Capítulo 59: "Versus"


 — ¿A dónde vas? ¿No me digas que tienes miedo?

—Eh... no ¡nunca tengo miedo!— dice la pequeña de cuatro años enfrente de un profundo hueco bañado en oscuridad

—Bien— curvea la ceja fingiendo desinterés su madre —Te espero aquí mientras que bajas a recoger a "Fofitto"

— ¿Yo?— se señala la infante Nima con una mirada de susto —Y ¿Por qué no vas tú?

—Bueno... le tengo miedo a la oscuridad, además tú lanzaste a "Fofitto" a ese profundo, frío y tenebroso sótano— dice con jocosidad pero a la vez fingiendo seriedad—Pobre peluche—añade con un lamento en su mirada— ahora tendrá que vivir con el monstruo del cesto de la ropa sucia ¿Verdad?

La inocente Nima con ojos de arrepentimiento, une sus dos puños recostándola sobre su pecho —Bien—continua su madre— como no hay nadie valiente que vaya a rescatarlo será mejor darlo por perdido— expresa actuando desinterés de forma relajada, a punto de partir su hija sostiene su mano — ¡Espera!— absorbe una bocanada de aire y exhala — ¡Iré a salvar a Fofitto!

Vacila por unos segundos pero por fin decide bajar las escaleras. Los primeros escalones lo desciende con lentitud como si intentara no hacer ruido, sentía el suave aroma a detergente más el frío encierro que le daba la bienvenida, a mitad de camino pisa un pedazo de cartón, se resbala y cae sobre una cesta de ropa —AAAAHHHH ES EL MOSNTRUO— grita aterrada y se despega en volver a donde su madre, le abraza las piernas, aferrándose a su cálida seguridad — ¡Que sucede!

— ¡El monstruo tiene a Foffito!— exclama llorando en su pierna izquierda

— ¿Quieres que vayamos juntas a rescatarlo?— sonríe su divertida madre que se contenía de reír a carcajada

La pequeña se restriega los ojos y asiente

—Bien— las dos se ponen como si fueran a correr un maratón —A la cuenta de tres entramos— asiente la niña más segura entre sus piernas —Uno... Dos... y Tres...— se despegan bajando las escaleras en plena oscuridad — ¡Vamos Nima!— apremia su mamá —YA VOY—grita ella tratando de seguir sus pasos.

En medio de la profunda oscuridad, la inocente pequeña coge su peluche y se despega sin vacilar en la subida hasta que se da cuenta que está sola — ¿Mamá?— dice mientras observaba en ambas direcciones y grita —Mami ¿En dónde estás?

—Auxilio me tiene, ¡El monstruo me tiene!

Ahora mira con sumo terror el fondo oscuro con los gritos de su madre —¡Auxilio Nima!— la pequeña coloca su peluche a una esquina de la puerta, cierra sus puños tembloroso, observa con disgusto su pobre juguete de tela y algodón y luego absorbe una bocanada inmensa de aire, cierra sus ojos y se puso roja mientras aguantaba la respiración de forma forzada, por ultimo exhala en un grito de valentía —AAAAAHHHHH...— bajas las escaleras y se lanza sobre el cesto de la ropa sucia, enseguida en plena oscuridad siente que alguien la agarra, intenta forcejear pero el monstruo está ganando —¡Déjame!— lucha pero siente que es levantada, el monstruo le está resoplando un beso de cosquilla sobre su pansa y comienza reír a carcajada—YA BASTA JEJEJE YAAAA... AHAHAHAHA...

— ¿Qué sucede?— intercede el curioso Marcos encendiendo las luces con una sonrisa. Ahora la pequeña se dio cuenta que el dichoso monstruo era en realidad su... — ¡Eres tú!— abraza a su madre con sumo anhelo por saber que era ella...

Enseguida suena otro retumbante relámpago derrumbando en un impacto violento el recuerdo de la pobre Eva, volviendo a la horrible realidad del presente—No has cambiado mucho— dice su hija con voz desafiante más una mirada inquisidora escondidos por los flecos de su cabello húmedo...

Eva entrecierra sus ojos diciendo —Y tú, te pareces mucho a... a...— A ti— interrumpe ella mientras se desataba otro relámpago a lo lejos—Debo reconocer que cuando me veo al espejo siento que te veo a los ojos. ¿Curioso No?...


**********


Mientras tanto, el pobre Cristian era retenido por dos sujetos —Suéltenme hijos de...— hasta que Rebeca le lanza como proyectil humano al que intentaba detenerla, chocando su cuerpo contra sus cabezas—Eehhh.... Estaba a punto de ganarles. No hacía falta— se rasca la cabeza el ruborizado joven.

