —Cualquiera que me ve hablando solo, pensaría que estoy loco—sonríe— Oh diablos lo hice de nuevo...

—Debemos llegar a esa máquina— dice Cristian cubriéndose a la esquina de una pared — ¿En dónde está?— inquiere Rebeca recorriendo su mirada en todo el cuarto —Allí ¿No lo ves? Detrás de la puer... Oh perdón... se me olvido que tú no puedes. — ¿Cuál es el plan?— alude ella —Eehh...— se queda pensando —No me digas que no tienes un plan— frunce la chica con impaciencia —Si, espera... algo se me ocurrirá—rasca su barbilla con la mirada fruncida— Bien, tengo algo—vuelve a verla— Debemos llegar al interruptor y destruirlo ¿Verdad?—Rebeca lo ve con un aire de inseguridad— Pero primero debemos detener al rubio que vez allá— señala al hilarante loco que estaba parado enfrente de un ventanal

— ¡Es él!— exclama ella con indignación

— ¿Lo conoces?

—Si—siente—El día cuando entré con el grupo de rescate, lo vi con los hombres que nos atacaron y lanzó una bomba, matándolos a todos y solo yo sobreviví, después de eso te vi a ti. ¡ES UN DESQUICIADO! Sacrificó las vidas de sus hombres por salvar la suya

—Bueno—sigue señalando— ese desquiciado va a convertir la tierra en una bomba cósmica si no lo denotemos

—Si—asiente —Pero ¿qué vamos hacer con ellos?— señala a los zombis con trajes elegantes

—Según parece, no andan en sus cabales. Es como si estuvieran hipnotizados ¡es muy extraño!— dice Cristian mientras ve los colores mesclados con grises que desprendía uno de ellos golpeándose en la pared como si quisiera traspasarla

—Parecen que no tuvieran cerebros— alega la chica

—En pocas palabras, si no se le molestan no serán problema ¿Verdad?

Rebeca asiente

—Solo debemos escabullirnos. Yo voy por el detonador y tu retienes a ese lunático, creo que con eso será suficiente ¿Si?

—Si

—Bien, pongámonos en marcha

Con sigilo se adentran al salón, Cristian por un lado y Rebeca por el otro, el joven actúa con impaciencia pues se mueve muy rápido mientras que ella es más prudente, enseguida percibe la sombra de alguien y era uno de los miembros, se le paraliza el corazón de los nervios, a la espera de alguna reacción pero para su sorpresa aquel no se inmuta, observa su uniforme y no la considera amenaza, sigue transitando como si no existiera. Exhala un soplido aliviada pero su suerte puede cambiar en cualquier momento, todo es posible.

Cristian se pega a la pared y con torpeza no se da cuenta de una mesa, era la misma donde bebieron los invitados, la sostiene para que no se caiga pero una copa logra caerse, intenta lo más que puede en atajarla y lo logra—CASI— musita con los nervios al pico.

Paso por paso iba llegando—Un poco más— piensa la sigilosa chica —Por favor que no te voltees— Bersatán extiende tres pasos más, buscando un mejor sitio para seguir contemplado el combate, andaba extasiado, parecía un niño en un parque de diversiones. Rebeca apunto de asir sus hombros, una gota de imprudente sudor se le desliza de la frente directo al orificio de su nariz causando una alergia, estornuda en la oreja de su presa. Bersatán siente esa fría y húmeda brisa quedándose perplejo de la visita —PERO ¡¿Cómo?!— Exclama anonadado con una amarga expresión —MIEMBROS DE LA ORDEN— grita repetidas veces alejándose de ella como si fuera una peste y todos ellos desvían la mirada hacia él —ELLOS— la señala con vehemencia —SON LOS ENEMIGOS. ¡LIQUIDENLA! ES UNA ORDEN...

Enseguida la actitud desorientada y débil de todas esas personas cambia rotundamente convirtiéndose en bestias salvajes y abominables, la pobre Rebeca recibe los ataques uno encima del otro como si fuera devorada por lobos —No puedo perder más tiempo— dice Bersatán con desprecio en su mirada. Camina en dirección al cuarto pero Cristian se haya en un profundo conflicto, ¡no sabe qué hacer!; ayudar a su amada o detener a Bersatán, tiene que tomar una decisión que acarreara sus consecuencias — ¡Que hago! Que hago ¡QUE HAGO!— expresa muy ansioso.

Observa a su chica librándose de esos hombres que la agarraban sin parar como si intentaran despedazarla y ahora al rubio abriendo la puerta — ¡MALDICION!— exclama en voz alta sin contenerse a punto de buscar otra alternativa pero llega a oído de Bersatán —¡OTRO!— exclama con una expresión de terror retrocediendo un paso, pensando que no son los únicos.

—MIEMBROS— grita —MIEMBROS DE LA ORDEN AQUÍ HAY OTRO— señala —¡DETENGANLO! ES UNA ORDEN.

Algunos que intentaban morder a la chica cambian de gesto y corren tras él como leones hambrientos, ahora el pobre muchacho se hallaba entre la espada y la pared pero a diferencia de Rebeca él no tiene su súper fuerza, ¡estaba acabado! Debía actuar rápido o morirá, tiene que buscar alguna salida pero no había otro camino, si no por donde vinieron. De forma desesperada corre hacia Bersatán y le agarra el brazo —¡SUELTAME MISERABLE!— grita con odio en su voz, intenta hacerle una llave, reteniéndolo entre sus brazos —Si me van a matar, morirás conmigo— dice forcejeando su voz —O ¡dile que se detengan!— ordena agitado.

Bersatán observa que los feroces hombres no se van a detener con el amo en el medio — ¡Vas a morir!—advierte con furia— solo estas ganando más tiempo, lo sabes ¿Verdad?— ¡Solo ordénale que se detengan!— grita Cristian desesperado por su amada

— ¡ALTO ES UNA ORDEN!

Todos se detienen como si fueran perros bien entrenados y la pobre Rebeca cae al suelo muy magullada, tosiendo con fuerza, recuperando el oxígeno perdido — ¿Y qué harás ahora? ¡HAAA! No te quedaras en mi espalda por el resto de tu vida— sonríe hasta arrojar su desquiciante ricita —En cualquier momento llegaran mis guardias y acabaran con ustedes— enseguida Cristian percibe un metálico silbido de un interruptor de seguridad que proviene de la mano de él —Se acabó héroe, ¡tu muerte es inevitable!— ríe en un tono perverso— ahora los dos jóvenes están a poco de tener un horrible final...

Continuará...

Hola queridos "Protylectores" capítulo final intenso el día de hoy. Pobre Mac sufriendo un horrible asedio y pobre Cristian y Rebeca, están al límite de su desgracia ¡QUE DESESPERO!. Siguiente Intriga: ¿Sobrevivirá Mac? ¿El final de este libro será prometedor para él? o ¿Nima logrará escaparse al final? Y ¿Qué hará Cristian? Está al límite de un horrible final ¿Acaso Rebeca logrará librarlo? O ¿Uno de los dos morirá? ¿Bersatán logrará su plan? O ¿Escapará? Como también ¿Va a morir? Lo que sí es definitivo es que alguien morirá pero ¿Quién? Todo eso lo sabrán en el próximo capítulo final, un gusto como siempre de tenerlos conmigo y Saludos ^^