Capítulo 1: "Realidad"
—17 Años después...—
Estaba caminando en la orilla de una playa, sentía la fría arena esparciéndose sobre mis pies, veía el agua venir e irse una y otra vez por las olas como si nunca se cansaran, estaba amaneciendo pero el cielo se tornó un color violeta al igual que el mar como si fuera un espejo, pero de alguna extraña manera no me lo cuestionaba como si ese color fuera algo normal para mí, como si viera un violeta amanecer en todas las mañanas, rosaba ese frío liquido sobre mis pies, estaba muy helada, de repente observo a la distancia a un joven pescador, desde su bote a unos cinco metros de distancia me ve y saluda como si me conociera, nunca lo había visto pero se me hacía muy familiar su rostro, el gritaba una y otra vez "Ven", "Vamos ven", "¿Qué esperas?", volteaba de izquierda a derecha a ver si se lo decía a otra persona pero no había nadie, entonces me lo decía a mí, negaba todo desconfiado y el tan solo ríe a carcajadas, no comprendía por qué se reía, hasta que de repente su rostro alegre cambió a uno muy nervioso, el me hacía señas que no entendía, movía sus manos muy rápido y escuché que gritaba
—Corre
— ¡Por favor corre!
— ¡No te quedes allí y huye!
¿Por qué me decía que corriera? ¿De quién tengo que huir? hasta que escucho un estruendoso disparo, tan fuerte como el sonido de un relámpago, se sentía que venía de muy lejos, volteo hacia atrás, quería saber de donde venía pero no había nadie, giro mi cabeza para volver a ver al joven pero me llevé una terrible sorpresa, estaba tirado muerto, su camisa está cubierta completamente de sangre, alguien le había disparado, del impacto volteo nuevamente hacia atrás a ver quién era, mis manos comenzaron a sudar y mis pies a temblar, mis ojos estaba muy abierto a la expectativa de alguien, pero no veía a nadie, hasta que de la nada escucho la risa de una chica viniendo de la nada, lo escuchaba tanto lejos como cerca, como si estuviera al lado mío, el eco de su pequeña risa rebotaba en mi oído, la sentía cerca, no lo podía aguantar, estaba muy nervioso y enseguida salgo corriendo tan rápido como pudiera, huyendo a algún sitio sin saber si es seguro, seguía huyendo hasta que de repente me resbalo y todo mi cuerpo como mi cara se tira sobre la arena, sentía su sabor punzante pegarse a mi boca, me arrastro sobre ella y levanto solo mi pecho y rostro, hasta que veo una espesa neblina esparciéndose por toda la playa, la risa de la chica cada vez se hacía más fuerte, sentía que me estaba persiguiendo pero ¿De dónde?, presentía que en cualquier momento iba aparecer y darme el mismo horrible destino de aquel joven. Escucho unas pisada venir a mi lado izquierdo lentamente, me volteo pero la espesa neblina no me dejaba ver si no tan solo 50 centímetros de mi distancia, lo escuchaba más cerca, oigo que chapoteaban el agua, su risa desapareció y tan solo el sonido de sus pesados pies era la única presencia sobre mí. Grito enfrentándolo
—¿Quién eres...?, luego hubo una pausa como si el tiempo se detuviera, ni el sonido del mar se escuchaba, hasta que después percibo nuevamente esas escalofriantes zancadas, vuelvo a inquirir —¿Qué quieres de mí?— el sonido de las pisadas seguían siendo mis respuestas, me levanto abruptamente, retrocedo lentamente preparándome para correr, como no la veía quería saber de dónde venía y enseguida pregunto
— ¿En dónde estás?— el sonido de las pisadas cedió,puse un gesto fruncido en mi cara, entrecojo mis ojos como si pudiera ver a través de la neblina, hasta que de repente veo una sombra detrás de mí, me puse a temblar y siento que alguien me agarra del cuello, susurrándome en el oído —Estoy muy cerca de ti...