—Ups... lo siento querido, es que no quería que te despeinaran más de lo que estas— sonríe la chica

Cristian toca su cabeza y siente que sus mechones humedecidos por la llovizna estaban como el de un pájaro loco —Debemos irnos— apremia ella agarrando su mano —No podemos— se detiene

— ¿Por qué?

—Es que...—se ruboriza— Es que... —Oh Criss— interrumpe mientras le jala la mano—Ya tendremos la oportunidad para eso, ¡descuida!

—No—menea la cabeza—No es eso

— ¿Entonces?

—Allá arriba— señala el otro edificio—Hay alguien, un tal, un tal... eeh... Bertazan— se soba la cabeza en estado pensativo—Va a detonar una bomba nuclear en el cielo que va a matar a miles de personas

— ¿Hablas enserio?— inquiere la chica arrugando el cejo sin poder creerlo — ¿Seguro que escuchaste bien?

—Estoy completamente seguro. Mira allá— señala el estacionamiento—Los dueños de esos carros están arriba esperando a que ocurra, esos lunáticos quiere comenzar una apocalipsis y a parte tienen planeado destruir a Eva con alguna trampa o algo parecido, ¡no sé!

—Criss lo que me dices es algo muy serio ¡Debemos llamar a la policía!— vuelve a jalar de su mano

—Para entonces será muy tarde— insiste en detenerse

Rebeca se queda callada, por unos segundos observando la firmeza de ese joven — ¿Enserio quieres subir arriba y detenerlo?

—No— extiende la mano y añade —Subiremos juntos— la chica se queda sin decir nada, lo estaba pensando —Si no vamos—advierte Cristian— estaremos abandonando a Eva. Nos necesita al igual que la humanidad ¿Qué dices?

Observa sus ojos opacos y perdidos llenos de ganas, luego su mano. Sentía temor de no poder lograrlo, no estaba segura de ser la indicada para aquella incesante batalla, ¡Estaba convencida de que era muy peligroso! estuvo a punto de desistir hasta que es detenida por el recuerdo de las palabras de David<<Rebeca eres una chica fuerte, solo tienes que creer un poco en ti misma>> vaciló por unos segundos pero decidida estruja con firmeza su mano y exclama — ¡Vamos hacerlo!...


**********


Los secuaces de Bersatán por fin activaron la bomba, tenía cuarenta minutos para liquidar a su madre, mientras que en el otro edificio estaba el francotirador acomodando la mira y cargando la bala especial. Observa su reloj esperando el momento ideal con un chicle de menta para mascar.

—Ya dejaste de ser una pequeña— dice Eva— Siempre te he imaginado como la última vez que te vi. La última vez que vi también a...

—Ya deja de hablar del pasado— interrumpe mientras va cerrando sus puños— ¡Estoy cansada de recordar!

—Pero era tu pa...— ¡CALLATE!—intercede de nuevo— Ya eso no vale para mí— gruñe con los ojos vidriosos

— ¿Cómo puedes decir eso?—entre frunce la mirada— ¡Hija por favor RAZONA! no creo que hayas sido tú de la idea. Te conozco lo suficiente como para que hagas una cosa como esa

—Madre— sonríe con maldad— ¡Mi inocente madre! como siempre me subestimas

—No— menea la cabeza repetidas veces— Tu lo extrañas, lo veo en tus ojos

— ¡Ya déjate de tonterías! Eso pasó hace mucho tiempo, lo olvidé y ¡PUNTO FINAL!

—No. Me cuesta creerlo, ¡no lo olvidaste! El té amaba y tú también

—Nunca lo vi como a mi padre. ¡NUNCA! ¡ASI QUE BASTA...!— cierra sus ojos conteniendo algún profundo dolor

— ¿Cómo puedes decir eso?— susurra la pobre Eva con ganas de llorar

— ¡Madre! Como puedes ver—extiende sus palmas— me he vuelto poderosa, ¡muy poderosa! Mucho más que tú ahora, soy superior a ti. Eso es lo único que me importa y sé que envidias eso de mí.

Eva se queda callada muy anonadada con un profundo pesar en su corazón

—Te daré una oportunidad

Eva la ve fijamente

Extiende su mano y dice —Únete a nosotros y juntos cambiaremos este mundo

—Estás equivocada hija, él no te quiere. Te está manipulando, una vez que haya conseguido lo que quiere contigo se ira a desacera de ti ¡Por favor abre tus ojos! ¡Te está engañando!

