Escuchaba la ruidosa multitud combinado con la suave música de fondo del centro comercial, veía como pasaban una y otra vez en dos direcciones opuesta fluían sin tener fin, estaba recostado en el barandal sosteniendo mi mentón sobre mi mano izquierda observando en diferentes direcciones a ver si la veía pero nada, "¡Soy el idiota más grande que hay sobre la faz de la tierra!", "De seguro están por ahí escondida riéndose de mi con algunas de sus amigas", de tan solo tener que pensar en eso me puyaba un fuerte dolor en el pecho como si mi corazón se estuviera suicidando o algo, "¡En que estoy pensando! como una chica como ella se fijaría en alguien tan extraño como yo", me sentía muy mal, pero era estúpido llorar por algo sabiendo que era inalcanzable, saco una lata de refresco de mi bolsillo derecho, la destapo "SPSSSSSS..." la espuma bajaba chorreando el suelo y la bebo boca arriba "No quiero tener que llegar a mi casa ahorita y decepcionar a mis padres", prefiero tener que caminar por todo el centro comercial, solo, haciéndoles creer que soy una persona genial y divertida como todos los jóvenes de mi edad sabiendo que la realidad es todo lo contrario, mejor subo otro nivel y me quede un rato jugando a las maquinitas, total tenía tiempo que no voy para allá.

Vi mi reloj y ya eran las 6:40, seguí caminando directo a las escaleras automáticas y bien abajo a tres niveles inferiores la veo a ella caminando rápido, estaba muy hermosa con unos pantalones jeans negros que se le pegaban como si fueran unas medias, marcando su cintura más una blusa blanca semitransparente cubierto por un suéter negro muy fino como si fuera de algodón acentuando sus pechos, aparte estaba muy bien maquillada, parecía una muñeca de porcelana. Subiendo al segundo nivel ella me observa y sonríe saludando, le saludo con mi sonrisa tímida y boba, me puse nervioso, el corazón quería salir de mi pecho, podía escuchar su latir en mi oído, estaba muy emocionado — No lo puedo creer, ¡No lo puedo creer!, si vino, ¡fue enserio! y está muy hermosa— pensaba, sentía una inmensa alegría mezclada con tristeza, miedo y un poco de rabia, primera vez que me siento así, comencé a recordar lo que dijo mi padre antes de irme <<de todos los chicos de tu colegio te escogió a ti, debe ser por algo ¿No lo crees?>>  esa frase me era una poesía en aquel momento, "¿Sera que de veras le gusto?" de tan solo pensar en eso me hacía cosquilla en mi barriga pero de repente veo algo inusual, en la última escalera subiendo hacia donde estoy la veo a ella mirando a un chico más alto que yo con un atlético cuerpo —¿Sera que están hablando?— pensaba, más se acercaban y aquel chico me era un tanto familiar, cuando llegan por fin reconozco el rostro del desconocido joven pues era "Cristian" mi mejor amigo, es el más popular de mi salón. Es atlético, educado y todas las chica quieren ligar con él pero a pesar de todo Cristian no es lo que todo el mundo cree, no es engreído, presumido, no juega con los sentimientos de nadie en pocas palabras es un buen chico, pero se preguntaran ¿qué hace alguien tan genial como él ser amigo de alguien tan raro como yo? Pues de allí viene su gran secreto, él y yo compartimos las mismas aficiones, prácticamente Cristian es un Friki como yo pero es mucho más nerd, de allí unió nuestra amistad pero no quiere que nadie sepa sobre sus gustos pues me dijo que le guardara el secreto para no dañar su reputación, sigo sin entender porqué esconder eso, no es que me dijera si es gay o algo, tal vez no quiere ser marginado como yo, Rebeca la chica rubia que me había invitado me saluda con un beso en la mejilla —Hola Mac— dice sonriendo