Enseguida escucho una fuerte alarma "TEEEENNN...TEEEENNN..." abro los ojos de un solo golpe, estaba sudando y agitado, suspiro de alivio y me restriego los ojos ya que todo fue un horrible sueño, "¡Menos mal!", me levanté de la cama y pongo mis pies sobre mis acolchonadas "cholas de doctor", voy al baño y me lavo la cara mirándome en el espejo, cuando termino de arreglarme, bajo las escaleras y sentí el aroma del café por la mañana, era muy temprano ya que hoy eran mis últimas semanas de clase, por fin vacaciones, adiós exámenes intensivos, adiós matemática, adiós química y adiós física las tres Marías que tanto amargaron mi vida durante años ¡Ya no más! Y saben porque, me voy a graduar de bachillerato ¡Por fin cumplí mi sentencia escolar!, dejaré el fastidioso y tediosos ambiente de colegio que tanto ostinó mi vida y no solamente por las clases si no por mis fastidiosos compañeros que todo el tiempo buscan la manera de molestarme, ya no les voy a volver a ver las caras, ¡Mas nunca!, por fin comenzaré hacer lo que quiera, a convertirme en un hombre.
Me echo en la silla a esperar mi desayuno todo adormilado, mi madre era una señora algo mayor como unos 50 años, ya tenía canas y su rostro se estaba arrugando, parecía todo una abuelita, ella como siempre me regalaba su reconfortante sonrisa y eso siempre me gustaba, hoy preparó mi desayuno favorito, arepa con carne mechada acompañado con un vaso de jugo de naranja, —Mmmm... Yomi...— exprese en mis pensamientos, comí sin pesarlo dos veces, cuando terminé estaba más que satisfecho, busco mi mochila preparándome para irme, en eso momento llega mi papá, era un hombre algo mayor que mi madre, su cabello estaba casi todo blanco, era un poco robusto, de piel clara y usaba unos enormes y gruesos lentes para ver, el me detiene diciendo — ¿Ya te vas?
—Si ya me voy, se me hizo un poco tarde así que adiós— expresé abriendo la puerta
—Cuídate mucho hijo, te quiero— mencionó con una reconfortadora sonrisa
—Igual te quiero papá
Miraba mi reloj, caminé más a prisa para alcanzar el autobús, estaba a punto de llegar, "Perfecto", en ese momento veo a una señora con cierta dificultad para cruzar la calle, pasé por su lado pero mi conciencia no permitía en no ayudarle, me devolví de un solo golpe y le di mi mano, inquiriendo —¿La ayudo señora?
—Muchas gracias jovencito— dijo con una sonrisa en su cara extendiendo lentamente sus temblorosas manos, poco a poco íbamos cruzando, estaba inquieto observando desde lejos a los pasajeros subiendo en el autobús y pagándole al chofer para entrar, "Todavía me queda unos segundos de tiempo si corro", enseguida la señora se tropieza y cae, la sostuve y ella sonrió expresando —Gracias jovencito— llegamos al otro lado de la calle y estaba a punto de salir corriendo para alcanzar el autobús pero la señora sostiene mi mano, diciendo —Eres un muchacho muy bello, gracias por ayudarme, me alegra que todavía sigan existiendo jóvenes como tú— asentí con la cabeza sonriéndole con un —Gracias— ella me soltó y enseguida corro lo más que pude para alcanzarlo, comienzo a gritar —¡ESPEREEEEEENNN...! ¡Espereeeennn...!— pero ya era demasiado tarde, el humo del vehículo se metía por mi nariz y boca ya que fue lo único que me dejó, "No puede ser", por donde vivo son muy pocos los autobuses que suben y bajan, ellos siguen un horario, el siguiente lo más seguro es que venga media hora después, "Y yo que pensaba llegar temprano hoy", no me quedaba otro remedio que tener que bajar a pie.
Llego al colegio, entro por el enorme portón y el portero diciéndome lo obvio —Llegas tarde— con su cara de serio como si eso le importara, "¿Quién se cree?", lo mire un poco feo ya que no es su problema, corro por el patio para llegar al salón, no había nadie ya que todos estaban en clase, subo las escaleras entrando al pasillo donde está mi salón, se escuchaba la voz de algunos profesores siguiendo la típica rutina de pasar lista más algunos "Presentes" por parte de algunos estudiantes, "¡Que fastidio!", nunca he entendido lo de la lista pero ¡olvídalo! tan solo me queda unos días de clases, veo que la puerta de mi salón estaba abierta, "¡Perfecto!, me escabulló sin que me vea la profesora y me siento antes de que diga mi nombre", cuando entro algunos de mis compañeros me veían disimuladamente, hasta que de repente escucho —Mac Mendoza— dijo la profesora leyendo la lista, estaba encorvado en medio de las dos primeras filas de mi salón, todos me vieron, centrando su atención en mí y me resbalo de los nervios pegando la cara sobre el reluciente piso, todos se rieron de mí a carcajadas, la profesora pasa su mano sobre su frente, suspira diciendo —Como siempre tarde, por favor siéntese y deje de arrastrase fingiendo que nadie lo ve— con una cara de fastidio cogí mi bolso y me senté en mi puesto en el último pupitre de la segunda fila.