—Ultima vez—levanta su índice con mucho enfado— te unirás a nosotros SI o No

—Nima ¡Por favor! Él no es lo que...— ¡BASTA!— la abofetea con suma fuerza hasta derribarla

— ¡Tú no lo conoces!—señala con fiereza— Como siempre estas equivocada. Si no te me vas a unir, entonces te conviertes en mi enemiga

—NO— niega repetidas veces— No soy tu enemiga, soy tu madre que te ama mucho y quiero que vuelvas a casa

— ¡No!— se extiende otro relámpago —Te equivocas, estoy en casa justo ahora— extiende sus manos — Y tú— señala con desprecio— eres una plaga, una plaga que pronto voy a destruir

—Nima ¡Basta! ¡Por favor!... ¡BASTA! Me hieres mucho el corazón Mjs... Mjs...—solloza —¡Por favor perdóname!, si te he fallado como madre pero te amo lo suficiente para no tratarte como mi enemiga, no me obligues a tener queee... queee.. ma.tar.te... Por favor te lo ruego ¡NO QUIERO HACERLO!— baja su cabeza con profundo dolor

— ¿Te estas arrepintiendo?—la observa con extrañes— ¡Jamás imaginé escuchar algo como eso!

Eva se arrodilla y se restriega los ojos —Quiero que vuelvas conmigo y comencemos de nuevo ¡Por favor!— extiende sus húmedas manos con ganas de abrazarla.

—A caso ¿Me estas perdonando?

—Ya lo hice hace muchos años ¡hija mía!

Nima sin poder creerlo se echa al suelo sobre sus rodillas y Eva se lanza en abrazarla con anhelo — ¡Oh hija! mi pequeña—acaricia su cabeza— Te amo mucho— solloza entre sus hombros

—Madre— dice mientras intenta tocarla

— ¿Si?

Enseguida siente un pequeño pellizco que cada vez se va intensificando, su fuerza se está yendo, sus manos se están volviendo pesadas y temblorosas —Sigues siendo mi enemiga, ¡Se acabó!— le susurra al oído mientras que arrojaba al suelo la jeringa bacía

— ¿Qué me hiciste?—observa sus manos que temblaban— No, no... ¡no me siento bien!— se soba la cabeza con ardor

—Eso pronto se va arreglar— le lanza una patada en la quijada que la tumba de un giro. La pobre Eva por fin sintió el mal sabor a golpe en su lengua y de sus labios se escapa un hilo de sangre, se limpia la boca y descubre con una fuerte expresión en su mirada que la herida no se ha cerrado —Veo que ya lo descubriste— sonríe la perversa hija —Ya no eres invencible— le patea su costado derecho elevándola del suelo como pelota hasta caer de espalda, Eva chillaba del dolor, lo podía sentir, podía sentir como sus huesos están crujiendo unos con otros al igual que sus órganos, ahora era una simple humana.

Con dolorosa dificultad intenta erguirse pero cuando por fin podía estar completamente de pie Nima le arroja otro golpe justo en el pecho, sin poder detenerlo vuelve al suelo —No puedes decir que no te di la oportunidad—declara con el puño extendido— Eres terca y cerrada, pero pronto todo esto se acabará— le vuelve a patear mientras intentaba ponerse de pie —Naciste para ser fuerte y poderosa—se desata otro relámpago— Pudiste cambiar el mundo pero decidiste estar con los débiles, con los perdedores pero...—camina hacia una pared que era donde se guarda el tanque y observa una tubería que sobresalía de un rincón —No voy a cometer ese mismo error— jala de ese tubo hasta arrancarlo y le señala— ¡No soy como tú!— se despega otro trueno.

Eva estaba tan maltratada que no podía levantarse, le dolía mucho su abdomen y su vista perdía enfoque, retumbando lo latidos de su corazón en sus oídos, se queda en el suelo boca arriba esperando el golpe final —Me decepcionas— dice la perversa hija mientras se acercaba con el fierro grueso en su mano para darle fin a su vida —Como siempre, los débiles son los que mueren al final. Así de simple— cuando por fin levanta el fierro, apuntando directo a su frente, siente una fuerte corriente de aire más frío que el hielo haciendo que se estremezca del escalofrió, de alguna extraña manera presentía que era de alguien como si fuera un errante espíritu que se manifestaba a través de la llovizna. Nima cambia su atención hacia el fondo nublado, húmedo y espeso, con la compañía de la suave lluvia que paso a paso se intensificaba.