—Hola Rebeca— respondí sonrojado

—Hola Mac— saluda Cristian

—Hola Cristian y ¿Qué haces aquí?— inquirí sin guardar discreción

—Pues Rebeca me invitó— contesta sonriendo

Seguía sin comprender porque nos invitó a los dos, "¡no entendía nada!", Rebeca enseguida añadió — Disculpa por llegar tarde lo que pasa es que había mucha cola 

—No te preocupes, de hecho ni me había fijado que llegabas tarde— "Que mentira más estúpida acabo de decir"

—Ah ok bueno, déjenme sacar los boletos— rebuscaba en lo más profundo de su cartera "Dior"

—Aquí están, tomen— cogí el boleto y nos fuimos caminando directo al cine, seguía sin comprender porque ella lo invitó a él también "¿Acaso quiere una cita con nosotros dos?", los veía hablando muy plácidamente como si se conocieran de hace mucho, me hacía sentir como si fuera una sombra ya que no decía nada y solo escuchaba fingiendo ver los carteles, Rebeca reía mucho hablando con él, se veía que se estaban divirtiendo, más bien  me sentía como si sobrara en el grupo, ella antes de entrar a la sala  dice —Chicos ya vengo voy al baño, si quieren entren ustedes,  los alcanzo luego— se marcha despampanantemente sonando sus finos y altos tocones sobre el reluciente suelo

—Ok— respondí

Cuando se fue, Cristian me dijo —Vamos a entrar—, entramos a la sala pero antes de subir las escaleras le agarré de su hombro izquierdo y le expreso —Oye Cristian hay algo que no entiendo

—Sí, lo sé amigo— contesto con un gesto incomodo

— ¿Lo sabes?— inquirí con el ceño fruncido

—Si, en realidad ella quería invitarme a mí pero  le dije que con la condición de que te invitara a ti también, luego cambie de opinión pues no quería ir y ya era demasiado tarde

—Y...   ¿Por qué quería que los acompañara?

—Porque no quiero estar a solas con una chica como ella, no quiero que esta salida sea una cita o algo parecido, ya estando tú se convierte en algo diferente  ¡¿Sabes?!

—Entiendo— dije bajando mis ojos todo desanimado

—Perdóname si lograste pensar que ibas a salir con ella pues era eso lo que quería evitar

—No tranquilo...   ¡yo soy muy realista! total pensaba que iba a venir con alguien

— ¿Estás seguro?

—Si no te preocupes— mentí, fingiendo una forzada sonrisa

En realidad, por dentro me sentía destrozado, pues era obvio que algo así no vendría tan fácil a un chico como yo, solo este tipo de cosas le suceden a Cristian y es así como funciona este injusto mundo, los más galantones como él tienen lo mejor de todo y los más débiles o extraños como yo pasamos de invisibles, a fin de cuenta mejor me quedo a disfrutar de la película, no necesito a que alguien me ame para seguir viviendo, total creo que personas como yo nacimos para vivir solos, no importa si alguien te diga lo contrario, solo te lo dicen para hacerte sentir mejor, sabiendo que la realidad es completamente diferente.

Cuando terminó la película estaba muy emocionado para irme a casa, de paso la película no me gustó, sentía mucho frío, temblaba un poco pero al estar en el cine no me desagradaba si no el hecho de que los dos me ignoren como si fuera un adorno del suelo, en este justo momento quisiera convertirme en ese bote de basura, se ve que le prestan más atención que a mí, seguimos caminando por el pasillo, quería ir al baño y fui sin avisar, "total no creo que ni les importe", entré y oriné las dos latas de refresco que me había bebido, luego me lavé las manos y en el espejo vi el reflejo de Cristian con una mirada de preocupación —Ah que bien, ¡estás aquí!— exclamó con un suspiro de alivio

—Si— respondí a secas sin voltear atrás

El continua caminando yendo a lo orinales, en el baño no había nadie solo él y yo escuchando el sonido del agua bajando, me seco las manos y él se las lava diciendo —Oye Mac ¿Te sientes bien?