Me considero una persona algo tímida, bueno muy tímido y ya sabrán como me van con las chicas, no es que tenga problemas al hablarles pero gagueo mucho cuando trato de conversar con las que me gustan, era la hora del receso fui al patio a sentarme en el banco los más apartado de todos los demás para leer mis comics y libros favoritos, a mí me gusta muchos las novelas de ciencia ficción y comics de superhéroe, como también las serie y películas de Marvel y además también me gusta el Anime, "Lastima que el manga de Naruto se terminó", si, muchos dicen que soy el más friki del salón por andar viendo todo eso en vez de andar con amigos o tener alguna novia, "¡Que les importa!", prefiero estar feliz en mi solitario mundo que estar infeliz rodeado de puras porquerías. De repente llega una chica rubia de ojos oscuros de piel clara como la nieve, un poco más baja que yo, tenía una muy buena figura, culvilinea para ser mas preciso, con unos enormes senos y mucho por atrás, "Deeooz que pervertido soy", se acerca sentándose a mi lado, me puse rojo de los nervios, comencé a sentir calor, "Desde cuando una linda chica nota mi existencia", "¿En que planeta estoy?", "Y lo más extraño ES LA CHICA QUE MAS ME GUSTA", ella me observa seductoramente diciendo — Hola querido—, "Por deoooooz me dijo querido", "cálmate, cálmate, cálmate... no lo eches a perder", le respondí con mi cara de nervio fingiendo una relajante y forzada sonrisa sudorosa e intranquila, diciendo —Hola querida—, ella me observa algo incomoda expresando
—Te puedo hacer una pregunta
—Si
—¿Tienes algo que hacer esta tarde?
"Oooooohhhh mi Deoooooz ¿será posible?", le conteste tartamudeando —Noo..oo noo.ooo pa..arraa.a na..daa.aaa
—¡Perfecto! ¿quieres salir al cine esta noche?
"QUEEEEEEEEEEEEE.... HOOOOOO SIIIIIIIII, LA CHICA DE MIS SUEÑOS ME ESTÁ INVITANDO A SALIR... ¿O lo estaré soñando?"
— ¡Claro que sí!— respondí entusiasmado
—¡Perfecto! nos vemos en el cine del centro comercial de la avenida principal como a las 6, no llegues tarde
—No para nada, llegaré temprano.
********
Llegando la tarde, estaba muy entusiasmado, me vestí con una camisa blanca cubierto de un chaleco negro que lo uso en ocasiones especiales, me puse mis jeans que mi padre me compró el mes pasado y tomé prestado uno de sus zapatos semiformales, "Bueno es uno de esos préstamos que no se consulta, espero que no le importe", aparte me bañé en puro perfume aunque no sea de mi costumbre pero hoy are una excepción, estaba listo y bien peinado aunque no sea muy amigo del peine que digamos, en fin eran las 5:10 y quería llegar temprano ya que la función según ella comienza a las 6:00, salí a la sala para llegar a la puerta y mi madre huele el intenso perfume, diciendo —¿A dónde vas tan guapo?
—Heeeee... voy al cine— dije nervioso sobándome la nuca
— ¿A si? Y ¿Quiénes van?
—Bueeenoo nadie, una chica me invitó
— ¿Enserio?
Asentí sonrojado, ella me observa tiernamente expresando —Oh... Mi pequeño Mac está creciendo, ahora ya tiene novia— viene y acaricia mi mejilla
—MAAA...MAAAA...— exclamé abochornado
—No puedo contenerme estoy muy emocionada— resoplo su nariz
Aparece mi padre bajando las escaleras diciendo —Vaya, vaya... ¿Quién tiene novia?