Mientras fruncía su expresión, algo la hacía sentir extraña, baja el tubo y retrocede a la espera de algo. De repente entre la espesa neblina aparece una sombra con la forma de un joven que poco a poco se iba distinguiendo, al principio pensaba que eran los guardias pero no, era — ¿Mac?— musita aún escéptica.

Por fin se revela a ese joven de piel pálida, cabello violeta oscuro con un traje tan blanco que daba la impresión de ser un ángel pero su mirada era diferente, segura, ya no era el abominable Mac si no el de antes pero esta vez más fuerte que nunca. Se acerca y se agacha en recibir por fin a su madre después de tantos años, Eva de forma borrosa ve el rostro de un joven que le era muy familiar, frunce su ceño con debilidad hasta que dice — ¿Eres tú?

—Sí, soy yo— dice el joven mientas agarraba sus temblorosas manos

Eva le toca el rostro sin poder creerlo y el cierra sus ojos besando su mano —Si, ¡eres tú!— se le ilumina su triste mirada— Mi Mac mi amado Mac, eres todo un hombre, eres tan guapo como tu padre, tienes su tierna mirada, ¡mi pequeño!—varias lagrimas se le escapan de los ojos— como te he extra...— enseguida pierde fuerza y se desvanece.

—Yo también te he extrañado, Madre— le besa la frente con tierno anhelo y le abraza con un profundo amor, tanto del que podía dar, una lágrima se le escapa de sus parpados, la acuesta en el suelo con suma delicadeza, acariciando con cariño su cabeza.

Nima estaba que no lo podía creer — ¡MAC!—grita con los ojos tan abiertos como la boca de una cueva— Pensé que estabas muer... digo...— rasga su garganta — ¿En dónde estuviste todo este tiempo hermanito?

Mac se queda callado, se pone de pie y le fulmina con la mirada

— ¿Por qué me miras así? ¿A caso no te acuerdas de lo que nos hizo? O ¿Eres tonto?

Sigue sin dar respuesta pero sus ojos cada vez se tornaban en rojo. ¡Estaba furioso!

—Nuestra oportunidad llegó hermano—extiende sus brazos con soltura— nuestra venganza está a un paso ¿Acaso me vas a fallar?— sonríe

—No— menea la cabeza con una seriedad siniestra, mientras se desataba otro relámpago — ¡Se acabó Nima! Ya no escucharé más de tus mentiras

— ¿De que estas hablando? ¡Pedazo de tonto!— se cruza de brazos

—Por tu culpa mi padre está muerto— señala —Y no permitiré que mates a mi madre ¡SE ACABÓ!

—Entonces... Nos vas atraicionar ¿Verdad?

— ¡Tú nos traicionaste hace mucho tiempo!— se despega otro relámpago

—Mmmm... Vaya—sonríe con desagrado en sus ojos— siempre supe que eras débil pero jamás imaginé que eras muy, muy ¡Estúpido! Si tu elección es andar con los débiles. ¡Está bien!, Morirás con ellos

—Eso no te será fácil. Ya no soy un frágil niño a la cual debas someter

—Te recuerdo que yo tampoco soy una niña y no estoy jugando hermanito. ¡ESTO SERÁ ENSERIO!

—Es tu elección

— ¡Es tu fin!

Pega otra corriente de brisa que movían sus mechones largos. Los dos se ven fijamente, Nima aprieta sus puños rodeando a su hermano de forma lenta y analítica, Mac flexiona sus rodillas a punto de un ataque, un relámpago más fuerte que los últimos quiebra todo el cielo como si fuera un espejo roto gigante, cayendo muy cerca de ellos y por fin se lanzan al combate...


Continuará...

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Hola "Protylectores" otro capítulo final con una dosis de suma intriga al final, espero que les haya gustado. Por fin aparece Mac después de tantas ausencias BRAVOOO... (Espero que haya descansado bien de sus vacaciones que bastante caro me salió, upsss.. no leyeron esto :v) y el encuentro esperado a lo largo de este libro ha llegado, el motivo por el cual lleva el título de Versus, Nima y Mac dos gemelos opuestos, cara a cara en la batalla decisiva y final ¿Nunca se lo imaginaron? Me imagino que sí. Siguiente intriga: ¿Quién ganará? ¿Acaso Mac está preparado para vencer a su experimentada hermana? ¿Nima tendrá alguna otra trampa? ¿Cristian y Rebeca lograran detener a Bersatán ellos solos? ¿Explotaran esas bombas destruyendo el edificio matándolos a ambos o a los tres? O ¿Algo más pasará? Todo eso lo sabrán en el siguiente capítulo, SALUDOS ':v       

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