— ¿Por qué me preguntas eso?— inquirí con un tono desanimado

—Porque no has dicho nada— cerró la chillante llave del lavamanos

—hps! Pues... no tengo nada interesante que decir, no quería interrumpir tus divertidos relatos y chistes

—Eso no es cierto, tu sabes que puede...— enseguida le interrumpí—Cristian ¡solo quiero irme a casa! ¿Si?, te agradezco que me hayas invitado

—Mac

—¡Amigo por favor no insistas en decirme que los acompañe! yo...—No es eso, ¡mira tu cabello!— señaló con el gesto arrugado

— ¿Mi cabello?

Volteo a verme en el espejo y noto que mi oscuro cabello estaba comenzando a tener reflejos violetas, "¿Qué me está pasando?", Cristian pegunta mirándome en el espejo — ¿Desde cuándo te pintaste el pelo?—  volteo a verlo con un gesto confundido —Nunca me lo he pintado— negué con mi cabeza

— ¡¿Hee...?!

—Si "hee..." no entiendo. En el cine nadie me echó nada en el pelo— indagué tocándome pelo a pelo la semi larga cabellera

—Qué extraño ¿será algún efecto secundario de tu champú?

—No creo, he usado el mismo por los últimos cinco años

—Tal vez el que estés usando vino con una especie de colorante

—Si pero sigue siendo el mismo tipo— me miré con más a fondo en el enorme espejo

—Bueno quien sabe si el que agarraste vino con un defecto de fábrica

— ¿Tú crees?— pregunté nervioso volteando a ver a mi amigo

—Bueno hasta ahora es lo más lógico que se me ocurre, no creo que tu cabello haya cambiado de color así mágicamente

—Si tal vez tenga razón— afirmé un poco aliviado

—Además, Mmm... no se te ve tan mal— alagó Cristian sobándose su barbilla

Volteo a verlo con un gesto de enfado diciendo —No quiero salir del baño y que Rebeca me vea creyendo que me pinté el pelo, creerá que soy un gay o algo raro

—Aaahhh... por deooz no creo que se dé cuenta o le importe— dijo mi amigo estirando sus dos manos

—Si tal vez tengas razón— mencioné bajando la cabeza todo desanimado

—Pero como estas conmigo yo nunca salgo sin ella— parloteó Cristian rebuscando en su mochila hasta sacar su gorra favorita, era una de color negro con el emblema "NY" de lengua plana

— ¿Me la vas a prestar?

—Si toma, mañana me la devuelves

—Gracias— agarre su gorra y me la puse muy aliviado

—Je, te queda bien pero no te acostumbres a ella

—No tranquilo, igual sigo odiando este tipo de gorra hehehehe...

—Ja... ja... ja... menos mal— se cruzó de brazos

Salimos del baño y Rebeca estaba en el pasillo observando una tienda de zapatos muy concentrada sin sentir nuestra presencia

—¡Ejem!— vocalizó Cristina para llamar su atención

—Oh... ya salieron— voltea la linda chica

—Sí, bueno ya ¡vámonos!— ordenó mi amigo

—Si pero antes una foto

—Rebecaaa... no quiero tomarme una foto, solo quiero irme

—Por favor Cristian aunque sea una y ya— pidió la chica con cara de perrito triste

—Oh... está bien, dame tu teléfono y ponte con Mac que yo tomo la foto

—Pero... pero... yo... es... que...— objeté muy nervioso

—Primero con él y luego contigo— sugirió la coqueta chica

—Dijiste que solo una y ya— dijo Cristian levantando el teléfono para tomar la foto

—Si una con él y una contigo Jaaa...— mencionó Rebeca entre dientes sonriendo su brillante sonrisa

— ¡Digan Wiski!