—Mi Mac tiene una cita— responde mi madre
— ¿Enserio?, vaya hijo ¡qué bueno!, a veces se me olvida que te estas volviendo todo un hombre ¿Y cuándo nos vas a presentar a tu chica?
Entrecruzo mis ojos de lo más abochornado que estaba, respondiendo —No es mi novia, tan solo me invitó y Ya
—Bueno hijo, ¡piensa!, de todos los chicos de tu colegio te escogió a ti, deber ser por algo ¿No lo crees?
—Si tal vez tengas razón— susurré dentro de mí
—Bueno papá me tengo que ir, no quiero llegar tarde
—Vale hijo tampoco regreses tan tarde
Enseguida mi madre añade —Recuerda mirar ambos lados antes de cruzar la calle y no te quites tu chaleco hace mucho frío...y tambieenn...—
— ¡Si mamá, yo también te quiero!— Grite a la distancia interrumpiendo lo último que me dijo, tomé el autobús para bajar, "Aquí si no voy a llegar tarde" cuando llego estaba a una cuadra del centro comercial, ahorita como está la situación en mi país, todo está muy caro "No muy si no excesivamente caro", quisiera comprarle algo pero las cotufas están muy costosas, se me ocurrió la idea de comprar unas chucherías en un kiosco y compartírselo con ella, él refresco lo compro allá, "Si es mejor esa idea, espero que no crea que soy una especie de tacaño", llegué a uno que vi en la esquina y compré dos bolsas de papas tostadas, dos barras de chocolates "Si con esto será suficiente y al final preferí comprar de una los refrescos", pero inconvenientemente se me olvidó un pequeño detalle antes de venir, traer mi mochila "¿Ahora donde lo llevo? no puedo llegar con esta bolsa en mis manos, no me dejaran entrar", enseguida percibo que mi chaqueta tiene varios bolsillos, unos grandes y otros pequeños, "Perfecto suficiente para mantenerlos ocultos", forcejeando con las bolsas y las latas logré ocultarlos, pasando desapercibido, pero el hielo helado que se derretía en la lata mojaba mi camisa por dentro, haciendo que chorreara un poco en mis pantalones, "Nooo por favor ¡Ahora no!, va a creer que me oriné o algo", entro al centro comercial y me dirijo a uno de sus baños públicos, me voy al lavamanos e intento agarrar ese papel que tiene para secarse las manos pero terriblemente no había nada, "¡Queeee ni eso tienen acá, Ahssssss!", embravecido me dirijo a los escusados y veo un pequeño rollo de papel higiénico a punto de acabarse, agarro el papel que queda y trato de secar lo que está mojado, bueno casi hago ese fallido intento, veo mi reloj y faltaban 5 minutos para las 6,—¡Se me hizo tarde!— exclame nervioso tocando con mis dos manos mi cabeza, Salí del baño, acelerando el paso, tropezándome con algunas personas embelesadas, viendo las tiendas—Con permiso... ¡Quítense!— decía moviéndome entre la espesa multitud caminando en mi dirección opuesta como si estuviera nadando contra la corriente, subí las escaleras automáticas, sin tener que esperar a que llegue —¡Permiso!— continué diciendo a quien se atravesara, ya estaba muy cerca, a medio metro de llegada leí en el letrero de Arriba "Cinex", por fin llegué "Que emoción", quería brincar de alegría pero no quería agitar las latas de refresco, busque entre la multitud haciendo la cola a ver si la veía, seguí buscando y buscando, me metí adentro, luego en la cola de las cotufas, pero no vi a ninguna chica que se le pareciera, Salí a fuera en el pasillo de entrada pero nada, "¿Acaso esta chica me habrá jugado una mala broma?"...
Continuara...
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Hola de nuevo mis queridos lectores, les presento al nuevo protagonista, Mac, él le contara su historia en estos primeros capítulos. Intriga: Rebecca lo invito a salir, los padres de Mac están emocionados ya que él nunca ha tenido novia y ahora tiene una supuesta cita ¿Acaso es una cita? O es una treta de ella para burlarse de él en dejarlo plantado, ¿Sera verdad?, lo sabrán en el siguiente capítulo, por ultimo voy a publicar los días Viernes, un saludo ^^
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