—Wiski

—Weeski

"Shack" (Foto capturada)

Saliendo del centro comercial, detrás y callado de la insoportable parejita, comencé a sentirme un tanto diferente como si me fuera a dar fiebre o mareo, sentía un fuerte zumbido en mis oídos, "¿Qué me está pasando?", continuábamos caminando para llegar al semáforo y cruzar la calle, escuchaba claramente algunos taxista mencionar sobre sus tarifas como si me estuvieran hablando directo al oído "¿Qué extraño?" volteo a ver atrás y estaban a unos nueve metros lejos de mí pero los escucho muy cerca, estábamos en el rayado esperando a que la luz se ponga en rojo, cuando cambió empezamos a movernos.

 Cristian y Rebeca estaban muy entretenidos charlando y riendo sin fijarse en nada a su alrededor como si estuvieran solos en el mundo. Observando al frente con mucha indiferencia empiezo a escuchar el fuerte motor de una moto viajando a unos ochenta kilómetros por hora y la sirena de dos patrullas de policía, volteo mi cabeza a ver y no noto nada "Que raro, creo que me lo estoy alucinando", de repente escucho la radio de una de esas patrullas diciendo <<Grrsss... Estamos en código 991 delta, no lo dejen escapar", "Grrrsss... enterado>> volteo a ver pero nada, de repente empiezo a notar a un tipo encapuchado viajando en una moto roja parecido a las de motocrós y detrás de él se veía las luces de las sirenas, luego distinguí a las dos patrullas a alta velocidad ¡estaban en persecución! mi corazón empezó a palpitar fuertemente de los nervios, me detuve pero Cristian y Rebeca seguía caminando sin fijarse de lo que venía, el motorizado estaba cada vez más cerca, iba directo a embestirlo a ellos dos, alcé la voz diciendo —¡Cristiaaan quítate de allí!— pero no me escuchó, caminando muy tranquilamente, estaba muy cerca de un segundo para arrollarlos, me asusté tanto que de la nada salí corriendo, tan rápido antes de que los alcanzara la moto, sentía que todo iba en cámara lenta que mi corazón palpitaba lento al igual que el tiempo, salte y estire mis dos manos para empujarlos a los dos, los tres volamos juntos al suelo, sentí el rose de la moto desprendiendo parte de mis suelas, caímos al suelo

Cristian se levanta escuchando la sirena y viendo a las dos patrillas pasar detrás de nosotros, su rostro estaba en shock por darse cuenta de lo que pudo haber pasado, Rebeca se sienta en el suelo con una mirada de nervio en sus ojos, en igual estado ¡no lo podían creer!, estuvieron a punto de sufrir un fatal accidente, pasaron diez segundos y Cristian volvió en si —Mac— exclamó preocupado. Estaba tirado en el suelo, me sentía muy mal, la cabeza me zumbaba un fuerte sonido y me dolía mucho, escuchaba a Cristian decir mi nombre muy lentamente sonando en un fuerte eco, veo su rostro pero dejé de escuchar todos los ruidos como si me estuvieran quedando sordo, luego mi visión se empezó a poner más borrosa, él sacudía mi hombro todo asustado, lo último que logré escuchar es que me decía —¡Te pondrás bien! aguarda— hasta que cerré mis ojos y de allí ya no recordé más...

Continuara...

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 Holaqueridos lectores, segundo viernes, le agradezco a todos por su apoyo en estasaga y espero no decepcionarlo, Bueno ahora Rebeca si vino y no fue una broma,pero ahora la cosa se puso peor para Mac ya que no era lo que él esperaba, ademástiene extrañas sensaciones y le cambio el color del pelo, a parte si no fuerapor él Rebeca y Cristian estuvieron a punto de sufrir un fatal accidente, ahoraél se desmayó ¿Qué pasara después? ¿Acaso ya se le están desarrollando suspoderes? Y si ese es el caso ¿Nunca lo tuvo?, lo sabrán en los siguientes capítulos,un saludo ^^     

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